Si se puede! Demostraron que pueden convertir a la Argentina en una zona de guerra, y siguen demostrando que en política siempre se puede caer más bajo si se lo proponen; el gobierno se apresta a intentar sancionar nuevamente la reforma previsional este lunes, poniendo al país en un laberinto amarillo. Tanta desesperación por el ajuste alarma. ¿Cuándo se dieron cuenta de que se estaba tan cerca del precipicio? Tras casi dos años de shock regresivo, nadie podía alegar desconocimiento sobre su sufragio. Pero, Como era de esperarse, los principales medios informativos del país se encargaron de direccionar las coberturas de la represión en el Congreso hacia la responsabilidad "del kirchnerismo" e incluso cuestionar si el propio propio Macri fue acaso "blando" ante las manifestaciones, Como ya lo demostró el Gobierno este año con la comunidad mapuche, la instauración en la opinión pública de un virtual enemigo interno de la patria siempre es estratégica para avalar el accionar represivo. En nada sorprendería que el discurso mediático utilice el término "jubilados" para apuntar al nuevo elemento subversivo del orden público, ocultando siempre la violencia del Gobierno.
La calle, finalmente, pudo lo que la política de la oposición dividida, por sí sola, no estaba logrando: ponerle freno al robo de los amarillos, la aparición en escena de las víctimas del hachazo a jubilaciones y AUH, en una reacción popular que fue lo único que pudo enfrentar al
Los medios están preparando el terreno para nuevas masacres, están las condiciones, está la bronca y está el aval de amplios sectores. Este modelo es asesino y cruel, pero tengamos en cuenta que la única forma de vencer a la violencia es con la no-violencia: la acción decidida en forma de protesta, crítica, repudio, no colaboración, boicot y superación de las prácticas violentas es más fuerte que los palos y las piedras. La lucha se la ganará con el corazón y no con la violencia.
"Argentina vive un día de furia contra los ajustes del presidente, Mauricio Macri", tituló su artículo el diario español El Mundo, acompañado por una imagen en que se observa a la Policía Federal disparar con vehemencia mientras una mujer grita. En la misma línea, consignó que las fuerzas represivas comenzaron a "disparar balas de goma y gases lacrimógenos mientras los camiones de agua dispersaban a los manifestantes". Copio textual:
Buenos Aires ha vivido hoy uno de esos días de furia estivales en una ciudad blindada por cientos de policías antidisturbios que han impedido a miles de manifestantes acceder a las inmediaciones del Congreso de los Diputados. Allí, la coalición del presidente, Mauricio Macri, pretendía aprobar un duro ajuste contra millones de jubilados. El caos reinante en la calle y en el propio recinto legislativo ha aplazado el debate sobre esa polémica reforma.
También desde Rusia criticaron fuerte al gobierno argentino. Sputniknews publicó hoy un artículo en que habla de la represión, al igual que ABC, RT en Español, Telesur, y vaya a saber cuantos otros mdios informativos del mundo... mientras aquí los medios intentan tirar el fardo a la administración anterior, a la izquierda, las organizaciones sociales de base y los jubilados.
Mientras portales internacionales como TeleSur o el diario El País de España informaban sobre el accionar que Gendarmería montaba sobre una protesta pacífica, el diario Clarín hablaba de "horas de tensión", donde el protagonismo lo tenían "manifestantes del kirchnerismo y de la izquierda". A sabiendas de la brutal represión en las calles aledañas al Congreso, la crónica del jueves 14 mantenía un tono sobrio y liviano del operativo, solo recrudecido para mencionar que hacia la tarde solo quedaban en las calles "los más violentos, cargados con piedras, botellas, palos y caras cubiertas con trapos para sobrellevar el efecto de los gases".
La conexión entre el límite alcanzado por el macrismo al poner en juego los derechos de los jubilados y el consecuente descontento manifestado en las calles hoy es tapado por los medios que, más de diez años atrás, informaban que "la crisis se cobraba dos nuevas muertes" mientras en las calles la protesta social contra el neoliberalismo en decadencia del menemismo y la Alianza era respondido con balas de goma y plomo. La recordada Masacare de Avellaneda, en aquel entonces, había recibido el mismo "criterio" periodístico que la represión de esta semana por parte de Clarín.
Más preocupado por el accionar del bloque de legisladores de Unidad Ciudadana y la inmediata reanudación de la sesión el próximo lunes que por la represión, el diario La Nación decidió priorizar las denuncias de Elisa Carrió contra la “presión” de los diputados por frenar el proyecto.
El portal Infobae directamente decidió dedicar sus notas de ayer al “festejo K por el levantamiento de la sesión”, y dejó apenas un recuadro para señalar que, lejos de considerarse una represión, fueron incidentes "entre gendarmería y manifestantes".
No obstante, uno de los testimonios más representativos fue el desplegado en la columna del periodista-figura de La Nación, Joaquín Morales Solá, donde aborda la "violenta alianza entre kirchneristas, massistas y la izquierda". Allí, el autor inicia el texto con un llamativo primer párrafo sobre la agitada sesión en el Congreso: "Nunca, como ayer, Leopoldo Moreau fue tan parecido a Luis D’Elía. En lugar de ocupar una comisaría, le quitó el micrófono y amenazó con pegarle al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. Cruzó una línea roja del sistema democrático".
Más allá de justificar la trompada que el propio presidente de la Cámara Baja lanzó sobre radical de Unidad Ciudadana, Morales Solá adjudicó la inviabilidad de la sesión a una suerte de extorsión acordada entre el trotskismo, el kirchnerismo y el Frente Renovador. Una vez más, por supuesto, dejó de lado el claro mensaje que la multitudinaria protesta envió respecto de la impopular reforma jubilatoria.
En esta línea, incluso, el portal TN redobló la apuesta y llegó a preguntarse si el pecado del Gobierno habría sido acaso ser "blando" en su manejo de las últimas jornadas. Allí, el cronista se cuestiona si el macrismo "¿está tratando de ir demasiado lejos en el ajuste fiscal y la imposición del orden en las calles, o lo hace a medias y sin convicción, y entonces se deja torcer el brazo muy fácilmente en los dos terrenos?". En esta línea no sólo la represión es corrida a un segundo plano, peor aun: a la hora de "poner orden", Mauricio Macri es un tibio.
Magnetto está armando el terreno para una nueva Masacare de Avellaneda... así que cuidado...
Ya no hay submarino, que tape tanto ajuste.
ResponderEliminarEstuvimos a minutos de un estallido social, si no fuera por que Lilita lo avivo al Presi de no sacar la reforma por DNU.
Y esto recién empieza, se viene la reforma laboral!!!