Artista: Gnidrolog
Álbum: Lady Lake
Año: 1972
Género: Rock progresivo sinfónico/ecléctico
Duración: 38:41
Nacionalidad: Inglaterra
Lady Lake resulta más “accesible” que In Spite of Harry’s Toenails, y lo pongo entre comillas porque lo que buscamos quienes vamos tras la música compleja y progresiva es precisamente lo que la separa de las marejadas de pop: que no sea fácil. Pero en este segundo disco de Gnidrolog se siente la intención de la producción de “domesticar” a los hermanos Goldring y sus secuaces, probablemente para acercarlos al éxito comercial. Quizá fue por eso que el segundo álbum sale a la luz tan precipitadamente después del primero, como parta tratar de sobreponer la falta de repercusión de la banda (y del sello discográfico, RCA, que para este momento ya había desistido de usar el sello progresivo Neon). Sería en vano: Gnidrolog no lograría pasar el filtro del tiempo —y del mercado—. Tenemos que destacar de cualquier manera los cambios que vive la banda entre la primera y la segunda producciones: su ampliación de cuarteto a quinteto con la adición del saxofonista, flautista y cantante John Earle, con quien crece el carácter de ensamble de cámara que ya se vislumbraba desde el inicio, dejando a los integrantes originales (Stewart y Colin Goldring, Nigel Pegrum y Peter Cowling) más concentrados en su instrumento principal y menos dispersos en la multiinstrumentalidad. Y tenemos incluso un tema en sexteto, “Same Dreams”, que incluye a la pianista Charlotte Fendrich.
La RCA encontraría en estas mismas fechas un género de rock que, si bien tiene sus raíces en la misma psicodelia que el prog, marcaría nuevas rutas y serviría de puente hacia la nueva revolución musical musical por venir, el punk. Fue en RCA donde se fraguaron las carreras de monstruos como Bowie (en pleno desarrollo del glam-art rock) y Lou Reed (con su característica mirada oscura y antihippie); ya no tendría lugar para actos como el de Gnidrolog. Así, Lady Lake quedaría solo en su sello y su sonido sería abandonado al olvido.
Injustamente. Insisto. Gnidrolog hizo música extraordinaria, y este disco es la muestra perfecta. Del canto dramático del joven hippie que afirma su identidad a través del rechazo a lo militar (“I Could Never Be a Soldier”) hasta el surrealismo psicodélico con componentes mitológicos de la minisuite que da título al disco, Lady Lake es un tour completo a través de una de las más interesantes encarnaciones de los valores estéticos e ideológicos de una época (el inicio de los 70) y un lugar (la Inglaterra prethatcheriana) que fueron auspiciosos para la música.
Extensos puentes instrumentales con un bajo improvisativo en diálogo con las percusiones, que sirven de marco para el desarrollo del ensamble entre la guitarra de Stewart Goldring y el ensamble de vientos y otros instrumentos de Colin Goldring, Pegrum, Earle y Cowling. La guitarra eléctrica de Stewart es mucho más presente aquí que en el disco anterior y lleva a la banda a momentos de auténtico hard rock que no le pide nada a contemporáneos como Deep Purple. Pero en Gnidrolog siempre hay un después del coqueteo con los géneros establecidos: la descomposición de la armonía, la ruptura del tiempo, la transgresión incluso de la afinación.
La hermosa “Ship”, por ejemplo, que cuenta la historia de aquellos que abordaron un barco para buscar una nueva tierra prometida, arranca con un arreglo multiinstrumental interesantísimo, con guiños electrónicos, se va a lo acústico para dar paso a la voz, y corea con saxos a pleno pulmón, como en busca de elementos de fusión que en ese tiempo caracterizaban al mismo King Crimson o a genios como los Gentle Giant. O la brevísima balada “A Dog with No Collar”, una canción de cuatro versos para guitarra acústica y armónica, que debería estar en las listas de las mejore canciones de la historia del rock progresivo. En serio, escúchenla y me dicen.
“Lady Lake” es quizá la más impresionante rola de Gnidrolog. Una minisuite de casi nueve minutos en tres partes que no pide nada al progresivo de la época. Inicia fuera de toda tonalidad, con un coro de vientos que recuerda al serialismo; pasa a un puente vocal suave y cierra con una especie de fuga en la que la instrumentación crece. Es un momento especial en la historia del prog. Mucho más suave, “Same Dreams” es una baladita de amor muy hippie, acústica y con piano, y con dulces combinaciones armónicas y una voz más educada de lo que nos tenía dicho Colin Goldring. Con “Social Embarrassment” volvemos al Gnidrolog experimental, en otra aventura fuera de los límites de lo convencional que, en este caso, recuerda algunos de aquellos pasajes hipercomplejos que caracterizaron a bandas como Gentle Giant, VDGG y la mismísima Soft Machine (noten el encabalgamiento de tempos locos que enmarca el solo de guitarra final).
Lady Lake es un gran disco, aún mejor que el primero de Gnidrolog. Sería su último: nada se volvería a saber de esta peculiar banda hasta un cuarto de siglo después con el lanzamiento de un registro en vivo (también de 1972) que preparaba el renacimiento de Gnidrolog en el año 2000 (ambos los tendremos el blog cabezón, como siempre, con cosas que nomás aquí).
Lista de Temas:
1. I Could Never Be a Soldier
2. Ship
3. A Dog With No Collar
4. Lady Lake
5. Same Dreams
6. Social Embarrassment
Alineación:
- Sterwart Goldring / guitarra líder
- Colin Goldring / guitarra rítmica, voz, flauta dulce, corno tenor
- Nigel Pegrum / percusiones, flauta traversa, oboe
- John Earle / saxos soprano, tenor y barítono, flauta traversa, voz
- Peter Cowling / bajo, cello
- Charlotte Fendrich / piano en “Same Dreams”
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