No quiero hablar sólo de música. Hay algo que me fascina y me atrae con tanta intensidad como la música: el silencio, que con frecuencia es entendido solamente como un vacío, un terreno baldío entre un sonido y otro sonido... realmente es sólo eso? Qué significa además de eso para nosotros? veremos en este post algunos ejemplos de música que invita al silencio, y encontraremos diversas visiones de lo que este significa en nuestras vidas.
"Imagínense a un grupo de personas, solos o juntos en un lugar tranquilo donde no se puede oír la radio ni música de fondo, sentados simplemente una hora, o media hora, en silencio. No hablan. No rezan en voz alta. No tienen en sus manos papeles ni libros. No están escribiendo ni leyendo. No se ocupan en nada. Se limitan a penetrar en sí mismos, pero no para pensar de modo analítico, ni para examinarse, organizarse o planificar algo; simplemente para ser. Quieren estar juntos en silencio. Quieren sintetizar, integrarse a sí mismos, redescubrirse ellos mismos en una unidad de pensamiento, voluntad, entendimiento y amor que vaya más allá de las palabras, más allá del análisis, incluso más allá del pensamiento consciente. Quieren rezar, pero no con los labios sino con sus corazones silenciosos, y más allá aun, con el verdadero fundamento último de su ser. ¿Qué podría mover a la gente de nuestro tiempo a hacer una cosa así?"
"Cultivando el árbol del silencio, recogerás los frutos de la sabiduría" (anónimo)
Sin embargo pienso que cuando la mente no es capaz de recogerse en silencio, la música acaba conviertiendose cada vez más en simple ruido de fondo. Igual que le pasa al adicto al tabaco, que ya casi ni saborea el cigarro que fuma, y tan solo es presa de una compulsión en la que hay más de rutina que de disfrute. Y que cuanto mayor sea la dificultad para estar en silencio, más confusión e insensibilidad se generarán en la mente. En cambio, la mente que regresa renovada del silencio, puede captar con más frescura y nitidez cada matiz que le brinda la música.
Thomas Merton
Thomas Merton (1915-1968) era un monje trapense del monasterio de Getsemaní, Kentucky. Escribió varios interesantes libros sobre espiritualidad, y es conocido por su interés por el misticismo oriental. Una de sus frases más conocidas es: “Está cerca el día en que seré capaz de vivir sin palabras”.
Vivir sin palabras.... esperamos tantas cosas de ellas, creo que más de lo que realmente pueden ofrecernos: motivación, consuelo, seguridad; y sin embargo, son tan escurridizas y ambiguas, como castillos de naipes que se derrumban al menor soplo de viento... Vivimos en una cultura que nos ha enseñado a darle una inmensa importancia a las palabras para obtener de ellas bienestar y seguridad.
Y viene un tal Thomas Merton y dice: voy a vivir sin el auxilio de las palabras.
Qué dijeron otros sobre el silencio?
” El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de todos los ruidos” (Miles Davis)
” En realidad por mucho que intentemos hacer un silencio no podemos. para ciertos procedimientos de ingeniería es deseable tener una situación lo más silenciosa posible. Una habitación así se denomina cámara sorda, sus seis paredes hechas de un material especial, un habitáculo sin ecos.. Hace unos años entré en una de esas cámaras en la Universidad de Harvard y oí dos sonidos, uno agudo y otro grave. Cuando lo describí al ingeniero encargado, me explicó que el agudo era mi sistema nervioso en funcionamiento; el grave, mi sangre circulando. Hasta que muera habrá sonidos. Y estos continuarán después de mi muerte. No es necesario preocuparse por el futuro de la música” ( John Cage Silencio)
"Cultivando el árbol del silencio, recogerás los frutos de la sabiduría" (anónimo)
"Los ríos más profundos son siempre los más silenciosos" (Quinto Curzio Rufo)
"El silencio es el elemento en el que se forman todas las cosas grandes "(Thomas Carlyle)
"El verdadero silencio, como la inmensidad del espacio, no se puede comprender con el pensamiento" (Jiddu Krishnamurti)
Podríamos llenar páginas y páginas escribiendo frases en las que se reflejan distintas visiones, muchas veces antagónicas, del silencio, pero a lo que quería llegar es al eslógan de la casa ECM, una sello discográfico alemán en el que se produce una música muy dificil de etiquetar, pero que grosso modo podría clasificarse como jazz experimental o de vanguardia. Su eslógan siempre me ha fascinado: "El sonido más hermoso después del silencio".
Lo primero que me sugiere, es que contempla al silencio no como ausencia de sonido, sino como un sonido en si. Y como al mas hermoso de los sonidos. Esa idea me resulta fascinante: después de todo, el color blanco, ¿no es la fusión de todos los colores del espectro? ¿Quien diría que del rojo, del azul, etc. unidos resultara el blanco? Y sin embargo, es así. Y al blanco también se le suele percibir como ausencia de color, a pesar de ser un color más. Visto así el silencio sería la plenitud del sonido, y de la música.
El eslógan de ECM parecería una invitación a dejar de vez en cuando a un lado los sonidos que capta el oído para adentrarse en el silencio. Si el silencio es la forma suprema de musica, resultaría mediocre no atreverse nunca a ir más allá de lo que el oído puede oir.
La idea me resulta tremenda: si realmente amas la música, estás llamado a un encuentro con el silencio, te guste o no. Pero lo cierto es que muchos son los llamados, y pocos los escogidos.
Hay músicas que son como una introducción al silencio, una invitacion a adentrarse en un silencio vital, consciente y perceptivo, que no tiene nada que ver con el silencio de la mente que está en un estado de estupefacción, embotada, o dormida. Otras músicas, en cambio, sólo invitan a huir del silencio como si de la misma muerte se tratara. Y es que es con la muerte con lo que se le suele identificar. Conozco a personas que le tienen una auténtica fobia al silencio. Para ellas el sonido incesante de la tele, la radio, o la música, es una forma de huida hacia adelante. Y cuanto más alto, mejor. Cuando se reúnen con otra gente siguen en lo mismo: todos hablan a la vez, y hay un acuerdo tácito entre ellos de evitar a toda costa el silencio. En ese perfil encajan también muchos melómanos.
Sin embargo pienso que cuando la mente no es capaz de recogerse en silencio, la música acaba conviertiendose cada vez más en simple ruido de fondo. Igual que le pasa al adicto al tabaco, que ya casi ni saborea el cigarro que fuma, y tan solo es presa de una compulsión en la que hay más de rutina que de disfrute. Y que cuanto mayor sea la dificultad para estar en silencio, más confusión e insensibilidad se generarán en la mente. En cambio, la mente que regresa renovada del silencio, puede captar con más frescura y nitidez cada matiz que le brinda la música.
¿Donde estará el enlace del silencio?, No desde luego en un blog, ni en emule, ni en torrent y solo uno mismo puede encontrarlo y activarlo. Espero que, en muchos de nosotros, ese enlace no esté ya caído.
el Canario
El concepto del silencio implica madurez para ser comprendido. El concepto tradicional que dice que "la música es el arte de combinar los sonidos" que se te enseñaba cuando empezabas a estudiar música se pasó a "el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos." Para el entrenamiento musical Robert Fripp aconseja: "La dirección de la atención siempre es difícil. Es la pieza principal de trabajo en el Guitar Circle. El entrenamiento de la atención es el verdadero comienzo: sentate en una silla y hacé nada durante treinta minutos. Hacé nada lo más que puedas."
ResponderEliminary que dificil no hacer nada!
ResponderEliminarAquí esta el mar, aquí podemos olvidar la ciudad. Aún sus campanas proclaman el Ave María (es ese sombrío y simple, pero también dulce fragor, en el cruce del día y la noche) ¡pero ya sólo un momento! ¡ahora todo es silencio!. El mar se extiende, pálido y lustroso, el no puede hablar. El cielo juega su eterno y mudo juego del anochecer con colores rojos, amarillos y verdes, él no puede hablar. La pequeñas rocas y rompientes, que se adentran en el mar, como para encontrar el lugar más solitario, todos ellos no pueden hablar. Esta inmensa mudez que de pronto nos invade, es bella y aterradora, el corazón se desborda. ¡Oh, la falacia de esta silenciosa belleza! ¡Que bien podría hablar, y que malvadamente también si quisiera! ¡Su lengua atada y su dicha sufriente en el rostro son un embeleco para burlarse de tu sentimiento! ¡No importa! No me avergüenzo de ser el bufón de tales poderes. Pero te compadezco naturaleza, porque has de guardar silencio, aunque sólo sea tu maldad la que te ata la lengua. Si, ¡te compadezco por tu maldad! ¡Ay, el silencio crece, y el corazón se desborda una vez más: se estremece ante una nueva verdad, tampoco él puede hablar, él también se burla cuando la boca grita algo hacia esa belleza, disfruta de su dulce maldad silenciosa. El hablar, incluso el pensar me sin odiosos: ¿no escucho detrás de cada palabra el error, el engaño, el espíritu delirante? ¿No he de burlarme de mi compasión? ¿Burlarme de mi burla? ¡Oh, mar! ¡Oh, crepúsculo! ¡Sois maestros terribles! ¡Enseñais al hombre a dejar de ser hombre! ¿Ha de entregarse a vosotros? ¿Ha de volverse, como vosotros ahora: pálido, lustroso, mudo, inmenso, reposando sobre sí mismo? ¿Por encima de si mismo?
ResponderEliminarhermoso
ResponderEliminarInteresantes pensamientos.
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