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Leprous - Coal (2013)


Nuevamente los leprosos noruegos en otra poderosa combinación de paisajes sonoros a lo Devin Townsend, con riffs a medio tiempo entre la densidad portentosa, momentos caóticos y experimentación atmosférica, con canciones muy melódicas y armonías bien elaboradas que mantienen el equilibrio general. Si te gustó el anterior disco, quizás este te guste aún más, quizás menos variado pero más atmosférico, muy sólido y de un nivel de lo más alto.

Artista: Leprous
Álbum: Coal
Año: 2013
Género: Tech Prog Metal
Duración: 55:50
Nacionalidad: Noruega


Lista de Temas:
01. Foe
02. Chronic
03. Coal
04. The Cloak
05. The Valley
06. Salt
07. Echo
08. Contaminate Me

Alineación:
- Einar Solberg / vocals, synth and grand piano
- Tor Oddmund Suhrke / guitar and barritone guitar
- Øystein Landsverk / guitar
- Tobias Ørnes Andersen / drums, electronic drums and additional percussion
- Rein T. Blomquist / bass
Guest musicians:
Ihsahn / vocals (8)
Håkon Aase / violin (8)



Una feliz unión entre metal progresivo tradicional y esa dirección atmosférica que algunas bandas de black metal han de tomado, un verdadero matrimonio a mitad de camino entre todos los géneros, y no sólo un black metal con estructuras progresivas o progresivo tratando de parecer moderno. De un lado metal progresivo que tiene potencia, ritmos excéntricos y los juegos vocales más o menos típicos, y por la otra cara de la moneda atmosféras a base de riffs y estructuras rítmicas no tradicionales.
Cada álbum de la banda muestra la evolución. Para mejor o peor, dependiendo de los gustos individuales. En comparación con el anterior, "Bilateral", "Coal" es más ágil, pero menos diverso.


Generalmente las canciones se basan en variaciones de dos o tres ideas melódicas repetitivas (en eso recordé a IQ). Cuando hice el posteo del anterior disco de estos noruegos había olvidado mencionar a la gran banda británica Haken, y en este disco me parecido que se acercaban màs a su estilo, aunque su sonido está por fuera de cualquier comparaciòn, se nota que esta gente experimenta libremente y tienen mucha personalidad.
Hay momentos esporádicos de gloria y algunas melodías majestuosas, con algunas canciones mucho más melódicas, casi se podrìa dividir el disco en dos tipos diferentes de canciones. Por otro lado, un indie similar a Muse influye en pistas como "Chronic" y diluye ligeramente el esfuerzo general.
Pero a la banda ya la presenté, ya comenté su estilo y este disco sigue por el mismo camino que el disco anterior cuando hay tantos tan buenos comentarios la verdad no sé para qué ponerme a presentar el disco.


Así que vamos a copiar lo que dicen otros que lo dicen mejor que yo, y resulta màs fàcil copiar que andar reseñando a lo pavote...
Lean todo lo que dicen de este disco...


Leprous – Coal: la confirmación de lo que todos ya sabíamos
En tiempos de consumo musical desenfrenado, nulo paladeo y escasa permanencia en el tiempo de lo presentado, muchos nos sentimos casi unos elegidos por tener la oportunidad de acercarnos a la que es nuestra manifestación artística favorita desde una perspectiva analítica, reposada, y por supuesto, trascendente. Obviamente, esto no sería posible si no se siguiesen presentando obras que fuesen susceptibles de un acercamiento como el que os cuento, pero al igual que hay público para todo tipo de música, hay música para todo tipo de público.
Con esto no pretendo decir que alguien sea mejor o peor melómano por la forma en la que se aproxime a la música (cada uno utiliza el arte de la forma que quiere), pero creo que es ineludible que, precisamente, los discos que son ideados para que los disfrute aquel que tiene por costumbre paladear el disco como si de un buen whisky escocés se tratase, son los que finalmente sobreviven al paso del tiempo, los que marcan tendencias y a los que, años después, multitud de artistas noveles acuden para utilizarlo como referencia artística. Puede que sea un poco arriesgado lo que vengo a decir ahora mismo, pero como soy un ‘tío echao pa’lante’ no voy a guardármelo: el cuarto disco de los noruegos Leprous, Coal, es uno de esos discos. Puede que ahora mismo muchos aún no os atreváis a reconocer esto que desde ya estoy afirmando, pero os emplazo a que dentro de unos años echemos la vista atrás y evaluemos la trascendencia de un álbum que no es más que la confirmación de algo que es un secreto a voces: Leprous son la mayor irrupción en el Metal internacional de lo que llevamos de siglo XXI.
Una ascenso imparable
Puede que otras bandas jóvenes hayan vendido muchos más discos o disfruten de más asistentes a sus conciertos que aquellos con los que cuenta Leprous, pero el nivel de excelencia alcanzado por la banda de Nottoden en los tres discos anteriores a este Coal, en este ascenso sin fin que parece su carrera, no tiene rival ahora mismo. No es una cuestión de cifras sino de esos intangibles que acaban poniendo a cada uno en su lugar, y en este caso, el reconocimiento y el impacto que han tenido los discos de Leprous estos últimos años, no tienen parangón entre sus bandas coetáneas.
Ya desde el lejano 2006, cuando ‘no eran más’ que la banda que acompañaba a Ihsahn en directo, Leprous apuntaban ser una de las bandas más prometedoras de la escena progresiva europea, a pesar de que el componente de música extrema era bastante más importante de lo que es en la actualidad. Sin embargo, no fue hasta la presentación de Tall Poppy Syndrome (hay discrepancia sobre si es el primer o segundo disco) en 2009 que la banda del cuñado de Ihsahn (el vocalista Einard es el hermano de Heidi Solberg, esposa del mismísimo) adquirió verdadera relevancia autonónoma, dejando de ser los supporters del exlíder de Emperor y pasando a ser la banda que son en realidad.
Todo lo apuntado en su disco de 2009 se confirmó con Bilateral (2011) a pesar de que la fórmula cambió un poco, pasando a afrontar el Metal Progresivo desde una óptica un tanto más directa y matizando en parte el componente Avantgarde de su música. Temas como esa oda al sexo anal llamada ‘Forced Entry‘ o la marciana ‘Waste of Air‘ confirmaron la gran forma en la que se encontraban los noruegos, aunque debo reconocer que con el paso del tiempo el disco se me ha desinflado un poco.
De cara a este 2013 el objetivo era claro, confirmar que Leprous son la mejor banda de Metal Progresivo en la actualidad y que además cuentan con una personalidad que les hace únicos y que, a pesar de los ligeros cambios que se pueden apreciar en un breve análisis de su discografía, son totalmente reconocibles e inconfundibles. Ambos objetivos se ha cumplido de forma sobrada, y a continuación os cuento por qué.
Coal: aunque parecía imposible, una fórmula mejorada
Como ya os adelantaba mi compañero Víctor en sus primeras impresiones, el Metal Extremo ha desaparecido casi totalmente del repertorio de Leprous (con ‘Contaminate me‘ me sucede algo que luego os contaré) pero ello no ha implicado en ningún momento que la actitud de los noruegos se haya ablandado o que hayan domesticado su fórmula, sino que han optado por utilizar otras armas para demostrarnos que, aún así, son la banda más original del Metal Progresivo actual.
Lo que antes era un espacio en el que el Death Metal y el Avantgarde eran los hilos conductores, se ha ido convirtiendo paulatinamente en una propuesta en la que priman elementos tan ajenos al Metal Progresivo con tintes técnicos como son la emotividad (siendo la protagonista de Coal sin lugar a dudas) y los componentes atmosféricos, aunque también he de reconocer que en determinados pasajes el espíritu del extraño y rompedor Tall Poppy Syndrome ha venido a mi mente desplazando a Bilateral como antecedente natural de Coal. Con esto no quiero decir que no haya cosas de Bilateral en Coal, el tema homónimo es un claro ejemplo, pero el espíritu de temas como ‘Chronic‘ o la inicial ‘Foe‘, el espacio en el que se desarrollan y cómo lo hacen, me ha recordado más al segundo que al tercer disco de la banda.
Y es que a pesar de que, en apariencia, los nuevos temas que Leprous nos presentan cuentan con una estructura menos intrincada que los contenidos en Bilateral, el amplio rango de sonidos con los que los noruegos enriquecen sus temas y el tratamiento de instrumentos como el teclado a la hora de generar atmósferas (‘The Valley‘ es el paradigma de esto), Coal vuelve a ser un disco de escucha estimulante, como lo fueron los discos anteriores. De hecho, podría decirse que el nuevo álbum de la banda del (entiéndase la broma) cuñadísimo, es un disco de piel de gallina, de esos en los que uno puede pasarse con el vello erizado desde el primer segundo hasta el minuto cincuenta, cuestión que deja a las claras lo acertados que Leprous han estado en esta ocasión (como en las anteriores).
Un disco con virtudes casi infinitas
De todos modos las virtudes de Coal no se acaban en lo bien que han sabido combinar lo mejor de sus anteriores discos mientras se aproximan a ellos desde una óptica un tanto distinta. Por ejemplo, el vocalista y teclista Einard Solberg está incomensurable, ofreciéndonos una de las mejores actuaciones vocales que recuerdo en un disco de Metal Progresivo tanto por el apartado técnico, donde el noruego no parece tener límite siendo capaz de poder con todo, como en el emocional, logrando tocarme la fibra, enfurecerme o levantarme del asiento siempre que se lo propone.
Por otro lado, y relacionado una de las novedades estilísticas que el nuevo disco de Leprous aporta al sonido de la banda, estamos ante un disco bastante más conciso que Bilateral a pesar de que hablar de esto cuando nos referimos a un disco de Leprous pueda ser casi una quimera. En esta ocasión, los noruegos han demostrado tener las ideas más claras que en el anterior álbum (que ya fue muy brillante), conociendo mejor cual era la apuesta que debían hacer y potenciando los puntos más fuertes de su sonido. Así es como he podido apreciar que Coal es un disco con vocación expansiva, intenso pero que llama a escucharlo varias veces seguidas, extasiante pero que no satura en ningún momento, oscuro pero que no pide escucharlo a altas horas de la noche pues te sumerge en su atmósfera aunque lo escuches mientras tomas el sol en una abarrotada playa de Torrevieja.
El único pero que le he encontrado a Coal tras el análisis concienzudo al que lo he sometido durante esta última semana (aviso que esto es más un intento de buscarle los tres pies al gato que otra cosa) es que no sé que hacer con el tema que cierra el álbum, ‘Contaminate me‘. Mentiría si dijese que no me ha parecido un tema excelso, probablemente uno de los mejores, sino el mejor, que han grabado Leprous en sus menos de 10 años de andadura. Sin embargo, no sé donde encuadrarlo dentro del álbum, lo veo desubicado, tanto por el aspecto unitario que he acabado dándole como por el hecho de que, creo, Coal podría haber acabado sin él y no verse resentida la calidad del álbum ni un ápice. Obviamente se trata del tema más potente del disco y el que más me recuerda al, alabado por mí, Tall Poppy Syndrome tanto por planteamiento como por ejecución, pero me parece un tema que no tienen fácil encuadre en un disco como Coal a pesar de todas sus virtudes.Como decía al principio, hay discos predestinados a convertirse en referencia para futuras generaciones. Puede que resulte un tanto aventurado dotar de tal calificación a un disco como Coal, y más siendo yo alguien que le ha negado tal consideración a varios de los discos más importantes que se han presentado en lo que llevamos de siglo, pero he de reconocer que, si un disco de los surgidos en 2013 ha de ser acreedor de esta consideración, éste ha de ser el nuevo disco de Leprous (con el permiso de Sky Burial de Inter Arma).
A estas alturas creo que no es ninguna sorpresa que un disco de Leprous suene como candidato a encabezar cualquier lista de esas que poblarán la webesfera dentro de 6 meses, pero creo esta es la primera ocasión en que un disco de los noruegos pueda aparecer en TOPs de webs no especializadas. Esto no querrá decir que haya nacido con la vocación de tener presencia en todos esos sitios, sino que la calidad de su última obra es tan incontestable que nadie podrá obviarla. Probablemente me equivoque, pero intuyo que este año pueda suceder con Leprous lo que ya sucedió con bandas del calibre de Mastodon o Sunn O))) hace unos años. Y no me molestará lo más mínimo que así sea.
9.5/10
Edén Félix Nieto


Pongámonos en antecedentes, aunque seguramente no haga mucha falta. Los noruegos debutaban en el año 2009, tras un par de demos bastante trabajadas, con un interesantísimo y rompedor 'Tall Poppy Syndrome' (Sensory Records). Desde ese momento la comunidad metalera progresiva puso sus ojos en ellos, y fruto de sus intensos directos así como la originalidad mostrada en su debut, acaban firmando por una major de la talla de Inside Out y con el respaldo de Century Media. Con ese aval lanzan en 2011 'Bilateral', confirmación total de lo que esta banda prometía y poniéndolos en lo más alto del panorama internacional, llegando a encabezar su propia gira y coleccionando halagos en cada tierra que pisaban.
Con ello, las expectativas puestas en 'Coal' eran altísimas. Y en cierto modo, no defraudan. Y digo en cierto modo porque, aunque el disco es de una calidad innegable y probablemente se sitúe entre lo mejorcito del año, por el camino han perdido (o aparcado) un poquito de lo que hasta ahora era su mayor seña de identidad: la originalidad. El estilo de Leprous es inclasificable dentro de lo clasificable, con esa mezcla de metal progresivo, death metal, avantgarde y free rock. Un cóctel perfecto que los hacía casi únicos (junto a bandas como Shining o el polifacético Devin Townsend) e impredecibles. Ahora, le han añadido un ingrediente más que choca de manera frontal con su originalidad: el mainstream. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que Leprous ya no suenan a Leprous al 100%, sino que en buena medida y cantidad surgen influencias (eso quiero creer) que han llevado a la fama a otros artistas.
Einar Solberg se ha encargado de proclamar a los cuatro vientos que 'Coal' es fruto casi de la improvisación en el estudio, libres de ataduras y obligaciones, dejando que el sentir del grupo fluyera en pos de conseguir su música más honesta. No lo dudo, ni lo critico. De hecho me encanta esa perspectiva. Pero por primera vez, esa espontaneidad parece que les ha hecho aferrarse más que nunca hasta ahora a esas influencias ocultas, no solo sacándolas a la luz (lo cual sería perfecto), sino más bien estructurando todo su sonido en ellas. Así, reconocer la presencia de Bellamy y compañía en este trabajo no es algo que pase desapercibido. Cierto que la esencia Leprous sigue intacta, con sus ritmos sincopados y guitarras arpegiadas, una base rítmica dinámica a la par que pesada y una instrumentación colorista y viva, ambiental, con los juegos melódicos de Einar sabiamente conjugados con los guturales Death y Black (a cargo de su omnipresente amigo Ihsahn). Pero la sombra de Muse se antoja demasiado alargada en este 'Coal'. Einar lleva sus teclados e incluso su tonalidad vocal más allá de la simple influencia. Esto es un homenaje en toda regla (insisto, eso quiero creer). También es digno de resaltar, quizá lo más sorpresivo del disco, la mayor presencia de melodías cercanas al pop en el tratamiento vocal de Einar, que en sus partes limpias (la mayoría) abusa en exceso del falsete, cual alter ego de Chris Martin.
Dicho esto, abordemos el disco como se merece, tema a tema, porque repito que para nada es un mal trabajo. En realidad, cuantas más escuchas le dedicas, más puntos a favor se le sacan, pues no es un trabajo fácil de digerir (¿qué obra de Leprous lo es?). 'Foe' se arranca con un ritmo entrecortado de guitarra y batería junto a la voz lánguida de Einar, como queriendo despegar bruscamente, sin terminar nunca de hacerlo. Por momentos se torna un tema angustioso y opresivo, hasta su recta final en la que desaparece toda la instrumentación a excepción de teclado y sintetizadores, lo que transforma la canción en una suave balsa etérea. Un inicio desconcertante, en verdad, que enlaza directamente con 'Chronic', apoyándose en una línea vocal excesivamente melódica, rota de forma brusca con pinceladas death, para conjurar un corte más predecible e identificable con Leprous. Con todo, la sensación es fantástica, fruto de una parte central brillante donde death metal y vanguardia se dan la mano hasta alcanzar un clímax onírico 100% marca de la casa. Primer gran momento de 'Coal'.
Precisamente 'Coal', tema que da título al álbum, hace gala de falsetes imposibles y agónicos, toda vez que guitarras, bajo y batería te vuelan la cabeza con un ritmo frenético. Instrumentalmente es un tema sin desperdicio alguno, metálico y vanguardista, con crecientes cambios de tiempo y estructura, y las guitarras dibujando fraseos y riffs incesantemente, hasta llegar a un final a capela de Einar muy de coro eclesiástico. 'The Cloak' se llena los pulmones de espíritu Muse para exhalarlo sin pudor, en un tema coral, repleto de teclados y ambientaciones, guitarras pesadas y una tesitura vocal tan alta que me intriga ver como es capaz de afrontarla Einar en directo. 'The Valley' supone otro de los momentos álgidos del disco, o eso parecen pretender los noruegos, con un inicio bastante melódico roto bruscamente por una guitarra fiera, sobre un gran trabajo de platos, y un clon de Bellamy apoderándose del micrófono. Es un tema diferente, si. Pero sobre todo es un tema extraño, donde cuesta reconocer a unos Leprous que acaban ligeramente perdidos entre el vaivén de subidas y bajadas de ritmo, mezclas de pasajes épicos y melancólicos a la par que oscuros y bucólicos. Lo que si destaca, y para bien, es la labor de un grandioso Tobias en los parches, motor auténtico de un corte en el que al menos se agradece la experimentación y el propósito de evolución.
Con 'Salt' no es que mejore mucho la cosa, pues se trata de un tema que acaba en terreno de nadie, que me recuerda un poco a la ambientación de los últimos Anathema, aunque convenientemente tamizados por el filtro de los noruegos, y nuevamente con Einar demostrando que su rango vocal no conoce límites, haciendo gala de un lirismo hasta ahora inédito. A partir de aquí, la esencia Leprous se adueña por fin de lo que resta de disco, en lo que supone un cierre fantástico con los temas 'Echo' y 'Contaminate Me'. La primera de ellas, cuenta con la épica característica de Leprous, sus crescendos metalizados y atmosféricos, repleta de capas de teclado y sintetizador, y esos coros que tanto les caracterizan. Quizá se pasa un poco de metraje, cercana a los 10 minutos, pero en definitiva es un gran tema que se ve eclipsado por un cierre como 'Contaminate Me', sin duda la más grande de las joyas que aparecen en la portada del disco. Pesada, oscura, frenética, original... todo adjetivo se queda corto. Contando con la voz de su hermano profesional, Ihsahn (quien también les ayuda en la producción de 'Coal'), el death progresivo y desenfadado estructura toda la pieza, donde los polirritmos se entrecruzan unos con otros y cada sección es una aventura sensorial. Con mucho, lo más desgarrador que les hemos escuchado nunca, sobre todo en ese final histriónico y agónico, de pesada base rítmica, que no puede dejar indiferente a nadie. Unos lo amarán, otros lo odiarán. Para mi gusto, no se me hubiera ocurrido un final mejor.
Con todo esto, Leprous demuestran que han madurado aun más compositiva e instrumentalmente hablando. Se han despojado de los pocos complejos que pudieran tener y han parido un trabajo original, a la par que lo suficientemente comercial. Puede que 'Bilateral' sonase más compacto y homogéneo, pero 'Coal' es una más que decente continuación, quizá con un ingrediente comercial que les reste un poco de credibilidad, de hecho así lo considero, pero veremos en el futuro por qué opción se decantan. Por el momento, disfrutad de una de las bandas más atrevidas, versátiles e innovadoras que se puedan encontrar en el progresivo actual.
Calificación: 8/10
Javi Moreno Vega


Teniendo en cuenta que el anterior álbum de LEPROUS, “Bilateral” fue considerado por muchos como una obra maestra del metal progresivo, su sucesor “Coal” no lo es menos. Aunque se asiente sobre una propuesta más atrevida, los noruegos han sabido sacarle todo el partido a su sonido, reinventándose y alejándose de la inyección sónica de su predecesor.
Por lo general, cuando las bandas lanzan un LP después de su obra magna, el resultado suele ser una versión 2.0 del álbum anterior, o se trata de un regreso al estilo normal de la banda. LEPROUS se ha arriesgado y ha dado un giro audaz, llevando su toque a un estado maestro, reivindicando una frescura propia de los grandes nombres que siempre han pululado en este género.
Con “Bilateral”, la banda estuvo claramente arraigada en un sonido que ha sido definido por los grandes nombres del metal progresivo mediante la aplicación de riffs arrugados, voces inolvidables y de gran alcance como los tonos del cantante Einar Solberg que fueron capaces de perfeccionar un sonido ya existente.
Con “Coal” la banda ha tomado una dirección diferente, el álbum es muy denso, muy emocional, está plagado de estructuras de todo tipo, más trabajadas, más directas, más proporcionales a la mecánica de “Bilateral” y ¿por qué no? También hay un aire a los 80 en algunos cortes.
Los fans de siempre verán en este nuevo capítulo de LEPROUS una dirección sistemática que ha estado presente desde los inicios de la banda, pero los oyentes que saben de ellos solo gracias a “Bilateral” se podrían llevar una decepción. Al final, LEPROUS se han convertido en unos maestros a la hora de condicionar al oyente a través de melodías capaces de sintetizar el estado de ánimo de una forma sin igual.
En términos de estructuras, “Coal” es más similar a “Tall Poppy Syndrome” que a “Bilateral”; pero no demasiado similar en cualquiera de los dos extremos. Las canciones son lentas, la creación de un estado de ánimo es una de las bazas importantes de este trabajo, construir deliberadamente un clímax hasta abrumar al oyente como podremos ver en “Salt” con el toque vocifero y pianístico de Einar Solberg mostrando la grandeza emocional de la canción, con la susurrante persistencia del bajo de Rein T. Blomquist y la atmósfera tan obsesiva creada para la posteridad en dicho corte.
Todo muy sutil y bien realizado, desde la producción hasta la construcción de ambientes, un ejercicio de maestría y poderío como el que se muestra en la subconsciente “Echo” con aderezos de guitarra, vanguardistas. Todo un ejemplo de superación en cada giro circular de cada instrumento, donde sobresale la labor del batería Tobias Ørnes Andersen con una instrumentación más cargada que en el resto de cortes y una titubeante variación vocal acompañando a Einar, en un final extraño que parece no tener cierre definitivo.
Melodías imposibles y timbres sonoros recónditos forman la antítesis del paradigma en cuestión; la joya de la corona “Chronic” donde veremos aromas de todos los colores, desde piezas de piano clásico en el inicio, hasta riffs poco convencionales y arriesgados, guturales sorpresivos y sendas guitarreras con doble fondo que os pueden recordar a algunas propuestas como las del amigo Devin Townsend. Un descontrol, controlado por el increíble aliento de Einar, un maestro del timbre con unas habilidades de quitar el sentido.
Desde la intermitencia provocada por los desgarros guitarreros en “Foe” pasando por “Coal” que usa la percusión de forma más prominente, o los acordes amarillentos en “The Cloak” marcan el paréntesis ante dos piezas, que aunque están algo separadas entre sí, no dejan de maravillarme, hablo de “The Valley” y “Contaminate Me”, pintorescas a más no poder, diferenciadas y de una habilidad inequívoca para traspasar tu carnaza y hacerte conocedor del mundo tan introspectivo, emotivo e íntimo que han creado LEPROUS una vez más.
Puede que no sea lo que todos esperaban después “Bilateral”. Pero LEPROUS se han superado a ellos mismos, editando una de las experiencias más disfrutables de los últimos años, desafiando lo que no está escrito y poniendo el listón muy alto de nuevo.
Francisco J. Román

Carbón que se vuelve el más brillante diamante
Que importante es el que una banda cuente con un gran vocalista. No olvidemos que dentro de un conjunto de arreglos, la voz es un instrumento más y mientras mayor variedad de registros esta posea, más amplio será el abanico musical que una agrupación podrá abarcar. Ahora, si una gran voz se conjuga con una banda que vive un tremendo momento creativo, los resultados pueden ser descomunales, asunto que ha sucedido este 2013 con los noruegos de Leprous, quienes llegan con su tercer disco bajo el brazo y la confirmación de que estamos frente a una de esas agrupaciones que no se pueden dejar pasar.
El principal mérito de Leprous siento que está en poseer esa bendita capacidad de romper los límites de lo encasillable. Hay mucho de rock progresivo en su sonido, sin embargo, las estructuras densas, rebuscadas, técnicamente bien interpretadas, que incluso cuentan con una carga de agresividad importante acá contrastan (en un buen sentido) con un excelente trabajo melódico. Esto no es técnica sin un sentido, rapidez por rapidez ni violencia porque si, nos encontramos frente a una de esas bandas que canaliza cada vez mejor su sentir al punto de lograr en Coal un grado de madurez que roza la perfección.
Contundencia. Si tuviese que definir este álbum en una palabra sería aquella, es un disco contundente. Esto se aprecia desde un primer momento gracias al mazazo que es "Foe", un tema aparentemente sencillo, de carácter introductorio, lento pero golpeado, que entrelaza juegos vocales y potentes guitarras. Sirve como para calentar el ambiente. Ahora, más clásico dentro de lo que sería la movida progresiva suena la absolutamente fantástica "Chronic", segundo tema y la banda saca a la vista todo el armamento: velocidad, peso, magníficos coros, acá está todo, dan ganas de pararse a aplaudir. Luego "Coal" (la canción) repasa el asunto, metal de la mejor especie que recuerda por segundos ese sonido inquieto que alguna vez le hemos escuchado a Devin Townsend en sus más recientes proyectos.
Cuando crees que lo has escuchado todo, que ya comprendiste por donde van los dardos de este álbum, cuando esperas una seguidilla de buenos temas veloces y violentos, aparece "The cloak". Es un tema pop, a secas. Melódico a rabiar, lleno de falsetes en los coros, una canción que en un inicio no parece conectar con los dos temas anteriores, sin embargo el trabajo está realizado con tanto talento que acá todo funciona. Segundo momento en que sientes ganas de aplaudir.
La segunda parte del álbum está marcada por dos piezas fenomenales de 9 minutos cada una. En primer lugar aparece "The valley", con la cual el sonido progresivo vuelve a tomarse el álbum, aunque esta vez, a diferencia de lo trabajado en "Chronic" o "Coal" el sonido se aleja de la agresividad para dejar en primer plano las melodías y una extraordinaria interpretación vocal. Por otro lado, "Echo" es más grandilocuente, una de esas canciones enormes, con cambios de estructuras y coros épicos. Tercer momentazo del álbum. Ahora, si "The valley" y "Echo" hubiesen estado juntas creo que se habrían terminado estorbando, es por esto que la banda de manera muy inteligente situó a "Salt" entre ambas, un tema muy tranquilo que permite dar una pausa entre joya y joya. El final del disco llega con "Contaminate me", el tema más brutal del álbum, directo y al hueso, como para recordarnos que este es un disco de metal que abrió alas hacia distintos rincones pero sigue siendo un disco de metal.
Es difícil encontrar las palabras adecuadas cuando se habla o escribe acerca de un trabajo tan sólido. Uno quisiese abarcar todo en unos cuantos párrafos pero conceptualizar la música es imposible. El arte es expresión, sentimientos, el arte provoca algo en quien escucha o visualiza una obra y aquello no se puede conceptualizar con certeza. Pero este trabajo está a la altura de grandes discos de metal de la historia por lo que mi consejo final es uno solo: disfrútenlo, esto es manjar.
5 / 5 - Obra maestra
Esteban



En definitiva, otro trabajo de mucho interés para quienes gusten del metal progresivo experimental, o quienes simplemente gusten de lo mejor de lo experimental y no le tienen miedo a la distorsión, como quien les escribe.
Vamos con algunos comentarios en inglès y al disco sin más dilación.

I'm not a huge fan of Leprous. I somewhat liked "Poppy", but the lack of melody at times burned out my brain. I wasn't a fan of the harsh vocals either. But, I did appreciate the originality and the cool grooves.
After hearing that this new album is more melodic, I gave it a shot. It certainly is more melodic. I was massively impressed with the interesting arrangements and structures in this album. Some songs are very delicate, such as The Cloak. Others sound more like behemoths of sound crisscrossing and playing with each other. Melody is almost always in the mix, and it plays well with the strange riffing style and the ethereal vox. This is no ordinary grinding tech metal album. In fact, I don't even like tech metal. But this album is just so much more interesting.
I was surprised at times that the vocalist reminds me of Jonathan Davis of Korn. Weird, I know, but I couldn't shake it, especially in the final track. I also noticed how each song really grows on you before you've even listened to the track in its entirety. "Foe" just sounds so strange, but half-way through, I "got it". The same thing applies to "Chronic" and "Coal". Leprous obviously tried to create something completely different here, and I applaud them for that. This is not music that I will listen to countless times, but because it is very good and especially because it is very different, I will give it 4 stars.
Jason Spencer

There is no doubt that when these guys released 'Bilateral' in 2011 that they created a lot of noise in the prog scene, literally. Here is a band that is happy, really happy, to be a metal outfit and tour with bands like Amorphis, Therion, Opeth, Pagan's Mind et al yet also have one foot firmly in the prog camp. And if you didn't know, these guys have acted as fellow Norwegian Ihsahn's backing band so they really have no qualm with producing music at the heaviest and most complex level. When I started playing this two bands sprang to mind immediately, and the more I played it the more I was convinced that I was right. Here is a band that takes the melodic soundscape of Muse, and then mixes it up liberally with Devin Townsend to create something that at times is almost breathtakingly beautiful and yet at others is a wall of sound as they crank up the energy and the volume to 11.
There is no doubt to my mind that this is metallic prog metal of some class and power, yet I am sure that it will upset some listeners who feel that prog should be more sedate and not in your face quite so much. But if prog is about progressing and pushing the boundaries as opposed to regressing and attempting to be a clone of the great bands that have gone before then this is it. This is modern, with the odd nod back to King Crimson, and is very much modern metallic progressive music for the 21st century. The more I have played this the more I have enjoyed it and while I think 4*'s is the right mark for now, ask me again in a few months and it may have made it up 5/5. If you want a dynamic soundscape then this is it. www.insideout.de
Kev Rowland

It now seems strange to think there was a time I didn't understand the hype and excitement surrounding Leprous. Their first full-fledged foray into album-making, "Tall Poppy Syndrome" was met with some pretty wild acclaim in progressive metal circles. Though I was impressed with their skill and musicality, I was left wanting for a more distinct, unique style of progressive metal. Though I was certain that the band would improve and refine their craft, nothing could have however prepared me for "Bilateral". As if my imaginary Leprous wishlist had been thoroughly studied and referenced, the band's second album marked a large step towards more experimental territory and a sound of their own. Two years since its release, "Bilateral" has become one of my favourite-ever albums, and that's a big part of why I was so anxious to hear "Coal". My excitement aside, Leprous seem to have been up to some great things in the past two years; with their third record, they have fostered an even more distinctive style for themselves. Evolving their sound once again, Leprous are proving with each new album that they are the greatest band of the new progressive metal wave.
Though I've never once had the fleeting impression that Leprous might follow up "Bilateral" with a subpar album, I was self-aware of the exceedingly high standard I would hold the new record up to. After hearing "Coal", it seems impossible to meaningfully compare the two albums. Leprous have once again maintained an incredibly high musical standard, with regards to both the composition and execution. However, though it's clear that "Coal" is cut from the same cloth as "Bilateral", the tone and mood have evolved significantly. While the second album revelled in being all-over-the-place and pleasantly quirky, "Coal" puts a much greater emphasis on atmosphere and focused compositions. There remains a playful, catchy element to the music, but the tracks here come across more directly and purposefully than before. Neither approach is inherently superior to the other. The songs on "Coal" have less surprises and twists to them, but the epic payoffs have never tasted so sweet.
Many of the songs here unveil a more static side to Leprous. By 'static', I do not mean dull by any means, but rather emotionally unchanging. "Coal" earns points for variety as an album holistically, but it's as if each track focuses in on one particular atmosphere, and fleshes it out until it reaches a critical mass. More often than note, that atmosphere is one of sombre reflection and melancholy; quite the departure from the zany antics of "Bilateral". Though Leprous have very little in common stylistically with Summoning, the approach and structure of the compositions here is reminiscent of Summoning's latest album in the sense that there is a notable emphasis on realizing the potential of a handful of really strong ideas, rather than filling out the album's length with a bunch of smaller-sized components. Tracks like the breathtaking "The Valley" and gorgeously morose "Echo" spend much of their time building up to a rapturous climax. The arrangements tend to dwell on certain ideas for longer than one might tend to expect from a 'progressive metal' release, and though I might have missed that 'everything but the kitchen sink' approach of Leprous' earlier work, it's a joy in its own right to see an idea develop and mature within the context of a track.
Fortunately, Leprous offer a handful of more traditional pieces to help balance out their experimental flair. "Chronic" is an energetic, quirky piece that would have fit snugly on "Bilateral". While "Salt" may work as a four minute extension of "The Valley", it functions excellently as a track of its own, its wonderfully ethereal chorus being one of the album's highlights. While "Contaminate Me" could have used a little variety to spice it up somewhere around the halfway point, it's a powerful way to wrap up the album, adapting the spawled- out structure of the album's longer tracks to a more severe, aggressive atmosphere. While the opener "Foe" sits at a comfortable five minute length, it just might be the most experimental cut from the album, featuring some of frontman Einar Solberg's most compelling vocal work to date. Although it probably won't surprise anyone, the weakest track here is the apparent 'single', "The Cloak". Although it works well as a break between the groove metal pyrotechnics of the title track and the masterful "The Valley", it doesn't tend to have the jaw-dropping quality of the rest of the album. The mellotron presence is very much welcome, but "The Cloak" ultimately comes off feeling like a Muse ballad more than anything else. On most other albums, it may have been a highlight, but I would have hoped Leprous could have delivered something a little bit more enticing for their album single.
The evolution of Leprous' sound on "Coal" is sure to grate unpleasantly with some listeners at first, but one thing that remains evident from the beginning is the band's standard of musicianship, which is virtually without par in the progressive metal genre today. With this across-the-board virtuosic skill in mind, it's all the more impressive that Leprous manage to restrain themselves to sporting their talents within the bounds of the songwriting. Although Leprous' sound is decidedly more experimental, comparisons could be drawn with Sweden's Pain of Salvation and their peak material from a decade past. It's possibly a less inviting dish than the albums Leprous have served in the past (at least initially), but there's no doubt that Leprous have broken into fresh territory.
It's pretty incredible how much a band can change in four years. From "Tall Poppy Syndrome" to this, the level of ambition and left-field wizardry has increased with each step. Although it will be some time before I'll truly know where "Coal" stands in comparison to the rest of the band's work, Leprous have delivered one of the most musically compelling experiences of the year thus far. 5/5
Conor Fynes

8/10
Leprous' Most Emotionally Lush Album.
Along with just a handful of bands all over the world, Leprous is one of the game-changing legacy-carriers of Progressive Metal. Their style is distinct, but unafraid of revealing influences such as Pain Of Salvation. Behind their backs, they only have three albums; the debut, "Aeolia", is somewhat of a forgotten LP, but the latter two are the main reason the band is now at the center of the stage for many Metal and Progheads. 2011's "Bilateral", album number three, is most definitely the most ground-breaking and mature, and stood out as one of the key albums of this new wave of Prog Metal.
"Coal", against most odds, maintains almost all of the "Bilateral" qualities intact. It blends the same ingredients, and molds them with a new formula. The most noticeable new change is how the band has put Einar Solberg's voice even more up-front than usual: he sings almost all over the place, delivering beautiful, extended falsetto vocals, as well as melodic phrases that serve a given song as a completely independent additional instrument. In songs like "Echo" and "Foe", it is most apparent. This is for the most part Einar's album, even because the keyboards have most definitely toned-down, resulting in an overall drier atmosphere. This is not necessarily a fault of course, since Leprous' intent naturally was to craft something punchier, more straight-forward and song-based, rather than a moody album.
This leads to the song-writing. Looking back at 2009's "Tall Poppy Syndrome", it is amazing to see how far ahead they've brought themselves since. There is not one single track that fails. "Foe" starts the album off perfectly, boasting one of the most memorable and relevant vocal performances by Solberg; "Chronic" and the title track are easily the busiest and heaviest tracks, showcasing incredible interplay and progressive song structures; "The Cloak" and "Salt" are calmer pieces, both of them strategically well-placed throughout the album, as they generate a nice change of pace for the LP's momentum. "The Valley" is a long-winded, multi-faceted masterpiece, with perhaps one of the best hooks that the band has ever come up with; "Echo" is of a similar nature, but with a much more dramatic, slow tone to it. It is by far, the moodier and more emotional piece of the album, which is saying a lot. The album ends on a very heavy note, with guest vocalist Ihsahn killing it with one of his most fear-inducing performances: "Contaminate Me" is a throw-back to the band's more extreme roots, ?as a matter of fact Leprous used to be Ihsahn's backing band- nevertheless Leprous is able to sound as if it was brought up in a new, original fashion.
"Coal" comes so near to the levels of "Bilateral", and is once again striking proof that Leprous are one of the very best Metal bands out there. The best part of it is that they sound as if something even greater will eventually be in the works.
Nick

Leprous are not a band who stands still; comparing this album to 2009's Tall Poppy Syndrome reveals substantial and well-honed artistic growth. The influences of the likes of Porcupine Tree and others which could be heard on the earlier album are now much more difficult to detect, Leprous' sound having taken on a unique cast which pits them as true originals. The closest comparison I can think of is "what if a more tasteful version of Muse went prog metal, having listened to heaps of Porcupine Tree?", but even that doesn't encapsulate all the dimensions available here - for instance, it would obscure the extreme metal eruption of the magnificent closing track, Contaminate Me. Magnificent stuff. 5/5
W. Arthur

Another great release by this contagious band. Yeah, I know leprosy is not contagious, but like the virus of the flu, they keep evolving and spreading. Just from where it was left in their excellent previous album BILATERAL, this originally djenty-based band had gained a sophistication then that climbs here to much higher heights. Good news for Prog. Also, the land gained by singer Solberg keeps growing. His singing has become a main pillar in the composition, simultaneously to the reduction of his work at the keys, which gets limited, just accompanying and filling. On one hand, the dominant voices facilitate some textures that the band had never used and were unthinkable in their early work, but on the other, the tracks lose the briskly moments one always expect in Prog music when guitar or keyboard go riffing. These passages have nearly disappeared from the repertoire of Leprous. Yet, the music hasn't lost a bit of variety and fun. At times, the voice motifs repeat more than necessary and after a few times listening, they get tiring in your ears, such as in the tracks Foe, The Valley and Echo. A good guitar/keyboard riff instead might have work better. This was something I had anticipated it could happen when I noticed the growing presence of Solberg's singing in the structure of the music in former albums. Hopefully, they'll keep it there and it won't affect the quality of the composition in subsequent releases. Also, they began using some sounds from rock bands that make the arrangements more digestible to a wider audience but also dangerously recognizable. My favorite tracks are Chronicle, The Cloak, and The Valley
Oscar Poito

When I was curious about the rest of Leprous's music after giving a listen to BILATERAL, I decided to check out their other albums. TALL POPPY SYNDROME was okay, but slightly lackluster in my opinion. I decided to move to COAL, their most recent albums.
Wow. Just wow. Leprous are simply getting better and better as time goes by. Let me explain why this album is so great.
As you can see, they reverted to their original short number of long tracks on the album instead of more short songs. This time, I feel like they knew their way after BILATERAL how to deal with their sound. In fact, they perfected it from the last time they used it. Their longer longer tracks show this change in a very positive light.
There are some of my favorite metal songs of all time on this album as well, such as 'Chronic', 'Coal', and 'The Valley'. None of the songs are bad; in fact, all of them are at the least 4.5/5 rating songs. The album has an even number of tracks, so I can easily split it up into two different parts. Therefore, I shall rate both parts of the album as it's own.
The original part is good, aside from the slightly boring 'Foe'. Is immediately salvaged by the second track 'Chronic', which takes their slower music and gives us a hugely suspenseful buildup. The second part is equally good, with the amazing 'The Valley'. I totally recommend this album for any metal or a prog fan for that matter.
Go give it a listen.
aglasshouse

Definition: when a new album from a band you consider highly does not reach your high expectations, but even after time and learning that the album is actually very good, you still feel disappointed in it.
I think my review for Dead Letter Circus' The Catalyst Fire sums up my feelings about Coal pretty well, with a few differences ? the main one being that I had no expectations for that album, but I was hoping for a 10/10 masterpiece from this. Every time I come back to this record, no matter how much I have learn to love it, I still feel ever so slightly disappointed, because it could have been better. Coal certainly has the melodic material to constitute an album as good as Bilateral, but it missed the mark on so many tracks, and many moments here feel half-assed, as if Leprous were writing on autopilot. But as my ever-increasing rating for this album implies, I really, really like it now. Every time I hear it, I still slightly wish they had done things differently, but I can't deny that this is a logical continuation of Bilateral.
Many people have noted the 'static' element that Coal holds, and that may have been what made me so disappointed at first. The songs here don't push too many moods at once; they don't fly from ridiculous to ridiculous; they are more concise and focused, staying on one mood or melody for longer times, and building the songs to crescendos and endings as opposed to puzzles of fiddly bits. I would argue that Bilateral still did this better ? a track like "Forced Entry", even if it is dozens of melodies thrown together, still feels like it has a concise direction. Coal boasts three 9-minute tracks, and of them, none of them really feel their length. "Echo", the longest one here, builds entirely around a rather basic melody, but with its beautifully subtle chorus, creates a fantastic mood that it drags out to the end of oblivion. Whether this is a good thing or not is up to you, and I'll admit ? I didn't really like it at first. Even now, the midsections of "Echo" and "The Valley", and the final two minutes of opener "Foe" still get on my nerves a bit in their repetitiveness. I can appreciate focusing on build and theme and mood, but sometimes it's just too much, and no part of me really wants to hear Einar sing the same few notes in 7/8 for two whole fucking minutes. And the fact is, by the time they're done, all sense of mood from the fantastic first half has vanished, and the intro to "Chronic" is nowhere near as punching.
But I'll try and stay away from being too negative about this album, because the fact is that now I really like it, and I do believe it holds a good place in the Leprous discography, even if it is the weakest of their studio albums. As I mentioned ? for the first three minutes, "Foe" is absolutely glistening. I have praised Einar's voice to the end of the universe in my review for Bilateral, but I feel this could even be his best yet, creating such a punching feeling over the syncopated guitar and drums. He sings so high up in his range, yet every syllable smashes the note in the face with a mallet, to the point where "punchy" doesn't even cover it. The song's chorus is another testament to the great vocal technique that he began on Bilateral, although it is the only true appearance of it on this album. The way he melodically screams "sentiMENTAAALL" is as spinechilling as it is impressive, but I still can't help but complain about the way the song ends (again).
On the whole, Coal features a series of tracks that don't really achieve masses on their own, but add to a bigger picture in their own way. There's no denying that I would be impressed like hell by this album if I hadn't already heard their other stuff, but in comparison, I'm used to hearing a Leprous song have 15 fantastic hooks, not just one. The album really hits its stride with the title track though, although "Chronic" is decent, it feels a bit like a Leprous-doing-Leprous song. The Title track here, however, is unlike anything they have ever done, and honestly unlike anything I have heard in metal. The song is insanely groovy, putting all its energy around that toe- tappingly good beat that never dies throughout the track's rather lengthy (for a song of its sort) duration. Some of this track could even be called quite djenty, if Leprous had not opted for a far more bearable guitar tone. The song is undeniably one of the heaviest songs the band have ever done, but for once I'm actually loving this metal side. I complained on both the previous albums about the guitar tone, but here, it's just so damn groovy. The tone is thick and chunky, dark and murky, and is accentuated perfectly by some of the best drumming I have ever heard.
Oh yeah, I should really mention the drums, because they are one of the things that make this album, and not just because of how they're played. The title track, after its first chorus, spins into a ferociously intense 'breakdown', with guitars being chopped and edited and spiraled in circles, and those drums playing all sorts of spastic tones. It's seriously such a thing to behold, the way these drums make chaos into unfiltered awesomeness through their tone and placement. The snare and kick both have such a round and punchy sound that meshes with the guitar tone so well. The other time when the drums come forward is during the rather divisive closer "Contaminate Me", which received my award for best drum performance of 2013. From the glitchy grace notes that adorn the snare during the verses to the sprawling and chaotic smash-fest that comes under Ihsahn's black metal rage at the end, this song is created almost entirely to showcase how fucking good these drums sound, and even though I wasn't a fan of this track at first, I can't help but be enthralled by the sounds on offer here.
Musically though, this track is very divisive for me personally, and is the first Leprous track since Aeolia to really embrace their avant-garde metal side full-on. I think the reason I was a bit shocked by it at first was that it really didn't sound like a Leprous song, but I sort of came to the realisation that if I had heard it on one of Ihsahn's solo records, I would be impressed. I'm still not completely sold on it, and it's almost entirely down to the man himself. I want to love his vocals here. I mean, this is basically Leprous going full avant-garde black metal for the first time, and Ihsahn, the king of black metal, is taking the lead vocally. And honestly, I didn't mind his part in "Thorn" from Bilateral, and on his solo albums his screams are pretty inoffensive, but holy shit I can't stand his vocals here. But it's like he's not trying. I know that Ihsahn can hit that glory spot in his screams, the "crisp" and "crunchy" texture that he gives them, but a lot of these screams are without that, he's gasping for grip on that harshness, and many of them sound like a dying pig, or like a cool 13-year-old who is trying to learn how to be kvlt. Don't get me wrong, I love the idea of the ridiculous drums and guitars and Ihsahn screaming "CONTAMMINAATEE MAAAYYYAYAYYYAY" in the most menacing way, but I really just wish he hit the notes a bit better. As much as I love the idea of this track ? and if I had read "Leprous ends this record with a 9-minute epic that starts of melodically then spirals into atmospheric avant-garde black metal chaos with Ihsahn screaming feelings everywhere" I would have been very excited, but this just doesn't hit it.
Of the less metal tracks here, every song has a chorus or lead melody that is really fantastic. I mean, this is Leprous, and they've always had strong choruses, but my problems lie in that the songs lean on them way too hard. Both the epic "The Valley" and ballad track "The Cloak" have stunning choruses that would rank among the best on the previous two records, but the rest of the song always seems to be building to it instead of finding its own identity, and no matter how good the choruses are, they cannot hold aloft a whole song. "The Valley" utilises a dreamy and atmospheric bridge that is quite nice honestly until it keeps going for 45 minutes, culminating in one of the best syncopated guitar patterns on the record, and that final chorus. Oh yeah, it's good, but take it away and the song is mediocre at best.
Coal is a very different record for Leprous. The songs all have strong centres, but the rest of the music floats around it, unlike on Bilateral and Tall Poppy Syndrome, where the songs were built out of several strong themes that could all stand on their own if necessary. I do love this record, and its purpose as "the dark brooding one" is evident, and I guess I can never complain about a band changing up their style. This album is dark and intense, it is their heaviest yet, but it is also somehow their most accessible. I know some people who have never been a fan of them come to like this album, so what do I know. Well, I know that I was wrong about Coal, as much as I am still disappointed in it. Leprous can do know wrong, and this is evidence of that.
8.5
Gallifrey

Ok...If I must admit...these guys have been below my radar for a very long time. I was aware of the praise their first 2 albums got, and always had a slight interest in them, but whether it was a lack of interest in prog or infatuation with something else, I never gave these guys any attention. So...after all these years, I decided to finally give these guys at least some looks and peeks. And low and behold, I'm incredibly impressed and regretting not giving these guys a listen when they first appeared on the Prog music scene.
The best quality about this band is the unique sound that the band offer. When it comes to music in general, I like it when bands are able to shake off stigmatized genre labels, allowing the band to adopt their own sound. When it comes to describing the band, I like to think of them having the perfect elements of standard progressive metal and post metal. There is the technical side to the music but there is a lot of atmosphere throughout these tracks. Another positive is the songwriting, which is really strong on these songs and is a big positive on this album.
The real highlight that this band has to offer is the vocals. Vocalist Einar Solberg really shows off the diversity of his vocals. In many ways, he reminds me of a younger Devin Townsend. At times his vocals go from the most extremist of screams to a more beautiful sombre tenor with at times operatic warbles. A weird comparison I've heard is The Darkness...and vocally at times, Einar does hit very high notes which I've heard Justin Hawkins from The Darkness been able to tackle (especially on their last album "Hot Cakes.")
Now for a little history lesson. These guys used to be Ihsahn's (Emperor front man and overall genius) backing band. He also produced the album and lended vocals on some songs. Now, I didn't know this until today...but I can't say I'm surprised. In fact, with this album, these guys have been able to outshine their former boss, and upstaging Ihsahn really isn't an easy thing to do.
The album opener "Foe" is a real shock. A big rhythmic kick in the face. A song that really grabs you by the balls, and sets you up for an amazing ride.
"Chronic" is a track that really surprised me. A brilliant build up throughout the verses, the chorus comes in and takes you by suprise. The difference in tones really adds to the interest of the song.
The album's most impressive moment has to be "The Valley." A brilliantly arranged song with some really impressive vocals. The chorus is catchy as hell, and will be stuck in your head for days. The breakdown in the middle and arrangement throughout is very impressive and pretty enjoyable.
The albums single, "The Cloak" is a very odd but really enjoyable tune. Almost ballad like, Einar shows of some really beautiful vocals. It is rather cheesy at times, but it's also really unique and really enjoyable.
The albums last song, "Contaminate Me" features the band's old boss, Ihsahn. And I have to say...Ihsahn has really impressed me. Being a big fan of Emperor, I have always been a fan of his vocals...and on this song he really goes into very extreme territories with his vocals, and even takes away the focus from Einar...which is a very hard thing to do.
The only negative that I would have with this album is that the first half overshadows the second. Now, this doesn't mean that the other half isn't good, it's just that the first 5 songs really are the greatest moments. "Salt" for example has some really nice Opeth like melodies and has a pretty nice arrangement. The same goes "Echo" although the only gripe I can hold would be that it's length may be a bit too lengthy and a good bit could have been cut out. Also, the booklet of this album annoyed me, because the artwork seemed to blur out some of the lyrics...which was a slight annoyance.
The bonus track "Bury" also easily could have been on the album as a single track, and I would have enjoyed the album, maybe even a little bit more. An almost Dillinger Escape Plan sounding track, this could have been the albums single.
In conclusion...I'm impressed. These guys are going steal and obtain a lot of attention in the next few years, and it's because of this album. I haven't heard the first two yet, but I will listen to them soon, and anything they release in the next few years, I will definitely buy.
8.7/10
Kwis Payne

Disfrutenlo, ya saben dònde encontrarlo...




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Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,...

Lluis Llach - Viatge A Itaca (1975)

En 1975, Lluis Llach crea uno de sus mejores discos: Viatge a Ítaca. Partiendo de los poemas de Constantino Petrou Cavafis, poeta griego, inspirado a su vez en "La Odisea", y ahora el Canario nos reseña y trae éste disco. Ítaca, la patria del mítico Ulises es una isla en el mar Jónico, una más de las seis mil islas e islotes que forman Grecia. Gran disco de un gran músico. Lluis Llach demuestra con este disco que es capaz de componer una hermosa sinfonía. Con este disco inició la colaboración en los arreglos de Manel Camp y Santi Arisa en batería, antiguos componentes de Fussion. Artista: Lluis Llach Álbum: Viatge A Itaca Año: 1975 Género: Nueva canción de Catalunya / Prog folk / Sinfónico Nacionalidad: España Lista de Temas: 1. Ítaca 2. A força de nits 3. Escriu-me aviat 4. Fins el mai 5. Abril 74 Alineación: - Lluis Llach / Voz, composición, arreglos - Manel Camp / Dirección musical - Santi Arisa / Batería y percusión - Tete Matutano / Flauta - La...

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.