Hace una Decada que dejo este plano Robert Moog, fue un inventor estadounidense. Es famoso por crear, junto con otras personas, la versión práctica del sintetizador, instrumento musical electrónico con el que se puede crear una gama casi infinita de sonidos. En el número de marzo de 1974 de la revista "Popular Mechanics" (Mecánica Popular) se asevera que es posible crear más de siete millones de sonidos diferentes y que, para reproducirlos todos, un humano tendría que vivir 210 años.
Nacido en Nueva York, de pequeño estudió piano siguiendo los deseos de su madre. No obstante nunca pensó en dedicarse a la música, y prefirió seguir los pasos de su padre, George Moog, ingeniero eléctrico en la compañía Edison. El niño mostró interés por la electrónica y, desde los diez años, su hobby era construir instrumentos musicales electrónicos. De hecho, a los 15 años, en 1949, vio un artículo en una revista sobre cómo construir un theremín y animado por su padre, Bob lo construyó. A partir de entonces, siempre con la experta ayuda de su padre, Bob se dedicó a construir theremines, que luego vendía. Años después, en 1954, estableció su propia compañía, la R.A. Moog Co. para la fabricación y comercialización de theremines, que se distribuían bajo la fórmula de "hazlo tú mismo". Se mandaban las piezas junto con su manual de montaje. El precio de la unidad era de 50 dólares. Este negocio, permitió a Bob y a su padre, con el que estaba asociado, amasar una pequeña fortuna. Y desde este blog Cabezon, se le rinde este humilde homenaje.
Nacido en Nueva York, de pequeño estudió piano siguiendo los deseos de su madre. No obstante nunca pensó en dedicarse a la música, y prefirió seguir los pasos de su padre, George Moog, ingeniero eléctrico en la compañía Edison. El niño mostró interés por la electrónica y, desde los diez años, su hobby era construir instrumentos musicales electrónicos. De hecho, a los 15 años, en 1949, vio un artículo en una revista sobre cómo construir un theremín y animado por su padre, Bob lo construyó. A partir de entonces, siempre con la experta ayuda de su padre, Bob se dedicó a construir theremines, que luego vendía. Años después, en 1954, estableció su propia compañía, la R.A. Moog Co. para la fabricación y comercialización de theremines, que se distribuían bajo la fórmula de "hazlo tú mismo". Se mandaban las piezas junto con su manual de montaje. El precio de la unidad era de 50 dólares. Este negocio, permitió a Bob y a su padre, con el que estaba asociado, amasar una pequeña fortuna. Y desde este blog Cabezon, se le rinde este humilde homenaje.
¡larga vida al primer cabezón!
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