Artista: Godspeed You! Black Emperor
Álbum: Allelujah! Don't Bend! Ascend!
Año: 2012
Género: Post rock
Duración: 53:11
Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea.
Nacionalidad: Canadá
Hemos hablado tanto de ellos en estos días que ya no sé qué más decir aparte de aquello que escribí para la introducción, así que dejo un comentario de terceros y desde ya les dejo el anuncio de que la semana que viene continuamos con la discografía de estos canadienses, obvio gracias al enorme aporte de LightbulbSun.
El álbum consta de cuatro pistas: dos composiciones largas de 20 minutos y dos interludios de 6 minutos. Las dos piezas principales, "Mladic" y "We Drift Like Worried Fire", destacan por sus elaboradas estructuras y la capacidad de la banda para construir y liberar tensión musical. "Mladic" es una composición particularmente ruidosa y frenética, mientras que "We Drift Like Worried Fire" ofrece una experiencia más melódica y envolvente, empezando con un ambiente inquietante que evoluciona en un crescendo eufórico. Por su parte, "Their Helicopters' Sing" y "Strung Like Lights at Thee Printemps Erable", añaden una atmósfera oscura y etérea al álbum, aunque quizás pueden interrumpir el flujo de las composiciones principales... digamos, quizás funcionasen mejor si hubiesen sido más cortas o si directamente no las hubiesen puesto.
Cuando más gozaba de popularidad y reconocimiento, GY!Be desapareció, quedando como figura representativa del post rock y la anarquía dentro de la industria de la música (incluso está la anecdota de que agentes del FBI los confundieron con miembros de un grupo terrorista). Pero sólo eso: anécdotas que sirvieron para envolver el mito de una gran banda cuyo regreso se veía lejano y, realmente, nada solicitado. Digo, no era Oasis.
Para 2012, el mundo había cambiado y necesitaba ser musicalizado por algo más que Tame Impala o Lana del Rey. Quizás por eso (aunque seguramente no), Godspeed You! Black Emperor rompió su ausencia. Regresó de manera tan imprevista como sensacional, con Allelujah! Don’t Bend! Ascend!, un disco que sin nada más que música es panfletario y destaca por un sonido que, de alguna manera, rompe con el encapsulamiento de escenarios imaginarios creados en estudios de grabación: se oye afuera, es un sonido libre y expandido. Curioso que se escuche así, cuando el mundo comenzaba (más) a vivir ensimismado “gracias” a la avalancha digital.
Y lo mejor que podés hacer es comenzar a escucharlo... que todo lo demás es al pedo. Y para eso tenés el siguiente video.
El álbum fue producido por la propia banda. Aunque mucho no nos ocupamos de este tema, debemos decir que a nivel comercial, "Allelujah! Don't Bend! Ascend!" tuvo un buen desempeño, alcanzando posiciones en las listas de varios países, incluyendo el puesto 45 en el Billboard 200 de Estados Unidos y el número 9 en los álbumes independientes de Billboard.
Comentada esa boludez, vamos al último comentario y al disco, que se nos viene el fin de semana...
Diez años pueden ser mucho tiempo o apenas un breve descanso. Es parte de la relatividad de los sentidos. La duda nos asalta al enterarnos del lanzamiento del disco “Allelujah! Don't Bend! Ascend!” del colectivo canadiense, Godspeed You! Black Emperor. Y es que, a estas alturas, los seguidores del retorcido post rock de GY!BE casi ni esperaban alguna señal de vida desde el particular universo paralelo de la banda. Pero ese día llegó, y las cuatro pistas del disco, estremecen por sus atmósferas.
Como siempre, sus discos son difíciles de evaluar o reseñar, ya que lo ofrecido por el grupo, es mucho más que canciones. Acá hablamos de propuestas desafiantes, que exigen mucho del auditor. Parte de estas composiciones, vienen siendo presentadas en vivo por el grupo por lo menos desde 2003. Pero atención: no hablamos de un refrito de música antigua. Godspeed You! Black Emperor está mucho más allá de eso, y su decisión de incluir material previo en su lanzamiento 2012, se puede entender como un ejercicio de consistencia y reciclaje dinámico de materia prima sonora. Es un camino de exploración artística hasta dar con la forma definitiva de una idea.
En los hechos, el disco (lanzado inicialmente en vinilo), contiene casi una hora de material espeso y provocativo, muy en la línea del grupo. La elección del formato no puede ser accidental. Más allá de entenderlo como un saludo a la bandera “hipster” o nostálgica, “Allelujah! Don't Bend! Ascend!” es una placa que nace de la atmosfera incierta, “chicharreante” y orgánica de los viejos Long Plays. La noción de una aguja de diamante rasgando los microsurcos es plenamente coherente con lo que se oye.
Son cuatro cortes que grafican la ideología musical de estos canadienses: anarquía y delicado ruidismo. Un ideario que refleja el matrimonio entre rock and roll y vanguardia y que le dio nuevos vuelos a la tendencia hacia mediados de los sesenta. GY!BE actualiza y renueva esos lazos con lo experimental. Acá hay referencias claras a nombres como Gyorgy Ligeti, Steve Reich, John Cage o Sofía Gubaidulina. Con la salvedad que se hace desde la mirada y los timbres que la electricidad del rock ofrece.
El vinilo no sólo impone una cierta textura, sino que la duración del total de las obras y cada una de las composiciones, están determinadas por el tiempo de grabación que cabe en cada uno de los lados del disco. Recordemos que buena parte del mejor progresivo de los 60’s, 70’s y 80’s fue concebida así. Entonces, Godspeed You! Black Emperor decide tomar esos parámetros para su lanzamiento 2012.
Son cuatro temas, dos por lado. El primero tiene un nombre que de por si estremece: ‘Mladic’, que remite al genocida serbobosnio Ratko Mladic. La elección de semejante nombre habla a las claras del denso contenido político que suelen tener las obras de Godspeed You! Black Emperor. Y el resultado sonoro es inquietante. ‘Mladic’ se presenta como un espeso viaje sonoro por los pasadizos de la oscuridad del ser humano.
En veintiún minutos, la travesía propuesta tiene tonalidades graves (muy graves), que abren un abismo frente a sonidos agudos (muy agudos). Y es así: por largos pasajesm casi no hay espacio para tonalidades medias. Hasta que irrumpen las guitarras. Guitarras que suenan como pájaros, como campanas, como órganos de iglesia. Guitarras como un simple y poderoso ruido. Ese sagrado ruido que se convierte en riff reconocible, en alianza con el pulso visceral de la batería. Poco a poco, los aires orientales toman el protagonismo, conquistando una a una las capas sonoras.
Cerca del último cuarto de la composición, el abismo entre tonalidades graves y agudas regresa, ahora acompañado de metales y acoples de un tempo cada vez más lento, que desemboca en un cierre de grabaciones encontradas. Esta última sección nos suena inevitablemente parecido a nuestro familiar “caceroleo”. ¿Una alusión a la protesta social que estremece al mundo desde hace un par de años? ¿Los “indignados” encuentran un espacio en la estética de Godspeed You! Black Emperor? Conociendo a la banda, puede no ser tan extraño suponer este enlace.
El siguiente corte. ‘Their Helicopter’s Sing’ con sus casi 7 minutos, actúa como bisagra musical, interludio lento y trabajado donde la banda recuerda y aúna una especie de Ligeti enchufado. Los rumores que suenan traen a la memoria viejas sirenas de alarma, mientras unas gaitas implacables, son el coro de todas las lamentaciones.
A la vuelta del vinilo, otro extenso corte vuelve a proponer un calmado desarrollo compositivo. Hablamos de ‘We Drift Like Worried Fire’, donde las sirenas del tema anterior se vuelven ahora el rumor de un bombardeo, al estilo de las películas de la Segunda Guerra Mundial. Junto a ellos, los sugerentes rasgueos de una sección de cuerdas fluyen lentos e implacables. Pareciera que no hay un pulso posible, es decir, no hay un vector que oriente toda esta energía acústica.
Pero es sólo una apariencia, porque hacia la mitad, una vez más la guitarra eléctrica y la batería (ahora mucho más lúcida y propositiva), le dan un norte a la audición. La textura del tema ahora tiene una dirección y un pulso, y el auditor se deja llevar por los diferentes ritmos propuestos. La percusión es a veces cansina, a veces furiosa, y siempre rica y de amplio espectro. Acá es mucho más relevante que en el primer tema, con un protagonismo que se agradece, en medio de la densidad reinante en el disco.
Para el cierre, otro tema de menor duración: ‘Strung Like Lights At Thee Printemps Erable’, de nuevo en el rango de los seis minutos. Una suerte de pasaje sonoro que muestra la salida de una selva enmarañada donde estuvimos perdidos durante casi una hora. Otra vez el meticuloso ruidismo de Godspeed You! Black Emperor formula interrogantes y sensaciones difíciles de definir. De verdad que sin el auxilio de un pulso o un ritmo que permita afirmarse de algo, es difícil seguir el hilo en este laberinto.
En definitiva y muy consecuentes con su ser más profundo, Godspeed You! Black Emperor y su disco “Allelujah! Don't Bend! Ascend!” reclaman un auditorio preparado y abierto de mente. No en vano, la crítica internacional, hasta el momento, oscila entre la afiebrada alabanza y el desprecio. Pareciera que con respecto a este tipo de propuestas no hay zonas grises: o se las odia o se las idolatra.
En nuestro caso, creemos que la propuesta es interesante, especialmente en los temas más largos, donde la banda tiene el tiempo suficiente para desplegar sus aletargados malabares. Hacen falta grupos que vengan y propongan algo y no se limiten a repetir fórmulas de vanguardia barata. Acá hay, por lo menos, lucidez y decisión, que no es poco para los tiempos que corren. A ver si no hay que esperar otros diez años para que este grupo canadiense nos vuelva a estremecer.
Seguiremos, como ya les he dicho, con más Godspeed You! Black Emperor la semana entrante.
Al disco, lo podés escuchar acá:
https://godspeedyoublackemperor.bandcamp.com/album/allelujah-dont-bend-ascend
Lista de Temas:
1. Mladic (20:01)
2. Their Helicopters' Sing (6:30)
3. We Drift Like Worried Fire (20:08)
4. Strung Like Lights At Thee Printemps Erable (6:32)
Alineación:
- David Bryant / electric guitar, hammered dulcimer, kemenche, Yamaha Portasound
- Michael Moya / electric guitar
- Efrim Menuck / electric guitar, hursy-gurdy
- Mauro Pezzente / bass guitar
- Thierry Amar / bass, double bass, cello
- Bruce Cawdron / drums, vibes, marimba, glockenspiel
- Aidan Girt / drums
- Sophie Trudeau / violin, Casio SK5
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