Un disco comprometido, politizado, inteligente, poético, diverso, experimental. Pionero de la fusión con la música africana y del uso de la electrónica en el estudio. Un disco genial.
Artista: Peter Gabriel
Artista: Peter Gabriel
Álbum: IV
Año: 1982
Género: Rock / Experimental / Fusión
Duración: 45:58
Nacionalidad: Inglaterra
Año: 1982
Género: Rock / Experimental / Fusión
Duración: 45:58
Nacionalidad: Inglaterra
Lista de Temas:
1. The Rythm of the Heat
2. San Jacinto
3. I Have the Touch
4. The Family and the Fishing Net
5. Shock the Monkey
6. Lay Your Hands on Me
7. Wallflower
8. Kiss of Life
1. The Rythm of the Heat
2. San Jacinto
3. I Have the Touch
4. The Family and the Fishing Net
5. Shock the Monkey
6. Lay Your Hands on Me
7. Wallflower
8. Kiss of Life
Alineación:
- Peter Gabriel / voz, tambores surdo (1, 8), Programación de Linn (1-6), CMI, Prophet (1, 3, 5-7), percusión adicional (2), piano (7)
- Jerry Marotta / batería, tambores surdo (1), percusión (6)
- Ekome Dance Company / tambores ghaneses
- Tony Levin / bajo (1, 6-8), stick (2-5), bajo fretless (6)
- Larry Fast / Moog (1, 3), Prophet (1, 3, 5, 7), Moog Brass (2, 8), bajo Moog (4), percusión electrónica (8)
- David Rhodes / guitarra (2-8), voz (1, 3, 4, 6, 8)
- John Ellis / guitarra (4), guitarra secundaria (2), voz (1, 3, 8)
- Jill Gabriel / voz (2)
- Roberto Laneri / Saxo (4)
- Stephen Paine / CMI (4)
- Peter Hamill / voz (4-6)
- David Lord / Polymoog (6), Prophet (6), CMI (6, 7), piano (7, 8)
- Morris Pert / timbales (6), percusión (8), flautas tradicionales etiopes (4)
- Peter Gabriel / voz, tambores surdo (1, 8), Programación de Linn (1-6), CMI, Prophet (1, 3, 5-7), percusión adicional (2), piano (7)
- Jerry Marotta / batería, tambores surdo (1), percusión (6)
- Ekome Dance Company / tambores ghaneses
- Tony Levin / bajo (1, 6-8), stick (2-5), bajo fretless (6)
- Larry Fast / Moog (1, 3), Prophet (1, 3, 5, 7), Moog Brass (2, 8), bajo Moog (4), percusión electrónica (8)
- David Rhodes / guitarra (2-8), voz (1, 3, 4, 6, 8)
- John Ellis / guitarra (4), guitarra secundaria (2), voz (1, 3, 8)
- Jill Gabriel / voz (2)
- Roberto Laneri / Saxo (4)
- Stephen Paine / CMI (4)
- Peter Hamill / voz (4-6)
- David Lord / Polymoog (6), Prophet (6), CMI (6, 7), piano (7, 8)
- Morris Pert / timbales (6), percusión (8), flautas tradicionales etiopes (4)
Antes de empezar esta reseña tengo que aclarar que soy parcialísimo cuando se trata de Peter Gabriel. Me fascina, me sorprende siempre, desde que lo escuché por primera vez, en Genesis y después de Genesis, es uno de los músicos que más aprecio en la vida, junto con Frank Zappa, Charly García, Herbie Hancock, Dimitri Shostakovich, Arvo Part y Steve Reich. Así de grande. Así que no se esperen aquí una crítica objetiva y desapasionada, porque estoy a punto de hablar de uno de los discos que considero mejores de la historia de la música grabada.
Peter Gabriel IV no es, quizás, el disco más atractivo de este genio, pero, a riesgo de generar polémica con lo que no se debe, me atrevería a decir que es el mejor. Ok, no. Si me pongo a comparar los cuatro álbumes sin título que produjo Peter Gabriel entre 1977 y 1982, me bloqueo, me atoro y decido que sean un solo gran álbum cuádruple que contiene ocho o diez de las mejores canciones de la historia del rock ("Here Comes the Flood", "Solsbury Hill", "Humdrum" del Car; "Mother of Violence", "White Shadow" del Scratch; "I Don't Remember", "Family Snapshot", "Games Without Frontiers" del Melt; "San Jacinto", "Wallflower" de este, Mask); un álbum cuádruple que se constituye en uno de los pilares de la música del siglo XXI, una obra visionaria, pionera, formidable.
Podrían separarse dos etapas en la producción solista de Gabriel: una experimental entre 1975 y 1982, y la otra, a partir de 1986, más madura pero con un sonido de menor búsqueda, orientado al pop. Esto que no quiere decir en absoluto que Gabriel se hubiese "vendido" al mercado, sino que a partir del momento en que empezó a poner título a sus discos (apenas monosílabos: So, Us, Up), también logró una forma musical más redonda, más acabada, y por ello mismo digerible, cercana a un público mayor.
El disco que comentamos hoy es el cuarto de la primera etapa. Circulan por ahí versiones no autorizadas de trabajos solistas de 1975, con versiones demo de temas como "Here Comes the Flood" y "Excuse Me", además de otros no grabados después oficialmente; era el tiempo en que se separaba definitivamente de Genesis, y todos, tanto Gabriel como los Genesis iniciaban su apuesta por la canción como obra total, ya no como parte de una obra conceptual. La serie de discos sin título de la que este IV es el cierre, se inició en 1977 y se completa con un "Plays Live" (1983) en el que muestra todas esas maravillas de un golpe, como el gran showman que es. Después de esto, pasarían años para recibir otro disco de Gabriel; dejaría de pintarse la cara y pondría título a sus producciones. En ese lapso sin discos, salió solamente Birdy, bellísimo soundtrack para una bellísima película, en el que los temas están basados en canciones que ya habían aparecido o aparecerían después.
La época en términos de la industria musical no era de lo más propicia para los sobrevivientes del rock progresivo de la primera mitad de los 70. Simon Reynolds explica muy bien la situación en su libro sobre el post punk: la breve pero muy efectiva revuelta punk entre 1975 y 1977, encabezada por los Sex Pistols y The Clash, sembró semillas tan poderosas que dejó a los progresivos convertidos en objetos de culto de una minoría inteligente pero algo pretenciosa (eso somos, no se hagan, y está bien) y en proceso de envejecimiento. Los nuevos discursos llegaron con una voluntad antiintelectual, antivirtuosa, anticompleja, antilarga, antifamosa, y así. Claro que eso no podría sostenerse; pronto unos se autodestruyeron y otros cedieron a la lógica del mercado, pero el cambio ya estaba hecho. Los nuevos jóvenes de finales de los 70 y principios de los 80 ya no querían oír suites ni sinfonismos, ni querían filosofar ni aprender historia ni fantasear con universos no explorados o animales mitológicos, querían bailar y ponerse hasta la madre. Colocar música inteligente en ese contexto no iba a ser nada fácil.
Algunos de los intentos de acomodarse de las viejas bandas a esa nueva estética, resultaron patéticos. Nada menos logrado, habrán de disculpar, que el Yes de "Owner of a Lonely Heart", por poner un ejemplo, o el Genesis de Phil Collins con su "Misunderstanding". Para Simon Reynolds (y tiendo a estar de acuerdo, además de que me encanta cierto post punk y cierto new wave), dos de los artistas de la hornada anterior que lograron incorporarse exitosamente a las nuevas movidas, a partir de escuchar hacia dónde soplaba el viento y desde ahí iniciar una nueva búsqueda, fueron David Bowie y Peter Gabriel (yo añadiría a Charly y a Hancock, pero, bueno, son como más locales, uno idiomáticamente y el otro dentro de un género algo menos popular).
La transformación de la música de Gabriel arrancó en 1977 con su primer solista y siguió un proceso de reflexión musical, filosófica y social, que lo llevaría, hacia 1982, con este disco, a la apertura de una nueva frontera que incorporaba los sonidos de diversas partes de África. Pronto, después de esto, fundó el sello Real World que permitió conocer en Europa y el resto de las metrópolis parte de los discursos musicales producidos por los movimientos poscolonialistas africanos. Si esta perspectiva se inició con "Biko" en el III (Melt), mediante el homenaje a un luchador por los derechos de los sometidos pueblos africanos, en el IV los temas relacionados con las luchas y sufrimientos de los pueblos del mundo periférico son más numerosos (al menos cuatro: "The Rythm of the Heat", "San Jacinto", "Wallflower", "Kiss of Life"), y suman en su producción sonora sus instrumentaciones, ritmos y voces.
Ahí radica además otro de los grandes aportes de Gabriel a la nueva música: integra esos sonidos de la periferia en un proceso de producción que destaca por ser uno de los primeros en producirse mediante procesos digitales: casi nada de lo grabado ahí fue soportado en cinta magnética; Gabriel experimentó con lo digital mucho antes de que empezáramos a encontrarle peros a lo digital. No fue producido por medios analógicos y usó tanta tecnología electrónica como tuvo a su alcance, desde una gama amplísima de moogs y sintetizadores de última generación a principios de los 80, hasta el registro del sonido en forma de data, unos y ceros, nomás.
Cada uno de los ocho temas que integran este disco merecería reseña propia. "The Rythm of the Heat" nace de la lectura que hizo Gabriel sobre los viajes de Carl Gustav Jung, el reconocido psicólogo, al África. En su ritmo, sus percusiones y su poesía está el ojo occidental siendo poseído por el discurso de la otredad del desierto sahariano del Sudán (aunque las percusiones usadas son de origen ghanés, es decir subsaharianas y occidentales, tropicales). "The rythm has control", grita Gabriel en una de sus mejores ejecuciones vocales, y vaya que es un cantante. Además se integran también las polifonías vocales, corales que son tan presentes en muchas músicas africanas. "San Jacinto" muestra una serie de imágenes, como cuadros, que Gabriel genera a partir de la cosmovisión y el territorio lastimado de los indios norteamericanos: "Sostengo la línea, la línea de fuerza que me hala a través del miedo". Música y poesía transmiten las impresiones de una visión del mundo poderosa y golpeada, que trasciende a pesar del acoso de siglos: "Viviremos, sostén la línea, viviremos".
"I Have the Touch", "The Family and the Fishing Net", "Lay Your Hands on Me", "Shock the Monkey", visitan diversas facetas de las relaciones humanas: la ironía de socializar, los tabúes de la familia, los celos y el desamor, la esperanza y el amor, la fe.
"Wallflower" merece un comentario especial porque en ella Gabriel rinde homenaje a los perseguidos, a los desaparecidos, a los reprimidos, a los asesinados por las dictaduras gorilas en Sudamérica. "Sostente, resiste. Te ponen en una caja para que nadie te escuche. Deja que tu alma siga sin romperse, no te dejes amedrentar. Mientras los constructores de jaulas duermen con balas, barrotes y piedras, no pueden ver tu camino a la libertad".
Comentario aparte merece la plana de músicos que acompañan a Gabriel en la placa: el bajo y stick del stickman por excelencia, el pelado Levin; la guitarra de Rhodes (ambos siguen acompañando a Gabriel hasta hoy) y la voz de Peter Hamill, con quien por esos años Gabriel traba una productiva amistad.
Como curiosidad, los distribuidores de los Estados Unidos decidieron que no era comercialmente viable lanzarlo de este lado del charco así sin título, así que le pusieron "Security" y es por eso que así se conoce todavía en muchas partes, aun cuando al propio Gabriel no le gustó la idea. Yo creo que él tenía clarísimo que con este disco cerraba una etapa sin título, porque se trata de una obra que no se quiere definir, que no quiere ser detenida en un nombre. Entre los fans, así como a los otros tres se los conoce por alguna característica de la carátula, este es "Mask".
Un disco bellísimo, avanzado, poético y comprometido. Un discazo, cabezones. No se lo pueden perder.
Dicen por ahí ¡montones de cosas!:
Doña wikipedia:
Stephen Thomas Erlewine en Allmusic:
El Blockero:
Y ya no sigo poniendo más porque no acabo nunca, ustedes las podrán googlear.
Unos videos:
San Jacinto (Secret World Tour, 1994)
"Shock the Monkey" (videoclip oficial). Los videoclips de Gabriel, entre los mejores del mundo.
"Wallflower" con Inti Illimani, Estadio Nacional de Chile. Octubre 13, 1990. Es muy significativo, pero no me gusta musicalmente hablando, los Inti-Illimani no alcanzan a darle la fuerza que pide este temazo.
Peter Gabriel IV no es, quizás, el disco más atractivo de este genio, pero, a riesgo de generar polémica con lo que no se debe, me atrevería a decir que es el mejor. Ok, no. Si me pongo a comparar los cuatro álbumes sin título que produjo Peter Gabriel entre 1977 y 1982, me bloqueo, me atoro y decido que sean un solo gran álbum cuádruple que contiene ocho o diez de las mejores canciones de la historia del rock ("Here Comes the Flood", "Solsbury Hill", "Humdrum" del Car; "Mother of Violence", "White Shadow" del Scratch; "I Don't Remember", "Family Snapshot", "Games Without Frontiers" del Melt; "San Jacinto", "Wallflower" de este, Mask); un álbum cuádruple que se constituye en uno de los pilares de la música del siglo XXI, una obra visionaria, pionera, formidable.
Podrían separarse dos etapas en la producción solista de Gabriel: una experimental entre 1975 y 1982, y la otra, a partir de 1986, más madura pero con un sonido de menor búsqueda, orientado al pop. Esto que no quiere decir en absoluto que Gabriel se hubiese "vendido" al mercado, sino que a partir del momento en que empezó a poner título a sus discos (apenas monosílabos: So, Us, Up), también logró una forma musical más redonda, más acabada, y por ello mismo digerible, cercana a un público mayor.
El disco que comentamos hoy es el cuarto de la primera etapa. Circulan por ahí versiones no autorizadas de trabajos solistas de 1975, con versiones demo de temas como "Here Comes the Flood" y "Excuse Me", además de otros no grabados después oficialmente; era el tiempo en que se separaba definitivamente de Genesis, y todos, tanto Gabriel como los Genesis iniciaban su apuesta por la canción como obra total, ya no como parte de una obra conceptual. La serie de discos sin título de la que este IV es el cierre, se inició en 1977 y se completa con un "Plays Live" (1983) en el que muestra todas esas maravillas de un golpe, como el gran showman que es. Después de esto, pasarían años para recibir otro disco de Gabriel; dejaría de pintarse la cara y pondría título a sus producciones. En ese lapso sin discos, salió solamente Birdy, bellísimo soundtrack para una bellísima película, en el que los temas están basados en canciones que ya habían aparecido o aparecerían después.
La época en términos de la industria musical no era de lo más propicia para los sobrevivientes del rock progresivo de la primera mitad de los 70. Simon Reynolds explica muy bien la situación en su libro sobre el post punk: la breve pero muy efectiva revuelta punk entre 1975 y 1977, encabezada por los Sex Pistols y The Clash, sembró semillas tan poderosas que dejó a los progresivos convertidos en objetos de culto de una minoría inteligente pero algo pretenciosa (eso somos, no se hagan, y está bien) y en proceso de envejecimiento. Los nuevos discursos llegaron con una voluntad antiintelectual, antivirtuosa, anticompleja, antilarga, antifamosa, y así. Claro que eso no podría sostenerse; pronto unos se autodestruyeron y otros cedieron a la lógica del mercado, pero el cambio ya estaba hecho. Los nuevos jóvenes de finales de los 70 y principios de los 80 ya no querían oír suites ni sinfonismos, ni querían filosofar ni aprender historia ni fantasear con universos no explorados o animales mitológicos, querían bailar y ponerse hasta la madre. Colocar música inteligente en ese contexto no iba a ser nada fácil.
Algunos de los intentos de acomodarse de las viejas bandas a esa nueva estética, resultaron patéticos. Nada menos logrado, habrán de disculpar, que el Yes de "Owner of a Lonely Heart", por poner un ejemplo, o el Genesis de Phil Collins con su "Misunderstanding". Para Simon Reynolds (y tiendo a estar de acuerdo, además de que me encanta cierto post punk y cierto new wave), dos de los artistas de la hornada anterior que lograron incorporarse exitosamente a las nuevas movidas, a partir de escuchar hacia dónde soplaba el viento y desde ahí iniciar una nueva búsqueda, fueron David Bowie y Peter Gabriel (yo añadiría a Charly y a Hancock, pero, bueno, son como más locales, uno idiomáticamente y el otro dentro de un género algo menos popular).
La transformación de la música de Gabriel arrancó en 1977 con su primer solista y siguió un proceso de reflexión musical, filosófica y social, que lo llevaría, hacia 1982, con este disco, a la apertura de una nueva frontera que incorporaba los sonidos de diversas partes de África. Pronto, después de esto, fundó el sello Real World que permitió conocer en Europa y el resto de las metrópolis parte de los discursos musicales producidos por los movimientos poscolonialistas africanos. Si esta perspectiva se inició con "Biko" en el III (Melt), mediante el homenaje a un luchador por los derechos de los sometidos pueblos africanos, en el IV los temas relacionados con las luchas y sufrimientos de los pueblos del mundo periférico son más numerosos (al menos cuatro: "The Rythm of the Heat", "San Jacinto", "Wallflower", "Kiss of Life"), y suman en su producción sonora sus instrumentaciones, ritmos y voces.
Ahí radica además otro de los grandes aportes de Gabriel a la nueva música: integra esos sonidos de la periferia en un proceso de producción que destaca por ser uno de los primeros en producirse mediante procesos digitales: casi nada de lo grabado ahí fue soportado en cinta magnética; Gabriel experimentó con lo digital mucho antes de que empezáramos a encontrarle peros a lo digital. No fue producido por medios analógicos y usó tanta tecnología electrónica como tuvo a su alcance, desde una gama amplísima de moogs y sintetizadores de última generación a principios de los 80, hasta el registro del sonido en forma de data, unos y ceros, nomás.
Cada uno de los ocho temas que integran este disco merecería reseña propia. "The Rythm of the Heat" nace de la lectura que hizo Gabriel sobre los viajes de Carl Gustav Jung, el reconocido psicólogo, al África. En su ritmo, sus percusiones y su poesía está el ojo occidental siendo poseído por el discurso de la otredad del desierto sahariano del Sudán (aunque las percusiones usadas son de origen ghanés, es decir subsaharianas y occidentales, tropicales). "The rythm has control", grita Gabriel en una de sus mejores ejecuciones vocales, y vaya que es un cantante. Además se integran también las polifonías vocales, corales que son tan presentes en muchas músicas africanas. "San Jacinto" muestra una serie de imágenes, como cuadros, que Gabriel genera a partir de la cosmovisión y el territorio lastimado de los indios norteamericanos: "Sostengo la línea, la línea de fuerza que me hala a través del miedo". Música y poesía transmiten las impresiones de una visión del mundo poderosa y golpeada, que trasciende a pesar del acoso de siglos: "Viviremos, sostén la línea, viviremos".
"I Have the Touch", "The Family and the Fishing Net", "Lay Your Hands on Me", "Shock the Monkey", visitan diversas facetas de las relaciones humanas: la ironía de socializar, los tabúes de la familia, los celos y el desamor, la esperanza y el amor, la fe.
"Wallflower" merece un comentario especial porque en ella Gabriel rinde homenaje a los perseguidos, a los desaparecidos, a los reprimidos, a los asesinados por las dictaduras gorilas en Sudamérica. "Sostente, resiste. Te ponen en una caja para que nadie te escuche. Deja que tu alma siga sin romperse, no te dejes amedrentar. Mientras los constructores de jaulas duermen con balas, barrotes y piedras, no pueden ver tu camino a la libertad".
Comentario aparte merece la plana de músicos que acompañan a Gabriel en la placa: el bajo y stick del stickman por excelencia, el pelado Levin; la guitarra de Rhodes (ambos siguen acompañando a Gabriel hasta hoy) y la voz de Peter Hamill, con quien por esos años Gabriel traba una productiva amistad.
Como curiosidad, los distribuidores de los Estados Unidos decidieron que no era comercialmente viable lanzarlo de este lado del charco así sin título, así que le pusieron "Security" y es por eso que así se conoce todavía en muchas partes, aun cuando al propio Gabriel no le gustó la idea. Yo creo que él tenía clarísimo que con este disco cerraba una etapa sin título, porque se trata de una obra que no se quiere definir, que no quiere ser detenida en un nombre. Entre los fans, así como a los otros tres se los conoce por alguna característica de la carátula, este es "Mask".
Un disco bellísimo, avanzado, poético y comprometido. Un discazo, cabezones. No se lo pueden perder.
Dicen por ahí ¡montones de cosas!:
Doña wikipedia:
Peter Gabriel IV (o Security como fue nombrado en EE. UU.), es el cuarto trabajo como solista del músico británico Peter Gabriel, lanzado el 8 de septiembre de 1982. El álbum se caracteriza por mostrar un cambio de estilo respecto a sus trabajos anteriores, realizando una mezcla de World music y Rock (algo ya explorado en canciones como “Biko”, de su anterior álbum), y por mantener un ánimo oscuro y lúgubre durante la mayor parte del disco. Además, la vida del músico durante esta época está marcada por la difícil situación económica que estaba viviendo producto del dinero que había perdido invirtiendo en su proyecto WOMAD (para impulsar la World music), por lo que debió realizar un concierto de reunión con su ex-grupo Genesis (La única reunión del grupo con Peter Gabriel hasta la fecha), para recaudar fondos que le permitieran salvar su carrera, poco después de haber lanzado el álbum.
Después del éxito en críticas que recibió su anterior trabajo “Peter Gabriel III”, y del Tour que promocionó este álbum, Gabriel volvió a los estudios de grabación en 1981 para trabajar en su cuarto álbum de estudio. Ya en las grabaciones de “Peter…III” el músico ya había empezado a desarrollar un interés en los ritmos tribales africanos y en los ritmos latinos. Es por eso que en 1980, Gabriel junto a otras personas fundó la organización WOMAD (World of Music, Arts and Dance) que pretendía promover la música y otras manifestaciones artísticas de diversas culturas. Influenciado por todas estas ideas, el músico decidió crear un álbum que tuviera un fuerte predominio de variedades de percusión y sintetizadores, en vez de instrumentos más tradicionales como guitarras, o baterías convencionales. Para generar música que realmente generara un ambiente al escucharla, Gabriel buscó un instrumento que le permitiera grabar sonidos del exterior, y luego le permitiera utilizarlos en un teclado. Así adquirió un Fairlight CMI, que en esa época se estaba haciendo popular por ser el primer sampler de la historia. El músico dice en su página web que ese instrumento “fue una pieza clave que le entregó a ese álbum un sonido diferente”. Así Gabriel reunió a su equipo de músicos en el estudio que poseía en su hogar para empezar a grabar el nuevo álbum. El proceso de grabación se extendió por seis meses, dando lugar al álbum más complejo de Peter Gabriel hasta esa fecha, siendo mucho más experimental que sus anteriores trabajos, y mucho más influenciado por la “World Music”.
El álbum fue lanzado el 8 de septiembre de 1982, bajo el nombre de “Peter Gabriel IV”, pero la discográfica de Gabriel consideró que en EE.UU. debía ser lanzada bajo un nombre más comercial. Así fue lanzado en Norteamérica con el nombre de “Security”. Pero a pesar de que el álbum fue generalmente bien recibido por la crítica, y de tener un exitoso single cómo “Shock the Monkey”, Gabriel se vio enfrentado a una difícil situación económica, que amenazó con dejarlo en la quiebra. El festival de WOMAD que el músico organizó en julio de 1982, había dejado un gran déficit monetario, a pesar de ser bien criticado por la prensa musical. Por lo anterior, el músico accedió a realizar un concierto de reunión con Genesis, con los cuales no tocaba desde 1975. El concierto se realizó exitosamente el 2 de octubre de 1982, con el grupo tocando bajo el nombre de “Six of the Best”, e incluyó además de la formación clásica del grupo, a los músicos de estudio de la nueva formación. El evento logró reunir los fondos suficientes como para que Gabriel lograra mantener vivo el proyecto WOMAD, además de poder seguir con su carrera musical.
Como ya fue mencionado, el álbum está musicalmente marcado por la notoria influencia del género World Music (música universal), principalmente por la utilización de ritmos africanos en las canciones, dejando de lado el rock progresivo que lo influenció desde su partida de Génesis. Además la utilización de su sintetizador Fairlight CMI es fundamental en la atmósfera creada en el álbum, que le entrega un aire lúgubre a muchas canciones, a través de la modificación de diversos sonidos recolectados por el músico, que funcionan como base para el ambiente de las pistas. Este álbum marcará el inicio del cambio musical de Peter Gabriel, que utilizara la música universal mezclada con rock y sintetizadores prácticamente en todos sus trabajos posteriores. Un claro ejemplo del estilo, es la canción que abre el álbum “The Rythm of the Heat”, la cuál se construye sólo en base un bajo, sintetizadores y percusión, que van armando una canción oscura, que va aumentando progresivamente su intensidad y su tensión a medida que avanza, y que culmina utilizando una secuencia de percusiones tribales de una manera estruendosa y caótica, a cargo de la “Ekome Dance Company” de Ghana. La canción se convirtió en el número de apertura de los conciertos de Peter Gabriel durante los 80’, y volvió a aparecer en sus giras del 2007 y 2009. Otras canciones en donde se ve marcado el cambio de estilo, son “The Family and the Fishing Net” y “Lay Your Hands on Me”, que también poseen una mezcla entre rock de sintetizador y una fuerte base rítmica, incluyendo además un énfasis en la melodía coral. La ambientación también es un factor clave en las canciones anteriores. Así como “The Rythm of the Heat”, “The Family…” y “Lay your Hands…” también van de menos a más, partiendo con Gabriel prácticamente susurrando las letras, mientras la tensión de las canciones van aumentando hasta que van entrando más instrumentos y más voces a participar de estas, llegando a un clímax al final de la canción. Otras canciones como “San Jacinto” y “I Have the Touch”, no poseen una percusión tan marcada, pero si se puede apreciar el dominio de los sintetizadores en la construcción de la canción.
Las letras de las canciones presentan una variedad temática. Gabriel vuelve a escribir canciones con temas políticos como “San Jacinto”, que habla sobre como la civilización ha destruido los territorios de los indígenas norteamericanos, y “Wallflower”, que trata sobre las brutales violaciones a los derechos humanos cometidas por las dictaduras de Chile y Argentina. Esta última fue una canción insignia de sus presentaciones en los conciertos de Amnistía Internacional en Latinoamérica. “I Have the Touch”, una de las canciones más convencionales del álbum, plantea la necesidad de contacto entre las personas. La canción “Shock the Monkey”, que fue el primer gran éxito del Gabriel en Estados Unidos, llegando a estar número 1 del “Billboard Top Tracks”, trata sobre el tema de los celos en las relaciones de pareja a través de la metáfora del comportamiento de los monos. La canción se hizo popular gracias a su melodía más accesible, y a su extraño video, que mostraba al músico por una parte vestido como un oficinista que empieza a colapsar, y por otra parte como un alter ego con la cara pintada de blanco, todo esto mezclado con imágenes perturbadoras. El álbum cierra con la canción “Kiss of Life”, que se aleja en estilo de las otras, al ser musicalmente más convencional, acercándose al new wave, y al cerrar el álbum con un ánimo más alegre, a diferencia del resto de las canciones, pero manteniendo una base rítmica dinámica y acelerada, inspirada en ritmos latinos.
“Security” marca un antes y un después en la carrera de Peter Gabriel. La influencia de la música africana y de diversas etnias sería una constante (en algunos trabajos más que en otros) en todos los álbumes que el músico realizaría en los años posteriores. El álbum podría ser considerado un precursor de la música que crearía para la película “La Última Tentación de Cristo”, que sería un álbum conformado solamente por música étnica, además de la creación que el músico realizaría del sello “Real World” que hasta hoy en día impulsa a artistas que crean World Music. A pesar de no ser tan reconocido ni de tener tan buenas críticas como “Peter Gabriel III” o como su posterior entrega “So” (1986), el álbum entrega innovaciones tecnológicas claves a la manera de hacer música en los años 80’. La utilización del Fairlight CMI sería adoptada por muchos músicos de la época para crear música más atmosférica, además de innovar con la utilización de los sampler. Además el álbum fue grabado totalmente de manera digital, cosa que no era común para esos tiempos.
Stephen Thomas Erlewine en Allmusic:
Security -- which was titled Peter Gabriel everywhere outside of the U.S. -- continues where the third Gabriel album left off, sharing some of the same dense production and sense of cohesion, yet lightening the atmosphere and expanding the sonic palette somewhat. The gloom that permeates the third album has been alleviated and while this is still decidedly somber and serious music, it has a brighter feel, partially derived from Gabriel's dabbling in African and Latin rhythms. These are generally used as tonal coloring, enhancing the synthesizers that form the basic musical bed of the record, since much of this is mood music (for want of a better word). Security flows easily and enticingly, with certain songs -- the eerie "San Jacinto," "I Have the Touch," "Shock the Monkey" -- arising from the wash of sound. That's not to say that the rest of the album is bland easy listening -- it's designed this way, to have certain songs deliver greater impact than the rest. As such, it demands close attention to appreciate tone poems like "The Family and the Fishing Net," "Lay Your Hands on Me," and "Wallflower" -- and not all of them reward such intensive listening. Even with its faults, Security remains a powerful listen, one of the better records in Gabriel's catalog, proving that he is becoming a master of tone, style, and substance, and how each part of the record enhances the other.
El Blockero:
Peter Gabriel IV (también llamado Security por exigencias de la distribuidora americana) sale al mercado en septiembre de 1982, cuando Peter Gabriel ha realizado una primera toma de contacto con la world music. Este hecho influirá en el sonido del álbum y, sobre todo, en su situación económica de aquellos años como ya explicaremos más adelante.
Tras Peter Gabriel III el músico se mete de lleno en la world music y funda junto a otras personas el WOMAD (World of Music, Arts and Dance) con el objetivo de promover y distribuir las manifestaciones artísticas de otras culturas en el mundo occidental. Si Security aparece en septiembre de 1982, en julio de ese mismo año el músico organiza el Festival Womad que lo dejará en una difícil situación económica con amenaza de llevarlo incluso a la quiebra. A pesar del éxito en las listas de Peter Gabriel IV con el single Shock The Monkey, el músico se ve obligado a reunirse con Genesis para ofrecer un concierto en octubre que logre sacarle del atolladero en el que se ha metido, el cual amenaza incluso con terminar con su carrera discográfica. El concierto logra reunir el dinero suficiente para llevar su economía a flote y sacarle de aquella difícil situación, siendo además la última vez que compartirá escenario con sus antiguos compañeros.
Si en una entrada anterior decíamos que Peter Gabriel III había abogado en su cara B por la globalización y la mezcla de culturas, el propio músico se aplica el cuento y empieza a dejar en su obra elementos ajenos a la cultura occidental como la percusión africana. Puede que Paul Simon lograra perfeccionar esa mezcla cultural hasta límites insospechados en Graceland, pero sin Peter Gabriel no habría sido posible ese mestizaje que tan en boga se había puesto en la década de los ochenta. El mestizaje en la música, un tema peliagudo que suele darme un poco de grima, ya que los músicos que han hecho uso de él lo han utilizado más como recurso para ocultar sus evidentes carencias que como vehículo para innovar o romper moldes. No digo un no rotundo al mestizaje, pero creo que no es lo más importante en la música para ser original y llegar a tocar la fibra sensible. Siempre tiene que haber un fondo y es de lo que suelen adolecer todos aquellos artistas que han hecho uso de él.
Peter Gabriel IV es un álbum único en su discografía, ya que lleva en su sonido varios aspectos que están influyendo en el Peter Gabriel de aquel momento. En primer lugar, lo más notorio es el pozo que la world music deja en su música a modo de percusión africana, cánticos extraños y, en general, elementos ajenos a sus anteriores trabajos que pocas veces han sonado en un álbum occidental hasta esa fecha. Por otro lado, el álbum se graba de forma digital en los estudios Real World que el músico ha montado en su casa de Wiltshire y se beneficia del uso del Fairlight CMI, una especie de sintetizador que estructurará las canciones a base de samplers y sonidos electrónicos. El álbum además contendrá varias canciones pensadas para sacarles el máximo partido en directo como I Have The Touch o Lay Your Hands On Me, gracias a las cuales el músico logrará un mayor grado de interacción con su público en los conciertos que ofrecerá a partir de entonces. Por todos estos motivos, Peter Gabriel IV no ha envejecido tan bien como otras entregas y, a día de hoy, se hace un álbum difícil de escuchar.
Me gustaría destacar en primer lugar mis temas favoritos de esta cuarta entrega. San Jacinto es para mí la mejor canción de la cara A, un tema que habla de la aniquilación cultural sufrida por los nativos norteamericanos ante la llegada del hombre blanco. El tema empieza lento y a un volumen bajísimo para terminar estallando con un "i hold the line" que se reivindica como uno de los mejores momentos del álbum. De la cara B me quedo sin lugar a dudas con Shock The Monkey, acertado primer single del disco que sentará las bases para posteriores hits como Sledgehammer o Steam. Shock The Monkey venía acompañado por un extraño vídeo promocional y trataba algo tan original como los celos en las relaciones personales haciendo una analogía con el comportamiento de los primates. A destacar también Wallflower, el único medio tiempo del álbum que podría pasar por la canción más convencional si echamos un vistazo a todo lo que la rodea. Habla en concreto del maltrato de los presos en las cárceles sudamericanas y siempre que la escucho pienso que le falta muy poco para ser una canción redonda. The Family And The Fishing Net es otra de mis favoritas, aunque sé que es de lejos la más extraña de todo el pack.
I Have The Touch y Lay Your Hands On Me son justamente lo que he dicho antes, cortes diseñados exclusivamente para el directo que en el disco no me resultan muy atractivos. Aunque es evidente que el músico intenta hacerlos accesibles, en mi opinión fracasan como cortes del álbum y se vuelven incluso prescindibles después de varias escuchas. Ambos representan el punto más bajo en este cuarto trabajo. The Rhythm Of The Heat es un tema interesante al hacer un notable uso de la percusión africana, pero siempre me ha parecido demasiado oscuro como tema de apertura. Finalmente, Kiss Of Life cierra el disco y aboga por los ritmos latinos en un carrusel de forzado mestizaje. Por el tono tan diferente del que hace gala podría considerarse como un apéndice al resto de las canciones.
Y ya no sigo poniendo más porque no acabo nunca, ustedes las podrán googlear.
Unos videos:
San Jacinto (Secret World Tour, 1994)
"Shock the Monkey" (videoclip oficial). Los videoclips de Gabriel, entre los mejores del mundo.
"Wallflower" con Inti Illimani, Estadio Nacional de Chile. Octubre 13, 1990. Es muy significativo, pero no me gusta musicalmente hablando, los Inti-Illimani no alcanzan a darle la fuerza que pide este temazo.
¡Que lo disfruten!
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