En el furor de recortar todo lo que sea posible, el desGobierno de Marioneta Macri ha creado un récord de 1000 despidos cada día desde que asumió su presidencia. Entre ellos ha dispuesto, a comienzos de abril, el despido de 240 trabajadores de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires. Inmediatamente la solidaridad, no solamente en Argentina, se puso en marcha a partir de un breve pero eficaz llamado...Y ya que estamos, ¿cómo no recordar a aquellos fachos que tenían la indecente costumbre de quemar los libros? Aunque después de todo, el amarillo Pro combina muy bien con el fuego!
La diputada Giovanna Martelli que esta realizando la campaña también en Italia, el llamado ha sido firmado a nivel internacional por Marc Augé, Saskia Sassen, Boaventura de Souza Santos, Judith Butler y por el Nóbel de Literatura John Cotzee.
Martelli dice que "los libros, la lectura y la cultura permiten que mujeres y hombres sean libres de pensar. Pensar es un hecho revolucionario". Que no lea sus declaraciones Marioneta porque despide al resto de los trabajadores de aún trabajan en la Biblioteca!
La diputada Giovanna Martelli que esta realizando la campaña también en Italia, el llamado ha sido firmado a nivel internacional por Marc Augé, Saskia Sassen, Boaventura de Souza Santos, Judith Butler y por el Nóbel de Literatura John Cotzee.
Martelli dice que "los libros, la lectura y la cultura permiten que mujeres y hombres sean libres de pensar. Pensar es un hecho revolucionario". Que no lea sus declaraciones Marioneta porque despide al resto de los trabajadores de aún trabajan en la Biblioteca!
Un domingo el presidente Marioneta Macri dijo que sobraban millones de empleados públicos (según él todos "ñoquis"). El lunes, el recorte se ejecutó en el área de Cultura. De una planta de 1000, casi 300 fueron suspendidos en la Biblioteca Nacional.
Hace unos días, un destacado grupo de intelectuales como Christian Ferrer, Roberto Jacoby, Pablo Alabarces, Beatriz Sarlo, Maristella Svampa, Noé Jitrik, Marcelo Cohen, Roberto Gargarella, entre otros, alertó por el inminente ajuste en esta prestigiosa casa de estudios. En la carta, los investigadores, artistas y periodistas de distintas vertientes ideológicas y partidarias, ante la ola de recortes del gobierno Marioneta, exigían "máximo cuidado y precaución en el tratamiento de una institución (Biblioteca Nacional) que, en los últimos años, no sólo se orientó a preservar, acrecentar, registrar y difundir la memoria impresa de la Nación sino que a la vez fue un espacio de pluralismo y libertad de pensamiento".
Ello no impidió que lleguen los telegramas diciendo "Prescindiremos de su servicios a partir del 21 de abril", Filósofos, escritores, sociólogos, músicos, docentes y poetas, entre otros, son los que recibieron la misiva. Basta recordar que el nuevo titular de la Biblioteca Nacional (Alberto Manguel) sigue de vacaciones en Estados Unidos y se presume que vendrá en julio. También se cerraron talleres gratuitos, y se dieron de baja actividades que iban desde literatura, ajedrez y cuento latinoamericano, a ópera, lunfardo y tango, entre muchos otros. Algunos docentes llevaban adelante sus clases desde hacía más de diez años.
Es gracioso ver que Marioneta tuitea esta imagen:
Después de cuatro décadas de haber concebido a "Fahrenheit 451", Bradbury pensaba que ya se vislumbra una insinuación de ese desalentador horizonte del futuro: hablaba de la "sutil" forma de suprimir los libros desde la TV, llevando la aprensión de una sociedad estupidizada en la que la tecnología parece hacer perder cada vez mayor terreno al humanismo.
Si a la inexistencia de éste se suma un deformante bombardeo mediático, la lectura va desapareciendo del paisaje del niño y del adolescente, y no figurará entre sus intereses de adulto, sin que haya sido necesario -como establece Bradbury- apelar a censuras o lanzallamas. Aunque el objetivo sería el mismo que el sugerido en su novela, o sea, que ya no será necesario ocuparse de lavar cerebros porque ellos, simplemente, carecerán de contenidos, y no habrá fuente capaz de generarlos.
El neoliberalismo se está encargando, y hasta ahora le va bastante bien. Y sin necesidad de uniformes de bomberos.
Viste que te dije, tenemos 1984, Un mundo feliz y faltaba Fahrenheit 451, ahora ya completamos la gran trilogía de la novela distópica, lo pedís, lo tenes.
ResponderEliminarPodríamos sumarle a los gorilas, para hacer el planeta de los simios también (esa se te paso eh?).
Sin duda los titiriteros de estas marionetas, son amantes de la ciencia ficción.
Próximamente se viene Blade Runner!!!.
Jaja... no va a ser muy dificil hacer un paralelismo con Blade Runner ni con el país de los gorilas... heeee.. .digo... el planeta de los simios :/
EliminarMe mató el comentario del Cuchi jajaj
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