Scioli - Macri: la verdadera elección

Aunque éste sea un blog de música, no le hacemos asco a los debates ni a decir nuestras opiniones, como ya lo hicimos varias veces. Ahora, le toca el turno a esta coyuntura...

Acá, en el blog cabezón, no nos callamos nada, así que también nos interesa tu opinión, salvo que armes bardo y descalifiques a otros. Ahí está el sector de comentarios, para hacer uso de tu palabra.

Ante la contienda Scioli - Macri, quisiera aclarar algunas cosas, porque generalmente la gente mira el árbol y no el bosque, como ya que como lo dije en esa serie de posteos sobre el default argentino, al final entramos en default y, ténganlo en cuenta para lo que voy a exponer, no pasó nada... ¿porqué? si toda la gente estaba con miedo de lo terrible del default y no pasó nada. Porque deben considerar que muchas de las cosas que piensan y sienten están "armadas", hay campañas permanentes que a veces prenden en la mayoría de la gente (no es nada nuevo, la publicidad de cualquier marca funciona así). Así que partimos desde la premisa que mucho de lo que pueden llegar a pensar está "armado" desde algún lugar, aunque crean que lo piensan ustedes, no es así. Podríamos buscar miles de ejemplos, pero no me quiero extender.
De esa forma, voy a tratar de no centrarme en temas comunes como si me gusta una cara u otra, lo que dice uno y otro, y hasta si me gusta un partido u otro, sino más bien definir qué es lo que está en juego y en definitiva qué es lo que está en juego en las próximas elecciones.
Teniendo en cuenta eso, que muchas veces lo que pensamos es lo que quieren que pensemos aunque no nos demos cuenta, y defendamos ese pensamiento como "independiente" y a rajatabla, seguimos.

¿Qué se juega con las elecciones?
Todo se reduce a un tema ideológico y de modelo. Todo tema social en esta sociedad tiene que ver con el rumbo general que toman los acontecimientos, lo importante no son las situaciones de coyuntura sino las tendencias estratégicas. Por eso, permítanme fundamentar un poco, al mismo tiempo que trataré de ser lo más sintético posible (aunque dudo de mi efectividad).

Empecemos por aclarar que el único modelo político-económico que lidera el mundo de hace bastante tiempo a esta parte es el neoliberalismo, que es un modelo que aspira a imponerse como regulador de la vida política, económica, social, cultural, y también de los entornos naturales, siendo el objetivo nuclear que se pretende alcanzar con este modelo: crear las mejores condiciones posibles para la acumulación capitalista. El neoliberalismo, dentro del marco de la globalización económica, es una vía para el sometimiento de los Estados-nación a los intereses del capitalismo global, cuando no apuntan directamente a la desintegración del Estado nacional. mientras que en este proceso de mundialización creciente tiende a levantarse la superpotencia (conocido como el Imperio o también llamado EEUU) como rectora del proceso actual.
Hoy, básicamente, la lucha es entre el Estado ya convaleciente y el Mercado cada vez más fuerte.
Si estamos de acuerdo en estos puntos seguimos el planteo, pero antes anexo una nota que me parece viene a ayudar a conceptualizar estos puntos:

Si la clase media despertara...
A partir del 2016 el 1% de la población mundial, que alcanza hoy en día 7,200 mil millones de personas, tendrá una fortuna superior a los ingresos del 99 % de esa población. La riqueza mundial alcanzó en el 2013 los US$ 241 mil billones. Eso significa que 72 millones de personas tendrán en sus manos el 46 % de dicha fortuna, estimada en US$ 110 mil billones. Y la gran mayoría de la población mundial, o sea 7,128 millones de gentes, tendrá que sobrevivir con los US$ 131 mil billones restantes.
Mire qué injusto es este mundo: si toda la riqueza de la humanidad fuera dividida por igual entre los 7,200 millones de personas, cada uno de nosotros tendría un patrimonio de US$ 33,472. Todos tendrían lo suficiente para vivir con dignidad y por tanto no habría hambre, criminalidad, migraciones, mendigos, favelas, mortalidad infantil y quizás hasta ni guerras. Viviríamos en un mundo de prosperidad y paz.
Como el reparto del 54% de la riqueza mundial entre el 99% de la humanidad tampoco es ecuánime, se reproduce la desigualdad. Los que tienen lo suficiente para vivir ni desean cuestionar a los que integran el selecto grupo del 1% más rico; prefieren pensar que forman parte de ese contingente microscópico.
En el Brasil la renta familiar se triplicó entre el 2000 y 2014. Gracias al gobierno del PT pasó de US$ 7,900 a US$ 23,400 por año. Sin embargo creció la desigualdad. En la lista del 1% de los más ricos del mundo hay 296 mil brasileños.
Es común ver a la clase media, que sobrevive con dignidad, hablar contra la distribución de la renta, porque cree que acarrea pérdida de sus recursos. No se da cuenta de que con esta postura, en vez de ayudarse a sí misma, favorece al 1% que se apropia de la riqueza mundial.
La gran lucha política e ideológica que la humanidad debe emprender hoy en día es la de convencer a los sectores que consiguen sobrevivir con dignidad a que se unan a los que no lo consiguen, para combatir a ese 1% que detenta una cantidad de recursos que si fueran mejor distribuidos harían del mundo un lugar mucho mejor. ¿Cómo convencer a los sectores de renta media de que sus enemigos no son los 110 mil billones? No es fácil. El 1% controla los gobiernos, las comunicaciones, las iglesias y hasta la enseñanza escolar, de tal modo que diseña el pensamiento del 99% desde la infancia.
La miseria es humillante. Causa revoluciones, estimula la criminalidad, provoca migraciones, favorece el trabajo esclavo, disgrega a las familias y lleva a unas personas a optar por la violencia para conseguir lo que no puede ser obtenido con el trabajo, pues las condiciones para alcanzar buenos cargos en el mercado son absurdamente desiguales.

Frei Betto

El cambio climático. El terrorismo. La inseguridad. La pobreza. La discriminación. Todo corresponde al mismo problema...
Los acontecimientos políticos y militares producidos en los primeros años del nuevo siglo que vive la humanidad corroboran, con mayor evidencia y corrección, la unipolaridad del dominio mundial que se inicia con la caída de lo que se llamó el socialismo real. Se trata de un mundo dominado por el sistema capitalista con hegemonía estadounidense. El neoliberalismo como fenómeno de dimensiones económicas, sociales, políticas y culturales en la fase imperialista del capitalismo, se ha configurado sobre la base de la mundialización del capital, la configuración de una ideología pragmatista y fundamentalista que se presume "pensamiento válido único" y la implantación unilateral y coercitiva del modelo económico llamado neoliberal, que constituye la aplicación concreta de la globalización capitalista actual. No digo que la "mundialización" sea mala de por sí porque corresponde a la evolución humana de esta época, sino que el capitalismo se ha montado sobre él y allí se desprende la "globalización" económica y cultural que barre civilizaciones cuyas consecuencias, especialmente en los países pobres, serían más o menos las siguientes:

1. Mayor concentración de la riqueza.
2. La profundización de las desigualdades sociales y culturales a través de políticas educativas que promueven la privatización y la elitización de la cultura y la educación, de la salud y la seguridad social, de los ingresos salariales, de la recreación y el ocio, y con el apoyo imprescindible de los principales medios de comunicación del mundo que difunden e insertan el discurso neoliberal entre las masas.
3. La pérdida de la capacidad gubernamental de los estados nacionales subordinados al imperialismo, frente al acrecentamiento del poderío de las élites empresariales sobretodo a las ligadas a los sectores de la producción militar, medios de comunicación, las finanzas, la informática, la industria de la alimentación, de los sembríos transgénicos, farmacéutica, entre otros.
4. Masificación de una cultura del entretenimiento embrutecedor a través del manejo estrictamente comercial de los medios de comunicación e introduciendo con mayor fuerza los valores del individualismo, el exitismo personal y pragmático, el lucro, la mentalidad mercantil y competitiva y la anti-política.

Mirando a Brasil, Bolivia, Ecuador y la Argentina de hoy, que pugnan por manejar la crisis en base a políticas capitalistas pero regulando la clásica economía de libre mercado y poniendo cierto coto a la peligrosíma avaricia del sistema financiero, combinando con programas sociales y de funciones económicas de redistribución de la riqueza junto con actitudes más críticas y exigentes de sus gobiernos frente a los organismos internacionales, podríamos deducir que es insuficiente la crítica parcial de la globalización, o la alternativa de pretender utilizar los instrumentos económicos y políticos del neoliberalismo para construir un nuevo orden social o, por lo menos, para resolver algunos problemas acuciantes de estos países. Pero hoy por hoy parece ser lo único viable, por lo menos en el corto plazo: sociedad de mercado con amplia participación del Estado para mitigar los efectos devastadores del neoliberalismo puro.

Hoy en día, la lucha que se da en Grecia, en España, en Brasil, en Argentina y en todos lados del mundo es... neo-liberalismo vs. Estado. Los poderes fácticos que gobiernan el mundo a su antojo, han emprendido una batalla a gran escala cuyo objetivo no es otro que atacar sin piedad los derechos sociales y laborales de nuestra clase, y con la excusa de la crisis, el modelo capitalista/neoliberal es progresivamente impuesto como único camino posible para afrontar las consecuencias terribles que la actual crisis global (o el actual gobierno, o la actual política) está teniendo sobre las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras a lo largo y ancho de todo el planeta. Los poderes explotan la situación de miedo y desesperación en la que viven cada vez más personas. En muchos lugares del mundo, y ayudados por los medios de comunicación al servicio del capital y los gobiernos cipayos, el "sistema" hace creer a los pueblos que no existe otra salida posible a la crisis, y que no nos queda más remedio que aceptar los brutales recortes de derechos sociales y laborales para que en algún momento se pueda aspirar a estabilizar la situación económica... algo así como el "estamos mal pero vamos bien" que en algún momento se escuchó en Argentina, durante el gobierno neoliberal de Men... de ese señor de patillas que no nos defraudaría. Ya lo dijo cuando fue candidato presidencial en el 89: "Si decía lo que iba a hacer no me votaba nadie". Además, si recuerdan la campaña de 1999, la Alianza tuvo que esconder a López Murphy cuando se despachó con el verdadero plan económico neoliberal descarnado de esa fuerza política.
No creo que con esto le esté descubriendo nada nuevo a nadie, es algo de sobra conocido. Sin embargo, parece como que habría un cortocircuito entre lo que casi todo el mundo sabe, o muchos al menos, y su relación con lo cotidiano y con los hechos concretos, esto lo podemos traspolar a la próxima contienda electoral. Allá vamos.

Bajando a tierra: Los candidatos
Antes que nada, debo explicar que no promulgo demasiado con ninguno de los dos candidatos. Ello no me impide expresarme en mi elecciòn de uno de los dos.
Para los no argentinos explicamos, en una elección se definirá quien será el próximo presidente de la Nación Argentina, se decide entre dos opciones. La primera vuelta de las elecciones presidenciales se llevó a cabo el 25 de octubre de 2015, y hay una segunda vuelta o ballotage el 22 de noviembre ya que ninguna fórmula obtuvo en las elecciones generales más del 45% de los votos positivos, o más del 40% de los votos positivos con una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales con respecto a la segunda fórmula, en cantidad de votos positivos. Por ello los candidatos presidenciales Daniel Scioli del Frente para la Victoria y Mauricio Macri del Frente Cambiemos deberán enfrentarse en una nueva elección ballotage que tendrá lugar en dicha fecha.

Daniel Scioli - Frente para la Victoria

Daniel Scioli no debe su fama exclusivamente a su siempre ascendente carrera política, ya era conocido por haber sido campeón de motonáutica, deporte por el que en 1989 perdió su brazo derecho en un accidente. Ocho años después de ese suceso, el neoliberal Carlos Menem (lo dije! lo dije!) lo convenció de incursionar en política y logró una banca como diputado por la Ciudad de Buenos Aires. En 1997 accedió a la Cámara de Diputados, luego ser secretario de Deportes del gobierno de Eduardo Duhalde, posteriormente acompañar como vicepresidente a Néstor Kirchner (virando drásticamente su posiciòn polìtica) y más tarde ser gobernador de Buenos Aires durante las dos presidencias de Cristina Fernández.
Hoy busca convertirse en presidente promocionándose como el continuador de los tres gobiernos kirchneristas, un gobierno que se plantó como defensor del Estado como regulador del hecho social y que ha delimitado al mercado y a los medios de comunicaciòn, por lo que le llovido críticas, denuncias, descalificaciones. Y màs allà de muchos errores, el kirchnerismo supuso la integración social mediante el Estado, la limitación de los desbordes que provoca una sociedad instrínsecamente desigual como lo es la capitalista.
Para poder quedarse con la candidatura del principal partido, Daniel Scioli debió demostrar hacia adentro y hacia afuera que era el único dirigente del FpV que podía atraer votos no sólo de los amantes del "modelo" llamado nacional y popular sino también de los sectores más "independientes" de los grandes centros urbanos. En su fórmula presidencial va acompañado de Zannini, un referente histórico del kirchnerismo, como para garantizar la continuidad de la política general llevada a cabo por el gobierno nacional hasta el momento.

Mauricio Macri - Cambiemos (Pro)

Un empresario que fundó su partido. Mauricio Macri tiene sólo 12 años de experiencia política. Hijo de un famoso empresario, el precandidato del Pro decidió meterse en la cosa pública luego de su paso por la conducción del club Boca Juniors. En 2003, fundó su partido y le dió como nombre: Pro (ya desde el nombre se lo acerca a la mercadotecnia, y los globos y los papelitos de colores marcan el estilo Pro, manejados por el publicista Durán Barba) para pelear por la Jefatura de Gobierno porteño. En 2005, fue electo diputado nacional y recién en 2007 logró llegar al poder de la Ciudad de Buenos Aires.
Durante sus ocho años al frente del Gobierno porteño fueron incesantes las quejas por los embates del gobierno nacional, pero al contrario con lo que pasa con el gobierno kirchnerista, los medios de comunicación apoyaron y blindaron su gestiòn, siendo protegido y no dando a conocer datos referidos al endeudamiento de la Ciudad que el Pro gobierna o los procesamientos por actos de corrupciòn y violaciòn de derechos humanos. Es el candidato ideal del mercado, del neoliberalismo. Antes de que se acerquen las fechas de las elecciones, su discurso se fue acercando a una especie de populismo, mientras que personajes nefastos como Cecilia Pando y Domingo Cavallo apoyan su candidatura. El economista opositor al gobierno nacional Roberto Lavagna ha declarado: "hay voceros de Cambiemos que se los ha sacado de circulación para que no digan lo que piensan y algunos de los que no han salido de circulación han dicho cosas parecidas a las de Cavallo. Alguien de ese espacio hace poco habló de provincias chicas y pobres de una manera claramente despectiva. Esconden a sus economistas y cuando no lo hacen reproducen lo que decía Domingo Cavallo. Hay voceros de Cambiemos que los sacaron de circulación, para que no digan lo que piensan", mientras que Gabriela Michetti, referente del Pro, ha dicho: "Creemos que el endeudamiento es algo sano".
Cambiemos planteó una campaña alegre, divertida, positiva, al estilo pare-de-sufrir, sin contenidos ideológicos, con la habilidad propagandística necesaria para que muestra al público que el producto Macri es lo nuevo, el cambio, haciendo creer a las masas que lo muy viejo (el neoliberalismo) es una novedad.

Entonces tenemos, por un lado, una incógnita cercana a la propuesta defensora de un modelo a favor de un Estado presente y fuerte aunque aparenta no tener una ideología fuerte y proclive a concesiones a favor de los grandes poderes, pero metido en un contexto "blindado" que pretenderá que no salga de salga de la acción trazada por la ideología trazada por el partido y conjunto que él representa. Y por el otro lado tenemos al neoliberalismo descarnado.
¿Qué pasaría en un hipotético gobierno en uno y otro caso?. Por el lado de Scioli apreciera una continuidad de las condiciones actuales pero más diluídas y blandas. Por el otro lado no se puede esperar nada más que la vuelta al neo-liberalismo: liberación del cepo cambiario, gran devaluación, ajustes de todo tipo, Y si no me creen que la política del Pro haría eso, googleen lo que Federico Sturzenegger, Carlos Melconian y Alfonso Prat-Gay dijeron que harían, o los eligios del mismo Domingo Cavallo, a quien le pidieron que cierre la boca hasta el final de las elecciones para no embarrar a quien pretende elogiar: Mauricio Macri.
Lo llamativo es que mientras el candidato no desmiente los dichos de sus economistas y medios aliados respecto a la devaluación, al parecer sigue manteniendo una alta intención de voto, con lo cual sumamos a los fenómenos políticos de nuestro tiempo uno más: que un candidato que propone ajuste y devaluación tenga posibilidades de ganar. ¿Qué extraño razonamiento lleva al empleado, comerciante o monotributista votar a un candidato que propone una devaluación que impactará de manera negativa en sus condiciones de vida?. Quizá haya muchas razones, posiblemente una de las más determinantes sea el confrontacionismo del kirchnerismo que puede generar una sensación de hartazgo en mucha gente. ¿Eso basta para que muchos vean con buenos ojos a un armado cuyo candidato habla de amor y paz y de bajarte el sueldo en medio de globitos de colores?. Extraña mentalidad la del votante en contra propia.
La alternativa del Pro-Macri encarna todo lo que lleva el neoliberalismo. Sería la primera vez que un representante genuino del establishment empresarial dominante gobernaría con la legitimidad de los votos de los argentinos, dando nuevo impulso al demonio neoliberal que encaró Menem en su momento y terminó con la crisis del 2001 del gobierno de De la Rua: ajuste cambiario, ajuste fiscal y reendeudamiento; reprivatizaciones al mejor estilo de los 1990, sometimiento a los fondos buitre; sojización y megaminería; destrucción del medio ambiente, concentración de la riqueza, precarización del trabajo, dominio del mercado, y las burbujas financieras que explotan cada tanto trayendo una crisis tras otra.

(...) Desde esta mirada sobre lo que ocurre es que nos sumamos y nos autoconvocamos a todas aquellas iniciativas que se esfuercen y comprometan con bloquear el Proyecto Macri. Y en ese sentido sostenemos que carece de relevancia tomar posiciones cerradas e irreductibles respecto del voto. Hoy el ausentismo, el voto en blanco, el voto nulo y el voto a Scioli, pueden cumplir de distintas maneras con la función de “evitar el triunfo de Macri”. Por eso, “Nosotros No Votamos a Macri” en el más amplio sentido de esta afirmación. Porque de este modo intentamos frenar electoralmente su triunfo, al tiempo que nos abrimos a articular con todos aquellos que así lo entiendan, las condiciones para resistir todo intento de ajuste y cercenamiento de la democracia. Esta consigna es también el mejor modo de empezar a organizar la resistencia y el compromiso con la creación de la propuesta política que merece nuestro pueblo en caso, incluso, de que triunfe Scioli. Por eso, Nosotros No Votamos a Macri.

Firmado: Claudio Lozano- Fabio Basteiro – Carlos Méndez – Liliana Parada – Jaime Farji – Teresa Hurovitz de Berguier- Alejandro Rascovan – Pablo Spataro – Pablo Rascovan – Mariano Blumenfeld – Martín Brunás – Cristina Chiste – Pablo Sanseverino.

Como decía al principio, hay que entender esta elección no como una contienda entre dos personas o incluso partidos políticos, sino como una paradoja ideológica; hoy la lucha en el mundo es entre Mercado (neoliberalismo) y Estado. Y si gana el neoliberalismo, no es tan descabellado lo que dicen los militantes del FpV sobre nuestro futuro, lee lo siguiente pensando en la lógica de las políticas neoliberales y vas a ver que no resultan tan descabelladas:

No vas a pagar ganancias, pero porque no vas a tener trabajo.
Tendrás educación de calidad. Pero privada. Y vos sin trabajo.
El boleto se va a ir a $ 15,00 como mínimo. Pero no te preocupes, no lo vas a tener que pagar porque vas a estar sin trabajo.
Va a haber dólares para comprar en cantidades siderales. Pero no vas a poder comprarlos porque vas a estar sin trabajo.
Te vas a jubilar, pero a los 70 años y por 150 dólares mensuales.
Veras tu sueño cumplido: el país lleno de cosas importadas. Pero no las vas a poder comprar, porque estarás sin trabajo.
Por los servicios no te tendrás que hacer problemas, ya que sin trabajo, no los podrás pagar y por lo tanto, no los tendrás.
Echarán a “los de La Cámpora”, pero no va a alcanzar, por lo tanto, echarán a cientos de miles más. Ya lo dijo Martiniano Molina. Y eso significa cierre de miles de comercios...¡¡¡y más despidos!!!
Los “errores de carga” en los gastos del Estado Nacional serán la norma. Ya lo hizo en la CABA. Niembro y los ”gastos” en publicidad, ¿Te acordás?
No verás más avisos del Gobierno en los partidos de fútbol. Siempre y cuando puedas pagar el abono diferencial que te volverá a cobrar Clarín. Ya te lo hicieron, ¿Te acordás?

No te confundas, la elección no es entre Scioli y Macri, que son los nombres que se barajan ahora y luego van a cambiar como van cambiando de país en país. La verdadera elección (y no solamente en las elecciones sino en el día a día) es entre educación pública o neo-liberalismo, entre hospitales para todos o neo-liberalismo, entre generación de puestos de trabajo o neo-liberalismo, entre tu país o el FMI, etc. Scioli y Macri son solamente una coyuntura. Importante, pero no termina ahí.

Para terminar, repito: hoy la lucha es entre neoliberalismo y Estado, que no te engañen los espejitos y globitos de colores. Ya lo dijo muy bien el querido Negro Dolina... cierro con una entrevista que los invito a escuchar.