Marcelo nos comparte el que quizás es el mejor disco de estudio de los Morphine. Seguimos publicando cosas de calidad, sea del estilo que sea, pero siempre de calidad.
Artista: Morphine
Artista: Morphine
Álbum: Cure For Pain
Año: 1993
Género: Rock alternativo
Duración: 37:56
Nacionalidad: EEUU
Año: 1993
Género: Rock alternativo
Duración: 37:56
Nacionalidad: EEUU
Lista de Temas:
1. Dawna
2. Buena
3. I'm Free Now
4. All Wrong
5. Candy
6. A Head With Wings
7. In Spite Of Me
8. Thursday
9. Cure for Pain
10. Mary Won't You Call My Name?
11. Let's Take a Trip Together
12. Sheila
13. Miles Davis' Funeral
1. Dawna
2. Buena
3. I'm Free Now
4. All Wrong
5. Candy
6. A Head With Wings
7. In Spite Of Me
8. Thursday
9. Cure for Pain
10. Mary Won't You Call My Name?
11. Let's Take a Trip Together
12. Sheila
13. Miles Davis' Funeral
Alineación:
- Mark Sandman / 2 string slide bass, vocals, organ, tritar, guitar, piano
- Dana Colley / baritone sax, tenor sax, double sax, triangle
- Jerome Deupree / drums
Guest:
Billy Conway / drums
Jimmy Ryan / mandolin
Ken Winokur / percussion
- Mark Sandman / 2 string slide bass, vocals, organ, tritar, guitar, piano
- Dana Colley / baritone sax, tenor sax, double sax, triangle
- Jerome Deupree / drums
Guest:
Billy Conway / drums
Jimmy Ryan / mandolin
Ken Winokur / percussion
Otro aporte de Marcelo, el rock alternativo de buena factura que ha dejado buenos discos, vamos con Morphine y el que es quizás su mejor trabajo.
El jazz rock que vino a robarte a tu chicaPablo Serrano
En 1993 los Smashing Pumpkins editan Siamese Dream. Al otro lado del charco, empieza a crecer imparable el britpop mientras que unos desconocidos Radiohead debutan. Pero debajo de este cúmulo de futuros clásicos, había grupos underground que estaban trabajando fórmulas que iban más allá de los cánones que el indie rock empezó a predicar años antes. Entre ellos Morphine, que con su segundo álbum, Cure For Pain, confeccionaron uno de los mejores discos del año y su obra cumbre.
Quiénes fueron Morphine
Al igual que otros grupos del underground americano, su ámbito de difusión como aún grupo de culto se producía sobre todo en radios universitarias, como en antaño hicieran REM o Pixies. Pero a diferencia de estos y del resto de héroes del indie rock, del noise y del grunge americano, ellos no utilizaban guitarras. Era lo previsible. Mark Sandman, líder y vocalista del trío, tenía la experiencia de haber participado anteriormente en Treat Her Right, un grupo de blues rock, pero fue más allá.
Sandman recogió esa experiencia para formar uno de los grupos más interesantes que dio la década de los 90: Morphine. No necesitaban guitarras para inusitados cambios de ritmo o estridentes distorsiones. Lo suyo era el jazz rock. Los instrumentos que utilizaban: una batería, un saxo y un bajo. Y este bajo, que era el arma de Sandman, simplemente tenía dos cuerdas. No era necesario más para perpetrar ese sonido grave y violento, combinado con infalibles ritmos del saxofón de Dana Colley, que a veces tocaba hasta dos saxos a la vez. El resultado no podía ser mejor: un jazz rock con dejes de clisicismo rock, que sonaba ofensivo, sexual y con el alma callejera del blues. No era un grupo más; Morphine no era un grupo convencional.
Se sabía poco de la vida personal del prolífico Mark Sandman, pero se especula con que las letras eran autobiográficas, algo que no extraña, conociendo algunos capítulos negros de su vida. Esas desdichas encajaban a la perfección con el jazz y el blues, vehículo de expresión para el escarnio, el descaro y las conjuras de los malditos. Él era el alma máter del grupo, y las canciones de Morphine eran el reflejo de su creatividad.
Cure For Pain, su mejor disco
Después de un buen debut como Good con el sello Accurate, un año después, en 1993, Morphine editan Cure For Pain, su obra cúspide, en el sello Rykodisc, filial independiente de la Warner. En este segundo largo, el grupo ganó en consistencia respecto a su predecesor, rescatando de nuevo a Jerome Deupree para la batería. Para la producción volvieron a contar con el experimentado Paul Q. Kolderie.
Las trece canciones del disco quedan grabadas en uno de los álbumes más interesantes de la década de los noventa. En una época en la que llevar las camisas de cuadros y abusar de los pedales era la sintonía habitual, ellos significaban un oasis dentro del gigantesco indie rock que lo impregnaba todo; eran un cuerpo extraño alojado en el organismo del rock americano. Eso no iba con ellos. Además, esto a Sandman ya le pillaba a toro pasado, pues tenía 40 años cuando muchos de los que estaban conquistando el mundo hacía poco que habían salido del instituto.
El disco arranca con el prefacio Dwana, y después de él puedes entender perfectamente qué es Morphine en el segundo corte, en Buena. Lo que estás escuchando es un bajo más profundo que el océano, más grave que la voz de Calvin Johnson. Pero para acompañar a esta línea entra después el fabuloso saxo de Dana Colley. El resultado, un sonido corrupto, violento, sexual. Morphine son nicotina en tus pulmones. El solo de saxo, como el de muchas canciones del trío de Boston, es fabuloso. Ellos demostraban que el virtuosismo no es sólo cosa de los guitar heroes.
Analizando el disco en frío, me sigue teniendo asombrado la propuesta de un grupo que decidió innovar y se decantó por la personalidad, ante tantos grupos que estaban cortados por el mismo patrón. Morphine se hicieron pioneros transformando en piedra de toque un instrumento como el saxofón, un trozo de metal que cualquier acérrimo del underground rechazaría. Y no sólo este, es necesario también reivindicar el bajo eléctrico que utilizaba Mark, sólo con dos cuerdas y que prácticamente emitía la misma nota. Fascinante ver el resultado ejecutado en canciones como All Wrong, con este par de instrumentos convertidos en mortíferos asesinos a sueldo del jazz rock. De nuevo, otro solazo de saxo, construido sobre una estruendosa línea de bajo.
Aunque en Cure For Pain la mayoría de las letras estaban dedicadas a mujeres, como puede ser el caso de Sheila, Candy o In Spite Of Me, entre otras, Sandman aprovechaba también para hablar de sus situaciones emocionales en las que mostraba sus reflexiones interiores, crucificando sus pecados en I’m Free Now.
Después de vestirse de crooner en la emotiva Cure For Pain, se ponía una chupa de cuero y se iba al garito más cercano a inundar la barra de whiskey para contarte esas aventuras de lobo solitario en Thursday. Sandman se mete en el papel de un tipo que suele quedar a escondidas con una mujer en un motel para probar su cuerpo. Ella está casada y un día le invita a casa, porque su marida está fuera, pero este se entera de lo que pasa. Los vecinos dicen que es un tipo violento.
Una historia que encarna la música de Morphine, con el saxofón dándole el toque sensual, y el bajo la parte turbia del asunto. Son esos relatos tan propios del blues y de tipos solitarios heridos en su interior. Cuando escucho esta canción irremediablemente me recuerda a McNulty, sí, nuestro amigo de The Wire. Podría encajar en la situación.
Son el saxo y el bajo quienes llevaban la batuta en la música de Morphine, pero hay arreglos en este trabajo (como en el resto de discos), en los que utilizan el órgano o la guitarra, aunque esta sea secundaria. En cortes como Let’s Take A Trip Together, te das cuenta de que esta no era necesaria para componer canciones que tranmistieran lo que el trío de Boston pretendía. En este tema en el que Sandman vuelve a vestirse de trovador para viajar al infinito con una chica, los tres instrumentos trabajan al mínimo de revoluciones, con una baja intensidad que junto a los susurros, acaba por bajarte la tensión.
Para finalizar el álbum y esta nueva travesía por el universo oscuro, nocivo y sexual de Morphine, le rinden tributo a Miles David con Miles Davis Funeral, otra influencia importante, sobre todo para Dana Colley, y una estremecedora y minimalista pieza en la que parece que esté Ry Cooder a la guitarra. Una forma inmejorable de cerrar un álbum redondo.
Cure For Pain es Morphine en su máxima expresión; es Mark Sandman con sus historias solitaras, es el saxo de Dana Colley narcotizándote, es un refugio para las almas perdidas. Un álbum sobrecogedor. Es difícil medir el talento de Sandman por sus letras ¿autobiográficas?, por su ingenio a la hora de moldear instrumentos como el bajo de dos cuerdas para después masturbarlo con el slide, o por su perfil del trovador que viene a secuestrar a tu chica. Pero sí podemos decir que junto a Colley y Deupree, Cure For Pain se convierte en una espiral de violencia sonora, allanada en algunos momentos por íntimas y personales baladas.
Fue uno de los grupos más creativos de la década mencionada. No utilizaban un complejo compendio de artefactos extraños para hacer música experimental, y además su fórmula era bastante sencilla con un bajo y un saxo como elementos principales. Pero haber sacado punta de instrumentos que suelen tener tan poco protagonismo en cualquier grupo de rock, salvo excepciones, en los últimos 20 años, es un argumento de peso para apreciar no sólo este álbum, sino su discografía entera y entender por qué fue un grupo único.
Un trágico final
No obstante, el destino es caprichoso y quiso llevarse del mundo a Mark Sandman a los 46 años de edad. Además, de una forma trágica. Sufrió un infarto el 3 de julio de 1999, truncando la carrera del grupo, durante el festival italiano Nel Nome del Rock (Palestrina, Roma), en el escenario de Los Jardines del Príncipe. No resistió el ataque y abandonó este mundo en la ambulancia, de camino al hospital, dejando a sus compañeros de grupo en shock. Una gran pérdida para la música y un triste final para el genio Mark Sandman, que de joven ya había vivido otros traumas, a él atracaron y apuñalaron en el pecho estando en un taxi. Además, sus dos hermanos murieron durante su juventud.
Se esfumó demasiado pronto, pero sigue vivo en nuestro recuerdo, gracias a que también son muchos sus homenajes, ya sea en forma de escuelas de música, recopilatorios varios, nombres de calles o documentales. Pero, sobre todo, Mark Sandman resucita cada vez que escuchas discazos como el Cure For Pain.
En 1989 el bajista y vocalista Mark Sandman, quien previamente había integrado la banda Theat Her Right, se juntó con el saxofonista Dana Colley para darle vida a un nuevo proyecto. Jerome Dupree, en batería, fue el encargado de completar la alineación inicial de Morphine, una interesante banda de culto de Massachusetts.Piro
“Good” de 1991 fue el primer trabajo del grupo, que gracias a las positivas críticas de los especialistas, un pequeño número de seguidores comenzaron a interesarse por Morphine. Claramente catalogado como rock alternativo, el género del grupo no fue tan sencillo de calificar en principio. En declaraciones, Sandman definió el estilo como “low rock”, tal vez por la falta de las estridencias típicas del rock o sencillamente porque se le ocurrió en el momento. De una u otra manera, lo que Morphine hacía era combinar el blues y el jazz con ciertos arreglos del rock, produciendo un sonido innovador.
Respaldado por el buen álbum debut, “Cure For Pain” cristalizó la perfecta armonía que generaban los tres músicos. Letras sólidas y buenas líneas del bajo crean una agradable atmósfera, como en “Ins Spite of Me”. Ese clima distendido es en gran parte a los correctos bateos de Dupree y por supuesto al saxo de Colley. Los solos de saxofón le dan ese toque de jazz (“Cure for Pain”, “I’m Free Now”) que bien se mezcla con el blues, un poco más depresivos. Sin embargo, el disco mantiene una misma estructura de la cual no se aparta.
Con la difusión en las radios locales de temas como “Thursday” y “Buena” la banda aumentó la cantidad de fanáticos, que vieron con buenos ojos a esta singular agrupación que entendió que no era necesaria la guitarra ni aferrarse a los estereotipos clásicos del rock para quedar en el recuerdo.
With their cult following growing, Morphine expanded their audience even further with their exceptional 1994 sophomore effort, Cure for Pain. Whereas their debut, Good, was intriguing yet not entirely consistent, Cure for Pain more than delivered. The songwriting was stronger and more succinct this time around, while new drummer Billy Conway made his recording debut with the trio (replacing Jerome Deupree). Like the debut, most of the material shifts between depressed and upbeat, with a few cacophonic rockers thrown in between. Such selections as "Buena," "I'm Free Now," "All Wrong," "Candy," "Thursday," "In Spite of Me" (one of the few tracks to contain six-string guitar), "Let's Take a Trip Together," "Sheila," and the title track are all certifiable Morphine classics. And again, Mark Sandman's two-string slide bass and Dana Colley's sax work help create impressive atmospherics throughout the album. Cure for Pain was unquestionably one of the best and most cutting-edge rock releases of the '90s.Greg Prato
I got this soon after its release and I sorely wish I picked up another copy, mostly because I'm frightened of the damage I may have done by playing it so often! This LP issue takes a solidified classic and lends it a level of transcendence. That's not hyperbole- it's fact. I don't trust many labels these days where vinyl reissues are concerned; but LITA always, always, ALWAYS delivers. I'd love to give all the folks at LITA a giant hug for bequeathing this to us music heads (and I'd share with them that the minute my husband and I got home from our wedding, we listened to "Cure For Pain" from this very release!)BloodandWaffles
A little known fact: this was licensed from Ryko by a small label in Brazil (Natasha, Natascha, or Natacha??) and pressed on vinyl. Copies are next to impossible to find (I've seen maybe 3-4 pop up on eBay in the last 15 years), so if anyone has one for sale, PLEASE let me know. Someone REALLY needs to reissue this on vinyl as I am not a fan of Brazilian pressings.hornraiser
Also, kudos to the review below. Pretty much on the money. I would say that "Yes" is on par with this album, and "Like Swimming" is not far behind. Mark Sandman was truly a genius and died doing what he loved - on stage to boot. In my opinion, Morphine is one of the greatest rock and roll bands of all time.
My favorite album of 1993. This will make just about anyone a huge fan of Morphine and their addictive flavoring in their songs. The best thing here is the consistency; unlike Good, Cure For Pain is almost completely solid from start to finish, while simultaneously even more creative than anything they previously recorded. The production is great, and the songs are easily digestible but also complex enough to want to listen to again and again. Buena and Candy are all-around perfect songs, I'm Free Now, All Wrong, and Let's Take A Trip Together are all really chill, and Cure For Pain itself is perhaps Morphine's defining song, and also one of their very best, with Sandman's emotion coming together in touching vocals and Dana's sax-playing (coupled with an amazing solo) at its best. Thursday and Mary are pure fun with very fast speed and funny storytelling. Sheila isn't the best album closer, but these songs are good enough to stand alone anyway. Except the intro and outro, which are needless fillers that are only really there to add track numbers to an already perfect album. This album is probably Morphine's best, as close as they could get to a true "cure" for pain, anyway.707
A formative influence on Lisa "Bug Eye" Simpson, the saxophonous Morphine received short shrift from me when I first got it because all saxophone, all the time really isn't my bag, daddy. At least, that's what the devil sneered in my ear. Plus I was coincidentally going through this brief, shrift-dispensing phase, in which I was handing out shrift of varying lengths to all-comers as part of my ongoing mission to find fantastic new ways of disliking everything and everyone. It was brilliant. Here was my boss and my stupid neighbours who persist in having loud sex through the thin attic partitioning and they're thinking I'm gonna be giving them shrift of regulation length, but no! I'm all, tell it to the disinterested bloke on his heels! HA. However, the trouble with short shrift, as any lackadaisical priest will tell you, is that you do miss out on all the juicy, salacious bits in the deplorable sinner's confession. This will then mark you out as something of a square in the vestry before Mass as you are unable to contribute any sensational gossip of your own to the bawdy ecclesiastical give and take. Career suicide, in other words. That's the real reason the Church of Rome is so big on the guilt thing. And don't be at all surprised now if the Pope doesn't dispatch a unit of his whack ass Swiss Guards in order to "disappear" me for revealing the truth. They can't lie to the people forever! JFK! ROSWELL! Meanwhile, Martians have colonised planet earth, banning music and enslaving all humans, thus superannuating the original point here.nigh
Which was Morphine's spangly album, Cure for Pain: white trash jazz, standing around with a bunch of chain smokers while not having a brand, the sound of scratching the unhealthiest itches, slide bass gyrations and long, seedy wallowing. It's Red Rooster beer and southern pool halls bearing "no colors" signs on the door for the purposes of wantonly confusing ingenuous foreigners with preconceptions, it's faithless girls and guidos driving GT Mustangs or Mustang GTs or what the fuck ever they are at ninety down midnight highways, the blithe, bum-fluffed bastard, with his clipped filters and sugar mommy freeload. "Candy says she wants me with her down in Candyland," sings Morphine's singing guy on her namesake song, so they can tug and irk each other to the point of despair. On 'In Spite of Me', doing his best Tom Waits -- in both voice and the brave face on it -- he relieves every excruciating moment, playing tremulous mandolin like it has somehow been hooked up to his recently-removed, raw, beating heart.
Simple, honest morals demand, nonetheless, that someone point out morphine is NOT a "cure for pain"! DO NOT HEED THESE NIHILISTIC STONERS' ROCK N' ROLL LIES. Morphine is merely an analgesic! It is the, er, opiate of, er, people in pain!
Seguimos agregando buena música en el blog cabezón, y gracias a ustedes. Tendremos más Morphine por si les interesa.
Gracias Marcelo!!! La neta es que adelantaste, hace tiempo que quería subir este disco pero no estaba seguro si sería del gusto de los cabezones. Que gran banda que fue Morphine... ¿De casualidad tendrás por ahí en lossless los de Treat Her Right?
ResponderEliminarHola CalleNep tengo dos de Treat Her Right si queres te los mando via mail,escribime a ratascalientes@hotmail.com .Saludos
EliminarGracias Alberto! ya te escribí
Eliminarsi el whisky fuese un disco de música, sería cure for pain
ResponderEliminargracias Marcelo por compartir, yo tambien me anoto a la peticion de mas material de morphine, por lo menos el Yes que no me parece nada malo, yo los tengo en mp3, y seria bueno un poco de mejor calidad, y ¿ Alberto tambien me puedo anexar a la peticion de Treat Her Right ?,
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCabezones, cuenten con el Yes y otros Morphines; unos días nomás para subir y reseñar.
ResponderEliminarCalleNep, pongámonos de acuerdo porque Marcelo me pasó varios discos de Morphine, menos "Treat Her Right"
EliminarEstos días los voy a estar publicando
EliminarMoe dime si quieres que haga reseñas de Morphine, prometo apurar el paso. Treat Her Right es otra banda con el mismo líder, en cuanto me los pase Alberto los reseño también para el blog
EliminarHecho CalleNep!!!
EliminarTe mando los links de Like Swimming y Good para que los publiques vos.
Estimados, será posible reestablecer el link de esta joyita? Gracias totales desde ya!!!!
ResponderEliminarlisto, en la biblio
Eliminar