El último trazo de un mendocino universal. Quino, o cómo cambiar el mundo con la pluma, el humor y la palabra. Los registros oficiales dicen que se llamaba Joaquín Salvador Lavado Tejón pero el corazón de argentinos, latinoamericanos e hispanoparlantes en general dice que se llama "Quino" y que fue, quizás, el historietista de humor político más importante de todos los tiempos. El destino quiso que su muerte fuera noticia tan solo algunas horas después de que se conmemorara medio siglo de la primera publicación de Mafalda en España y 56 años de que su personaje más famoso naciera en Argentina. Su obra traspasó todas las fronteras y universalizó los pensamientos y sentires de generaciones enteras, de clases sociales o culturas diferentes. Exaltó la solidaridad, el pacifismo, la justicia y la no discriminación, aportando con su mirada humanista un abordaje profundo a situaciones banales o de excepcionalidad. No es un adiós, es un hasta siempre... ¡Gracias Quino!
El Gobierno decretó un día de duelo nacional por el fallecimiento de Joaquín Lavado, más conocido como Quino, el creador de Mafalda, quien murió este miércoles a los 88 años de edad. El dibujante y humorista gráfico mendocino falleció este miércoles a los 88 años dejando un legado que trasciende las fronteras del país y que, seguramente, continuará siendo a través de su personaje más querido y reconocido una bandera contra las desigualdades e injusticias sociales en el mundo. "Mafalda", la pequeña contestataria y luchadora social cuya imagen y atemporales e irónicos mensajes en pro de un mundo mejor han dado la vuelta al mundo, se convirtió en su obra más conocida, aunque creó multitud de personajes más.
En realidad, Mafalda nació por casualidad. En 1963 una agencia de publicidad buscaba un dibujante que realizara una historieta sobre una familia de clase media para promocionar los electrodomésticos Mansfield. El trabajo le fue encargado a Quino, que llegó a dibujar a la familia, que ya incluía a la niña como centro de las historias. Para que sonara similar a la marca, bautizó a la protagonista como Mafalda.
La campaña publicitaria nunca vio la luz y Quino se quedó con las historietas y los personajes. Cuando desde el semanario Primera Plana le pidieron «algo distinto» para las páginas de humor, el escritor desempolvó a la familia de la malograda publicidad y comenzó a publicarlas el 29 de septiembre de 1964. Al año siguiente comenzó a publicarse, a razón de seis tiras por semanas, en el diario El Mundo y poco después es reproducida en otros países latinoamericanos y europeos.
El éxito de Mafalda, caracterizado por el humor político y social, lleva a Quino a comenzar a recopilar las historietas en libros. El primero de ellos, editado en Argentina, vende 5.000 ejemplares en tan solo dos días
.(...) Durante una entrevista con el diario argentino La Voz en 2014, Quino admitió que sintió que Mafalda en un momento se le había ido de las manos: «Se escapó, se escapó. Ya lo dijo Pirandello: cuando un autor crea un personaje, la gente lo toma y luego le agrega sus propias cosas».
Mafalda fue inspiración para una generación que debería haber sido
bisagra y que estaba destinada a cambiar el mundo. Abrió la puerta a la
conversación política, al humor como herramienta para iluminar los tonos
grises que adquiere la vida cotidiana. Nos mostró en sus viñetas que lo
personal era político y que la injusticia social era tarea de todos y
de todas, incluso de las niñas.
"El capitalismo también se va a ir al carajo. Esto no puede continuar así. Yo lo que espero es que a la larga se intente otra forma de socialismo. No igual al que ya fue, pero para mí sigue siendo el mejor sistema de gobierno"
Quino - Entrevista a la revista Playboy (2004)
En la misma entrevista le preguntaron sobre la temática de sus dibujos, esto dijo: "de la relación entre los débiles y los poderosos. Eso siempre me ha obsesionado. Esa sensación de impotencia que tienen los pobres frente a los ricos, de los mandados frente a los amos, no sé, a veces pienso que debería dejar de dibujar por un tiempo, para no vivir la angustia o el miedo a repetirme. Pero cuando pienso en que voy a abrir el periódico y no van a estar mis dibujos, me da más angustia y sigo dibujando".
"Con
ocasión de la lamentable muerte de Quino, el creador de Mafalda, quiero
relatar un hecho que hace parte de mi memoria personal, pero que es
historia y lección de vida.
Pocos
días antes de esa nefasta fecha del 11 de septiembre de 1973, cuando
los militares le dieron el golpe a Salvador Allende, a eso de las nueve
de la noche llegaron a Tomás Moro —la residencia del presidente— los
cuatro jefes de las Fuerzas Armadas Chilenas.
El
presidente los recibió en su biblioteca y a mí me hizo entrar a la
habitación contigua, que era su dormitorio. Me entregó un libro de
Mafalda para que me entretuviera mientras duraba la reunión. Ese día
descubrí la genial creación de Quino, que para siempre me quedó asociada
al presidente Allende.
Cuando
los militares se fueron, entró el presidente a su habitación y me dijo
“este caucho no estira más, el golpe va a ser en pocos días”.
Intercambiamos opiniones que me llevaron a decirle: “¿Es un general el
golpista o son todos? Uno solo es el instigador del golpe”, me
respondió. Le dije entonces: “Si quieres, yo lo mato”. El presidente se
puso pálido, luego se le subió la sangre a la cabeza. “No te alteres
—le dije—, yo sé que muero en ese operativo”. “No es eso lo que me
altera. Es que si tú lo matas, ¿qué nos diferenciaría de ellos?”, fue su
respuesta.
Durante
muchos años dudé en contar esta anécdota, para no dar la impresión de
exhibir mi amistad con el presidente; pero, a la vez, pensaba que era la
demostración fehaciente de su extraordinario carácter, ejemplo para la
humanidad.
Entonces,
preferí desentenderme de lo que pensaran de mí. Por eso relato esta
historia siempre que mencionan a Salvador Allende, como demostración de
su grandeza y de lo que debe ser todo revolucionario: un humanista,
respetuoso de la vida, incluyendo la de quienes representan una amenaza
para nosotros. Es una grandiosa lección."
¿Que pensaría Mafalda si viera que la policía le pega a una enfermera por reclamar un sueldo digno?, ¿qué nos lleva a no escuchar a la gente valiosa a la hora de vivir con el otro?, ¿cuántas veces decimos "Que diría Quino de esto"?
Quino, ya no dibujaba hace mas de 10 años, recibió todos los homenajes que se le pudieron dar en vida. Mafalda es eterna. Quino ya era eterno. Quino se fué. Sus ojos, ya cansados de ver el mundo y sus injusticias más que nadie estaban rendidos.
Celebremos que estuvo e hizo todo lo que necesitamos para ser mejores.
Se fue mi segundo Papá.
— Miguel Rep (@miguelrep) September 30, 2020
Gracias por todo #Quino
(1932-2020)
🖤 pic.twitter.com/v12TCQExyo
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