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Supertramp - Crime Of The Century (1974)

Son innumerables la cantidad de grupos y discos que aún nos falta traer al blog cabezón, porque no hablo de que este es el primer disco de Supertramp que presentamos (grupo que no me llama la atención en lo más mínimo, debo decirlo, pero grupo reconocido al fin). Lo mismo sucede con otras agrupaciones que deberemos darle un lugarcito en este espacio, y para elegir lo que vayamos a traer tenemos realmente mucho. Hoy el Mago Alberto nos presenta la que es considerada por algunos como obra máxima de Supertramp, pero ahora en la nueva versión de un clásico indispensable del rock de los 70s. Es que "Crime Of The Century" no solo es uno de los grandes trabajos de Supertramp, sino una de las mejores grabaciones del rock de los años setenta. Lanzado en 1974, catapultó a la banda después de 3 años de lucha pujando para generar un trabajo de calidad, y superó todas las expectativas. Ahora presentamos la reedición que salió para conmemorar los 40 años de la publicación de "Crime of the Century", la obra maestra de Supertamp. Aquí, La historia del crimen del siglo...

Artista: Supertramp
Álbum: Crime Of The Century (De Luxe Edition)
Año: 1974-2014
Género: Crossover Prog
Nacionalidad: Inglaterra


Si me preguntas cual es es el mejor álbum de ese extraño grupo estilístico que era Supertramp, siempre te díría que era "Crime of The Century", aunque se hayan forrado de guita con "Breakfast in America". Con la mezcla inconfundible de los dos compositores (Davies and Hodgson), crearon una joya intemporal con increíbles melodías y reflexivas letras.
Hoy el Mago Alberto comenta la edición del Cuarenta  aniversario, que contiene el álbum original remasterizado, y también  un segundo disco con un concierto de 1975,  en el Hammersmith Odeon, mezclado a partir de las cintas originales, capturando a la banda casi al borde del estrellato mostrando el disco de Crime y anticipando canciones del todavía inédito "Crisis? What Crisis?", su siguiente disco.
Aquí, las palabras del Mago presentando este trabajo...
El genero musical progresivo siempre mantuvo un carácter bien definido y a través del tiempo, hasta perfiló un concepto casi religioso de sus variantes musicales, y allí podemos encontrar el núcleo duro, conformado por Yes, Genesis, Pink Floyd, King Crimson, ELP y sus variantes, luego podemos encontrar otro núcleo más moderado, conformado por grupos con fuertes influencias del prog. pero coqueteando con aires poperos, y Supertramp pertenece a este grupo, algo así como élite en primer plano y una sub élite en segundo plano, esto no significa menospreciar a esta sub élite, pero es inevitable el concepto.
Muchísimos cabezones fueron y serán seguidores de Supertramp y para ellos acá va el que quizás sea el disco más conocido de los londinenses; "Crime Of The Century", en una edición muy buena conmemorando sus 40 años, editada en formato doble, con la versión original remasterizada y un segundo disco con grabaciones en vivo de un concierto en el Hammersmith Odeon el 9 de Marzo de 1975, y aquí quiero hacer una referencia muy importante en este punto, las versiones en vivo son de un nivel superlativo, asombrosamente muy bien grabadas, en pocas palabras canciones en vivo que suenan en algunos casos mejores que las de estudio, realmente para destacar.
Los que supieron y saben encontrarle el gustito a la banda van a disfrutar con un muy buen sonido un viejo album conocido. Buen provecho!!!!
Mago Alberto

Vuelvo a repetirles, a mí, en lo personal, Supertramp no me gusta, ni me llama la atención. Pero hay que ser objetivos más allá de nuestros gustos, y hay que darle a este excelente ejercicio de rock prog pop el lugar indiscutido que se merece... sin lugar a dudas.




Como dato de color, podemos recordar, entre otras cosas, que "Crime of the Century" fue producido por Ken Scott , que ya había trabajado con los Beatles en el  "White Album" y con David Bowie en  the "Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars". Su destreza en la producción le supuso una nominación a los Grammy y se convirtió junto con "Dark Side Of The Moon" de Pink Floyd en un álbum para demostrar el sonido de alta fidelidad de aquellos años.
Y vamos con algunos comentarios, como el de nuestro eterno comentarista involuntario de siempre, que nos dice lo siguiente sobre este disco:

Hoy volteamos nuestros oídos hacia el testimonio de un clásico indispensable del rock de los 70s: nos referimos al “Crime Of The Century” de SUPERTRAMP, tercer trabajo del grupo y el primero que le impulsó al gran éxito dentro de la industria fonográfica. Publicado por el sello A&M Records en setiembre del 1974, a fines del 2014, por motivo de su 40mo aniversario,  el sello le dio una edición deluxe de doble CD: un volumen contiene el disco mismo con una mezcla nueva, mientras que el otro recoge un concierto que tuvo lugar el 9 de marzo del 1975 en el Hammersmith Odeon, donde no solo el quinteto toca los ocho temas del “Crime Of The Century” sino que adelanta cuatro de los que habrán formar parte de su siguiente disco de estudio “Crisis? What Crisis?” Justamente en este segundo volumen se nota que la confluencia de las fuerzas expresivas de Roger Hodgson [guitarra, teclados y voz], Rick Davies [teclados, armónica y voz], John Anthony Helliwell [saxofones, clarinetes, coros y teclados adicionales], Dougie Thomson [bajo] y Bob C. Benberg [batería y percusión] gozaban de una unidad comunitaria perfecta, idónea para que el material brille con luz propia en el contexto de una presentación en vivo. Ya entraremos más adelante en los detalles sobre la revelación de este concierto, pero permítasenos adelantar que ese evento del Hammersmith Odeon resulta un fabuloso testimonio de la energía colectiva que surgió en la gestación y grabación del repertorio del “Crime Of The Century”. También está el librito con la copiosa información de rigor sobre los preámbulos, desarrollo y primeras huellas del disco. También está la opción de la edición deluxe de tres vinilos.
Pero bueno, este tercer y emblemático disco de SUPERTRAMP era también la cosecha ansiada de la gloria musical a la cual había aspirado infructuosamente la banda desde el año 1969, cuando el grupo constaba de Davies, Hodgson, Richard Palmer [guitarras, balalaika y voz] y Robert Millar [batería y percusión] y cultivaba un sonido progresivo inspirado en CRESSIDA, THE MOODY BLUES y RARE BIRD, con algo del groove de unos TRAFFIC. El disco homónimo, publicado en julio de 1970 y que ostentaba en su portada una flor con rostro humano, podía sonar a una firme promesa dentro del gran escenario de la avanzada progresiva británica pero no recibió mucha atención de la prensa ni del público potencial. El desánimo por esta inicial falta de crédito artístico y las desavenencias artísticas entre Hodgson y Palmer – pronto a convertirse en el letrista reemplazante de Peter Sinfield en KING CRIMSON – llevaron a la debacle de esta primera alineación. El segundo álbum de SUPERTRAMP, “Indelibly Stamped” (publicado en junio de 1971), fue el primero del grupo como quinteto: con Hodgson pasando exclusivamente al rol de guitarrista (en el primer disco tocaba el bajo y algo de guitarra acústica, cello y flageolet), ingresaron Frank Farrell [bajo, coros y acordeón], Dave Winthrop [saxofones, flauta y voz] y Kevin Currie [batería y percusión]. El grupo cambió de dirección en esta nueva intentona, tratando de hacer su propuesta más llevadera y dando vueltas a los clichés más llamativos del R’n’B, el blues-rock y el folk-rock. Aunque es de agradecer que hayan concebido canciones tan poderosamente expresivas como ‘Remember’ y ‘Times Have Changed’, así como otras canciones abundantes en envolvente lirismo pastoral como ‘Travelled’ y ‘Aries’, la verdad que se nota que la banda centrada en abandonar sus más grandes aspiraciones de rock artístico y no parecía tan interesada en explotar muy a fondo su propia efervescencia creativa. Tras otro fracaso de ventas y la permanencia de una presencia muy colateral en la escena rockera inglesa y europea, su mecenas, el millonario suizo Stanley ‘Sam’ Miesegaes, se decepcionó del grupo y dejó de darles su apoyo (el cual se remontaba a los tiempos en que Rick Davies tenía el grupo THE JOINT, inmediatamente anterior a SUPERTRAMP). Desde el año 1972, el grupo contaba con un nuevo bajista en sus filas, el escocés Dougie Thomson, pero con Winthrop y Currie abandonando el barco antes de mediados del 1973, la cosa pintaba muy fea para el grupo… de hecho, muy deprimente. ¿Cómo seguir adelante?, ¿Cómo hacerlo si es que en realidad tenía sentido pensar siquiera en hacerlo?
Tras pasar varias semanas de verano decidiendo si le daban al grupo una nueva y última oportunidad o no (“Yo estaba preparado para irme a la India”, confiesa Hodgson), Davies y Hodgson decidieron finalmente hacer audiciones para reinstaurar el quinteto mientras Thomson fungía como gerente financiero de facto del por ahora trío. El primero en unirse a ellos fue el baterista estadunidense Bob Siebenberg (quien dividía su apellido en C. Benberg para despistar a las autoridades británicas a fin de que no se dieran cuenta de que su visa de residencia había vencido), y el siguiente fue John Anthony Helliwell, quien hizo la audición por sugerencia del mismo Thomson. Es bien conocida la anécdota de que él se puso a contar chistes entre melodías de saxo y clarinete, lo cual, tras el confuso estupor de Davies y Hodgson, le reveló como el frontman perfecto para las presentaciones en vivo. En el librito de esta edición, tanto Benberg como Helliwell explican que ya conocían al grupo con anterioridad por haber compartido carteles mientras formaban parte de otros ensambles. Cuando todavía sobrevivían los restos de la segunda alineación del grupo, las canciones ‘School’ y ‘Bloody Well Right’ ya existían y causaban buena impresión a las audiencias presentes, y eso incluía a los futuros baterista y vientista de la banda. Con todo, no fue por esas canciones solas que estos dos grandes músicos decidieron ingresar a la banda y ya; más bien, en el caso del baterista californiano, él quedó muy impresionado con canciones como ‘Asylum’ y ‘Just A Normal Day’, lo cual le motivó a aportar sus personales sentidos del groove y la energía percusiva. Benberg se sentía muy cómodo indagando cómo hacerse de un lugar dentro del underground británico y halló en SUPERTRAMP la respuesta definitiva a sus inquietudes de crecimiento musical. Por su parte, Helliwell, cuyo background en el jazz le volvía especialmente cercano al ideario artístico de Davies, se sintió impactado cuando conoció la canción ‘From Now On’ (a ser incluida en el disco del 1977 “Even In The Quietest Moments”).
Hay detalles muy entrañables sobre cómo la temporada de convivencia de los cinco músicos y su asistente de sonido Russel Pope, junto con sus esposas, novias, hijos y mascotas, en una cabaña de Southcombe en la campiña de Somerset, ayudó al grupo a forjar un sonido y un estilo tremendamente maduros, algo que les sirvió para tener las ideas totalmente claras cuando llegó el momento de concretar la grabación y producción del nuevo álbum. De todas maneras, el grupo se tomó su tiempo para perfeccionar los detalles de la grabación del nuevo material en los estudios Trident, Ramport y Scorpio Sound. Siempre bajo el patrocinio de la jefatura de A&M, el grupo tuvo luz verde para prolongar el periodo de grabación más allá de los plazos inicialmente acordados. Ken Scott fue el productor/ingeniero deseado por Pope y Dave Margereson (el manager de la banda): su currículum incluía el haber sido parte del staff de ingenieros de sonido para el “Álbum Blanco” de THE BEATLES y “A Saucerful Of Secrets” de PINK FLOYD, y más recientemente como productor de dos joyas de DAVID BOWIE: “The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders Of Mars” y “Aladdin Sane”. Aunque no estuvo especialmente impresionado por las maquetas que escuchó de ellos (sin conocerles personalmente todavía), al verlos actuar en vivo cambió su apatía inicial por entusiasmo infinito. Hodgson y Siebenberg recuerdan cómo Scott les animaba a usar recursos experimentales para enriquecer los esquemas sonoros de varias canciones: una sierra frotada para los efectos de “falso sintetizador” en los estribillos de ‘Hide In Your Shell’, percusiones concretas junto a las convencionales para imitar la primera maqueta de ‘Dreamer’ que grabó Hodgson a sus tiernos 19 años, un gong golpeado bajo el agua al inicio del extenso clímax final de la canción homónima… todo eso y más. He aquí el director de logística para una gema que empezó a grabarse antes de que terminara el primer tercio del 1974.
No siendo un álbum conceptual per se, “Crime Of The Century” contiene un repertorio que instaura, de facto, una ilación de ideas bastante concretas sobre el descentramiento del yo en medio de un mundo que siente ora hostil, ora ajeno, siento así que incluso el yo mismo tiene que toparse con fantasmas antagonistas ante quienes no puede ignorar la lucha intrínseca. Ya con la dupla de ‘School’ y ‘Bloody Well Right’ – canciones bien curtidas sobre el escenario de la mano de la entonces última alineación de la banda – tenemos una mirada cínica ante el carácter arquitectónicamente enajenador del sistema escolar británico seguida de una mirada cínica ante esa primera mirada cínica, no para invalidarla sino para expresar un pesimismo casi apático. Curiosamente, en ‘School’ tenemos una expresión de sonoridades mini-épicas cuyo prólogo consiste en la que tal vez es la tocada de armónica más célebre de la historia del rock; por su parte, el meta-cinismo de ‘Bloody Well Right’ se revela sobre un ritmo R’n’B bastante llamativo. La dupla de ‘Hide In Your Shell’ y ‘Asylum’ mira de frente a la desazón del yo descentrado que tiene que no logra dar con el antídoto contra la locura que le va hundiendo: la composición de Hodgson relata la contradicción entre protegerse y abrirse que el yo no logra resolver a fin de sanar su cada vez más declinante salud emocional, mientras que la composición de Davies aborda la semejanza entre locura y vejez. ‘Asylum’ sirve para darle un cierre pertinentemente lúgubre a ‘Hide In Your Shell’. Abriendo la segunda mitad del álbum con la dupla de ‘Dreamer’ y ‘Rudy’, SUPERTRAMP nos muestra el contenido imaginario de la locura: los sueños y los ensueños. ‘Dreamer’ (el hit del álbum y un éxito decisivo en la historia del grupo) muestra la esencia inane de los sueños dentro de un clima juguetón dueño de infinito gancho, mientras que ‘Rudy’ muestra el carácter autodestructivo del ensueño, que a pesar de hacer más llevadero el flujo de la vida, termina abortándolo y destruyéndolo al pretender oponerse a él. Esta canción nos muestra la faceta épica de Davies con un esplendor nunca igualado en los posteriores álbumes de la banda.
La última dupla de canciones está a cargo de revelar el momentum lamentablemente apocalíptico al cual lleva todo este proceso de descentramiento. ‘If Everyone Was Listening’ nos muestra el triste paisaje de un escenario que está a punto de cancelarse a sí mismo, y con ello, todas las ideas e imágenes a las que solía dar tribuna. Las conmovedoras líneas “So what is your costume today? / Who are the props in your play? / You’re acting a part which you thought from the start was an honest one” reflejan el estupor que antecede al crepúsculo definitivo del Gran Teatro del Mundo, y las siguientes “Well, how do you plead? / An actor indeed! / Go re-learn your lines” anuncian el momento mismo del fin. Por su parte, la canción homónima establece una mirada ácida a la autodestrucción en dimensiones kafkianas que involucran a cada yo, o sea, al género humano entero: pocas veces se ha sentido tan atroz un veredicto de culpabilidad como en estas magníficas líneas de Davies “Who are these men of lust, greed and glory? / Rip off the masks and let’s see. / But that’s not right, oh no, what’s the story? / Look, there’s you and there’s me.” Esta canción de cierre encarna la porción más ambiciosa dentro de este variopinto retrato de la decadencia espiritual, y resulta más que apropiado que en las instancias finales del fade-out, mientras el fantástico solo de saxofón alto de Helliwell llega a su fin, la armónica que había iniciado el álbum reaparezca al modo del cierre de un círculo. La gran diferencia de personalidades y enfoques musicales entre Hodgson y Davies está bien documentada, pero en este tiempo en que el grupo estaba renaciendo a lo grande y con una nueva confianza en sí mismo, además de que reinaba un clima de gran camaradería y creativa comunicación, esa diferencia resultó crucial para que el quinteto diera lo mejor de sí en las ejecuciones y arreglos finales de estas ocho canciones. Como gesto de gratitud retrospectiva, el grupo dedicó el álbum a su exmecenas Sam.
Yendo al concierto del Hammersmith Odeon, pues hay que decir que es toda una delicia escuchar a John Anthony Helliwell saludar al público fingiendo que se trata de su grupo y presentar a Rick y Roger como si fueran sus cantantes… pero lo mejor es cuando se pone a tocar las notas iniciales de ‘Dreamer’ al piano acústico para luego ponerse a cantar la canción infantil ‘A – You’re Adorable’; se escucha claramente la reacción empática del respetable. Por supuesto, el concierto comienza con la dupla de ‘School’ y ‘Bloody Well Right’, canciones que marcan buena parte de la esencia más fundamental del legado de SUPERTRAMP. Cabe destacar cuánto vigor rockero destilaba la primera versión de ‘Sister Moonshine’ mientras que la versión de estudio en el “Crisis? What Crisis?” enfatiza un poco más el factor folk dentro del entramado sonoro tan nutrido que permite el estudio de grabación. Las composiciones de Davies ‘Just A Normal Day’ y ‘Another Man’s Woman’ y la de Hodgson ‘Lady’, por su parte, ya gozan de estructuras bien definidas en las formas finales que se habrán de plasmar definitivamente en el mencionado cuarto álbum de la banda. Además, los jams expansivos con que se enfatizan los pasajes finales de ‘Another Man’s Woman’ y ‘Lady’ ayudan enormemente a alimentar la polenta que se crea sobre el escenario y el estímulo sonoro al público. El hit ‘Dreamer’ es infaltable para los últimos 25 minutos del concierto, pero es en la triada de ‘Rudy’, ‘If Everyone Was Listening’ y ‘Crime Of The Century’ donde el impulso épico del sonido grupal llega a dimensiones estratosféricas; además, es una ocasión única para escuchar una versión en vivo de ‘If Everyone Was Listening’, la canción del “Crime Of The Century” que más pronto se abandonó en los repertorios de las giras siguientes.
Bueno, esto es todo lo que se nos ofrece en esta soberbia reedición del primer clásico de SUPERTRAMP: en palabras de Hodgson, “volcamos muchísimos de nosotros mismos en este álbum, es un álbum honesto, autobiográfico porque mostrábamos nuestros yoes interiores en él, y al final, pienso que es con eso que se identificó la gente”. Todas estas autopsias retrospectivas nos permiten apreciar con incrementada pasión el genio creativo invertido en “Crime Of The Century”, y solo nos queda testificar que se trata de una reedición recomendable al 100%.



La historia del crimen del siglo
Es maravilloso desarrollar la historia de la creación de una obra maestra a través de comentarios, anécdotas y secretos de uno de sus creadores. Ni más ni menos que los de Roger Hodgson, que junto con Rick Davies creó, compuso y grabó uno de los álbumes históricos de los años setenta. Hace justo cuarenta años.
Es decir, el inconmensurable, casi divino 'Crime of the Century', desarrollado y grabado a lo largo del año 1974. Para muchos críticos, junto con 'The Dark side of the Moon' de los inmensos Pink Floyd y 'Tubular Bells' de Mike Odfield , él disco clave. Finalmente, el aficionado a la música empezó a no conformarse tan sólo con el pequeño single de éxito, sino que comenzó masivamente a comprar la historia de un artista a través de un disco de vinilo de 12 pulgadas, con una bella portada, a 33 1/3 revoluciones por minuto.
Casi se nos ha olvidado esa maravillosa ceremonia de escuchar el bello vinilo, la obra de tu artista favorito. Sólo a los veinte o veinticinco minutos tenías que levantarte para darle la vuelta. Me une cierta complicidad con Roger Hodgson . Así que se ha prestado con mucho mucho énfasis en recordarme que "es como una obra imposible de hacer en estos días. En la actualidad, hay demasiada prisa por elaborar un disco. Tampoco hay paciencia en el estudio. Recuerdo que llegamos a tener una sesenta canciones para poder hacer 'Crime of the Century'. Nos sobró mucho material que incluso utilizamos para los álbumes siguientes". Le recordé el fantástico 'From now on', que no vio la luz hasta el disco 'Even in the quietest moments', más de dos años después.

Quiebra mental y económica

A comienzo del año 1974, Supertramp estaban al borde de la disolución. Los dos primeros álbumes habían sido dos fracasos de venta descomunales y se suponía que el sello A&M inglés, la sucursal británica de la discográfica de Herb Alpert, no tenía ningún interés en un tercer disco del grupo. "No es que, sólo, tomara LSD. En aquellos días estaba en mí época mística. Vegetariano, practicante de yoga y de la meditación. Simplemente, quería irme a la India y abandonar este mundo cruel. Pero Rick y yo tuvimos una reunión definitiva y decidimos que todavía nos quedaba una bala en la recámara. Tomamos la decisión de vender nuestro equipo de carretera y ponernos a componer y grabar maquetas. Rick ya había escrito 'Bloody well right' y yo había compuesto 'School' y 'Dreamer'".
Y así fue el inicio de 'Crime of the Century'. Paralelamente, introdujeron tres miembros imprescindibles en los nuevos Supertramp. Primero el bajista Dougie Thompson, un escocés de la Alan Bown. El propio Douggie se acordó del carismático saxofonista de su viejo grupo, John Anthony Helliwell. El grupo quedaría maravillosamente cerrado con la incorporación del gran batería de Los Angeles, Bob Siebenberger, que reacio en un primer instante a integrarse al medio 'supergrupo', se convenció cuando escuchó las formidables canciones en maqueta de Roger y Rick, cuando ensayaban en la Furniture Cave, en Kings Road.
Pero, ¿que iba a pasar con A&M?. La providencia estuvo de la mano de Supertramp. El ejecutivo Derek Green había cedido al puesto a un director artístico de CBS , que había fichado a Gary Moore y que le encantaba la música de Supertramp. Así que con dinero fresco de un pequeño adelanto de la compañía, músicos, esposas, novias, perros y gatos se instalaron en un pequeña granja en Southcombre, en Somerset, por la que pagaban 20 libras esterlinas a la semana. Allí se gestó como tocar y arreglar las maravillosas canciones de Roger y Rick. "Empezamos a conocernos de verdad. Yo empujé a Rick a cantar. No le gustaba su voz. No parecía gustarle. Pero por primera vez empezaron a escribir por separado. Y una buena canción de uno empujaba a que el otro tratara de mejorarla".

'Ziggy' Scott

El gran Ken Scott fue el ingeniero y el productor de 'Crime of of the Century'. Y el propio ingeniero me contaba: "De alguna manera me recordaban a como se picaban John Lennon y Paul Mc Cartney, en mis días, cuando grabé a los Beatles durante el álbum blanco y 'Abbey Road'". El bueno de Ken, al que entrevisté hace poco por la publicación de su libro de memorias, ya ni se quiere acordar que se negaba en rotundo a grabar y producir a Supertramp en su 'santa santorum', su estudio Trident, en Londres. Para él sólo era un grupito con dos tremendos fracasos. Fue la compañía con su dinero y su rotundidad los que lograron convencer a Ken Scott para que acudiera a un ensayo a escuchar las canciones. Desde ese momento, Ken se convirtió en el mismísimo arquitecto del sonido de uno de los maravillosos discos de los años setenta. Algo que ya había logrado con los discos de Bowie 'Hunky Dory', 'Ziggy Stardust' y 'Aladin Sane', más el 'Transformer' de Lou Reed. Todos ellos grabados como ingeniero y co-productor. Ken era el nuevo Midas del sonido, con esas obras maestras. El mago de la consola Tridente A Range, sus mágicos ecualizadores y su magnetófono nuevo de 16 pistas.
"De verdad que si escuchas hoy en día 'Crime of the Century', te quedas petrificado. Suena increíblemente bien, espectacular. Ken era un tipo muy meticuloso, muy específico, pero maravillosamente técnico y positivo. El logró darnos el sonido típico de Supertramp, el mismo que desarrollamos en los siguientes discos".

"Mas presupuesto, esto es bueno"

Roger recuerda con nitidez como se grabaron algunas cosas, incluso en el estudio Ramport , propiedad de los Who, aunque casi todo se hizo en los Trident . Pero con un leninismo proceso de gestación. Desde finales de febrero hasta casi llegar a junio de aquel 1974. Tantos meses era una barbaridad.Tenía que soportar la creación de 'Crime of the Century' un presupuesto de grupo consagrado. Así que le pregunto a Roger de como pudo querer seguir la compañía con un presupuesto brutal para un grupo casi desconocido. "Bueno, hubo un momento muy delicado de la grabación. Pero, sí, es cierto. Jerry Moss, es decir, la 'M' de A&M Records, se presentó un día en el estudio. Me acuerdo que escuchó 'Dreamer' y 'Crime of the Century' y le gustaron muchísimo. Luego supimos después de que llevábamos veinte mil libras esterlinas gastadas en el disco, casi cinco veces más de los presupuestado y que Jerry Moss le dijo a nuestro director artístico que siguiéramos adelante, "carta blanca". Hoy día esa perspectiva hubiera sido imposible. Es otro guiño del destino en la suerte de 'Crime of the Century', desde su nacimiento".
Roger y Rick, finalmente, decidieron que el disco se llamara 'Crime of the Century'. Y le digo a Roger que fue una decisión muy generosa y honesta, porque la canción precisamente no era de Roger. "Daba igual. Era un maravilloso título y creo que la mejor del disco, con esos arreglos sensacionales de cuerda de Richard Hewson. Además, ya habían elegido mi canción 'Dreamer' como el single, lo que se iba a escuchar en la radio. Al fin y al cabo, mi canción fue el primer éxito de Supertramp en listas. No podía dejar de estar orgulloso, me acordaba que la había hecho en casa de mi madre, con el acompañamiento de mi piano Wurtlizer y una percusión absolutamente casera, en un magnetófono Sony de cuenta abierta". Pero el Wurtlizer se convirtió en el sonido distintivo de Supertramp.

El rapto del universo

'Crime of the century' es también el "rapto del universo", como decía Roger Waters. Esa terrible combinación de "lujuria,codicia y gloria" que envuelve al mundo. "Estoy más que orgulloso del álbum. Han pasado cuarenta años, pero está más vivo que nunca. Es verdad que 'Breakfast in America' fue el disco de más éxito de Supertramp, pero para mí, 'Crime of the century' sigue siendo el mejor, el único, el divino".
Ya casi hacia el final de la conversación, le pregunto si es posible que algún día que Rick y él se pongan a dialogar, a volver a tocar juntos y resucitar a Supertamp. Roger fue tajante: "Jamás, absolutamente imposible. Olvídate. No se puede hablar o razonar con Rick. Es un hombre muy cerrado en sí mismo. Jamás habrá una reunión. Jamás habrá un nuevo disco de Supertramp. Y es que,además, es imposible"
Un crimen más del siglo XX.
Julián Ruiz



Lista de Temas:
CD1
1 - School
2 - Bloody Well Right
3 - Hide In Your Shell
4 - Asylum
5 - Dreamer
6 - Rudy
7 - If Everyone Was Listening
8 - Crime Of The Century

CD2 Live At Hammersmith Odeon March 9th 1975
1 - School
2 - Bloody Well Right
3 - Hide In Your Shell
4 - Asylum
5 - Sister Moonshine
6 - Just A Normal Day
7 - Another Man's Woman
8 - Lady
9 - A - You're Adorable
10 - Dreamer
11 - Rudy
12 - If Everyone Was Listening
13 - Crime Of The Century

Alineación:
- Richard Davies / lead & backing vocals, keyboards, harmonica
- Roger Hodgson / lead & backing vocals, guitar, pianos
- John Anthony Helliwell / saxophones, clarinets, backing vocals
- Dougie Thomson / bass
- Bob Siebenberg / drums, percussion
With:
Christine Helliwell / backing vocals (3)
Scott Gorham / backing vocals (3)
Vicky Siebenberg / backing vocals (3)
Anonymous street musician / saw (3)
Ken Scott / water gong (8)
Richard Hewson / string arrangements


Comentarios

  1. A mí me gusta Supertramp!!! y este disco en particular, así que ¡gracias Mago! Otra vez!!!
    Cierto que las grabaciones de esta banda en vivo eran especialmente cuidadas y producidas. Recuerdo haber estado presente en el proceso de equipamiento de una famosa disco de CDMX en los 80 y el sonido se probó con el "Paris" de Supertramp

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Vamos con otro disco del guitarrista chileno Mauricio Ibáñez, que ya habíamos presentado en el blog cabeza, mayormente instrumental, atmosférico, plagado de climas y de buen gusto, "Shades of Light & Darkness" es un álbum que muestra diferentes géneros musicales y estados de ánimo. Se relaciona con diferentes aspectos de la vida humana, como la sensación de asombro, crecer, lidiar con una relación problemática, el éxito y el fracaso, luchar por nuestros propios sueños y más. Cada una de las canciones habita un mundo sonoro único, algunas canciones tienen un tono más claro y otras más oscuras, de ahí el título, con temas muy agradables, melancólicos, soñadoros, algunos más oscuros y tensos, donde priman las melodías cristalinas y los aires ensoñadores. Un lindo trabajo que les entrego en el día del trabajador, regalito del blog cabezón!. Artista: Mauricio Ibáñez Álbum: Shades of Light & Darkness Año: 2016 Género: Progresivo atmosférico Duración: 62:34 Refe

La Mesa Beatle: Iba acabándose el vino

Buenos días desde La Barra Beatles. Hoy reunidos para recordar una hermosa canción, de las más lindas del cancionero de nuestro rock: “Iba acabándose el vino”, de Charly García. Está en un gran disco llamado “Música del Alma”, un álbum altamente recomendable para amantes de la música acústica. Para introducirnos en el tema voy a traer a un amigo que se nos fue hace varios años, Hernie, conocido en la barra brava de Ferro como “El eléctrico”. Probablemente este pibe sea el mayor fanático de García que conocí. Solía relatar las frases de Charly de un modo tan sentimental que hasta el propio autor se hubiera quedado oyendo a esa voz que venía desde tan adentro, casi desde el significado mismo de la canción. Se notaba que la había recorrido, conocía bien esos vericuetos que están detrás de las palabras, esas notas que la melodía no canta y que, ni bien empieza el tema, la imaginación le hace un coro en silencio que atraviesa todos los compases, los adorna y queda dando vueltas por los parl

Humillación

Jorge Alemán afirma en esta nota (tan actual aunque haya sido escrita hace siglos: el 5 de octubre de 2023) que la pesadilla del avance de la ultraderecha argentina, experta en crueles humillaciones, comenzó hace tiempo y parece que las razones argumentadas que se presentan no alcanzan para despertar de este mundo distópico. Por Jorge Alemán "La historia es una pesadilla de la que estamos intentando  despertar". James Joyce Además del lógico temor frente a que las ultraderechas se queden con el gobierno, estamos asistiendo a uno de los espectáculos más humillantes de la historia argentina. La pesadilla ha comenzado hace tiempo y no parece que las razones argumentadas que se presentan sirvan para despertar de este mundo distópico.   Un clan experto en humillaciones crueles, con matices delirantes que apuntan con una ametralladora de estupideces que son pronunciadas con fruición y goce, se presenta para ocupar las más altas responsabilidades de la Nación. Es el punto

Cuando la Quieren Enterrar, la Memoria se Planta

El pueblo armado con pañuelos blancos aplastó el intento de impunidad . Alrededor de medio millón de personas se manifestaron en la Plaza de Mayo para rechazar categóricamente el 2x1 de la Corte a los genocidas. No fue la única, hubo al menos veinte plazas más en todo el país, todas repletas, además de manifestaciones en el exterior. Una multitud con pañuelos blancos en la cabeza pudo más que todo el mecanismo político-judicial-eclesiastico-mediático, forzando al Congreso a votar una ley para excluir la aplicación del "2x1" en las causas de lesa humanidad. Tocaron una fibra muy profunda en la historia Argentina, que traspasa generaciones. No queremos genocidas en la calle: es tan simple como eso. Tenemos que tolerar las prisiones domiciliarias a genocidas, que se mueran sin ser condenados o que sean excarcelados gracias a los jueces blancos. Cuesta muchísimo armar las causas, años. Muchos están prófugos, muchos no pudieron condenarse por falta de pruebas y otros porque tard

Dale Like!

Big Tech, el dominio de la economía del siglo XXI: Las plataformas pueden sancionar personas o beneficiarlas, ayudar a ganar elecciones a quien les simpatice o pague por sus servicios. La idea hoy es reducir a cero la incertidumbre. Para estas corporaciones de la sociedad de la información, los consumidores ya no representan ningún misterio. Ellas saben qué sienten, qué necesitan, qué les gusta, qué no les gusta, cómo distribuyen su tiempo, cuáles son sus deseos, sus paranoias, sus excesos y cuáles sus debilidades, etc. Estas corporaciones tienen la posibilidad de desarrollar una especie de mapa cognitivo, afectivo, fisiológico e intelectual de todos y cada uno de sus consumidores reales y potenciales. Entonces, el desafío ya no consiste tanto en producir algo sino que el consumidor sea parte, esté dentro de la empresa, y para ello se necesita de información. La tecnología puede ser un sirviente provechoso o un amo peligroso. Big Tech, el dominio de la economía del sigl

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.