Artista: Blops
Álbum: Del Volar de las Palomas (Que lindas son las mañanas)
Año: 1971
Género: Folk rock
Duración: 46:31
Nacionalidad: Chile
Lista de Temas:
1. Que Lindas son las Mañanas
2. Pintando Azul el Mar
3. Manchufela
4. El Río donde Va
5. Esencialmente así no mas
6. El Proclive Necesario
7. La Rodandera
8. Tarde
9. Del Volar de las Palomas
10. Campos Verdes
11. Pisándose la Cola
12. Machulenco
1. Que Lindas son las Mañanas
2. Pintando Azul el Mar
3. Manchufela
4. El Río donde Va
5. Esencialmente así no mas
6. El Proclive Necesario
7. La Rodandera
8. Tarde
9. Del Volar de las Palomas
10. Campos Verdes
11. Pisándose la Cola
12. Machulenco
Alineación:
- Eduardo Gatti / Guitarra, Bajo, Voz
- Julio Villalobos / Guitarra, Acordeón, Piano, Voz
- Juan Pablo Orrego / Bajo, Guitarra, Percusión, Voz
- Juan Contreras / Flauta, Teclados, Arreglos
- Sergio Bezard / Batería, Percusión
Invitados
- Ángel Parra / Guitarra y Voz en "Del Volar de las Palomas", Producción
Otra resubida del infaltable Garme, justo para festejar la navidad a puro Blops. Otro regalito para poner en el arbolito...
Del volar de las palomas es el segundo álbum de este grupo de folk-rock chileno (el nombre del grupo deriva de dos onomatopeya: el conocido "PLOP" del cómic Condorito y del sonido de una gota de agua al caer) que es considerado uno de los pilares musicales fundamentales del rock elaborado chileno, junto con el grupo Congreso y Los Jaivas. Nacidos bajo la influencia de Los Rolling Stones y Los Beatles, dieron a sus canciones toda la influencia del rock y en el contexto de lo que se llemó "La Nueva Canción Chilena".
Buscando alguna data del grupo, me encontré con esta nota que me pareció interesante para traer aquí y compartirla con ustedes:
La avanzada chilena - Rock progresivo desde el fin del mundo.
Aunque los años no han pasado en vano y el tiempo implacable ha aletargado la memoria de las personas, todavía permanece en la memoria el romántico recuerdo de aquella insurrección cultural denominada "Rebelión de las Flores". Aquel movimiento no sólo cambió la mentalidad de muchas personas, principalmente gente ligada a las artes, pintura, música y expresiones del alma, junto con ese efecto, la rebelión constituyó una suerte de caldo de cultivo para la experimentación sonora. Y en países como Chile, ese terreno fártil fue aprovechado a cabalidad por un selecto grupo de músicos que "por fin" podían dar rienda suelta a sus ambiciosos proyectos que años más tarde cambiarían por completo la historia musical chilena.
En el epílogo de los años sesenta hubo colosales intentos por cambiar la fisonomía de la escena rock nacional. Fue el turno de agrupaciones vanguardistas como Aguaturbia, Los Mac’s, Los Vidrios Quebrados y Los Blops. Luego vendrían Los Jaivas y Congreso, dos bandas desconocidas a esas alturas, fueron los encargados de abrir la senda de la experimentación ante al renuencia de sectores tradicionalistas que se resistían a alejarse demasiado de la receta impuesta con gran áxito por la "nueva ola" (Movimiento musical chileno de los años 60’s). Fue un primer paso, claro está, hubo tropiezos y dificultades, sin embargo, la flama vanguardista no se apagó jamás y eso sirvió para que Los Jaivas, integrado por los talentosos hermanos Parra, y líderes indiscutidos de este nuevo fenómeno con Eduardo, Claudio y Gabriel, (este último considerado uno de los mejores bateristas del mundo y fallecido trágicamente en Perú en un accidente automovilístico en la década del 80), junto con Eduardo "Gato" Alquinta y Mario Mutis, se atrevieran a lanzar al mercado en 1971 "El volantín", un disco pletórico y hermoso que reflejó fielmente su intento de fundir el rock setentero con elementos propios de las raíces folklóricas chilenas. Una especie de etno rock que más tarde sería aplaudido por el mundo entero.
Curiosamente, estos primeros pasos de la experimentación sonora chilena produjeron una suerte de dicotomía en cuanto a agrupaciones, ya que no muy lejos de allí, Congreso, otra banda de la Quinta Región, no se quedaría atrás en cuanto a innovación y se constituyó en el segundo puntal de esta incipiente avanzada chilena que tímidamente fue captando adherentes en todo el país. Su música, basada en la fuerte presencia de elementos contrapuntísticos y de fusión, estaba marcada también por una extraordinaria calidad compositiva que persiste hasta hoy.
Pero fueron Los Jaivas, sin duda quienes levantaron la bandera del nuevo sonido rock en Chile. "Todos Juntos", álbum de 1972 significó el paso a la consolidación que más tarde se vería coronada con "Alturas de Machu Pichu" (1981) y "Aconcagua" (1983).
Junto con la aparición de "Todos Juntos", el grupo se emitió una especie de "declaración de principios" que años más tarde sería recordada por los historiadores de la música como uno de los hitos más importantes para la comprensión del fenómeno vivido en Chile a comienzo de los años 70’s.... "Consideramos que nuestra música se nutre en sus raíces del ámbito que nos rodea (paisaje, vida en comunidad, vida interior o experiencia) a la vez que se debe tener en cuenta la cultura musical de cada integrante del grupo. Entendemos por cultura musical, toda la música de la que tenemos memora haber escuchado, junto con los sonidos que a diario nos enfrentan. En consecuencia, sentimos la música como un arte de ver, gustar, palpar, oler y escuchar....Nuestra música va dirigida a todos los hombres que aman la naturaleza y la creación en todos sus grados. Está proyectada por un sentir común a toda persona abierta al diario acontecer y a las derivaciones y realizaciones de este que este diario acontecer tenga con la humanidad y el cosmos".
Estos fundamentos, simples y complejos a la vez, permitieron entender ya en 1972, la orientación que tomó el rock progresivo chileno, movimiento que claramente optó por privilegiar la raíz folclórica por encima de cualquier influjo externo, a diferencia de lo sucedido en Brasil y Argentina, en donde la elegante escuela italiana y el refinado sonido genesiano, constituyeron referentes inobjetables y recurrentes. Chile, en cambio, prefirió hacer un rock progresivo a la medida, tal vez más experimental, pero también con una remarcada valoración de las raíces musicales latinoamericanas que se reflejó nítidamente en la exploración de sonidos a travás de instrumentos ancestrales.
El atardecer de los 80's
El rock progresivo chileno, al igual que en muchos países, vivió su etapa de apogeo hasta principios de la década del 80’s. La irrupción de fenómenos musicales como la "onda disco", que prendió fuertemente en países como Chile, derivó en una menor producción de música progresiva pura. Salvo los casos de Los Jaivas y Congreso, grupos que ya habían logrado su consolidación, para las bandas "pequeñas" el nuevo escenario simplemente se transformó en un terreno hostil y sin espacios para la divulgación. Sin embargo, fue justamente en estas condiciones donde aparecería la tercera agrupación en trascendencia del prog rock chileno. Fue le caso de Fulano, banda que sacudió las esferas musicales con su singular RIO irreverente y complejo. El inconformismo musical de Fulano, a finales de los 80's, mostró una nueva faceta, exorbitante e intrincada, que declaró la guerra al facilismo que imperaba en aquellos años. El trasfondo del portentoso aporte de Fulano reveló una verdad que parecía sepultada por las melodías simplistas del rock latino: todavía quedaba espacio para la experimentación.
El renacer de la ensoñación
Nadie sabe a ciencia cierta lo que sucedió a principios de los 90's. Para algunos, simplemente se produjo una especie de agotamiento musical y compositivo que trajo consigo una "vuelta al pasado" y, por ende, una revaloración del rock progresivo como género alternativo; otros prefieren hablar de un adormecimiento parcial del rock progresivo que posteriormente se tradujo en un despertar del movimiento en el epílogo del siglo XX. Lo cierto en que en estos últimos ocho años, la flama de la ensoñación en Chile revivió en forma asombrosa a travás de una savia joven que simplemente echó por tierra todos prejuicios que giraban en torno a este bello universo musical.
Grupos Alsur, con su fenomenal álbum "Fusión Latinoamericana", entre otros pavimentaron el camino a un número considerable de bandas que emergían en todo Chile, conservando esa identidad por la que tanto habían luchado sus predecesores, pero sin hacerle el quite a las influencias estilísticas de Europa. Esa fue la gran novedad de esta nueva avanzada que hizo de Tryo su nuevo paladín.
Tryo, grupo compuesto por los hermanos Ismael y Francisco Cortez (guitarras y bajo, respectivamente), y Fálix Carbone (batería) debe ser la mejor carta chilena en estos momentos (www.tryo.scd.cl). Esta agrupación viñamarina, dueña de un sonido absolutamente poderoso que se cimenta sobre la base de una fuerte influencia crimsoniana, acaba de lanzar este año su tercer álbum titulado "Patrimonio", en cual dejan de manifiesto la tremenda calidad compositiva que acompaña al grupo desde 1996 cuando grabaron su primera placa homónima con nueve intensos temas, sin dejar de mencionar a "Crudo", disco de 1998 que fue considerado como uno de los mejores de ese año.
Otra de banda que esboza un prestigio saludable es Akinetón Retard. Formados en Santiago en 1995, este quinteto integrado por Estratos Akrias (clarinete y saxo alto), Petras Das Petren ( saxo tenor, saxo barítono y voces), Tanderful Aturness (guitarras), Bolshek Tradib (batería) y Lera Tutas (Bajo) se dedicó a cultivar una vertiente bastante experimental que entre el RIO, la música Zeulh y algo de sonido Canterburiano. El resultado fue su homonimo, un disco fantástico que hará las delicias de los amantes del riesgo auditivo.
En esa misma línea aparecen otras dos excelentes agrupaciones. Se trata de Sarax, trío de Santiago compuesto por Demetrio Cifuentes (bajo), Marcelo Kid (guitarras) y Juan Pablo Velasco (batería). El grupo grabó en 1997 su primer registro de 11 complejos temas denominado "Fácula Bicorpórea", el cual presenta como referentes más cercanos las descargas de tensión de King Crimson, la frialdad de Univers Zero y la influencia significativa por parte de gente como Magma, Primus y John Zorn. El otro representante de esta corriente experimental es La Neura, cuya música podría definirse algo así como
rock para nervios bailarines, donde la polirritmia, la intensidad, el azar y la densidad (desde lo más cercano al silencio hasta la brutalidad sonora (en cuanto a
intensidades), juegan un factor importante. La Neura, Carlos Rodríguez (batería, objetos),
Michael Magliocchetti (guitarra eláctrica, percusión), Cristián Gandarillas (bajo eláctrico, voz, cornetas de juguete, objetos, percusión) Rodrigo De Petris (saxo tenor, vibrátono), acaba de producir su álbum debut "Genzur" con 19 temas en donde las formas rígidas y el equilibrio preconcebido están completamente descartados. Siempre en este mismo plano, y no menos trascendente es Eliomis, banda que cultiva un peculiar Sycho-Prog Experimental marcado por grupos como Pink Floyd, Magma, Residents y Gong. Eliomis, que en realidad es un proyecto de talentoso músico viñamarino Cristián Núñez, posee a su haber varias placas llenas de "Extreme Internal Perception" (1998); "Macrosychedelia", "The Purple Schizoid" y "Citric", su último registro, el cual ha tenido excelentes comentarios.
Al hablar de emblemas del nuevo prog rock chileno no se puede dejar de mencionar la propuesta sincera de Ergo Sum, quinteto santiaguino compuesto por Alejandro Tefarikis (gitarras), Sebastián Iglesias (bajo), Daniel Ríos (flauta traversa), Sergio Menares (batería) y Paul Zañartu (percusiones). "Ergo Sum" su primera placa de 1997, está compuesta por 6 ambiciosos temas que deambulan desde el hard rock hasta el jazz y que además posee como centro de atracción el virtuoso aporte de Daniel Ríos en la flauta, al mejor estilo de Jethro Tull, Flairck y Focus. Standard Implacable es otro exponente chileno de calidad. Con un sonido bastante creativo e innovador, este trío integrado por Ricardo Henríquez (bajo, teclados y mini moog), Gianny López (batería) y Jorge Larrea (guitarras) ofrecieron en 1996 un demo cd completísimo y de excelente estirpe llamado "Santuario", el cual posee una fuerte impronta de bandas como King Crimson, Primus y Rush.
En cuanto al sonido Neoprogresivo, Subterra y Dwalin (ambos de Santiago) llevan la delantera. Dwalin, compuesto por Salvador Hassard (voz y guitarra), Juan Rodríguez (teclados), Rodrigo Aranda (bajo) y Rodrigo Andalaf (batería), sacaron hace poco su disco debut "The green book" el cual se encuentra fuertemente influenciado por los cuentos de Tolkien y, musicalmente, por grupos como Jadis, Yes, Dream Theather y Genesis. Subterra, por su parte, abrió recientemente el show de Pendragon en Chile y aprovechó la ocasión para exhibir "La primavera de Praga", un demo cd que servirá de antesala de su esperado disco debut. La banda, liderada por el carismático vocalista Max Sánchez e integrada además por Leonardo Basso (guitarras), Gonzalo Sánchez (guitarra), András Saavedra (bajo), Javier Lagos (teclados) y Pablo Perich (batería), recoge influencias varias, siempre en el campo melódico, que van desde Marillion, Arena y Jadis, hasta las energáticas armonías de IQ. En esta misma línea destacan también agrupaciones como Eos, que además cuenta con un trabajo titulado "Demos"; Rivendel, interesante banda posee un registro denominado "Al sur del Sol"; Bachelor, con una propuesta un tanto más aventurera, que incluye flauta traversa y vientos andinos; Entrance, quienes se aprestan a lanzar su álbum debut en la vena de colosos como Kansas y Rush; Grande Sol, que ostenta también el rótulo de una de las grandes promesas chilenas en la línea de Steve Rothery, Camel y Mike Olfield; Pillán, que es la banda progresiva por excelencia de Concepción con sus innovadoras sinfonías que mezcla el típico sonido neo progresivo moderno con elementos propios de la cultura Mapuche precolombina, y por cierto, Shlensis, grupo capitalino integrado por Josá Castro (batería), Alejandro Valderrama (guitarra), Mauricio González (guitarra y voz) y Mauricio Mitchell (bajo), quienes a travás de su singular sonido, mezcla entre Los Jaivas y King Crimson, se han convertido en una de las bandas predilectas de la Arproch (Asociación de Rock Progresivo Chilena), organización creada en 1998 para promover y desarrollar en rock progresivo chileno, principalmente a travás de la realización de conciertos y la divulgación de Arlequín, revista que se distribuye cuatro veces al año y que junto a Subterránea, constituyen las únicas publicaciones verdaderamente progresivas de Chile.
A esta verdadera avalancha de grupos, se suman Crisálida, quinteto integrado por Rodrigo Sánchez (batería), Cinthia Santibáñez (voz), Cristián Carrillo (guitarras), Manuel Soto (teclados) y Rodrigo Castro (bajo), quienes el año pasado lanzaron un portentoso EP que rápidamente se transformó en el favorito de los fanáticos del Metal Progresivo, lo mismo que sus coterráneos de Metrópolis, que a travás su cd single de este año descargan los mejores de Hard Prog norteamericano. también irrumpieron con fuerza bandas como Amusia, constituida por Magdalena Pineda (teclados), Rodrigo García (bajo y voz), Luis López (guitarras) y Jorge Gironás (batería). Amusia ostenta dos producciones en su historial tituladas "Demo 1" (1997) y "Demo 2" (1998), las cuales están fuertemente impregnadas del inmortal espíritu canterburiano y del sonido clásico de bandas como Sof Machine, King Crimson, Gong y Pink Floyd. Finalmente, hay que destacar el trabajo de Sur Pacífico, trío compuesto por Marcos Ribas (ex bajista de los argentinos Rael), Paulette Joui Navarrete (cello) e Ismael Cortez (guitarrista de Tryo). Sur Pacífico se caracteriza por hacer una fusión de distintas influencias que van desde Robert Fripp y King Crimson hasta autores clásicos como Bartok y Bach.
En poco más de 5 años Chile ha avanzado impresionantemente en materia de rock progresivo. Aquella senda que construyeron Los Jaivas, Congreso y una serie de grupos, la mayoría de ellos en el anonimato, hoy en día está atiborrada con nuevos exponentes de alta calidad que se abren paso en medio de la asfixiante selva de la superficialidad sonora actual. Bien podría decirse que es un eco procedente del último rincón de planeta. La nueva generación progresiva de Chile está generando sonidos imponentes que crecen y se esparcen como el trueno y la tempestad... Son los acordes que vienen desde el fin del mundo.
http://www.progresiva70s.com/paises/chile.htm
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ResponderEliminarNuevos links de descarga, traidos por Garme Nascut el 24 de diciembre de 2013
ResponderEliminarFlac 16bits + Cue + Scans
http://pastebin.com/aBqye5pW
vuelvan a subir los discos de Los Blops y de Violeta Parra por favor amigos
ResponderEliminarPero, ahí está el link!
Eliminarhttp://pastebin.com/aBqye5pW
Por favor, miren bien antes de pedir resubidas que nos hacen perder tiempo pidiendo subidas que están activas, gracias