Artista: Frost*
Álbum: Milliontown
Año: 2006
Género: Neo Progresivo
Duración: 59:04
Lista de Temas:
1. Hyperventilate (7:31)
2. No Me No You (6:06)
3. Snowman (3:55)
4. The Other Me (4:51)
5. Black Light Machine (10:06)
6. Milliontown (26:35)
Alineación:
John Jowitt – Bajo
Andy Edwards – Batería
John Boyes – Guitarra
John Mitchell – Guitarra, vocales
Jem Godfrey – Teclados, vocales
Empezamos el viernes con la resubida de un disco fuera de serie (a pesar de que para mí no es un disco parejo, a pesar de que en el comentario de la entrada diga lo contrario, pero pasa que ese comentario no lo hice yo aunque lo respeto). El disco tiene dos temas (contando con que el que da nombre al disco dura la friolera de más de 26 minutos) que se encasillan en lo mejor que se ha hecho en el progresivo desde hace mucho pero mucho tiempo. El otro tema destacado es el que les dejo en el video y que ha sido reversionado por múltiples bandas en todo el mundo, me refiero al "Hyperventilate", y si no lo conocen escuchen un poco.
Una muestra de progresivo muy moderno, actual, talentoso, imaginativo... un disco que no puede faltar en cualquier colección progresiva y que demuestra que el género no tiene porqué estancarse en los sonidos de los setentas. Si no lo conocen, les cuento que es un discazo memorable... como dice un comentario: "un disco de la r.p.m.".
Frost* es un supergrupo de neo progresivo compuesto por Jem Godfrey (productor y compositor) y miembros de Arena, IQ, y Kino. Su música se destaca por combinar la música progresiva con elementos pop, con una gran técnica por parte de sus miembros.
Hay una cierta tendencia en el rock progresivo actual de revivir los viejos actos, reciclar temas, y rendir tributo a los "clásicos", lo que convierte a un genero que una vez fue sinónimo de la innovación, en una formula cuyo resultado es más o menos predecible. Por tal razón, cuando leí un comentario sobre los ingleses de Frost* y su como eran algo único en el movimiento neo-prog, estaba algo escéptico. Pero quedé muy gratamente sorprendido al escuchar algunas canciones de Milliontown, su debut.Ricardo A.
La música de Frost* es una fusión de la que me parece difícil encontrar una semejanza, el rock progresivo con toques poperos y teclados majestuosos suena familiar, pero en esta ocasión se ha transformado en algo gracias a la imaginación y creatividad del quinteto y el super equipo de producción detrás. Que se hace notar en el sonido limpio, imponente y algo industrial en su percusión.
Milliontown es una brisa (o mejor dicho, Tormenta) de aire fresco en el genero, la banda deja de lado la modestia y lo quiere hacer notar:
"Most prog bands sound as if the last thirty years never happened. How can that be progressive?"
Y suena a que se quieren lanzar muy arriba, para estrellarse bajo el peso de sus propias palabras, pero la verdad es imposible no amar este sonido, diría que es casi adorable. A pesar de estar conformado por certificados instrumentistas profesionales, Frost* no se pierde en su propio talento, y logra sacar adelante un álbum que toma como prioridad proyectar melodías encantadoras y una increíble energía, la brillantez técnica del álbum es solo un plus frente al innato talento de estos señores.
Como dato adicional, Jordan Rudess aclama este álbum, y no es sorpresa, con tal delicia de teclados, y esa sensibilidad para crear entrañables melodías. Es un trabajo que derrocha magia, lleno de momentos en los que simplemente no puedo evitar sonreír.
Frost* tiene dos álbumes de estudio hasta el día de la fecha, siendo el álbum debut lanzado en 2006 al que está dedicado este post, un disco completísimo a mi gusto del cual siento que ninguna canción ni un segundo está de sobra.
El "prog" está ahí, pero también está lo electrónico, con muchos efectos, texturas y sampleos, y también elementos del metal como se puede escuchar en "No Me No You" y "The Other Me"; una delicada producción sin duda.
Frost* es considerado un enclave cardinal dentro del progresivo moderno o neo-prog. Tras seis años desde su estreno, muchas new bands han digerido su acervo y es citada como influencia. Qué duda cabe si allanó el camino a seguir, pues muchos contemporáneos se giraron perplejos por la masa crítica que de manera uniforme se pronunció a su favor. Aún con sus hiatos y aparatosos directos, se erige como un oráculo de la escena británica. Inmediatamente posterior a la publicación del trabajo que nos ocupa, Pendragon, IQ, It Bites o Arena tornaron su sonido más directo, saldando una deuda interna, pero sin caer en la vacuidad de Asia, sino más bien jugando dentro de la escuela de TOTO, coqueteando sin pudor con el gentil AOR para conformar un cóctel atractivo a cualquier paladar.Israel Fdez
MillionTown busca sonar tan fresco que congele tus entumecidos oídos, señalar con el dedo cualquier ejercicio paleontológico y acometer una progresión más allá de lo puramente musical, sino también dentro de su contexto histórico, una evolución real. Todos los instrumentos que suenan a lo largo de sus sesenta minutos fueron creados posteriormente a la década de los ’90, desprendido de los estigmas de un género conservador y temeroso de permutas, contra lo que popularmente pudiera creerse. Y aunque el proceso de escritura fue bastante metareferencial, con pullas a los tótems de los ‘70, el acusado uso de samples de radio, síntesis digital, barridos extremos de frecuencias y demás recursos de estudio ponen de manifiesto lo evidente: la técnica no está reñida con el éxito ni la sencillez explícita con la calidad. El minucioso tratamiento de las baterías, con un agradable trabajo del panorama (60º – 60º – 60º) dilucide a la altura de sesionistas de reconocimiento mundial como Vinnie Colaiuta o Simon Phillips, pero no es ni más ni menos que Andy Edwards, baterista de IQ y profesor de la Midland Academy Of Drumming que, junto con su compañero al bajo John Jowitt, conforman las líneas rítmicas, sin olvidar a John Mitchell, prolífico guitarrista y colaborador asiduo de John Wetton, creador de The Urbane o Kino. De hecho, fue precisamente con Kino donde nació el germen de Frost*.
Jem Godfrey, productor cuarentón con abultada papada, fue responsable del proyecto pop Atomic Kitten, compositor de dancehits llenapistas, del tema That’s My Goal con el que Shayne Ward ganó la competición del X-Factor inglés en 2005, arreglista e ingeniero para series de Disney y tecladista a medio tiempo para quien bien pague. En conclusión, un adinerado músico que añoraba emanciparse y madurar creativamente sin dejar de ser el niño que escuchaba Camel o Génesis entre los vinilos de su casa. Se consideraba atrapado por canciones cortas de cuatro acordes, rimas inmediatas y total ausencia del factor sorpresa y, en un ejercicio de honradez, compró alrededor de cuarenta CD’s de los principales exponentes del prog rock actual y encontró a Kino. Su debut, ‘Picture’, cae en el abuso de querer ser muchas cosas sin definir ninguna y, aún dominando la pericia compositiva y arriesgando en el territorio, con coreables estribillos y líneas bien ejecutadas, apenas quedó como ensayo estilístico, un experimento fallido a medio camino entre sus compatriotas Jadis y los Yes más dóciles. Pero Jem descubrió tras las notas del disco un fulcro desde donde lanzar sus propuestas. John Mitchell aceptó de inmediato y comenzaron a trabajar con demos. Y para cuando fueron capaces de finalizar MillionTown, el sello alemán InsideOut Music, les fichó sin titubeos gracias a la experiencia del propio Mitchell.
Tan sólo seis temas componen el disco. Desde los abruptos saltos de escala de ingenioso cromatismo, al single más comercial y explícito, siendo en ‘The Other Me’ el acercamiento más inmediato al hit, recordando tanto a Truth? de Def Leppard como a la TV movie homónima de Disney Channel, quizá premeditadamente. En su mayoría, son canciones de amor a juzgar por las letras, pero a diferencia del R&B moderno, hay un cinismo generalizado, un sentimiento de venganza, sin victorias o derrotas. Conservan ese prisma sugestivo y sensual que hace irresistible a la música y a su vez, la energía del rock de estadio, recordando tanto a Queen como a Muse. Pese a ser el trabajo de un teclista de oficio, las enrevesadas guitarras alcanzan niveles de virtuosismo exacerbado y es en Black Light Machine donde estallan de forma controlada todos los desvaríos de Godfrey, engendrando un nuevo clásico, un poderoso Leviatán que arrolla la percepción y el interés del oyente hasta sumergirlo entero.
Mención especial merece el tema que da nombre a la placa, una suite de manual, veintiséis minutos subestructurados en seis bloques con diversidad geométrica y un concepto: basada en el libro de Gordon Houghton ‘The Apprentice’, comedia negra donde parte con la premisa de la muerte de Hades, La Agencia contrata a un zombie como aprendiz de Parca para llevar a cabo siete muertes, cada cual más visceral. La canción, una melange desarrollada con elegancia y calma que, en contraposición con ‘Hyperventilate’ (la introducción instrumental del álbum y vertiginosa lección de destreza ejecutiva), no chirría en ningún momento ni sobra minutaje del conjunto, invitando a ser revisado con periodicidad para descubrir nuevos matices. El sarcasmo de todo esto está claro: ¿autotune o vocoder en el rock progresivo? ¡Claro que sí! Los límites están en los perjuicios, no en el arte. Una visión personal, por revolucionaria que parezca, no tiene porqué conferir certeza a los hechos, pero ahí están sus dos peniques puestos con arrojo, y como reza el refrán sajón: «Si quieres algo bien hecho y pronto, hazlo tú mismo». Los frosties lo consiguieron.
Y traigo algunos videos al margen... en el primero se puede ver a la gente de Frost divirtiéndose en un recital...
Y aquí tienen e video de unos japoneses versionando el "Hiperventilate" en un cover espactacular, luego a otros japoneses y un batero haciendo un cover del mismo tema, como para que capten la influencia de este trabajo en músicos de todas partes...
Uno de los discos debut más fuertes que escuché ultimamente, y recomendado para todos aquellos con una mente abierta hacia este estilo, ya que usualmente las críticas suelen dividirse entre quienes les ha gustado mucho y a quienes les pareció muy "pop".
El prog que conocemos, pero con un giro totalmente modernoso! Espero que les guste, dejo el link en los comentarios (:
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ResponderEliminarEste es mi primer post y me presento a la comunidad :D. Pueden decirme Astral o como quieran ! Espero conocer gente copada y con gustos de los buenos. Espero que les gusten mis aportes, un abrazo! (:
ResponderEliminarBienvenido amigo! espero que te encuentres a gusto en este espacio.
ResponderEliminarEs el unico disco que escuche de ellos, buen material. Con Rafa nos divertíamos conjeturando que el * en Frost era un copo de nieve, jaja.
Gracias loco (: ! Jajaja y sabelo que lo del * también pasó por mi cabeza!
ResponderEliminarBienvenido al "Nuevo" =P Y que bueno que ya arranques aportando!
ResponderEliminarNo conozco el disco, pero si a la banda, a si que bajo y chusmeo... Gracias che!
Conocia el disco pero no la banda(?) jaja aportazo amigo!
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ResponderEliminarBienvenido Astral, tendras mas de esta banda :-)
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