Lo ocurrido tiene causas, y crear un Frankenstein no es gratuito. El atentado fallido contra Cristina y el clima de odio que lo precedió (incluido el lawfare) ponen en cuestión el estado suicida en que vive la sociedad, y se impone una profunda autocrítica social. Que se hagan cargo los que manifiestan con horcas, guillotinas y bolsas negras de cadáveres, los que quieren la pena de muerte y hacer queso gruyere con la gente, los que hablan de "ellos o nosotros". Tras el magnicidio fallido de la vicepresidenta, acaso estemos asistiendo al fin de la inocencia en un doble sentido: por un lado, porque finalmente de corre el velo del rostro espantoso del odio y de las derivaciones del vía libre para decir cualquier barbaridad; por el otro, porque muchos sectores y mucha gente, en especial dentro de la dirigencia política, ya no pueden mirar hacia otro lado si es que persiguen algo diferente de la disolución nacional.
La pistola que apunta a no es la de un loco suelto, mucho menos un "hecho indivual" como califica la Presidenta del Pro, intentando de movida frenar cualquier esclarecimiento del atentado. La idea del "acto de violencia individual" cuadra bien en esas bocas. Es el argumento que esgrime la ultraderecha estadounidense cada vez que alguien arremete con un fusil de asalto en escuelas, centros comerciales, negocios o plena calle.
Decía Rodolfo Walhs:
"Dentro del sistema, no hay justicia. Otros autores vienen trazando una imagen cada vez más afinada de esa oligarquía, dominante frente a los argentinos, y dominada frente al extranjero. Que esa clase esté temperamentalmente inclinada al asesinato es una connotación importante, que deberá tenerse en cuenta cada vez que se encare la lucha contra ella. No para duplicar sus hazañas, sino para no dejarse conmover por las sagradas ideas, los sagrados principios y, en general, las bellas almas de los verdugos".
Debíamos caer en cuenta que los enemigos del pueblo, la oligarquía, la embajada y sus secuaces son los amantes de la muerte por mas gestos y señales amistosas se le envíen ahora. El atentado se da en el marco de una ofensiva de los sectores más reaccionarios del arco político de arbitrar, mediante la justicia, una proscripción antidemocrática del kirchnerismo. Cuando Máximo Kirchner dijo, horas antes de este atentado, que la dirigencia opositora "está viendo quién mata al primer peronista" nadie imaginó semejante desenlace.
El arma del odio se ha venido construyendo desde hace 15 años, 5 décadas, 500 años.
- La pistola Bersa es de Lanata.
- El cargador es de Leuco.
- Las balas son de Feinmann.
- La mira es de Jony Viale.
- La empuñadura es de Majul.
- El cañón es de TN.
- La corredera es de Canosa.
- La tenencia es de Wiñazki.
- La portación es de Echecopar.
- El gatillo es de La Nación.
- El caño en la sien es de Comodoro Pro.
- La instigación es de Clarín.
- El plan es de la Embajada.
- El brasileño es un perejil.
Entre las causas hay que hablar del clima de odio que se ha instalado, principalmente por los medios y por las redes sociales, en el país desde hace ya demasiado tiempo. Algunos medios, desde hace muchos años, todo parece valer contra lo que se llame Kirchner y quienes apoyan su política. Desde la "civilizada" CABA, la proliferación de patrullas que se entregaron a tiempo completo a la tarea de hostigar a cualquier peronista que circulara por la calle, a arrojar piedras y excrementos contra la Casa Rosada y hasta a pararse frente a la misma con antorchas.
Recordemos que de una gran parte de las fuerzas políticas, de los medios y menos desde las redes, hubo jamás condenas a la aparición de horcas, guillotinas, bolsas mortuorias y muñecos con caretas de personajes vinculados al kirchnerismo colgados de las rejas de la Rosada ni a los carteles que llamaban directamente a la muerte en manifestaciones antiperonistas. Extravagancias peligrosas como los pedidos de pena de muerte o el "ellos o nosotros" estuvo largamente blanqueado.
El artista REP, en la edición de este 2 de septiembre del matutino "Página 12", sintetizó como nadie podrá hacerlo, por más que escriba una biblioteca entera, lo que implica el "discurso del odio". Se limitó a conjugar el verbo y darle el remate lógico de su evolución: "YO ODIO, TU ODIAS, ÉL ODIA, NOSOTROS ODIAMOS, VOSOTROS ODIAIS, ÉL DISPARA".
Discursos de odio nunca más, las palabras no son gratis y que las violencias discursivas son solo el preludio de las reales, que tarde o temprano llegan. Sobre todo, cuando la oposición deviene en rechazo, el rechazo, en odio y el odio, en negación de la propia condición humana del rival. La creación no de uno, sino de miles, cientos de miles, de Frankenstein, nos atañe a todos. Y hoy el mostruo está suelto.
Los mismos periodistas y políticos que de manera constante y sistemática alientan mensajes de odio, de muerte, de "son ellos o nosotros", ahora bregan por respeto por la república y sus instituciones. El repudio es necesario, pero no absuelve a quienes diariamente engendran violencia con sus discursos y sus acciones. Porque crearon un Frankenstein que hoy está suelto y puede atacar a cualquiera... O mejor dicho, a todos.
¡¡¡Hola!!! Podrían Subir Rock Nacional Volúmenes del 1 al 44 Pero en FLAC
ResponderEliminarSaludos Desde General Güemes
Hu, yo no lo tengo Gonzalo, por favor pedilo en la lista de correo
ResponderEliminar