Ir al contenido principal

Sir Salman, los inmigrantes y la condena invisible

Especial: El caso Rushdie, el novelista apuñalado el pasado viernes 12 de agosto cuando se disponía a dar una charla en Nueva York. El debate sobre la fatua del ayatolá Jomeini contra el escritor Salman Rushdie ha sido y es más complejo de lo que suele admitirse. En la imagen, la breve aparición de Salman Rushdie en una escena de la película "El Diario de Britney Jones" (2001). Por Montserrat Álvarez para el suplemento El Cultural del periódico ABC del Paraguay.

Por Montserrat Álvarez

El novelista Salman Rushdie fue apuñalado el pasado viernes 12 de agosto cuando se disponía a
dar una charla en Nueva York. Por fortuna, según las últimas noticias al momento (16 de agosto)
de escribir estas líneas, el ataque no fue letal.
El ataque se atribuye hasta el momento a la fatua emitida el 14 de febrero de 1989 por el ayatolá
Jomeini contra Rushdie como autor de Los versos satánicos, libro publicado por Penguin Books
en 1988 que el ayatolá declaró blasfemo. Rushdie, condenado a muerte por el ayatolá, tuvo que
vivir oculto y bajo la protección policial del gobierno británico durante años.
La mayoría de los intelectuales de todo el mundo declaró su apoyo incondicional a Rushdie, pero
en algunos casos el apoyo incluyó matices o reservas. Por ejemplo, el novelista John Le Carré
señaló que «la tolerancia no llega al mismo tiempo ni de la misma forma a todas las religiones y
culturas» y que «también la sociedad cristiana, hasta hace poco, ponía el límite de la libertad en
lo sagrado» (1).
Como cualquier historiador sabe, Le Carré tenía razón. Las leyes contra la blasfemia subsistieron
hasta fechas relativamente recientes en los países occidentales (y en esa misma Inglaterra donde
Penguin publicó Los versos satánicos, la herejía fue castigada con pena de muerte hasta el siglo
XVII). Pero no tenía razón solo por eso, sino también porque sería muy ingenuo en nuestros días
creer que la censura solo responde a leyes escritas y públicas.
En 1979, apenas nueve años antes de que el libro de Rushdie apareciera en la colección Viking
de Penguin Books, la película The Life of Brian de los Monty Python tuvo que ser recortada para
su exhibición. En 1967, la tirada de otro libro de Penguin fue destruida: Massacre, del dibujante
francés Siné. Sabiendo que esa sátira del cristianismo era ofensiva para muchos, el fundador de
Penguin, Allen Lane, y cuatro cómplices entraron una noche al depósito, se llevaron todos los
ejemplares, los quemaron y anunciaron al otro día que el libro estaba agotado. No lo hicieron por
motivos religiosos, sino para no ofender al público. La misma razón por la cual aun hoy sellos
editoriales, medios de prensa, canales de YouTube, etcétera, revisan sus contenidos, y a veces los
moderan o descartan.
La prensa occidental ha presentado siempre el caso Rushdie como el choque entre una horda
sudorosa de fanáticos marrones y un escritor nacido en la India pero británico por su formación y
espíritu ilustrado que se mostró irreverente con la obsoleta religión de su felizmente superada
niñez tercermundista, es decir, como un ataque a la libertad de expresión del mundo moderno,
pero aunque en nuestras democracias laicas no se condene al blasfemo a la picota, las «arcaicas»
leyes públicas han mutado en normas tácitas (quizá más eficaces aún por ello) adoptadas en aras
del temor o la conveniencia, y, desde luego, hay sensibilidades más protegidas que otras.
Habría que considerar la posibilidad de que para algunos musulmanes la publicación del libro de
Rushdie haya podido ser incómoda, al margen de las tortuosas políticas del ayatolá. Sabemos de
represalias violentas por caricaturas que reproducen estereotipos grotescos: esas represalias no las toma el musulmán común, de a pie. Son fenómenos terroristas, de otra índole y otro origen.
Por eso mismo, antes de expresar cualquier ocurrencia –y no me refiero al libro de Rushdie, cuya
condena sospecho que fue casi aleatoria y movida por ciertos factores coyunturales ajenos a su
contenido–, sería justo tener en cuenta el natural y legítimo sentimiento de ofensa que cualquier
persona afectada por un prejuicio puede experimentar. Una cosa es reírse de los poderosos y otra,
muy distinta, de los débiles.
Más que la novela en sí, el tratamiento del caso Rushdie por parte de la prensa y de la mayoría de
los intelectuales, que aplaudieron al escritor mientras crecía el desprecio por las comunidades
musulmanes en el mundo, podría llevar a esas comunidades a sentir más precario su presente y
más incierto su futuro. Quizá para un inmigrante musulmán que sobrevive en un barrio pobre de
alguna ciudad europea trabajando como jornalero ese tipo de ejercicio ilustrado de la libertad de
expresión no tenga nada de liberador.
Desde los artículos de Christopher Hitchens en los 90 hasta el tuit de hoy del presidente francés
Macron, el caso Rushdie ha contribuido a reforzar una oposición entre Ilustración (europea) y
barbarie (musulmana) que requiere la destrucción de siglos de historia y el desconocimiento del
presente.
Gracias a esta frívola dicotomía, nadie ata los cabos sueltos (2), nadie ve la tragedia real de la
revolución traicionada, nadie reconoce el fracaso de la utopía en el edicto asesino de Jomeini. El
gobierno británico brindó protección a Rushdie porque Rushdie es un ciudadano británico. El
mundo repudia la condena a muerte de Rushdie, pero no los asesinatos de miles de iraníes por el
mismo régimen que lo condenó. El propio Rushdie habla siempre exclusivamente de sí mismo,
de su propia obra y de la fatua contra él. Nunca menciona a los cientos de escritores musulmanes
efectivamente encarcelados, torturados y ejecutados.
Le Carré también dijo que, si se trataba de vender el libro o sacarlo de circulación, le preocupaba
«más la empleada de Penguin cuyas manos podrían volar al abrir el correo que las regalías de
Rushdie». También otro escritor, Roald Dahl, declaró al Times: «Si yo fuera Rushdie, por el bien
de todos los amenazados, trituraría esa maldita cosa. Salvaría vidas» (3). Y el crítico de arte John
Berger escribió en The Guardian: «Sospecho que Salman Rushdie podría a esta altura considerar
pedir a sus editores de todo el mundo que no publiquen más tiradas de Los versos satánicos. No
por la amenaza a su vida, sino por la amenaza a la vida de aquellos que son inocentes y no han
escrito ni leído el libro» (4).
En contrapartida, el novelista Anthony Burgess no solo encontró inaceptable ceder un ápice a la
amenaza del ayatolá, sino que puso en el tapete las más amplias dimensiones de la soberanía
nacional e incluso la guerra, reclamando una respuesta acorde al desafío: «Ordenar a los
ultrajados hijos del profeta que asesinen a Rushdie y a los editores de Penguin en suelo británico
equivale a una yihad. Es una declaración de guerra a los ciudadanos de un país libre y, como tal,
un acto político. Tiene que ser respondido con una declaración igualmente directa, aunque menos
asesina» (5).
Es fundamental no dar la espalda a nadie amenazado por una fatua. Como Le Carré dijo una vez,
ninguna persona decente puede dejar de repudiarla. Solo intentamos mostrar que este debate es
más complejo de lo que se suele admitir –y, paradójicamente, tolerar–.
En los meses posteriores a la publicación del libro de Rushdie, se detectaron bombas en librerías
y en sucursales de Penguin en diversas ciudades. Aunque sea una obviedad, cabe señalar que los
empleados y vendedores, como los transeúntes, a diferencia del autor, no tenían protección
policial. Dijimos antes que el ayatolá condenó a muerte a Rushdie, que es lo que siempre se dice,
pero las palabras de Jomeini el 14 de febrero de 1989 fueron:

«Informo a todos los fieles musulmanes del mundo que el autor del libro Los versos satánicos, publicado en oposición al Islam, el Profeta y el Corán, y todos los involucrados en su publicación que conocían su contenido, quedan condenados a muerte».

El cadáver de Hitoshi Igarashi, traductor al japonés del libro de Rushdie, muerto a puñaladas, fue
encontrado frente a su oficina, en un pasillo en la Universidad de Tsukuba, al norte de Tokio,
donde trabajaba como profesor asistente, en julio de 1991. Unos días antes, el traductor del libro
al italiano, Ettore Capriolo, fue apuñalado en su apartamento de Milán, aunque sobrevivió.
Rushdie fue nombrado caballero del Imperio Británico en el 2007 por sus servicios a la literatura
y vive en Nueva York. Se ha casado cuatro veces. Su bestseller, Los versos satánicos, ha subido
esta semana al primer puesto de los libros más vendidos en Amazon.

Notas
(1) «Rushdie, Hitchens y Le Carré: titanes en el ring», Suplemento Cultural, 21/08/2022.
(2) «Ellos y nosotros y Rushdie», Suplemento Cultural de ABC Color, 21/08/2022.
(3) «Pulp book to save lives, says Dahl», The Times, 17 de febrero de 1989.
(4) William Weatherby, Salman Rushdie: Sentenced to Death, Nueva York, Carrol & Graf, 1990.
(5) «Iran Tells Britain to Condemn Book», Washington Post, marzo de 1989.



Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim

Isaac Asimov: El Culto a la Ignorancia

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,

Pink Floyd - Doug Sax Remasters (Discografia 67-87) (2007)

Se viene el fin de semana largo y nosotros no apareceremos hasta el lunes, así que siempre tratamos de dejarles varias cosas para que se acuerden de nosotros. Y esta vez es Felicia quien nos trae nada más y nada menos que a Pink Floyd en una de sus muchas, muchísimas remasterizaciones y reediciones, esta vez se trata de su discografía que va de 1967 hasta 1987, laburada por el reconocido ingeniero de sonido Doug Sax, que según dicen los entendidos es quien mejor ha podido plasmar el sonido Floyd, o al menos uno de los que mejores resultados ha tenido. Y con esto cerramos otra semana a pura música, sorpresas y ganas de romper las pelotas, otra semana típica en el blog cabeza. Artista: Pink Floyd Álbum: Doug Sax Remasters Año: 1967 - 1987 Género: Rock Psicodélico / Rock progresivo Referencia: Pink Floyd Ilustrado Nacionalidad: Inglaterra Pink Floyd supone todo un jardín de ediciones para perderse. He escuchado muchas diferentes, aunque no sé si todas porque hay una b

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos

Alejandro Matos - Carnaval De Las Víctimas (2024)

Tras el impresionante "La Potestad" en el 2015, y casi diez años después llega el nuevo y  magnífico álbum del multiinstrumentista Alejandro Matos "Carnaval De Las Victimas", otro trabajo de primer nivel que para constatarlo se puede ver simplemente el lugar que ocupa en Progarchives, dentro de los mejores discos del este año 2024 a nivel mundial, y con eso ya nos damos una idea de la valía de este nuestro trabajo, donde Alejandro Matos se ocupa de todos los instrumentos salvo la batería, conformando un trabajo oscuro, cinematográfico, elegante y ambicioso, y toda una reflexión sobre los tiempos que corren, en base a buenos riffs y melodías cautivadoras, hasta su bucólica y triste belleza. Un trabajo que llevó tres largos años, que cursa su travesía desde un medio tiempo en casi toda su extensión y se escucha como un oscuro regalo de los dioses... o de los demonios, uno vaya a saber, pero que definitivamente tenemos que recomendar al selecto público cabezón. Ide

Con la IDEA fija en cagarnos la vida

Javier Milei fue aplaudido por gerentes y empresarios de los grupos económicos reunidos en el Coloquio de IDEA. Aplaudían que la economía argentina está siendo devastada para ponerla al servicio de su propia rentabilidad. Aplaudían radicalidad ideológica y salvajismo político. Aplaudían una democracia raquítica. Y también el estado de salud de un peronismo que discute el tamaño del ombligo de sus dirigentes. Justo un 17 de octubre, cuando tendría que estar pensando en cómo combatir al capital. Por Fernando Gómez Los aviones privados se agolpaban en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Mar del Plata. Trasladaban a los empresarios que se reunieron en la 60ª edición del “Coloquio de IDEA” con un interrogante que denota la ofensiva desatada por los sectores más radicalizados ideológicamente de las clases dominantes en la Argentina: “Si no es ahora, cuándo”. El Coloquio de IDEA es un espacio de lobby y presión política de los principales grupos económicos que operan en la

Bill Bruford - The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years (2024)

Empezamos la semana con la nueva versión del "Red" de King Crimson, seguimos luego con Bill Bruford´s Earthworks y parece que seguimos en la misma onda porque ahora presentamos, gracias al Mago Alberto, algo recién salido del horno: "The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years", que no otra cosa que una retrospectiva completa que cubre amplias franjas del trabajo del legendario baterista, desde su homónima banda de jazz-rock hasta la encarnación final de su célebre banda de jazz Earthworks, un conjunto de tres discos que está lleno de numerosas colaboraciones; su compañero de Yes Patrick Moraz, el pianista holandés Michiel Borstlap, Luis Conte, Chad Wackerman y Ralph Towner, entre otros. Artista: Bill Bruford Álbum: The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years Año: 2024 Género: Jazz Rock /  Fusion Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea. Nacionalidad: Inglaterra Ante

Rock Federal: La Secuela

La Secuela es una banda de rock fusión que comenzó su camino a principios de enero del 2005. Son de Buenos Aires. Comenzaron como una banda de Rock Progresivo con toques jazz, el pop, ritmos latinos. Actualmente son una potente banda de Rock Pop con pasajes de aquel Rock Progresivo que supieron hacer. Pero además sus presentaciones en vivo van con otras expresiones artísticas como la pintura, el teatro, el cine y el Arte performático. Esta es otra de las bandas que te presentamos en este trabajo en conjunto entre Amiba (Asociación Músicos independientes Buenos Aires, el blog cabeza y quien escribe. Beto Nacarado

King Crimson - Red (Elemental Mixes) (1974 - 2024)

Y para empezar la semana siempre vamos con algo bueno ¿Y qué decir de esto que ahora nos trae El Mago Alberto?, tenemos uno de los disco claves del Rey Carmesí con temas inéditos, y me copio de uno de los comentarios de esta entrada: "El último gran álbum de los mejores King Crimson, los de la década de los ’70, veía la luz en aquel Noviembre de 1974. "Red" nacía proyectando su propia sombra densa, vestida de elementos de su sinfónico pasado, de un oscuro y rauco jazz y del naciente heavy metal, marcado este último por las distorsionadas guitarras y sus pétreos riffs, que dieron una visión un tanto peculiar de aquel primogénito del Hard Rock desde el especial prisma de Robert Fripp. (...) Este álbum sin duda marcó un antes y un después en la carrera de la banda, pues tras 7 años de silencio después de "Red", la banda volvió entrados los ’80 con otra onda completamente distinta, otra visión y concepción de su sonido, sonando también interesantes y originales, pe

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.