Premiata Forneria Marconi en Lima
La noche del 30 de abril en Lima
fue una verdadera fiesta: una celebración, no sólo de la legendaria música que
nos dejaron en los setentas sino de una muestra de vitalidad y carisma de la
banda liderados por el baterista Franz Di Cioccio.
Los temas abarcaron diversos
períodos de la agrupación, pero en un 90%, enfocándose en su período clásico. PFM
conserva hoy sólo a dos de los miembros que integraron la formación más
prolífica y recordada de la banda: Franz Di Cioccio, un frontman doble función
que va hiperkinético de la batería al centro del escenario cada vez que deja
los tambores para asumir el rol de voz líder, y Patrick Djivas, el bajista que
en los 80 inclinó al grupo hacia los caminos de la fusión entre el rock y el
jazz.
Este dúo estuvo rodeado por un
grupo de destacados músicos: Marco Sfogli a la guitarra eléctrica, Lucio Fabbri
que ofrece uno tras otro increíbles solo de violín y Roberto Tagliabini que
colorea la variada música PFM con una variedad de sonidos.
La banda desplegó su repertorio con
el intro “Il Regno seguido con clásicos inmortales como la legendaria “La luna
nuova”, “Photos of ghosts”, y sobre todo “Il banchetto”, una de sus canciones
más emblemáticas aparecida en el álbum “Per Un Amico” de 1972, que resaltó por
su genial interpretación. Mientras Di Cioccio daba muestras de gran vitalidad
desde la batería al micrófono en su rol de frontman, los demás integrantes
exhibían sus cualidades musicales y recreaban ese sonido tan único del mejor
art rock italiano.
El show siguió presuroso con el
sublime “Dove... quando’ y la fenomenal ‘La carrozza di Hans’ del primer álbum
del grupo “Storia di un Minuto”, seguido de una bellísima interpretación de
‘Impressioni di settembre’ y esa melodía vocal y solo de teclado inmortales.
El juego de luces instalado juega
parte muy importante de la propuesta de esta noche. Dan lugar entonces, a otros
dos temas del nuevo disco, “La Danza Degli Specchi” y “Freedom Square”, tema
rítmico donde el público participa en el coro. Continúan con “Promenade the
Puzzle” que interpretan en inglés, haciendo mención a su colaboración con Peter
Sinfield y su adaptación del italiano al idioma de Shakespeare.
Siguen con “Harlequin” y Di
Cioccio se convierte en un personaje que, cual arlequín, nos narra cuentos y
pinta objetos en el aire. Luego de un corto silencio, explican que en tiempos
recientes hicieron versiones a temas de música clásica en la que nos exhiben su
faceta sinfónica actual: interpretó pasajes de “Romeo e Giulietta: Danza dei
Cavalieri” de Prokofiev y la la “Overtura
de Guillermo Tell” de Rossini, con un endemoniado violín eléctrico como punta
de lanza.
La entrega del público a lo largo
del concierto ha sido total y al juntarse todos al frente del escenario para
hacer una caravana de agradecimiento, reciben un aplauso intenso. Dejan pasar
un minuto y regresan para interpretar dos temas infaltables de PFM, “Dolcissima
Maria” y “È festa”, mejor conocida por su título en inglés, “Celebration” que
contó con un lúdico solo de batería doble a cargo de Di Cioccio y Gualdi.
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