Cuando se internaliza la corrupción: la Argentina sufrió en abril la mayor salida de capitales financieros en un mes de los últimos 17 años, lo que produjo el más alto egreso en la cuenta capital y financiera (por US$3939 millones) desde octubre de 2007 a la fecha. Ese fue el momento en que la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers dejó a la vista del mundo la dimensión que podía tener la crisis de las hipotecas en Estados Unidos. Los datos surgen del balance cambiario que el Banco Central (BCRA) publicó ayer, una foto parcial (esa tendencia siguió y se profundizó en las dos primeras semanas de este mes) que explica la escapada del dólar en la plaza local y las dificultades que el Gobierno y el BCRA tuvieron para controlar la corrida contra el peso y el riesgo argentino. Más deuda, más fuga, más deuda... En un Titanic en el que existen muy pocos pasajeros de primera clase con acceso garantizado a los botes salvavidas.
El endeudamiento es clave en ese contexto, y no para financiar el desarrollo como nos prometieron cuando acordaron con los fondos buitres, sino para seguir financiando la fuga de capitales; el otro rasgo estructural atávico de nuestra economía, tanto como la restricción externa o la inflación. El tema es como engatuzar a la sociedad para que ellos puedan hacer sus chanchadas.
La estrategia discursiva del gobierno amarillo es profundizar en la misma línea que le permitió captar voluntades entre los ajustados y explotados, para perpetuar el ajuste y perfeccionar la explotación: bien marcaba en ésta nota de Página 12.
Hay una apelación discursiva del gobierno amarillo cada día menos velada a profundizar las divisiones en la sociedad; explotando las grietas sociales que tan bien leyeron para ganar en el 2015 y el año pasado, tirando sal en las heridas en lugar de (como prometieron en campaña) "unir a los argentinos".
La compulsión a fugar capitales extraídos de la evasión fiscal o de la generación de ganancias extraordinarias es un rasgo común a todas las fracciones del capital local, tanto como su obsesión por el tamaño del Estado, o su insistencia en reducir los salarios o flexibilizar las condiciones de trabajo de la fuerza laboral. Es evidente que un gobierno con tan acentuado sesgo de clase en su composición como el de Corporación Cambiemos está demasiado jugado en la defensa de sus propios intereses y los de los sectores a los que expresa, como para no "morir con las botas puestas"; perserverando en el mismo rumbo.
Porque resulta que el modelo macrista entró en crisis mucho más rápido que lo esperado por todos. Y de pronto atravesamos el otoño en un gran desquicio de los índices económicos, medidos bajo cualquier óptica política. Tenemos un peso que vale un 20% menos que hace un mes. Eso se traslada a la inflación. Se batieron récords en pérdida de reservas. Las tasas por las nubes inducen a un enfriamiento de la actividad económica.
Los amarillos se la jugaron en medio de la corrida, y para salvar las papas ante la inminente explosión de la burbuja de las Lebacs, nos pusieron la soga al cuello: las Lebacs estaban en un 30% en manos del sector público, otros 30% lo tenían bancos privados y el 40% restante estaba entre fondos comunes de inversiones (que es como el sector de los bancos) y pequeños ahorristas. Lo que hicieron, para salir del paso, fue una jugada muy nociva para el país: les ofrecieron a los bancos la posibilidad de que el capital inmovilizado que tienen, la parte de los depósitos que los bancos tienen inmovilizados en el BCRA a tasa 0, los pudieran utilizar para comprar Lebacs. Esos son fondos que garantizan la solidez del sistema bancario. A partir del lunes, en lugar de tener 0% de remuneración, los bancos pasaron a tener 40%. Eso lo pagan los fondos públicos, o sea todos nosotros, y pone al sistema bancario en situación de fragilidad. Es una astucia para salir del paso. Pero nada de esto es sostenible en un mediano y largo plazo.
Aquí, una nota con una explicación sencilla sobre la explosión de las Lebacs que tarde o temprano, de una manera u otra, nos va a afectar: "la ingeniería financiera del Central solo da lugar a una bola de nieve de las Lebac que tiene estación final en nuevas devaluaciones, crisis cambiarias y financieras, caídas del salario y empeoramiento de las condiciones de vida de la población."
El Titanic sigue su rumbo...
Cleptocracia (del griego clepto, 'robo'; y cracia, 'fuerza' = dominio de los ladrones) es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo político y/o el peculado, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes debido a que todos los sectores del poder están corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el sistema político y económico.Wikipedia
El endeudamiento es clave en ese contexto, y no para financiar el desarrollo como nos prometieron cuando acordaron con los fondos buitres, sino para seguir financiando la fuga de capitales; el otro rasgo estructural atávico de nuestra economía, tanto como la restricción externa o la inflación. El tema es como engatuzar a la sociedad para que ellos puedan hacer sus chanchadas.
La estrategia discursiva del gobierno amarillo es profundizar en la misma línea que le permitió captar voluntades entre los ajustados y explotados, para perpetuar el ajuste y perfeccionar la explotación: bien marcaba en ésta nota de Página 12.
Hay una apelación discursiva del gobierno amarillo cada día menos velada a profundizar las divisiones en la sociedad; explotando las grietas sociales que tan bien leyeron para ganar en el 2015 y el año pasado, tirando sal en las heridas en lugar de (como prometieron en campaña) "unir a los argentinos".
Hace tiempo se usa la palabra cleptocracia. Atribuye a quienes gobiernan la propensión morbosa a robar que tienen los cleptómanos. Se ha usado para denunciar y exhibir la deshonestidad de un grupo gobernante más dedicado a robar que a gobernar. Es útil ahora explorar una hipótesis doble: que esa condición se ha hecho global y que tiene inclinación fascista, que los gobiernos actuales del mundo entero tienen una doble propensión, al hurto y al fascismo. A la corrupción que ha invadido paso a paso todas las estructuras de la sociedad y el gobierno, se agrega ahora la peligrosa inclinación a asociar las reivindicaciones sociales con las nacionales dentro de un encuadramiento unitario basado en la emoción patriótica, exacerbada por amenazas supuestas o reales de un enemigo que está dentro y fuera del territorio nacional y exige un ejercicio autoritario excluyente.Gustavo Esteva
La compulsión a fugar capitales extraídos de la evasión fiscal o de la generación de ganancias extraordinarias es un rasgo común a todas las fracciones del capital local, tanto como su obsesión por el tamaño del Estado, o su insistencia en reducir los salarios o flexibilizar las condiciones de trabajo de la fuerza laboral. Es evidente que un gobierno con tan acentuado sesgo de clase en su composición como el de Corporación Cambiemos está demasiado jugado en la defensa de sus propios intereses y los de los sectores a los que expresa, como para no "morir con las botas puestas"; perserverando en el mismo rumbo.
Porque resulta que el modelo macrista entró en crisis mucho más rápido que lo esperado por todos. Y de pronto atravesamos el otoño en un gran desquicio de los índices económicos, medidos bajo cualquier óptica política. Tenemos un peso que vale un 20% menos que hace un mes. Eso se traslada a la inflación. Se batieron récords en pérdida de reservas. Las tasas por las nubes inducen a un enfriamiento de la actividad económica.
Los amarillos se la jugaron en medio de la corrida, y para salvar las papas ante la inminente explosión de la burbuja de las Lebacs, nos pusieron la soga al cuello: las Lebacs estaban en un 30% en manos del sector público, otros 30% lo tenían bancos privados y el 40% restante estaba entre fondos comunes de inversiones (que es como el sector de los bancos) y pequeños ahorristas. Lo que hicieron, para salir del paso, fue una jugada muy nociva para el país: les ofrecieron a los bancos la posibilidad de que el capital inmovilizado que tienen, la parte de los depósitos que los bancos tienen inmovilizados en el BCRA a tasa 0, los pudieran utilizar para comprar Lebacs. Esos son fondos que garantizan la solidez del sistema bancario. A partir del lunes, en lugar de tener 0% de remuneración, los bancos pasaron a tener 40%. Eso lo pagan los fondos públicos, o sea todos nosotros, y pone al sistema bancario en situación de fragilidad. Es una astucia para salir del paso. Pero nada de esto es sostenible en un mediano y largo plazo.
Aquí, una nota con una explicación sencilla sobre la explosión de las Lebacs que tarde o temprano, de una manera u otra, nos va a afectar: "la ingeniería financiera del Central solo da lugar a una bola de nieve de las Lebac que tiene estación final en nuevas devaluaciones, crisis cambiarias y financieras, caídas del salario y empeoramiento de las condiciones de vida de la población."
El Titanic sigue su rumbo...
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