Los grandes mentimedios perfeccionan la mentira. El montaje escénico impone que Cambiemos va ganando por cuatro puntos. Que a Nisman un poco más y lo mató Santiago Maldonado, como ya circula jocosamente en las redes antisociales. Que los mapuches son una especie de montoneros y que estamos rodeados de terroristas, por lo que hay que llamar a las fuerzas armadas, como anda diciendo los Amarillos apoyados por los mientimedios y la telebasura. Hay que enfrentarlos sabiendo que son capaces de lo peor, ahí están Nisman, Maldonado, Milagro Sala, la censura, la mentira, los Panamá Papers y los negocios de famiglia. Para avanzar en el camino del desmantelamiento argentino, es necesaria la construcción de enemigos en todos aquellos que demuestren organización para enfrentar las políticas de ajuste, de miseria y de represión. La naturalización de la persecución a quienes ostenten cuestionar el orden actual o la naturalización de la misma desaparición forzada de Santiago Maldonado es directamente funcional para imponer el nuevo orden social y económico que intenta el macrismo desde su llegada al poder. Las preguntas que convendría hacer son: ¿hasta dónde van a llegar? ¿cuáles son los límites?
Para los sectores más rancios de la sociedad, es muy importante que el olvido se apodere de las conciencias mayoritarias, para imponer políticas económicas y sociales que destruyen el bienestar popular y aplastan cualquier sentido de progreso colectivo. Deben ocultar el pasado, porque se saben los generadores de las peores catástrofes sociales y representan las más bajas inmoralidades cometidas desde nuestros inicios como Nación.
El Show del Horror
La construcción de un enemigo interno a quién culpar, perseguir o exterminar remite directamente a la última dictadura cívico-militar, cuando las Fuerzas Armadas combatieron a los "enemigos internos". Sin embargo, su necesidad existe desde la conformación del Estado argentino: lo considerado "barbarie", "peligroso", "amenaza", o "subversivo", son categorías que siempre sirvieron al poder para mantener el orden de la aclamada civilización y, por lo tanto, se vuelven a actualizar en cada contexto institucional según las necesidades de turno.
Una nueva desaparición forzada en democracia. Allanamientos a locales de diferentes organizaciones sociales, políticas y culturales. Detenciones arbitrarias tras movilizaciones multitudinarias. Ataques a militantes. Persecución a estudiantes en lucha. Síntomas de una época que parecería abonar el retroceso en Derechos Humanos y la naturalización de prácticas que estigmatizan a los sectores populares. A esto se suma la constante construcción mediática de un enemigo político con fuerte direccionamiento a las comunidades mapuches, los grupos anarquistas y toda la militancia social y política. ¿A qué se debe este escenario? ¿A quién le conviene la construcción de un enemigo?
Santiago Maldonado: este domingo habrá marchas en todo el país al cumplirse 2 meses de su desaparición forzada.
La desaparición de Santiago nos involucra a todos, no se trata de una cuestión de política partidaria y/o electoral porque están en juego los derechos más elementales y es por eso que nos debemos unir para exigir su aparición con vida. Como sociedad necesitamos saber la verdad y es por eso que exigimos justicia.
Y ojo que esto apenas está empezando.
La construcción mediática
Hace semanas se puede ver cómo se construye desde los medios un escenario de violencia política que justificaría las detenciones, represiones y persecuciones que sufren tanto los integrantes de la comunidad mapuche en las tierras de la Patagonia, como los militantes sociales que se movilizan y los periodistas que quieren comunicar los distintos amedrentamientos que se están ejerciendo desde las fuerzas de seguridad en distintos ámbitos: marchas que reclaman la aparición con vida de Santiago Maldonado hasta las manifestaciones de las comunidades originarias que exigen que se respete la recuperación legal de sus tierras.
Desde el discurso del gobierno nacional y de consagrados periodistas afines a éste, sobre todo desde la desaparición de Santiago Maldonado, se buscó instalar un clima de violencia en las calles ocasionado por grupos que englobarían a una mezcla de terroristas, subversivos y guerrilleros que buscarían instalar el caos en la sociedad, pero que tienen poca incidencia en la realidad. Así, comenzaron a sucederse una serie de hechos que permitieron poner en distintos primeros planos imágenes de incendios y estallidos de bombas molotovs que estarían realizados por supuestos grupos mapuches, manifestantes o anarquistas, es decir, quienes reclaman al Estado por Santiago Maldonado. En otras palabras: los nuevos enemigos políticos.
Lejos de investigar a los verdaderos ejecutores de dichos sucesos, se replicó por todos los medios gráficos, radiales y televisivos en su poder -el poder de los medios hegemónicos- la instalación del caos que se estaría viviendo en todo el país, con un fuerte epicentro en la Patagonia y la Ciudad de Buenos Aires. Tampoco se pusieron en contexto los reclamos que se exigen en paralelo porque la violencia -que estaría originada en estos grupos- es peligrosa, subversiva y una amenaza en sí misma y, por lo tanto, es necesario exterminarla. Estos discursos olvidan poner en discusión la propia violencia que pone en acción el Estado.
La naturalización al extremo de estas operaciones mediáticas y oficiales tiene como resultado la indiferencia social -o el miedo- frente a la violencia ejercida por el Estado con su aparato represivo, es decir, permiten justificar y naturalizar las desapariciones, las muertes y la represión proveniente de las fuerzas estatales, ¿suena familiar?
Verás que todo es mentira y jibarización
A casi dos meses, la desaparición forzada de Santiago Maldonado no se puede analizar sin poner en relación con la persecución que sufre la comunidad mapuche de Pu Lof desde marzo de 2015 cuando iniciaron un proceso de recuperación de sus tierras. Las amenazas, hostigamientos y represión que sufren se habían puesto de manifiesto en enero de este año cuando fueron brutalmente cazados por la Gendarmeria Nacional, sin embargo, la represión que sufrieron el 1 de agosto de 2017, afirmaron los integrantes de la comunidad mapuche, fue mucho peor. Por su parte, el gobierno nacional y los medios hegemónicos se dedicaron sistemáticamente a encubrir, negar e instalar pruebas falsas sobre el paradero de Santiago Maldonado, criminalizando a quienes denuncian la responsabilidad del Estado y los funcionarios actuales.
Siempre decimos que recordar es un sano ejercicio para mantener la coherencia entre lo sucedido antes y lo esperable en el futuro. Es un modo sencillo y muy humano de entender la realidad, ya sea para sostenerla o para cambiarla.
La construcción de un enemigo interno a quién culpar, perseguir o exterminar remite directamente a la última dictadura cívico-militar, cuando las Fuerzas Armadas combatieron a los "enemigos internos". Sin embargo, su necesidad existe desde la conformación del Estado argentino: lo considerado "barbarie", "peligroso", "amenaza", o "subversivo", son categorías que siempre sirvieron al poder para mantener el orden de la aclamada civilización y, por lo tanto, se vuelven a actualizar en cada contexto institucional según las necesidades de turno.
Una nueva desaparición forzada en democracia. Allanamientos a locales de diferentes organizaciones sociales, políticas y culturales. Detenciones arbitrarias tras movilizaciones multitudinarias. Ataques a militantes. Persecución a estudiantes en lucha. Síntomas de una época que parecería abonar el retroceso en Derechos Humanos y la naturalización de prácticas que estigmatizan a los sectores populares. A esto se suma la constante construcción mediática de un enemigo político con fuerte direccionamiento a las comunidades mapuches, los grupos anarquistas y toda la militancia social y política. ¿A qué se debe este escenario? ¿A quién le conviene la construcción de un enemigo?
Santiago Maldonado: este domingo habrá marchas en todo el país al cumplirse 2 meses de su desaparición forzada.
La desaparición de Santiago nos involucra a todos, no se trata de una cuestión de política partidaria y/o electoral porque están en juego los derechos más elementales y es por eso que nos debemos unir para exigir su aparición con vida. Como sociedad necesitamos saber la verdad y es por eso que exigimos justicia.
Y ojo que esto apenas está empezando.
La construcción mediática
Hace semanas se puede ver cómo se construye desde los medios un escenario de violencia política que justificaría las detenciones, represiones y persecuciones que sufren tanto los integrantes de la comunidad mapuche en las tierras de la Patagonia, como los militantes sociales que se movilizan y los periodistas que quieren comunicar los distintos amedrentamientos que se están ejerciendo desde las fuerzas de seguridad en distintos ámbitos: marchas que reclaman la aparición con vida de Santiago Maldonado hasta las manifestaciones de las comunidades originarias que exigen que se respete la recuperación legal de sus tierras.
Desde el discurso del gobierno nacional y de consagrados periodistas afines a éste, sobre todo desde la desaparición de Santiago Maldonado, se buscó instalar un clima de violencia en las calles ocasionado por grupos que englobarían a una mezcla de terroristas, subversivos y guerrilleros que buscarían instalar el caos en la sociedad, pero que tienen poca incidencia en la realidad. Así, comenzaron a sucederse una serie de hechos que permitieron poner en distintos primeros planos imágenes de incendios y estallidos de bombas molotovs que estarían realizados por supuestos grupos mapuches, manifestantes o anarquistas, es decir, quienes reclaman al Estado por Santiago Maldonado. En otras palabras: los nuevos enemigos políticos.
Lejos de investigar a los verdaderos ejecutores de dichos sucesos, se replicó por todos los medios gráficos, radiales y televisivos en su poder -el poder de los medios hegemónicos- la instalación del caos que se estaría viviendo en todo el país, con un fuerte epicentro en la Patagonia y la Ciudad de Buenos Aires. Tampoco se pusieron en contexto los reclamos que se exigen en paralelo porque la violencia -que estaría originada en estos grupos- es peligrosa, subversiva y una amenaza en sí misma y, por lo tanto, es necesario exterminarla. Estos discursos olvidan poner en discusión la propia violencia que pone en acción el Estado.
La naturalización al extremo de estas operaciones mediáticas y oficiales tiene como resultado la indiferencia social -o el miedo- frente a la violencia ejercida por el Estado con su aparato represivo, es decir, permiten justificar y naturalizar las desapariciones, las muertes y la represión proveniente de las fuerzas estatales, ¿suena familiar?
Verás que todo es mentira y jibarización
Los grandes mentimedios perfeccionan la mentira. El montaje escénico impone que Cambiemos va ganando por cuatro puntos. Que a Nisman un poco más y lo mató Santiago Maldonado, como ya circula jocosamente en las redes antisociales. Que los mapuches son una especie de montoneros y que estamos rodeados de terroristas, por lo que hay que llamar a las fuerzas armadas, como anda diciendo el Sr. Pichetto y como en el programa de una vieja señora alertó un Sr. Yofre que atrasa dos o tres décadas.Mempo Giardinelli
Por su parte, el Sr. Blanck pontificó ayer en Clarín que Cristina “ya sabe que va a perder”. Y que “a sólo cuatro semanas para la elección, los índices de economía, inversión y consumo en alza durante el último trimestre consolidan la oferta del Gobierno”.
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Y hay mucho, muchísimo, incalculablemente más. Y todo mentira.
La economía no ha mejorado ni puede mejorar en un país que destruye su capacidad productiva y ahora importa todo, incluso carnes y leche. Tampoco hay más inversión desde que los más de 100 mil millones de dólares de deuda nueva son timba, y no ha entrado casi nada de ese dineral. Y el “consumo en alza” es lisa y llanamente joda: vayan a las provincias, a los barrios, a los almacenes, a las panaderías, a los supermercados y pregunten a ver qué aumentos hubo. De precios hubo. Solamente.
Todo mentira, entonces. Encuestas que con mil telefonazos manipulados instalan la “sensación” de triunfo del otro Bullrich, como instalarían cualquier cosa, sobre todo cuando hay cada vez más cabezas jibarizadas. Que es de lo que hay que hablar, porque la falta de información alternativa, en una democracia, es desinformación. Y eso achica la conciencia. Y la democracia.
Desinformar y mentir es lo que hacen estos tipos. ¿Qué decisión puede tomar la ciudadanía cuando se le miente todo el tiempo, a la par que se silencia la información y opinión disidente? Ése es el tema central de este país, entre tantos otros. Como periodista y escritor con 50 años de oficio, sé que por ahí va el drama argentino, y latinoamericano y de muchos países, desde España a Brasil y desde los mismísimos Estados Unidos a Corea del Norte. La mentira como sistema de dominación y engaño pertinaz, o sea lo que engañosamente se viene llamando “la sociedad de la información” o “de la comunicación”. Jajá, no hagan reír. Nunca el mundo estuvo más arteramente desinformado, nunca tan incomunicado a pesar de la fantasía del juguete rabioso que son los dispositivos electrónicos que hoy tiene cada habitante del planeta.
Claro que es absurdo analizar la mordaza mediática que nos están encajando como si fuera un fenómeno solamente comunicacional, o sociológico. También habría que verlo desde la psicología, la ciencia política, las ciencias de la educación, y ni se diga el pobrecito y hoy extraviado sentido común. Porque en la Dictadura sabíamos que el enemigo, los malos, los autoritarios, los que desaparecían gente no estaban bendecidos por las formas de la democracia. Pero hoy sí, y eso es parte del desastre: ya no vivimos en un estado de derecho porque estos tipos se cagan en la Constitución y en las leyes. Ése es el daño institucional que organiza el sistema mentimediático.
Duro pero cierto, desde que liquidaron la ley de medios apenas asumir, el desguace es sistemático. Esta semana circuló un listado con la firma de Roberto Caballero enumerando despidos en una docena de medios: Radio Nacional, Continental, América, la TV Pública, CN23, 360TV, más los cierres de los diarios Tiempo Argentino y Buenos Aires Herald, a los que se suma el acoso financiero y judicial a PáginaI12, C5N y Radio del Plata. 4500 trabajadores de prensa despedidos, suspendidos o precarizados en 20 meses, y en muchos casos con golpizas y detenciones. “No es casualidad –dijo Caballero y circuló por guasap–; es una política oficial que, de manera directa o indirecta, busca acallar las voces disidentes. El que pretenda verlos como casos aislados no hace otra cosa que naturalizar lo que debería ser repudiado”.
Y para terminar de fregar la digestión dominical, ayer en los mentideros empezó a circular el rumor, intenso, de que el Canal C5N fue comprado nada menos que por el primo presidencial, Angelo Calcaterra. Así que agarrate Catalina con lo que viene. Prácticamente no quedará posibilidad alguna de discurso alternativo. Y la pobre inocencia de la gente, creciendo a la par de su achicamiento cerebral.
Por eso El Manifiesto Argentino, desde su primer documento, insiste en que el “verdadero cambio somos nosotros”, los que impulsamos una nueva Constitución Nacional de origen popular, que establezca una democracia participativa y reformas absolutas en materia judicial y legislativa. No hay parches posibles.
Y es que sólo en la conciencia de la dimensión de la tragedia encontraremos futuro, es decir la perspectiva electoral necesaria para que el voto popular masivo los saque de donde están mediante una paliza de votos. Para lo cual, como subrayamos desde hace innumerables notas en esta página, hay que denunciar el fraude. El que ya han hecho, el que se viene y seguirán haciendo. Y que anhelan perfeccionar con el voto electrónico.
Hoy en la Argentina la mentira se ha entronizado en casi todos los órdenes. Han logrado imponerla, naturalizarla. Acusan y acusan, sin argumentos. Puros insultos. Chorros, yegua, montos, ultraK, sos esto y lo otro. Lo que no está claro, confundirlo un cachito más. Ante el razonamiento el grito, el improperio.
Mentimedios. Telebasura. Sin alarma pero sí con gesto adusto y convicción, hay que enfrentarlos como pulgarcitos, como davides frente a los gigantes que hoy son el verdadero gobierno en esta etapa ominosa de esta república atormentada. Sabiendo que son capaces de lo peor. Ahí están Nisman, Maldonado, Milagro Sala, la censura, la mentira, los Panamá Papers y los negocios de famiglia.
Y ojo que esto apenas está empezando.
A casi dos meses, la desaparición forzada de Santiago Maldonado no se puede analizar sin poner en relación con la persecución que sufre la comunidad mapuche de Pu Lof desde marzo de 2015 cuando iniciaron un proceso de recuperación de sus tierras. Las amenazas, hostigamientos y represión que sufren se habían puesto de manifiesto en enero de este año cuando fueron brutalmente cazados por la Gendarmeria Nacional, sin embargo, la represión que sufrieron el 1 de agosto de 2017, afirmaron los integrantes de la comunidad mapuche, fue mucho peor. Por su parte, el gobierno nacional y los medios hegemónicos se dedicaron sistemáticamente a encubrir, negar e instalar pruebas falsas sobre el paradero de Santiago Maldonado, criminalizando a quienes denuncian la responsabilidad del Estado y los funcionarios actuales.
¿Qué tristeza! Nosotros que hemos vivido y razonado lo que eran los gobiernos dictatoriales de nuestro tiempo (hubo otros peores en la antigüedad), creíamos que la democracia era algo mejor y superador.- ¿Cómo carajos puedo pensar esto con esta inmundicia neoliberal, delincuente y farsante que nos gobiernan? Estos tipejos trastocan todo.- Es cierto que los milicos también te engañaban y lavaban la cabeza, pero hoy día con ese antecedente debería ser suficiente para que nos diéramos cuenta.- Pero no... estos delincuentes, desde su comunión prostituida con los medios desvergonzados, han logrado trastocar todo. Con el n° 1 que es el inmundo gordo Larrata, converso peligroso y descarado, si los hay, y de allí para abajo, han logrado sacar toda la mierda racista, miserable y xenófoba que mucho argentino tiene adentro.- No se me escapa que esto sucede en todo el mundo, pero verlo aquí me parece de lo más exasperante.- ¿Qué nos queda por hacer sino esperar a que todo vuelva a estallar? ¿Habrá que aguardar ese momento, donde por enésima vez estemos en el fondo del pozo para nuevamente nadar entre la mierda para salir? Y eso no nos garantiza que no volvamos a ser engañados y lobotomizados nuevamente por los hijos de Larrata, Magnetto, Majul y otros.- ¿Habrá que hacer justicia popular con esos tipos? Sería una delicia y allí incluiría a varios de toga y balanza trucha.- ¿Nos permitirá el mundo eso? Pregunto porque en este planeta de mierda globalizado, nuestros pedos son olidos y catalogados a 20.000 km.- Esperábamos que muchos compatriotas entendieran que estos delincuentes ineptos eran un bluff y un peligro y ganaron en 2015 y creo que están a punto de hacerlo en Octubre.- Nos rompemos el traste para juntar votito tras votito, y el hijo de una gran puta de Randazzo, con Pichoto, Bossio, Anal Medina y otros te traicionan por un vil mango o un puestito.- A mí me gusta CFK, pero si no tiene que ser ella al frente… bien, que sea otro; pero ¿QUIÉN? Yo no veo a nadie.- Ella es la que más mide y los otros soretes deberían unirse a ella, y no al revés.- Además tenemos que tener bien en claro que todo lo que le achacan es una farsa.- Entonces, si la dejamos de lado y la mandamos a cuarteles de invierno, porque los medios y otros políticos soretes lo dicen ¿quién te dice que no harán lo mismo con el que trate de continuar su obra, legado o como quieras llamarlo? Hoy la sacamos del medio, aparece otro y cuando al establishment no le gusta, te lo acusan de violar bebés o de matar a los muertos y… otra vez a empezar.- Sin embargo prefieren que gane Macri.- ¿Cómo un sorete como Duhalde puede llamarse peronista, con lo que dice ahora y lo que hizo desde 1989? Entiendo el divide y reinarás y que recién solo van 2 años (que en la humanidad es un grano de arena en el Sahara).- Pero es que todo se hace cuesta arriba o remar en dulce de leche y sin remos.- Ahora, cuando pase Octubre, se viene el descalabro otra vez.- Perdón por la catarsis, pero estos 2 años me pesan como un rinoceronte en cada hombro.-
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