Otro aporte de LightbulbSun, aquí tenemos al músico francés 15 años después de "Tourist", donde se dió el lujo de romper los cánones creativos y estéticos de su época, mezclando house y jazz, sampleando fragmentos de canciones de Dave Brubeck y vocales de Marlina Shaw y ofrecer un paisaje sonoro tan refrescante como rompedor. "Al final todo viene de África, y en parte del blues. Por eso he necesitado tanto tiempo, y no pienso en si he sido un espejo para otros, no creo que sea tan importante. Sólo quiero seguir mi camino" dice el músico, luego de reventar los clubs al mezclar dance, electrónica y jazz, y tras esa una larga ausencia, terminó uniendo a la mixtura la música africana y el blues. Fluidez sonora para abrir nuevo horizontes, más allá de la etiqueta que le pongas a su música.
Artista: St Germain
Álbum: St Germain
Año: 2015
Género: Jazz Fusión
Duración: 50:58
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Francia
Los que amamos la propuesta musical de St Germain, el proyecto íntimo de Ludovic Navarre, empezábamos a tener una cierta preocupación por su demora en volver a publicar un nuevo trabajo; después de la obra maestra por excelencia del “Tourist “ (Blue Note, 2000 ). Fueron 15 años de espera para volver a escuchar las nuevas composiciones de St Germain, y el resultado ha sido muy positivo, aún habiendo escuchado el single de presentación “Real Blues”, que ya existía ese presentimiento de que el nuevo trabajo podía decepcionar o no convencer. Afortunadamente cambió mi opinión al respecto nada más escuchar las demás obras.
Hay que hacer una mención a su trayectoria como productor. Ludovic Navarre creó y editó su primer trabajo como St Germain en el año 1995 con la publicación de “ Boulevard” ( F-Communications, 1995 ). En este primer álbum plasma claramente sus influencias: el house, reggae y jazz. Después de 5 años publica su segundo trabajo llamado “Tourist”, en el mítico sello estadounidense de jazz Blue Note. Transcurren nada más y nada menos que 15 años en volver a publicar un álbum, con título homónimo “ St Germain (Parlophone – Warner Music, 2015 )
Qué podemos decir de su tercer álbum; nos recuerda a cierto modo al “Tourist”, tal vez no encontremos en este disco producciones enfocadas a la pista de baile, porque está más desarrollado y focalizado al sonido más profundo, con muchas reminiscencias del jazz y blues combinado con los sonidos e intrumentos tradicionales de Senegal y Malí. Podemos destacar grandes composiciones como: “Mary L”, en esta producción explica a la perfección el amor por la exquisitez y por los sentimientos. También destacamos “ Family Tree”, la genuina melodía del piano, la sublimación del saxófono, la voz excepcional de Adama Coulibaly a la vez que intérpreta magistralmente el Kamele N’Goni con una excelente armonía, todo esto acompañado por el ritmo perfectamente marcado por el deep house. Al escuchar “Hanky Panky”, nos recuerda que tiene una pequeña similitud a esos sonidos rotos pero a la vez elegantes del “Forget it”, del álbum “Boulevard“.
En conclusión, hay que acentuar la producción excelente de este nuevo trabajo de St Germain; posiblemente no llegue a obtener el título de obra maestra, pero está a la altura de la brillantez, clase y distinción en la creación de sus producciones.
Aquí el artista se interesa por la música popular africana, creando un grupo de músicos provenientes de Malí, y haciendo una fusión con house como el aspecto central del disco. Si en "Touris" superponía melodías de jazz a sus bases de house, aquí realiza prácticamente lo mismo pero con el música africana.
Ni más ni menos que 15 años, el tiempo transcurrido desde la publicación de Tourist hasta este nuevo desembarco musical con Real blues. St. Germain es el alias de Ludovic Navarre (París, 1973), creador del deep house, un personaje vital para entender la transformación de la música electrónica. Boulevard, editado en 1996 (en el sello F Communication propiedad de Laurent Garnier) es una obra que está en todas las estanterías de los seguidores del house, en Francia es un incunable. Al cabo de cuatro años Tourist figura como su nueva conquista, y Rose Rouge es el single que le aúpa con sorprendente sample de Marlena Shaw, perfeccionando esa fusión de jazz y electrónica. Desde entonces, St. Germain tiene a África en el punto de mira. “Para mí es un redescubrimiento, mantengo el espíritu original del deep house, mientras percibo otras sensaciones. Eso sí, procuro dejar intacta la personalidad de las mezclas. De todos modos, siempre me han gustado esos sonidos, desde que tenía 12 años, el uso de la kora es un ejemplo. El hecho de haber dejado pasar tanto tiempo es porque son estilos difíciles de ejecutar”, apunta el músico.
Su silencio discográfico ha durado tres lustros, una eternidad. La complejidad y el grado de perfección que requiere un proyecto de estas características aconsejaban tomarlo con calma. “En 2004 participé en el proyecto de mi trompetista Soel (alter ego de Pascal Ohsé). Al año siguiente estuve en China dando un concierto con Tony Allen como batería, y del 2006 al 2013 trabajé en este disco. Empecé en Nigeria, pero no acabé contento con los resultados, después seguí mezclando sonidos en Ghana, y me pasó algo parecido, hasta acabar en Malí. Allí capté más sonidos, los adapté, afortunadamente empecé a ver la luz otra vez. Desde 2009, mi objetivo era reunir a los músicos que tocaron en Tourist, lo cuál era complicado. Al final conseguí reclutar a tres”, recuerda.
Dee Dee Bridgewater también montó su centro de operaciones en Malí para grabar Red Earth en 2007, algún secreto debe esconder esa tierra que hipnotiza a los músicos. El blues allí funciona como elemento sedante, en ese terreno Ali Farka Touré era un maestro (Keith Richards, en una entrevista reciente para El País Semanal aseguraba que cualquier género musical surge a partir del blues). Siente devoción por Lightnin´ Hopkins y en Real blues incluye un sample de You caused my heart to weep, según apunta. “Yo también opino que al final todo viene de África, y en parte del blues. Por eso he necesitado tanto tiempo, tenía que hacer bien mi trabajo. Para mí es una cuestión de buen gusto, si no tienes cuidado corres el riesgo de caer en lo vulgar, y ese no era el objetivo. Los ritmos son siempre compatibles, lo difícil es darle forma dentro de un contexto sonoro y que sea coherente”.
La portada de Real blues es fruto de la colaboración con el artista callejero Gregos, su historia merece una mención. “Es obra de una artista callejero que descubrí en París. Vive en el barrio de Montmartre, hace máscaras de yeso con su propia cara y las pega en las fachadas. Había una enfrente de mi casa, la veía todos los días. Me fascinaba, era mágico, así que decidí ponerme en contacto con él. Su obra me parecía muy interesante. Para la portada de Real blues no tenía duda, él iba a ser el elegido. El único cambio era que en vez de su cara como es habitual, utilizaríamos la mía”, explica Ludovic Navarre.
Con sus compatriotas Air han compartido era y el éxito inmediato, The Cinematic Orchestra y Jazzanova les siguieron el rastro. Phoenix, aunque están dentro de una escena distinta, la del indie-rock, también han mamado la influencia dance de St. Germain, aunque el músico le resta importancia. “No pienso mucho en si he sido un espejo para otros músicos. Me llena de orgullo, no lo voy a ocultar, pero tampoco creo que sea tan importante. Yo sólo quiero seguir mi propio camino, me suelo mantener al margen”.
Ha firmado contrato con Nonesuch tras formar parte del sugerente catálogo de Blue Note. No en vano, ahora no sería difícil imaginar a Miles Davis creando piezas en la misma onda que St. Germain, sus universos no están tan alejados. “Tuve el deseo de grabar con Blue Note, y cumplí ese sueño, es un honor para mi. En cuanto a Miles Davis, era imprevisible, un músico muy abierto pero con una personalidad fuerte. En 2001 invité a uno de sus pianistas a tocar conmigo. En principio iba a participar en cinco canciones, después de probar con nosotros no se quería ir, disfrutaba de esa nueva experiencia”. A Björk le hizo un remix en sus inicios, aunque concluye que él prefiere a otro tipo de cantante. “Estos años me he centrado en la música negra, no he estado muy atento a los movimientos de nadie. Sin embargo, me gusta mucho más lo que hizo Amy Winehouse que lo que propone Björk”.
Toni Castarnado
Y bueno, lo que queda es que ustedes lo escuchen, lo conozcan y/o lo recuerden.
En definitiva, no será una obra tan innovadora como "Boulevard" pero St Germain volvió a centrarse en una influencia que le interesaba y creó una música electrónica genuina y personal. Marca de la casa.
"Podría haber aprovechado el tirón de lo que pasó entonces", dice Navarre, y se refiere no sólo al éxito de su proyecto sino a la expansión de propuestas similares como Jazzanova o los grupos del sello Compost Records, así como a los recopilatorios 'Saint-Germain-des-Prés Café' y 'Café del Mar', que canalizaron aquella pasión por el 'lounge' y el 'chill out'. "Podría haber seguido por ahí, y haber ganado mucho dinero. Pero el dinero no es lo que me mueve a hacer lo que hago", remata.
En realidad, asegura Navarre, en estos 15 años en que toda aquella escena se ha extinguido casi por completo, no ha dejado de hacer cosas. !Tras el éxito de Tourist mis músicos y yo nos embarcamos en una gira mundial de más de 200 conciertos por todo el mundo, que terminamos a comienzos de 2003", rememora. "Después de aquello, me puse a producir proyectos para mis músicos de directo y pensar en qué podría ser lo siguiente. Me interesaba la música africana, así que probé en primer lugar con la de Nigeria, pero no me convencía su mezcla con la electrónica. Luego lo intenté con la de Ghana, sin tampoco lograr resultados. Y entonces encontré la de Mali. Y ahí ya funcion"».
Esto sucedió en 2009. Y desde entonces se ha dedicado a la inmersión en la riquísima tradición sonora del país, incorporando instrumentaciones tradicionales, como la 'kora', a los 'loops' y 'beats' habituales de las pistas de baile.
"Yo creo que es una evolución lógica", apunta Navarre sobre el viaje. "Ahora tengo 46 años. Y recuerdo que, cuando era joven, me encantaba bailar y la música reggae. De ahí pasé al soul, al blues y, en otro salto, al jazz. Y como toda la tradición musical negra viene de África, era inevitable llegar a este punto en el que estoy ahora".
Navarre, que presentará su nuevo sonido en Madrid (1 de diciembre, La Riviera) y Barcelona (2 de diciembre, Razzmatazz), pretende sumergirse en la arena del Sahara, el desierto que acecha la ciudad de Tombuctú, en el norte de Mali. Precisamente de allí era Alí Farka Touré, uno de los nombres trascendentales para entender la dimensión musical del África occidental y la persona que, en última instancia, le ha guiado en este viaje. Por eso, al pensar en lo sucedido en esas tierras en 2012, cuando los islamistas levantados en armas destruyeron obras milenarias y prohibieron la música, se queda en blanco: "Aquello fue algo incomprensible. No encuentro explicación alguna".
Lista de Temas:
1. Real Blues
2. Sittin' Here
3. Hanky-Panky
4. Voilà
5. Family Tree
6. How Dare You
7. Mary L.
8. Forget Me Not
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