Otro de nuestros trabajos colaborativos, Wan nos compartió el disco, Federico lo reseña y yo lo publico. La gran banda italiana en vivo en 1977, en una reedición de 1993
Artista: Locanda Delle Fate
Artista: Locanda Delle Fate
Álbum: Live
Año: 1993 (reedición de material del 77’)
Género: Progresivo Italiano – Rock Sinfónico
Duración: 53:29
Nacionalidad: Italia
Año: 1993 (reedición de material del 77’)
Género: Progresivo Italiano – Rock Sinfónico
Duración: 53:29
Nacionalidad: Italia
Lista de Temas:
1. Profumo di colla bianca
2. Non chiudere a chiave le stelle
3. Forse le lucciole non si amano più
4. La Giostra
5. Cercando un nuovo confine
6. Sogno di Estunno
7. Vendesi saggezza
1. Profumo di colla bianca
2. Non chiudere a chiave le stelle
3. Forse le lucciole non si amano più
4. La Giostra
5. Cercando un nuovo confine
6. Sogno di Estunno
7. Vendesi saggezza
Alineación:
- Giorgio Gardino / drums, vibraphone
- Luciano Boero / bass, Hammond
- Ezio Vevy / 12-String, acoustic, electric guitars, voice, flute
- Alberto Gaviglio / acoustic, electric, 12-string electric guitars, voice
- Michele Conta / pianos, Moog, clavinet, synths
- Oscar Mazzoglio / Hammond, piano, Moog, synths
- Leonardo Sasso / voice
- Giorgio Gardino / drums, vibraphone
- Luciano Boero / bass, Hammond
- Ezio Vevy / 12-String, acoustic, electric guitars, voice, flute
- Alberto Gaviglio / acoustic, electric, 12-string electric guitars, voice
- Michele Conta / pianos, Moog, clavinet, synths
- Oscar Mazzoglio / Hammond, piano, Moog, synths
- Leonardo Sasso / voice
Cpon ustedes, las palabras de Federico:
El disco es una reedición de una presentación en vivo en el 77’. Trae casi todos los temas que componen Forse Le Lucciole Non Si Amano Più, excepto uno, pero agrega otro inédito antes: La giostra. El trabajo es muy sólido, sin nada que envidiarle a grupos como PFM o Banco del Mutuo Soccorso. Es una clara muestra del progresivo italiano.
Los temas pasan sin grandes sobresaltos. Los músicos logran buenos climas, con armonías que a veces parecen extenderse hacia adelante en el tiempo sin final aparente, y la voz de Sasso transmite mucho sentimiento, a veces complementada por muy buenos coros. La energía que despliegan puede tener algún punto de comparación con “Io sono nato libero” de Banco.
Un muy buen disco, quizás no indispensable ya que es casi un carbónico de “Forse…” pero el tema inédito le agrega gustito, y si leen la historia que les dejo abajo, hasta lo nombran.
Lo que sigue es una traducción/adaptación libre de “Il libro della Locanda” (“El libro de la Locanda”) que está disponible en el sitio web de la banda. Cuenta la historia desde la formación de la banda hasta su aparición en la TV italiana, pasando por los momentos claves y la composición. Pido disculpas por adelantado si no respeta totalmente el espíritu del original, es una traducción amateur.
Locanda Delle Fate: desde el génesis hasta el apocalipsis
Había una vez “Sound & Music”
A finales de los años 60, a raíz de la popularización del R&B, emerge como uno de los grupos más respetados de la provincia de Asti y de la región de Piamonte el grupo "Sound & Music". La formación estaba compuesta de 9 elementos (batería, bajo, guitarra, teclados, saxo tenor, saxo alto, saxo barítono, trompeta y voz). Entre los miembros, estaban Giorgio Giadino en batería (quien además de tocar su "Rogers" también cantaba en algunas canciones), Luciano Boero en bajo (también cantando a veces) y Oscar Mazzoglio en guitarra. El grupo tenía una buena reputación, tanto en la prensa como en los salones de baile. Pero, tras la etapa de esplendor del género, y siguiendo las modas de la época, en los primeros años de la década del 70’ el grupo empieza a cambiar de intereses. Giorgio y Luciano, quien compartían cotidianamente el café después de almuerzo en el bar de Asti “Cocchi”, estaban fascinados por los "nuevos" artistas como Brian Auger, Deep Purple, Chicago, Gentle Giant, Jethro Tull, Blood, Sweat & Tears, Colosseum, ELP, King Crimson, etc. Así, decidieron que era necesario un gran cambio. Así nace el sonido característico de Locanda Della Fate. ¿Por qué no formar un nuevo grupo, con composiciones y ejecuciones más estudiadas, pero sobre todo, con más rock?
Locanda Delle Fate (“Posada de las hadas”)
Pero para ser un trío, este dueto necesitaba un tecladista con cabeza. Así fue que llega Oscar; que había estudiado acordeón antes de guitarra... Oscar aceptó con entusiasmo unirse al nuevo proyecto como tecladista; pero como todavía carecían de los otros elementos, estos fueron reclutados entre los mejores de la escena de aquél entonces. Así, se unieron Beppe Cagnasso di Alba en la guitarra, Gino Scarsi di Canale en saxo alto y flauta, y Giancarlo Ferrero di Alba como cantante. Era la primavera de 1971. Como sala de ensayo, pudieron conseguir un sótano en plaza Alfieri (Asti), justo debajo del “Bar de Asti” (era la bodega del mismo). Por aquellos tiempos, “Sound & Music” sonaba cada noche de sábado, domingo por la tarde y domingo por la noche en el boliche “Roma” en Canale d'Alba, por lo que el grupo propuso al entonces propietario del mismo (el conde Gerardo Malabaila) hacerse cargo de los espectáculos con el nuevo grupo desde allí en un mes, al que llamaron "Sound" por falta de otro nombre. El propietario aceptó gustosamente, tanto como para también anticipar una suma para la compra de un órgano Hammond, esencial para el nuevo género en el que el grupo estaba por incursionar. Un día fueron todos, el conde incluido, al local de instrumentos musicales “Maschio” de plaza Castello en Turín. Allí, en la ventana, se alzaba un hermoso Hammond B3 con Leslie 50. En resumen, el órgano fue comprado por la tarde a unas 3,3 millones de liras, un precio altísimo para la época. Sin embargo, Maschio, el dueño, nos dijo que el instrumento ya había sido alquilado para un concierto, que se celebraría en unos días en el teatro Carenano, a nadie menos que al gran Jimmy Smith. ¡Imaginen nuestra emoción! En la noche del concierto estábamos allí para ver a Jimmy tocar con "nuestro" Hammond.
Cuando el B3 llegó al sótano de la plaza Alfieri, ya sólo una cosa faltaba: el nombre. Una noche, Luciano llegó entusiasmado: se había acordado de la lectura de un breve artículo en “La Stampa” (diario italiano) cuando volvía de Roma, sobre el descubrimiento y posterior cierre de un prostíbulo ilegal en Rocca di Papa, en las afueras de Roma. Locanda delle Fate era el nombre del lugar. -Locanda delle Fate, hermosísimo! – dijeron todos… y Locanda delle Fate fue.
Todos los caminos llevan a “Roma”
El boliche Roma era en aquellos años en una referencia para la buena música y atraía a muchos de los jóvenes de Piamonte. Allí, la banda tocó sin cachet por seis meses tres veces a la semana para pagar el anticipo del Hammond, pero con la sensación de que el sonido maravilloso que estaban logrando recompensaba todo el sacrificio. Cuando finalmente saldaron todas las deudas (incluyendo el costo del sistema de sonido que usaba “Sound & Music”), el grupo empezó a tocar en otros lugares, y comenzaron a ser más apreciados. En el período (1972-1975), hubo poca estabilidad en cuanto a los miembros. Sólo el núcleo duro de Giorgio, Luciano y Oscar resistió. Primero se fue Giancarlo, por razones personales. Durante mucho tiempo no fue sustituido y las voces fueron grabadas por Luciano. Más tarde se fue Gino: a su flauta ya no hubo reemplazo, por lo menos hasta varios años más tarde, con la llegada de Alberto Gaviglio. Finalmente perdieron a Beppe, también por razones personales. Sin embargo, fue rápidamente reemplazado: llegó Paolo Stella, un rockero con carácter (su equipo: Gibson Les Paul dorada y unos Marshall de 50W) enamorado del hard rock, y sobre todo de Deep Purple. Así fue que el grupo dio un giro musical bastante brusco, con lo que además del repertorio habitual, agregaban lo mejor de “Deep Purple in rock” y "Machine Head". Mientras tanto, el viejo equipo de sonido mudó en uno más potente y con mejores posibilidades. En 1972, se incorporó un cantante principal: Bruno Poggio, con notable rango vocal y buen carácter sobre el escenario. Esta línea se mantendría por casi un año. "Roma" en Canale d'Alba, "Vallerana" en Acqui Terme, así como la "Rosa Bianca" de Calamandrana y la "Croce Bianca" de Mombercelli eran los lugares donde principalmente tocaba la Locanda, además de un número de otros lugares pequeños. Paolo era muy profesional en el escenario. A las presentaciones llegaba desde Alessandria en tren, puntual siempre, y con la misma puntualidad suiza regresaba en el tren alrededor de la medianoche. Pero tenía su talón de Aquiles: era de Alessandria, y en esos años en Alejandría era furor el grupo "Quel pazzo mondo", con un trayectoria sólida y un buen número de admiradores. Así que cuando "Quel pazzo mondo" tuvo que reemplazar su guitarrista le hizo la oferta a Paolo, y éste último, aunque muy cortésmente, se despidió con determinación de nosotros a los 8 días para unírseles.
La Locanda en la encrucijada
Tras la ida de Paolo, que tuvo lugar a principios de 1973, hubo un período de confusión. Se le ocurrió contactar a Bruno Poggio, pero ya estaba comprometido en otros trabajos. Trataron desesperadamente de dar con un guitarrista/cantante de nivel, pero no era una tarea fácil. En el sótano de la plaza Alfieri pasaron varios candidatos, pero ninguno cumplía los requisitos necesarios. Una tarde se presentó en el “Bar de Asti” Ezio Vevey, un tipo con un aspecto que remontaba a las primeras épocas de Neil Young. A pesar de que tenía su propio grupo ("La Vedova Romanengo"), estaba feliz de poder tocar allí. Esa noche Ezio tocó con tal coraje y habilidad que nos dejó sin palabras; se hacía uno con su guitarra, y cantaba con mucho talento. Nos quedamos encantados, y lo hubiéramos contratado al vuelo, pero Ezio se mostró inflexible. Otra noche tocó un tal Marcelo, de Acqui Terme, y su performance fue muy buena, especialmente el blues. Nos hubiera firmado de inmediato, pero no estaba disponible porque tenía su propio grupo. Pero nos dejó el número de un amigo, el guitarrista y flautista Alberto Gaviglio.
Alberto
Después de una llamada telefónica, una tarde de primavera en 1973, Alberto llegó. Nos habíamos citado en el Bar de Asti; a las 21 vimos detenerse un escarabajo Volkswagen blanco con capote negro. Del mismo descendió un muchacho con aspecto hippie, un intelectual estudiante de arquitectura, muy fresco, del tipo por el que las mujeres están dispuestas a traicionarse entre sí para quedárselo. Tenía una Gibson rojo cereza y un legendario Vox AC30. Estaba en proceso de recuperación de la disolución de si banda "Polvere nera", y por lo tanto libre de compromisos. Tocó y cantó con la habilidad del músico consumado, además de que tenía un innegable carisma. Necesitábamos un personaje como él, por lo firmó con el grupo. Después de la ida de Paolo Stella, todos sentíamos el deseo de tocar algo más suave, musicalmente más refinado. Alberto tenía un estilo (tanto en la guitarra como en la flauta) ideal para música como la de King Crimson, Génesis, Gentle Giant, Yes, etc. Y, de hecho, nos dedicamos plenamente a ellos. "I talk to the wind", "In the court of the Crimson King", "Epitaph" se convirtieron en nuestras palabras. Al mismo tiempo, sentimos la necesidad de incorporar un segundo teclista, mejor dicho, un pianista. Una tarde Alberto trajo con él un pianista de Acqui, Andrea Papadopuli. Era muy bueno, pero también tenía un grupo, por lo que su paso por la Locanda no duró mucho.
Michele
Luciano fue en esos momentos compañero de trabajo del conde Giulio, y con frecuencia elogiaba al hijo del conde, Michele, que estudió piano en el Conservatorio. ¿Por qué no intentar unirlo a la Locanda? Fuimos una noche en la casa de Michele, sólo para conocerlo. Michele era un muchacho larguirucho con el pelo largo y negro, un poco tímido, pero que al sentarse en el taburete de su piano, demostraba tener un gran talento, Esa noche interpretó con gran destreza varias piezas clásicas. La invitación le gusto mucho; por su parte no tenía experiencia previa en términos de grupos, pero, aunque con algunas reservas, accedió a intentarlo. Alquilamos un piano acústico vertical en "Torchio strumenti musicali" de Asti y lo bajamos al sótano de costumbre en plaza Alfieri. Pusimos un micrófono casi tocando las cuerdas pero se sentía poco o nada y, además, el piano no tomó la afinación. Michele tocaba lo mejor que podía, y apreciamos la intención, pero todos sabíamos que teníamos que hacer algo. Además, nunca quiso pasarse a un piano eléctrico. Y algo hicimos: primero Michele se compró piano Petrof nuevo, luego un Minimoog y un teclado para violines Solina. Fuimos con todo el equipo a Castrocaro Terme, donde Lombardi hizo magia y logró una amplificación muy buena de todos los instrumentos.
Desalojo: Adiós a la plaza Alfieri
Volvimos a Asti y dejamos todas las en el sótano como de costumbre. Pero pronto paso un imprevisto: nos desalojaron del sótano (los vecinos se había quejado y el bar quería darle otro uso), así que nos mudamos temporalmente en una sala de ensayo en una casa de campo situada en una colina un poco fuera del centro, propiedad del cantante Piero Cotto, donde también nos deja tocar con su "Cottonfields". Fue allí donde empezamos a madurar la idea de hacer nuestras piezas. Luciano llegó con una obra llamada "El mercader y los cojos", y nos tiramos de cabeza a instrumentarla. Por aquel momento habíamos conocido en Asti a un letrista, Livio Musso, que había comenzado un poco a ser nuestro productor. Conocía a Paolo Conte, con quien había colaborado. Una noche lo trajo, y nos lo presentó como un rockero buscando una buena banda. Se sentó en el piano, justo en el medio del salón de su casa, y empezó a hablar de una gran variedad de ideas, murmullando. Después de un rato, Livio lo despidió diciendo -Paolo, tendrías que hacer una cinta con algunas ideas más, para ver si eso es lo que buscamos-. Solo un momento después estábamos en el suelo riéndonos y eso fue todo... Incluso hoy nos avergonzamos un poco de esa noche, Paolo Conte se convirtió en un gran artista, apreciado incluso por nosotros, pero esa noche teníamos solo oídos permeables al rock.
Llega Ezio
Una noche, en la que estábamos ensayando en lo de Piero Cotto, nos visita Ezio Vevey. Se sentó en una esquina y nos escuchó mientras hacíamos "El mercader...". Estaba tan emocionado que en un momento nos dijo - chicos, si todavía me quieren, yo estoy disponible, incluso ahora- No podíamos creer lo que oíamos, Ezio era un talento monstruoso y parecía que tendríamos la suerte de reforzar la formación con un músico de su calibre. Alberto estaba muy contento. Ezio pasó a ser de la banda esa misma semana. Tocamos en “Asti Lido”. Ezio llegó con su Les Paul y su Marshall de 100W, que colocó orientado hacia la parte trasera del escenario, y tocó con nosotros desde el primer momento, sin escuchar nada. A un guiño nuestro hizo su salida y algunas improvisaciones... Nos sentimos un verdadero grupo, fuerte, y sin temor alguno. Después, a través de Livio Musso, conseguimos una audición en el estudio de Riccardi-Arbertelli di Tortona: allí grabamos "El mercader...". Lo cantó Alberto, en un tono imposible. Pero ellos no interesados y todo quedó en la nada... Sin embargo, "El mercader y cojos", que era la primavera que atrajo a Ezio a la Locanda, fue dejado de lado para continuarlo un año más tarde, con modificaciones y un nuevo texto, como parte principal de “La giostra”.
El traslado al bar de Corso Savona
La invitación de Piero Cotto era provisoria, y estábamos buscando una solución definitiva. En septiembre de 1975 alquilamos un sótano con garaje adjunto en Corso Savona. La habitación era bastante pequeña, pero nos arremangamos: instalamos una precaria insonorización nosotros mismos, con materiales caseros (¡el lugar era un condominio!). Increíblemente, en esos pocos metros cuadrados sin ventanas, a través de la niebla del humo de cigarrillo pasamos nuestros mejores momentos y nació “Forse le lucciole non si amano più” ("Quizás las luciérnagas ya no se aman más"). El deseo de mejorar nos llevó a cambiar otra vez el equipamiento de sonido. Por supuesto, para pagar las deudas seguíamos tocando a la noche, así que alternamos, durante las actuaciones, los covers con pedazos de las cosas que empezamos a componer. Regresamos al “Roma” de Canale d'Alba con un buen contrato por seis meses y que nos permitiría satisfacer las deudas e incluso ganarnos unas monedas; pero después de unas cuantas noches fuimos despedidos por el propietario: -Ustedes son muy buenos, pero el tipo de música que hacen es muy difícil, no comercial-. Pero nos dimos cuenta de una cosa: estábamos maduros para un gran avance. De una en vez entendimos muy bien que debíamos retornar al sótano a componer para que salga aquello que teníamos adentro rebosante.
Luciérnagas y linternas
En el sótano pasábamos al menos dos noches a la semana. Michele, que era un volcán de ideas, trajo algunas ideas para el piano, y se encontraba las tardes siguientes con Giorgio para combinar la rítmica con la batería. La composición de Michele era espontánea, independientemente de si el momento de la composición había 4 o pasaba todo el tiempo solo. Giorgio fue bravísimo para seguirlo, y así, en los ensayos, contábamos ya con una base de textura rítmica sobre la que construir los arreglos. Ezio llevaba ideas musicales más "cuadradas", pero con una matriz decididamente más rockera y por lo general tenía ya todo perfectamente claro en su cabeza. Pero incluso cuando todo parecía apagado, alguno de nosotros propuso un "algo" que se desarrolló, y cambió por completo el escenario de la pieza. Luego tocamos y retocamos el mismo pasaje una y otra vez, porque sentíamos que la magia estaba llegando. Una noche, cansados, fuimos al bar “Francese” por una pizza, donde se charlamos sobre la noche. En la mesa se habló de los textos, y de cómo podrían acompañar la música que se acaba de componer. Alberto y Luciano fueron siempre los letristas del grupo; Alberto tuvo más tiempo (era un estudiante universitario, mientras que Luciano estaba trabajando) así que el próximo ensayo llegó con un paquete con más de un proyecto de texto. Así se compusieron los clásicos “Forse le lucciole…”, “Profumo di colla bianca”, “Sogno di Estunno”, “Vendesi saggezza”, “Non chiudere a chiave le stelle”.
También comenzamos a grabarnos, para ajustar el volumen de la grabación. Por lo general, se grabaron las piezas sin dar demasiado peso a la voz. Sabíamos que estábamos construyendo un repertorio para el que se necesitaba un cantante especial, capaz de interpretar, así como cantar. Y que estábamos buscando por todas partes...
Por fortuna hay Leonardo
En Alba, una tarde de febrero en 1976 Luciano escucha hablar de un tal Leonardo Sasso, extraordinario cantante de Roma pero recientemente traslado a Piamonte por asuntos del corazón (su novia era de Bra). Luciano también sabía que él había tocado como tecladista en el grupo romano "Experiencias", es decir, aquellos que se convertirían luego en "El Banco del Mutuo Soccorso". Leonardo con su extraordinaria voz narraba el blues, tanto que, se decía, nadie podía distinguirlo con los ojos cerrados de un cantante negro de R&B. Más tarde, logran a través de amigos en común una reunión. Leo pregunta interesado de que se trata; Luciano lo invita a su casa para el día siguiente. Leo llega a la casa de Luciano, se pone delante del piano y canta “It’s a man’s, man’s, man’s world”. En resumen, ¡fue una electrocución! Luciano gritaría -tenemos una voz!!!-. Leo llegaría poco después al sótano, donde es escuchado con atención y se da cuenta de la tarea que le esperaba. Abrió su alma e hizo suyas ideas que previamente habían sido elaboradas por las demás cabezas pensantes.
Muchos días en MilánFederico
En el otoño de 1976 comenzamos a vagar por las compañías discográficas de Milán con la demo " Forse…", con la esperanza de alguna posibilidad de grabar. Un día nos hicieron pasar en la CBS; nos hicieron sentar en la oficina del Director, que era entonces el maestro Mescoli. Escuchamos a la cinta... -Bravo- nos dijo - muy buena música, aunque no es estrictamente comercial. Lástima que no hayan venido un poco antes: hace una hora estaba aquí conmigo Giorgio Calabrese (productor de la RAI de aquel entonces, y notable letrista); él está buscando grupos emergentes comprometidos para una serie de programas de televisión que se emitirán la próxima primavera. Sin duda él estaría interesado en ustedes. Si están de acuerdo, y me dejan la cinta para enviársela a él...- Imaginen, llegamos a la casa de Milán con la misma preocupación de los que compraron un billete de lotería y están comprobando el numero ganador, con los primeros 7 números que coinciden de 10! Después de una semana, recibimos una llamada de Giorgio Calabrese que nos esperaba en Roma durante tres días para el registro del episodio de televisión, un mini concierto 35 minutos en vivo en los estudios de la calle Teulada…
De allí los artistas salieron a un público más amplio, pero ya era demasiado tarde: en el mundo el rock progresivo estaba en declive, y había dejado de tener el éxito comercial de principios de la década. Finalmente, en 1978 la banda se separa, con un solo LP grabado: “Forse Le Lucciole Non Si Amano Più”.
Luego de esa fantástica intro de Fede, vamos con algunos comentarios de terceros:
Without a question, LOCANDA DELLE FATE were one of Italy's richest sounding progressive rock bands of all time. Apparently this recording which has been released by Mellow Records was taken originally from a radio broadcast during their "Phonogram... Mania" tour. Sound reproduction is not pure digital and does show its age a bit, but regardless this is just simply a magical recording. Featured here are many of the tracks from their stellar debut album "Forse Le Lucciole Non Si Amani Piu" and one unreleased track. If you are a big fan than this recording is essential.James Unger
For the fans of their great album "Forse Le Lucciole Non Si Amano Più", there is absolutely no risk with this live album. They should be transported to the same wonderful moments. At least when reading the track list.Daniel
The studio album was perfect : sound, arrangements were top notch. Even if this live recording is thirty years old, the sound is rather average (to poor, almost boot quality) which is a pain for the type of music "Locanda" is displaying.
The other concern is to know whether or not it is relevant to release a live album when a band has only one studio album behind him. I was incredibly in love with their debuts but this is a carbon copy (except "La Giostra" which was unreleased) . The audience is polite, the band as well (grazie, grazie...). At this time of their career, they could of course hardly know that they would only release one studio album (forget about their 1999 joke).
The sound quality is weak during one of their greatest number : "Forse Le Luciole ...". Emotions are still the same of course, but the studio version is far much more superior. It is probably the song which has lost the most of its beauty. The same is valid during the unreleased song :"La Giostra". Difficult to judge the quality of this track. What a shame !
Three/Five stars.
8.5/10 GreatBrian Travers
Here is a fantastic, basically flawless performance of the wonderful album "Forse le lucciole...". The songs here are all mind blowing and the musicianship is spot on. I would give this a perfect 10, but that big 1.5 comes off because of the sound quality. The quality of this recording is really sub par, and the performances are just so good it is really a shame. For fans, though, this is still a must have album and is really a gift considering "Forse..." is their only real studio recording! Leonardo is singing the songs with even more passion than on the studio, this is the best part!
Señores, disfruten de esta gran banda y de todo este trabajo que tanta gente se está mandando para engrandecer al blog cabezón. El video no corresponde con el disco que presentamos, pero no encontré ningún video de este registro. Igual, pueden escuchar el disco desde aquí:
https://mellowrecords.bandcamp.com/album/locanda-delle-fate-live
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