A colación del nuevo signo político que toma la sociedad argentina, en consonancia con el momento de vacío ideológico y violencia de todo tipo que abunda por el mundo. Nosotros, desde este humilde espacio, hacemos el aguante a la única forma de vida que conocemos y nos gusta: solidaria, rebelde, comunitaria, libre y comprometida... algo así como el blog cabezón en su esencia.
Me preguntaron, en referencia a la futura asunción de M&M (Mauricio Macri y su caterba de ministros que más que ministros son CEOs empresarios), porqué les tenía tanta antipatía. Y es que quizás cueste comprender que no se trata de nombres ni de partidos políticos (algo que repito siempre) sino de ideologías y modelos, en definitiva de estilos y formas de vida, de posibilidades, de ampliación de horizontes para las mayorías. La verdad que M&M me importa un rábano, pero sí la ideología que él representa. Es la que actualmente lidera (casi) el mundo entero, y de la que latinoamérica estaba más o menos resguardada hasta ahora. La implantación de ese modelo implica muchas cosas.
Les comparto un texto que me pasó CalleNep, porque en el ámbito académico ocurre lo mismo que en nuestra vida compartidora de cultura. Se publicó una carta sobre lo que está sucediendo entre los corporativos editoriales y el cierre de plataformas en las que se comparte la literatura académica; se encuentra acá: http://custodians.online/. Lo que hacemos, nosotros los cabezones, también es desobediencia civil y resistencia cultural a favor del libre acceso al conocimiento. Porque la música (la que nosotros compartimos) es conocimiento.
Esto es lo que hay detrás de los globos de colores en todo el mundo, detrás de la política-marketing, detrás de las promesas huecas y de la revolución de la alegría. Esto que van a leer, también es neoliberalismo... aquí tienen la aplicación concreta de un modelo basado en el individualismo, en la competencia, en la avaricia y en todos los valores más bajos del ser humano.
Y también tienen parte de lo mejor del ser humano, su lucha a favor de la libertad, de la sabiduría, de la conciencia social y la lucha por una sociedad mejor.
Me preguntaron, en referencia a la futura asunción de M&M (Mauricio Macri y su caterba de ministros que más que ministros son CEOs empresarios), porqué les tenía tanta antipatía. Y es que quizás cueste comprender que no se trata de nombres ni de partidos políticos (algo que repito siempre) sino de ideologías y modelos, en definitiva de estilos y formas de vida, de posibilidades, de ampliación de horizontes para las mayorías. La verdad que M&M me importa un rábano, pero sí la ideología que él representa. Es la que actualmente lidera (casi) el mundo entero, y de la que latinoamérica estaba más o menos resguardada hasta ahora. La implantación de ese modelo implica muchas cosas.
Les comparto un texto que me pasó CalleNep, porque en el ámbito académico ocurre lo mismo que en nuestra vida compartidora de cultura. Se publicó una carta sobre lo que está sucediendo entre los corporativos editoriales y el cierre de plataformas en las que se comparte la literatura académica; se encuentra acá: http://custodians.online/. Lo que hacemos, nosotros los cabezones, también es desobediencia civil y resistencia cultural a favor del libre acceso al conocimiento. Porque la música (la que nosotros compartimos) es conocimiento.
Esto es lo que hay detrás de los globos de colores en todo el mundo, detrás de la política-marketing, detrás de las promesas huecas y de la revolución de la alegría. Esto que van a leer, también es neoliberalismo... aquí tienen la aplicación concreta de un modelo basado en el individualismo, en la competencia, en la avaricia y en todos los valores más bajos del ser humano.
Y también tienen parte de lo mejor del ser humano, su lucha a favor de la libertad, de la sabiduría, de la conciencia social y la lucha por una sociedad mejor.
Solidaridad con Library Genesis y Sci-Hub
En El principito de Antoine de Saint Exupery, el protagonista encuentra a un hombre de negocios que acumula estrellas con el único propósito de poder comprar más estrellas. El principito está perplejo. Solo posee una flor, que riega a diario, y tres volcanes que limpia cada semana. “Es útil, pues, para mis volcanes y para mi flor que yo las posea”, dijo el principito, “pero tú, tú no eres nada útil para las estrellas...”
Hay en la actualidad muchos hombres de negocios que son propietarios del conocimiento. Por ejemplo, Elsevier, el mayor editor académico, cuyo margen de ganancia de 37%[1] contrasta drásticamente con las tarifas educativas en aumento, la interminable expansión de la deuda por becas-préstamo de los estudiantes y los salarios de pobreza de los empleados académicos. Elsevier posee algunas de las más grandes bases de datos de material académico, cuyas licencias se otorgan a precios tan escandalosamente altos que incluso Harvard, la más rica de las universidades del Norte global, se ha quejado porque ya no puede pagarlas. Robert Darnton, ex director de la biblioteca de harvard, dice: “Nosotros, la academia, realizamos la investigación, escribimos los ensayos e informes, arbitramos los ensayos de otros investigadores, actuamos como comités editoriales, todo ello gratuitamente... y luego tenemos que comprar los resultados de nuestro trabajo a precios salvajes”.[2] Ante todo el trabajo sostenido por el dinero público que beneficia a los editores académicos, especialmente la revisión por pares en la que se fundamenta su legitimidad, los artículos en publicaciones periódicas especializadas tienen precios tan altos que terminan por prohibir el acceso a la ciencia a muchos académicos —y a todos los lectores no académicos— de todo el mundo, y los convierten en un símbolo de privilegios.[3]
Hace poco, Elsevier entabló en Nueva York una demanda por infracción al derecho de propiedad intelectual contra Science Hub y Library Genesis, reclamando millones de dólares por daños.[4] Se trata de un duro golpe, no solo para los administradores de esos sitios en internet, sino también para miles de investigadores de todo el mundo para quienes esos sitios son la única fuente viable de materiales académicos. Redes sociales, listas de correos y canales IRC se han llenado de afligidos mensajes en búsqueda desesperada de artículos y publicaciones.
Mientras la Corte de Distrito de Nueva York emitía su interdicción, se difundió la noticia de la renuncia colectiva del consejo editorial completo de la prestigiosa revista Lingua, que citaba como motivo la negativa de Elsevier a tornarse de acceso abierto y renunciar a las altas tarifas con que grava a los autores y a sus instituciones académicas. Mientras escribimos estas líneas, circula una petición que exige a Taylor & Francis no cerrar Ashgate,[5] un editor de humanidades antes independiente que el corporativo adquirió en 2015. Ashgate enfrenta la amenaza de seguir el camino de otros pequeños editores que están siendo arrollados por la creciente monopolización y concentración del mercado editorial. Estas son solo algunas de las señales que indican que el sistema se ha roto. Nos devalúa a autores, editores y lectores por igual. Parasita nuestro trabajo, lleva nuestro servicio público al fracaso y nos niega el acceso.[6]
Contamos con los medios y los métodos para hacer que el conocimiento sea accesible para todos, sin barreras económicas y a un costo mucho más bajo para la sociedad. Pero el monopolio del acceso cerrado a la edición académica, sus ganancias espectaculares y su papel central en el establecimiento de prestigio académico pasa por encima del interés público. Los editores comerciales bloquean efectivamente el acceso libre, nos criminalizan, persiguen a nuestros y nuestras héroes y destruyen nuestras bibliotecas una y otra vez. Antes de Science Hub y Library Genesis estaban Library.nu o Gigapedia; antes de Gigapedia, estaba textz.org; antes de textz.org había muy poco, y antes de eso no había nada. Eso es lo que ellos desean: reducirnos, a la mayoría de nosotros, a esa nada que había al principio. Y cuentan con absolutamente todo el apoyo de las cortes y la ley para lograrlo.[7]
En el caso de Elsevier contra Science Hub y Library Genesis, el juez ha dicho: “la simple puesta a disposición gratuita de contenido protegido por su registro como propiedad intelectual, a través de sitios de internet extranjeros, perjudica al interés público”.[8] El alegato original de Alexandra Elbakyan pone en alza las apuestas: “Si Elsevier logra cerrar nuestros proyectos o nos fuerza a llevarlos a la red clandestina, sería la demostración de una idea importante: que el público no tiene derecho al conocimiento”.
Demostramos diariamente a una escala masiva que el sistema se ha roto. Compartimos nuestros escritos en secreto, a la espalda de nuestros editores, damos la vuelta por detrás de los muros del dinero para acceder a artículos y publicaciones, digitalizarlos y subirlos a bibliotecas en línea. Este es el otro lado del margen de ganancia de 37%: nuestras comunidades de conocimiento crecen sobre las líneas fallidas de un sistema roto. Somos custodios del conocimiento, custodios de las mismas infraestructuras de las que dependemos para producir conocimiento, custodios de nuestra fértil pero frágil comunidad de intereses. Ser así un custodio es, de facto, descargar, compartir, leer, escribir, reseñar, editar, digitalizar, archivar, mantener bibliotecas, hacerlas accesibles. Es ser útil, no propietario, de nuestra comunidad de conocimiento.
Aaron Swartz, que no se arredró ante ningún riesgo al defender lo que hoy aquí te urgimos a defender también, escribió hace más de siete años: “Necesitamos tomar la información dondequiera que esté almacenada, hacer nuestras copias y compartirlas con el mundo. Necesitamos tomar aquello que está fuera del derecho de propiedad intelectual y añadirlo al archivo. Necesitamos comprar bases de datos secretas y colgarlas en la red. Necesitamos descargar publicaciones periódicas académicas y subirlas a redes de archivos compartidos. Necesitamos pelear por el acceso libre guerrillero. Si llegamos a ser suficientes de nosotros en todo el mundo, no solo estaremos enviando un mensaje poderoso de oposición a la privatización del conocimiento; estaremos convirtiéndola en un asunto del pasado. ¿Te unes a nosotros?”[9]
Nos encontramos en un momento decisivo. Es momento de reconocer que la existencia misma de nuestra masiva comunidad de conocimiento es un acto colectivo de desobediencia civil. Es momento de dejar nuestros escondites y poner nuestros nombres en este acto de resistencia. Quizás te sientes aislado, pero somos muchos. La ira, la desesperación y el miedo a perder nuestras infraestructuras bibliotecarias, enunciadas por toda la red, nos lo confirman. Es tiempo de que nosotros, los custodios, seamos perros, humanos o cyborgs, con nuestros nombres, apodos y seudónimos, alcemos la voz.
Comparte esta carta, léela en público, déjala en la impresora. Comparte tus escritos, digitaliza un libro, sube tus archivos a la red. No dejes que nuestro conocimiento sea aplastado. Cuida las bibliotecas, cuida la metadata, cuida las copias de respaldo. Riega las flores. Limpia los volcanes.
30 de noviembre de 2015.
Dušan Barok, Josephine Berry, Bodó Balázs, Sean Dockray, Kenneth Goldsmith, Anthony Iles, Lawrence Liang, Sebastian Lütgert, Pauline van Mourik Broekman, Marcell Mars, spideralex, Tomislav Medak, Dubravka Sekulić, Femke Snelting... / Traducción al castellano: Carlos Maza
[1] Larivière, Vincent, Stefanie Haustein, and Philippe Mongeon. “The Oligopoly of Academic Publishers in the Digital Era.” PLoS ONE 10, no. 6 (June 10, 2015): e0127502. doi:10.1371/journal.pone.0127502., “The Obscene Profits of Commercial Scholarly Publishers.” svpow.com. Accessed November 30, 2015.
[2] Sample, Ian. “Harvard University Says It Can’t Afford Journal Publishers’ Prices.” The Guardian, April 24, 2012, sec. Science. theguardian.com.
[3] “Academic Paywalls Mean Publish and Perish - Al Jazeera English.” Accessed November 30, 2015. aljazeera.com.
[4] “Sci-Hub Tears Down Academia’s ‘Illegal’ Copyright Paywalls.” TorrentFreak. Accessed November 30, 2015. torrentfreak.com.
[5] “Save Ashgate Publishing.” Change.org. Accessed November 30, 2015. change.org.
[6] “The Cost of Knowledge.” Accessed November 30, 2015. thecostofknowledge.com.
[7] De hecho, con el apuro de pasar el TPP y el TTIP por el proceso legislativo, ningún registrador de dominios, proveedor de servicios de internet, servidor u organización de derechos humanos será capaz de impedir que las industrias del derecho de propiedad intelectual y las cortes criminalicen y cierren sitios en internet “de manera expedita”.
[8] “Court Orders Shutdown of Libgen, Bookfi and Sci-Hub.” TorrentFreak. Accessed November 30, 2015. torrentfreak.com.
[9] “Guerilla Open Access Manifesto.” Internet Archive. Accessed November 30, 2015. archive.org.
Gracias por difundir esta preocupación Moe! Añado acá la dirección web donde se inicia esta campaña: http://custodians.online/spanish.html
ResponderEliminarNos toca analizar las condiciones que se describen ahí en lo que toca a la música y al trabajo de difusión que hace Cabeza de Moog. Hay que repensar la idea de "dominio público": no es un repositorio de antiguallas y contenidos folclorizados, sino el ámbito de diálogo, intercambio y construcción de toda la cultura. Lo que hacemos acá, como hacen los custodians con la producción académica, es devolverle al dominio público lo que por derecho es suyo, es decir, nuestro, de todos. Los recursos de la sociedad que actualmente se usan para enriquecer corporativos, crear privilegios y cerrar acceso, deben dirigirse a inventar estructuras que garanticen una vida digna a los creadores. Desde ahí, sus creaciones deben ser libres para el conocimiento de todos. Hay tanto por hacer
Seguramente hay mucho por hacer. Hay que ser justos. Los derechos de autor son enajenables. Pero...De por vida? si no me equivoco, y si es así, espero que me corrijan, los derechos caducan a los 80 años de ser creados (de por vida) por eso todos los clásicos del siglo pasado se puede difundir, copiar, pegar y hasta hacerlos pedazos. Nosotros pagamos cuotas a sadaic por dichos derechos y así podemos trabajar. ¿esos pagos llegan a donde deben llegar? en fin , creo profundamente que cuando se tira mucho del hilo, en algún lado se corta y entonces para que nadie quiere pagar nada. ¿Y? no es mejor "POCO" de muchos a "NADA" de muchos más? con los años, mis respuesta automática se transformo en "VEREMOS"
ResponderEliminaredito:... y entonces "pasa" que nadie quiere pagar nada.
ResponderEliminarLa idea sobre la que están trabajando los creadores académicos viene de la importancia que tiene el acceso libre al conocimiento científico para el desarrollo de más conocimiento científico y de sus aplicaciones; hay en este tema una cuestión de interés público incuestionable, que en el caso de la literatura, la música o el cine no parece ser tan claro. Sin embargo lo es, como lo han demostrado los DJ y creadores que utilizan la obra de otros para hacer obra nueva y han sido demandados por cada remix: en ese caso los derechos de autor han puesto un límite al desarrollo de la cultura cerrando el acceso, el uso, reuso y modificación de contenidos previamente registrados. En la globalización neoliberal se favorece el crecimiento de los grandes corporativos transnacionales que arrollan a los pequeños emprendimientos locales. El resultado es cada vez menos diversidad (de opinión y estética), cada vez menos participación y cada vez más el consumo forzado de un tipo de cultura que solo produce más deseo de consumo de lo mismo. Nos convierte de ciudadanos en consumidores pasivos. ¿Quién pierde? La democracia. El dominio público es el espacio de la democracia, el lugar donde se dialoga y se discuten opciones, se manifiestan diversidades, se construyen consensos y se plantean disensos. El papel de la música, la literatura, las artes plásticas en la construcción de conocimiento y diversidad, se pierde. Se convierte en adorno vacío de sentido.
ResponderEliminarA partir de eso, las posturas más radicales proponen la devolución de toda la cultura y el conocimiento al dominio público para construir diversidad (recomiendo la lectura de "Un mundo sin copyright" del investigador holandés Joost Smiers, publicado en castellano por Gedisa). Una postura menos radical es la de las licencias CC, pero el problema es que no superan el marco restrictivo de la idea de "licencia" como necesaria para "proteger" un contenido.
El asunto de los periodos de vigencia del derecho restrictivo es totalmente arbitrario. Entiendo que la Argentina tiene una de las legislaciones más avanzadas en este aspecto, limitando esa vigencia a 50 años; en México y Perú es de 70 - 75 años. En los EEUU hay un lobby en estos momentos para lograr su aumento a 100 años, dirigido, adivinen por quién: ¡Sí! ¡Disney! que busca desesperadamente que Mickey y Donald no se le vayan al dominio público. Si la tendencia actual sigue, pronto llegaremos a la vigencia perpetua.
En fin, espero ayudar a aclarar un poco este panorama.
si, super aclarado.
ResponderEliminarI Totally agree with you.
ResponderEliminarRoderick from Brasil.
Por fin los Montoneros se van.
ResponderEliminarFalta juzgarlos por los crimenes que cometieron.
Macri se encargará de eso.
Hoy se respira mejor en Argentina.
Mientras tanto en el mundo real anticapitalista: Miles de cubanos quedan atrapados en su huida a Estados Unidos
ResponderEliminarfuente: internacional.elpais.com/internacional/2015/12/04/actualidad/1449258039_213104.html
Saludos
Primero: no defiendo al régimen cubano.
EliminarSegundo: si hablas de los cubanos atrapados en Cuba tambièn tienes que hablar del mafioso bloqueo estadounidense a Cuba ¿o te lo olvidas?.
Tambièn deberías hacer menciòn a que la islita bloqueada ocupa el puesto 44º en el Índice de desarrollo humano (según la ONU), y el 2º entre los latinoamericanos. Tambièn segùn la ONU, es el único país del mundo que cumple los dos criterios que, para la organización WWF, significan la existencia del desarrollo sostenible: desarrollo humano alto y huella ecológica sostenible. Todo eso està en la Wiki
https://es.wikipedia.org/wiki/Cuba
Pero no estoy defiendo a Cuba, y el comunismo ha dejado de exisitr, Cuba no es una amenaza para nadie mientras que el capitalismo lo es para todo el mundo. Y si vas a criticar lo malo tambièn tienes que mencionar lo bueno.
Un ejemplo de qué se puede hacer es la "Plataforma de Cultura Abierta" del partido Podemos en España. Se puede leer sobre eso acá: http://www.eldiario.es/cultura/Podemos-Cultura-IVA-Estatuto-Artista_0_459854238.html
ResponderEliminarPara los ANONIMOS: Me parece bien los comentarios, algunos puedo o no estar de acuerdo, (ademas a quien le importa) pero carecen de fundamento al ser anonimos. si te surge decir algo, jugate, y presentate.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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