Ir al contenido principal

Video de los Viernes (III): Príncipe de los Colores Sonoros

Obituario: Murió Chick Corea, un encantador de serpientes, un pianista de todas las épocas. La belleza de sus arquitecturas rítmicas nos alejaba de lo real. Modernista impenitente, Corea nos seguirá invitando, a través de sus discos, a vivir la música como una fiesta sin fin. Y que ello sirva de introducción a un video que nos ha compartido Carlos el Menduco: una performance entre Chick Corea y Gary Burton que se dió en llamar "Tiny Desk Concert", registrada en el Concierto NEA Jazz Masters de 2016. Amigos que tocaron juntos por primera vez hace más de 4 décadas, cuando grabaron su primer álbum, "Crystal Silence", hoy sirve también para despedirse de un grande.

Sergio Pujol - La Agenda Revista

Ya no entra un alfiler y el inicio del concierto se está de demorando más de lo previsible. La ansiedad y la incertidumbre se disputan el ánimo del público. Salgo a preguntar y me dicen que Waldo Brandwajman, músico y productor, anda como un poseído por las calles de La Plata en busca de un piano de cola. De un buen piano de cola, el del Coliseo Podestá no está en las mejores condiciones. Se lo dijo el propio Chick Corea en la prueba de sonido. No se lo dijo presa de un ataque de indignación (No puedo dejar de pensar cómo habría reaccionado Keith Jarrett ante esa situación; seguramente hubiera prendido fuego la sala). Se lo dijo con una sonrisa, después de hacer unos firuletes en el registro alto del teclado.

Finalmente, el estoico Waldo da con el Bechstein de una profesora de barrio. Unos forzudos interrumpirán su cena para mudar el instrumento al teatro lo más rápidamente posible. Y entonces Chick saldrá a escena con una sonrisa plena, posará sus nudosos dedos sobre el piano y nos encantará a todos a lo largo de dos horas inolvidables. Al promediar su concierto invitará al pianista Quique Roca, a la sazón entre el público, a que suba para hacer a dos manos “Spain” en un arreglo que el propio Roca tuvo el atrevimiento de mandarle por correo unos meses antes. Un músico consagrado, acreedor de varios párrafos en las enciclopedias del jazz, se relaciona horizontalmente con un joven pianista de una ciudad de cuya existencia se enteró hace apenas un par de horas.

La escena antes relatada revela varias cosas sobre el maravilloso músico que acaba de partir, dejando a sus admiradores en un estado de tristeza persistente. En términos “humanos”, podríamos decir que Armando Antony Corea fue una persona cálida, amable y de un exquisito sentido de la vida. Visitó muchas veces la Argentina: no lo recordamos contrariado sobre un escenario. En términos estéticos, su música pareció tener más que ver con la escuela francesa que con la alemana, para decirlo con categorías “clásicas”. No porque fuera indiferente a elementos del romanticismo – supo componer largas líneas melódicas de naturaleza cancionística y a menudo rozó la parodia wagneriana, como en aquella tapa de Romantic Warrior de Return to forever -, sino porque frente al paradigma del artista ensimismado Corea contrapuso la figura del encantador de serpientes. Su música rara vez te conmovía hasta las lágrimas – eso se lo dejamos a Bill Evans o a Keith Jarrett -, pero tras disfrutar de la sofisticada belleza de sus arquitecturas sonoras, nos llevaba un tiempo volver a la vida real. Sucedía con sus discos y presentaciones de piano solista, allí donde Debussy, Monk – ¡sus versiones de “Round midnight”! -, Bartók y el insólito españolismo de algunas de sus improvisaciones se daban la mano a través del tiempo y los géneros. También sucedía cuando estaba al frente de grupos y ensambles excelsos.

La diversidad de este pianista multicultural – en rigor, tan pianista como compositor, y tan compositor como improvisador – nunca lo alejó de la matriz jazzística, su formación, su pasión, su lugar en el mundo de la música al menos desde que fue pianista de Blue Mitchell, Mongo Santamaría y Stan Getz sucesivamente. En ese sentido, tanto en sus exuberantes discos de fusión con Return to forever como en sus exploraciones de free jazz con el temprano grupo Circle, Corea nunca dejó de pensar en Bud Powell, su héroe del piano, ni en Bill Evans, su virtual maestro de armonía modal y demás. Los abundantes y llamativos recursos de música contemporánea que supo incorporar a sus creaciones jamás perdieron de vista la noción del ritmo y el fraseo del jazz, así como su filosofía de la improvisación como forma de composición en tiempo real.

Desde luego, esto último se puede apreciar más claramente en los discos en trío (desde el que formó en 1968 con Roy Haynes y Miroslav Vitous para Now he sings, now he sobs hasta el más reciente con Christian McBride y Brian Blade), donde la interacción espontánea es condición sine qua non para que la música fluya en determinada dirección. Pero aun en los coloridos ensambles de sintetizadores, vientos, cuerdas y voces de The Mad Hatter y aquellos álbumes programáticos – ¿no estaban emparentados con el rock progresivo? -, los espacios reservados a los solos de saxo del brillante Joe Farrell y el drive rítmico de toda la banda no podían provenir de otro lugar que no fuera el jazz moderno.

Decía haber aprendido de su padre calabrés los rudimentos de la música, y algo más también. Sabemos que tuvo un profesor particular de piano, y que durante seis meses habitó las aulas de Julliard. Sólo seis meses. Casi un autodidacta. Pocas figuras de la historia del jazz resultan tan sorprendentes si nos centramos en la relación entre técnica y arte. Las diferencias entre sus discos – más de 50 años de producción ininterrumpida – responden a una necesidad de exploración artística, no tanto a una idea de progreso personal en el sentido que lo puede experimentar un intérprete “puro”. Por supuesto, fue un virtuoso del piano, pero nunca se lo vio especialmente interesado en escalar posiciones. En él, la búsqueda de originalidad se impuso sobre el ideal de perfección.

Su entrada al grupo “eléctrico” de Miles Davis, con el que tocó el Fender Rhodes en los seminales In a silent way y Bitches Brew, lo inspiró para abordar el jazz-rock y la fusión de un modo personal. Minimoog, ARP, piano de cola…Si a la Era de la guitarra eléctrica le sobrevino la Era de los teclados, eso se debió en gran medida a Chick Corea. En la primera mitad de los años 70, Return to forever, con sus dos formaciones consecutivas, ensanchó las fronteras de la música de improvisación incorporando esquemas melo-rítmicos hispánicos, brasileños y caribeños (“Spain”, “La fiesta”, “Armando´s Rumba”), el groove del funk, la politonalidad de los tiempos de Stravinsky y naturalmente el lenguaje del jazz. Junto a los superhéroes instrumentales Al Di Meola, Stanley Clarke y Lenny White, Corea devino una suerte de nuevo Miles Davis en el sentido de saber descubrir o potenciar a músicos jóvenes de alto rendimiento, si bien ninguno de ellos a su altura. (Luego llegarían John Patitucci, Dave Weckl, Frank Gambale y el resto de la enciclopedia de la fusión).

La suya fue una generación de músicos a medio camino entre dos épocas. Demasiado atraídos por el jazz para ser estrellas de rock, demasiado jóvenes para resignarse a tocar en lobbys de hoteles. Resolvieron el dilema probando nuevas aleaciones sonoras. Estaban convencidos –quizá apresuradamente – de que las divisiones entre géneros musicales eran cosa del pasado. Hoy es deporte defenestrar la fusión de los años 70/80, aunque no se sabe muy bien cuáles son los crímenes que se le endilgan. Sin embargo, los discos de Return to forever, Chick Corea Electric Band y Chick Corea & Origin nunca dejaron de gustar. Muestran de modo virtuoso que, antes que cédulas de identidad artística, los estilos son funcionales a la creatividad de un músico. Príncipe de los colores sonoros, Corea nunca se sintió obligado a tomar partido por lo acústico o lo eléctrico, del mismo modo que su sistema compositivo no se restringió a las escalas más usuales. Su sensibilidad tonal y su paleta tímbrica fueron únicas, repitiendo así el gesto de Claude Debussy frente a las sonoridades del Gamelán de Java.

Su espíritu inquieto y curioso lo llevó a tocar en duetos soñados: los amables duelos de piano con Hancock y Gulda sucesivamente fueron hermosas payadas, así como sus discos con Gary Burton, una lección de música de cámara sin fronteras. Estas experiencias impregnaron el ethos de su música, siempre abierta a las influencias exteriores. ¿Sus problemas personales? Difícil encontrarlos en una música marcada por viajes reales e imaginarios. Quizá a muchos les haya sorprendido leer en su conmovedora carta de despedida la definición de la práctica musical como algo “divertido”. ¿Pero acaso el sentido de la festividad no está en el origen del jazz? Modernista impenitente e imaginativo, el músico de las “Children songs” nos seguirá invitando, a través de sus discos, a vivir la música como una fiesta sin fin.

Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

Mauricio Ibáñez - Shades of Light & Darkness (2016)

Vamos con otro disco del guitarrista chileno Mauricio Ibáñez, que ya habíamos presentado en el blog cabeza, mayormente instrumental, atmosférico, plagado de climas y de buen gusto, "Shades of Light & Darkness" es un álbum que muestra diferentes géneros musicales y estados de ánimo. Se relaciona con diferentes aspectos de la vida humana, como la sensación de asombro, crecer, lidiar con una relación problemática, el éxito y el fracaso, luchar por nuestros propios sueños y más. Cada una de las canciones habita un mundo sonoro único, algunas canciones tienen un tono más claro y otras más oscuras, de ahí el título, con temas muy agradables, melancólicos, soñadoros, algunos más oscuros y tensos, donde priman las melodías cristalinas y los aires ensoñadores. Un lindo trabajo que les entrego en el día del trabajador, regalito del blog cabezón!. Artista: Mauricio Ibáñez Álbum: Shades of Light & Darkness Año: 2016 Género: Progresivo atmosférico Duración: 62:34 Refe

Los Grillos - Vibraciones Latinoamericanas (1976)

Nuestro amigo Julio Moya sigue con su tarea de palentólogo del rock latinoamericano y ahora nos presenta la historia de Los Grillos, y resumiendo les diría que si Jethro Tull hubiera sido andino, probablemente hubiese grabado este disco, ya que encontrarás flautas similares a Ian Anderson, junto con instrumentos de viento autóctonos. Un disco con 8 temas con una duración total que no alcanza la media hora. De alguna manera puede trazarse un paralelismo con Los Jaivas de Chile, pero se debe tener en cuenta que la raíz folclórica es diferente y con un sonido propio de altiplano. Aquí, uno de los discos más importantes de la historia del rock en Bolivia, y una de las mayores joyas del rock boliviano, expresión del folk rock temprano donde Los Grillos fundadon el sonido del Neo Folclore Andino, incursionando en el Moog a modo de "sintetizador andino". Si disfrutaste de "Alturas de Macchu Picchu" de Los Jaivas, o los bolivianos Wara o los argentinos Contraluz, descubrirá

Spinetta y el sonido primordial

“Si vinieron para que les hable de mí, me voy –dijo Luis Alberto Spinetta al tomar el micrófono–. Yo les voy a hablar de la música en una faz filosófica: del origen de la materia sonora y su repercusión en la civilización. Y solo contestaré preguntas sobre eso, no sobre Spinetta.” Eran pasadas las 19.30 del lunes 2 de julio de 1990 cuando el Flaco dio comienzo a su “clínica de poesía musical” en la Casa Suiza –ubicada en Rodríguez Peña 254 de la ciudad de Buenos Aires–, con entrada libre y gratuita, ante más de cuatrocientas personas. Años después, esa charla se convertiría en un libro apócrifo: El sonido primordial. Por Patricio Féminis Esta es la historia de aquella conferencia de Spinetta que llegaría a tener una edición pirata, como si fuera un libro suyo, y que llegaría a venderse por dos editoriales distintas en Mercado Libre. Aquel lunes invernal de 1990, el guitarrista, cantante y creador asistió para exponer en la Casa Suiza (hoy tapiada por un edificio en construcción)

Soft Machine - Facelift (France & Holland) (2022)

Cerrando otra semana a pura música en el blog cabeza, volvemos a traer un registro histórico de Soft Machine en vivo, o mejor dicho, dos registros pero este disco dobre muestra a los muchachos en el 2 de marzo de 1970 en el Théâtre de la Musique, París, Francia, mientras que en el segundo álbum se los puede escuchar en el 17de enero del mismo año en Concertgebouw, Amsterdam, Países Bajos. Y como esto no tiene ni necesita mucha presentación, paso a despedirme hasta el miércoles de la semana próxima, y espero que no me extrañen porque les dejé bastante música y reflecciones como para que estén entretenidos en sus momentos de ocio. Artista: Soft Machine Álbum: Facelift (France & Holland) Año: 2022 Género: Escena Canterbury Duración: 1:55:59 Referencia: Discogs Nacionalidad: Inglaterra Acá podrán disfrutar a los Soft Machine en vivo y tocando en la cima de su mejor momento. Rutledge, Hopper, Wyatt y Dean parecen juntos una fuerza de la naturaleza a la que nada se

Skraeckoedlan - Vermillion Sky (2024)

Entre el stoner rock, el doom y el heavy progresivo, con muchos riffs estupendos para todos y por todos lados, mucha adrenalina y potencia para un disco que en su conjunto resulta sorprendente. El segundo disco de una banda sueca que en todo momento despliega su propio sonido, a 4 años desde su anterior álbum, "Earth". Saltarás planetas, verás colisionar cuerpos celestes, atravesarás galaxias y te verás arrastrado hacia la nada que lo abarca todo, conocerás el vacío y el fuego abrasador de los soles, y también encontrarás algunos arcoíris desplegándose bajo el cielo bermellón. He aquí un viaje interestelar por el universo de los sonidos, en una búsqueda tremenda y desgarradora, un disco muy bien logrado, que muestra una de las facetas de los sonidos de hoy, donde bandas deambulan por el under de todos lados del mundo en pos de su propio sonido y su propia identidad, y también (al igual que muchos de nosotros) su lugar en el mundo terrenal, tan real y doloroso. Los invito

Guranfoe - Gumbo Gumbo (2022)

Como corresponde al comienzo de semana, empezamos un lunes con un gran disco, y ahora de una de esas nuevas bandas que no tienen nada que envidiarle a los grandes monstruos de antaño. ahora con su segundo y último disco. En una entrega totalmente instrumental y a lo largo de todo el disco estos músicos ingleses nos brindan una exposición de como un disco puede ser melódico, apasionado, imaginativo, complejo, temerario, dinámico, adrenalítico y muchos adjetivos más que no alcanzan para describir toda la música de estos chicos, ahora arremetiendo con temas que fueron creados en sus inicios, incluso que fueron interpretados en vivo pero nunca grabados, y razones tienen ya que este material no da para que se pierda en el olvido, ya que este álbum suena tan hermoso como se ve su portada. Cinco temas que son técnicamente brillantes y que recuerdan a una colisión entre Zappa y Camel. Una fusión de folk, jazz y Canterbury que es tan psicodélica como progresiva, intensamente melódica y fá

Bosón de Higgs - Los Cuentos Espaciales (2023)

Para terminar la semana presentamos un disco doble muy especial, desde Ecuador presentamos a una banda que ya tiene un nombre particular que los define: Boson de Higgs, que como ópera prima se manda con un concepto inspirado en el cosmos, la astronomía en un viaje interestelar de 15 temas que tienen además su versión audiovisual, en un esfuerzo enorme que propone la divulgación científica y cultural de un modo nuevo, donde se aúnan la lírica en castellano, el rock alternativo, la psicodelia, el space rock, el hard rock y el rock progresivo. Un álbum doble sumamente ambicioso, con muy buenas letras y musicalmente muy bien logrado y entretenido en todos sus temas (algo muy difícil de conseguir, más pensando si es su primera producción) y donde puede verse en todo su esplendor en su versión audiovisual que obviamente no está presentado aquí salvo en algunos videos, pero que pueden ver en la red. En definitiva, dos discos muy buenos y realmente asombrosos para que tengan para entretenerse

Video de Los Viernes - Nostalgia del Hogar "Feel Like Going Home" 2003

The Blues es una serie documental producida por Martin Scorsese en 2003, declarado "Año del Blues" en Estados Unidos, genero que influyo al jazz y al rock. Cada una de las siete películas que componen la serie ha sido dirigida por un cineasta entusiasta del género y en ellas se hace un repaso su origen y desarrollo a lo largo del siglo xx Hoy toca el turno de Nostalgia del Hogar " Feel Like Going Home 2003" Dirigida por el propio Scorsese, este primer film de la serie rinde homenaje al Delta blues, a los orígenes del género, recorriendo el Estado de Misisipi de la mano del músico Corey Harris, para continuar después viajando por el continente africano en busca de las raíces del Blues. Feel like going home habla de músicos que se criaron alrededor de los algodonales, sin dinero ni comida, allí surgieron unos músicos que aliviaban las vidas de la gente como John Lee Hooker, Willie King, Son House o Robert Johnson. Músicos que se adaptaban a los tiempos, como O

David Lebón - Nayla (1980)

Artista: David Lebón Álbum: Nayla Año: 1980 Género: Rock / Rock progresivo Nacionalidad: Argentina Duración: 40:53 Lista de Temas: 1. María Navidad 2. Tema de Seleste 3. Tu amor borró el pasado 4. Está muy bien 5. Poder 6. Estoy en Tropicalia 7. Bolemigrero 8. Super pesado (instrumental) Alineación: - David Lebón / Guitarras, batería, teclados, piano acústico y voz - Rinaldo Rafanelli / Bajo - Oscar Moro / Batería - Diego Rapoport / Piano - Pedro Aznar / bajo fretless, teclados Y seguimos con las resubidas, ahora con un disco de David que habían pedido que publiquemos, luego habían pedido que lo resubamos, y viene Luis de Catamarca a satisfacerlos como corresponde.

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.