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Yes - Drama - Deluxe Edition (1980 - 2004)

Aquí presentamos el que fue el primer disco de Yes que escuché en mi vida (luego vendrían los demás), y debo decir que me encantó (con canciones bestiales como "Machine Messiah" o "Into the Lens", entre otras) y me abrió un sinfín de puertas hacia los discos primogénios de la banda (y del estilo sinfónico todo). Pero definitivamente es el disco más polémico de Yes, que marcó el camino del sonido pop-rock ochentero de "9125". Aquí el Mago Alberto no solamente nos trae el "Drama" sino que lo hace con la edición especial. En nuestra sección de discos "para amar o para odiar sin términos medios" tenemos un disco cuyo resultado lo llamaron "Drama" por motivos obvios. Y bueno, si te interesa la historia, entrale a esta entrada que culmina con otra gran semana en el blog cabezón!.

Artista: Yes
Álbum: Drama - Deluxe Edition
Año: 1980 - 2004
Género: Rock sinfónico / Rock pop progresivo
Nacionalidad: Inglaterra


A lo largo de los años, frente a tanta crítica periodística negativa que he leído sobre el álbum o período en particular, siempre me he preguntado qué valor o crédito puedo darle a tales opiniones, reseñas o comentarios, cuando la obra discográfica en sí me gusta y mucho. La sorprendente alineación de Yes de 1980 dió a luz uno de esos discos que va perfecto en nuestra sección de discos para amar o para odiar sin términos medios.
Y como introducción, pegamos un pantallazo con lo que nos dice el señor Wikipedia:

Drama es el décimo álbum de la banda británica de rock progresivo Yes, lanzado en agosto de 1980. Fue el único álbum con la participación de Trevor Horn y Geoff Downes (hasta su regreso en el año 2011), y el primero sin Jon Anderson.
Tras el fríamente recibido Tormato, a principios de 1980, Jon Anderson y Rick Wakeman se alejaron del grupo por diferencias musicales y financieras, sin embargo los miembros restantes, Chris Squire, Steve Howe y Alan White, decidieron seguir adelante con la banda.
Trevor Horn y Geoff Downes, miembros del grupo new wave The Buggles, estaban trabajando en un estudio adyacente a Yes (siendo ambos manejados por el mismo representante: Brian Lane). Durante esas fechas Horn y Downes se presentaron a Squire, Howe y White, declarándose fanes, y siendo invitados por la banda a quedarse para los ensayos: de ahí a su plena incorporación sólo hubo un paso.
The Buggles habían alcanzado recientemente el puesto Nº 1 en las listas británicas con el tema "Video Killed the Radio Star", el cual era apreciado por Chris Squire, que incluso tenía el disco, de modo que el giro hacia algo más moderno y menos sinfónico en la nueva música de Yes resultó casi lógico, no sólo por la influencia de Horn y Downes (quienes son co-autores de todos los temas), sino por el apoyo del propio Squire, no obstante, algo de la vieja magia se quiso invocar, al llamar nuevamente a Roger Dean y a Eddie Offord, para hacerse cargo del arte gráfico y de la producción respectivamente (esto último junto al resto del grupo). A pesar de ser uno de los discos menos representativos y más discutidos entre los fanes de Yes, Drama obtuvo una buena recepción en Gran Bretaña, donde alcanzó el puesto Nº 2 en la lista de álbumes, a diferencia de EE.UU. donde solo llegó al puesto 18º y ni siquiera obtuvo disco de oro.
Yes sería temporalmente disuelto al año siguiente, 1981 (hasta la reunión de 1983), mientras que Howe y Downes entrarían a formar parte del grupo Asia, dedicado al arena rock y rock progresivo.
Wikipedia

Por otro lado, el momento de la música elaborada, los moogs y sintetizadores estaba a punto de cambiar el panorama mientras el punk implosionaba al ritmo de venas reventadas por la heroína. Y en eso, salió "Drama", justamente partiendo del drama por el que pasaba Yes.
Un disco que sonaba más o menos así...




Así que tenemos a un nuevo Yes con un cantante con anteojos que parece Elton John con la voz similar (aunque ojo que "similar" no sea "igual") a la del otro Jon (Anderson). Lo concreto es que "Drama", a partir de este momento, es un capítulo que registra visiblemente dos etapas o fases, en esta larga pero para nada aburrida historia de la agrupación inglesa. Y para que nos lo explique mejor, aquí les dejo las palabras del Mago Alberto que es quien se zarpa trayéndonos este controversial disco...

¿"Drama" fue realmente un Drama?, y aquí deberíamos trazar un paralelismo, por un lado toda la obra de Yes con la inigualable voz de Jon Anderson y otro con los que fueron todos los albumes sin la voz de Anderson, y este fue el primero, luego de "Tormato" y sin Rick Wakeman también. Ahora bien, si los fanáticos de Yes reconocen solo a la banda con la voz de Jon Anderson y las teclas de Rick Wakeman, "Drama" pasa a ser solo una anécdota, pero si abrimos un poco la mente y el oído vamos a encontrar en este álbum una espléndida performance instrumental que sostiene, armoniza con la voz de Trevor Horn y los teclados de Geoff Downes. Además de la presencia muy fuerte de Chris Squire en los coros y en el bajo, todos los arreglos de Steve Howe son excepcionales. "Drama" no tiene grises, o te gusta o no te gusta, cosa que con los sucesivos cambios en la alineacion de Yes ya la cosa cambia, existen proyectos -incluso los más actuales- que son inescuchables, ni siquiera merecen una oportunidad.
Este disco siempre fue polémico por los antecedentes antes expuestos, y la prensa especializada también estuvo dividida, en sintesis,¨un "Drama" que provoca sensaciones encontradas, como no lo hizo jamás ningún álbum de la extensa carrera de los británicos.
En los bonus tracks de esta Deluxe Edition aparece en tres tracks la voz de Anderson, canciones extractadas del album "Paris Sessions", como un saludo, tipo "hey estoy acá, no me olviden". Un álbum que seguro no escapará a la polémica en el blog cabezón, espero que si hay comentarios lo hagan con la altura y el conocimiento de causa que merecen.
¿"Drama" es un Drama?.
Mago Alberto





Al comenzar la década de 1980, el estado de situación de Yes no era precisamente el de un lecho de rosas. El rock sinfónico, como movimiento de moda, estaba pasando a cuarteles de invierno y las discográficas metían púa para que el punk lo viviera desfenestrando, a la par de erigirse como la música del momento. En el seno de la banda, las cosas tampoco venían bien desde la época de "Tormato" (editado en 1978). El álbum había funcionado comercialmente bien pero artísticamente no satisfizo a nadie del grupo ya que no tenía una dirección bien definida, al tiempo que muchos fans renegaron del disco. Por otro lado Rick Wakeman y Steve Howe competían en la ejecución de sus instrumentos y las canciones no tenían un nivel parejo.
Contrariamente, sus performances en vivo eran exitosas y el grupo deslumbraba en cada show, con el escenario giratorio, una puesta de luces y sonido cada vez mejor. Luego de una pausa en 1979, que Wakeman y Howe aprovecharon para sacar sus álbumes solistas, las expectativas estaban cifradas en la grabación del siguiente álbum de estudio pero tampoco estas sesiones prosperaron. Jon Anderson trabajaba en dupla con Wakeman (al igual que en el álbum mencionado), mientras que el trío Howe-Squire-White prefería trabajar las composiciones colectivamente.
El mal clima generalizado reinaba en el seno de la banda y ni siquiera la propuesta de Brian Lane (manager de Yes), de traer al exitoso productor Roy Thomas Baker –conocido entonces por su trabajo con Queen- y grabar en Paris, tampoco funcionó. Finalmente, como irónicamente se dijo, a causa o gracias a la fractura del tobillo de Alan White, todo se suspendió y parte de la banda retornó a Inglaterra.

Una vez en casa, con un álbum inconcluso y gira norteamericana agendada y vendida para 1980, Anderson propone un compás de espera, mientras el trío Squire-Howe-White (por sugerencia de Roy Thomas Baker) se encierra en un estudio para continuar las sesiones de ensayo y composición [más tarde conocidas como "las sesiones de invierno"]; a la vez que Wakeman permanece en Suiza. Las peleas entre algunos miembros por cuestiones financieras termina desencadenando la partida de Anderson. Y, junto a él, la de Wakeman, por solidaridad con su amigo y entender que "...No es un quinto el que se fue. Es un gran pedazo de la banda. Si queríamos seguir llamándonos Yes, entonces estábamos en un gran problema". Entonces, he aquí lo que conocen como "Las Sesiones de Paris".
El asunto es que Anderson y Wakeman deciden largarse a hacer sus cositas. El primero, discos con Vangelis, al que siempre quiso como parte de la formación. El segundo, una carrera llena de discos y muy pocos aciertos. Entretanto había un grupo que se llamaba The Buggles, compuesta por Trevor Horn y Geoff Downes, el primero hacía sus pinitos como técnico y como productor,y  el segundo venía de un pasado de estudios musicales, ellos estaban haciendo unas buenas incursiones en el pop-rock, y sonaban así (a ver si reconocen la cancíón...):



Una canción que fue un éxito morrocotudo y además fue bandera de cambios. Pero Horn y Downes, en sus entrañas, eran fans del prog. En particular Horn, que se declaraba seguidor fatal de Yes y eso estaba muy mal visto en la época entre los grupos modernos con éxito.

A todo esto, corría marzo de 1980. Yes, reducido a trío ahora, seguía ensayando y componiendo en un pequeño estudio londinense, mientras que The Buggles ensayaban en una sala contigua, de cara a la grabación del álbum. Esta vecindad lleva a que éstos últimos se acercaran a preguntarle al manager Brian Lane si podría representarlos. Y fue Lane, precisamente y al aceptarlos, quien les sugirió a Trevor y Geoff (grandes admiradores de Yes) que compongan material para la banda pues no contaban con muchas canciones. Chistes aparte de Alan White, en torno a quien trasponga la puerta del estudio formará parte de la banda, más la curiosidad por conocerlos por parte de los Buggles, lo concreto es que Yes necesitaba urgentemente completar su formación y "We Can Fly From Here" –la canción propuesta por Trevor Horn- parece que resultó efectiva para que todos entraran en tratativas para el arribo de The Buggles a Yes.
El trío contaba con varios demos en ese formato "“Las Cintas del Invierno de 1980" , como se las calificó), conteniendo versiones sin canto y embrionarias; tres de las cuales llegaron efectivamente al álbum ("It Really Happen", "Run Throught The Light" y "Tempus Fugit"). Es llamativo que canciones como "We Can Fly From Here" no aterrizaran en el álbum.

El disco fue recibido con recelo, pero no del todo mal por un motivo claro: es corajudo. Con complejidades musicales pero, al mismo tiempo, sonoridad comercial y buena concepción melódica.

Considerando a "Drama" globalmente, se trata de una obra discográfica homogénea, coherente, con una definida y distintiva orientación musical. Mucho más contemporánea y aggiornada a la década que estaba comenzando. ¿Y la calificación del disco? Eso dependerá de cada uno! Ya por algo lo incluimos en la sección de discos para amar o para odiar.

Este comentario que copio a continuación da cuenta de ello...
Hay veces al que los momentos de crisis son muy interesantes. Nos muestran la capacidad de reacción de un grupo, su cohesión, e incluso la coherencia de sus miembros. Nos gustan las bandas que se levantan tras un golpe y que afrontan el futuro con una mirada nueva aunque manteniendo las referencias al pasado, especialmente cuando esas referencias tienen un mensaje para aquellos que se bajaron del carro en un momento determinado. ¿Cómo no esbozar una sonrisa cuando, tras su disolución más o menos pactada, aparece un nuevo disco de Pink Floyd (ya sin Roger Waters) titulado “A Momentary Lapse of Reason”?. Tampoco es fácil permanecer impasible cuando Genesis publica el primer disco sin Steve Hackett y lo titula “And Then There Were Three” en referencia a los tres miembros que permanecían en la banda. La experiencia sirve también para artistas en solitario porque no podemos pasar por alto el catálogo de mensajes ocultos (y no tan ocultos) que Mike Oldfield (entonces Michael) le dedicó a Richard Branson en los títulos y en las letras de “Heaven's Open”, su disco de despedida de Virgin.

En esa misma categoría entraría el disco que comentamos hoy. Tras varias sesiones de grabación caóticas en las que nada funcionaba y de las que no era posible sacar nada medianamente satisfactorio, en los últimos meses de 1979, Jon Anderson y Rick Wakeman deciden abandonar Yes. En el caso de Wakeman no era la primera vez, pese a lo cual, siempre se le considera como uno de los miembros más icónicos de la banda. Lo de Jon Anderson era más grave. Se trataba de la voz del grupo y de una de sus grandes señas de identidad. El resto de integrantes decidieron seguir adelante y titular el siguiente disco, “Drama”, haciendo gala de un gran sentido del humor.

La banda venía tocada ya desde las sesiones de “Tormato” y la convivencia se había hecho complicada. La principal discrepancia venía de Jon Anderson, enfrentado al trío Squire, Howe y White, partidarios de un trabajo colectivo en la composición de los temas frente al enfoque más personal del cantante (prefería que cada cual aportase canciones individualmente). Cuando el vocalista decidió abandonar la banda (y centrarse en sus proyectos en solitario y junto con Vangelis), Wakeman le siguió. No lo hizo porque compartiera especialmente sus planteamientos, que probablemente también, sino porque no concebía una formación de Yes sin su cantante y fundador. La situación era crítica. Yes se veían reducidos a un trío cuando en pocos meses tenían comprometida una gira por Estados Unidos e Inglaterra que ocuparía buena parte de la segunda mitad del año y, además, llevaban ya un tiempo sin grabar con lo que la presión para publicar un nuevo disco era muy fuerte. Las sesiones en París, aún con Anderson y Wakeman y bajo la supervisión de Roy Thomas Baker, no habían producido demasiado material aprovechable. Además, un incidente con Alan White obligó a suspenderlas justo antes de la desbandada de Jon y Rick: al parecer, el batería se rompió un tobillo mientras patinaba en un club nocturno acompañado de Richard Branson. Tal cual.

Marzo de 1980. Yes, reducidos a trío, ensayan en un estudio londinense con vistas al nuevo disco. En un estudio contiguo se encuentran los miembros de la última gran sensación del pop británico, The Buggles, que acababan de publicar su disco de debut promocionado por el single “Video Killed the Radio Star”, número uno en las listas de medio mundo. En un momento determinado, los integrantes del dúo, Trevor Horn y Geoff Downes, se acercaron a ver uno de los ensayos de Yes ya que eran grandes admiradores del grupo. Se daba la circunstancia de que ambas bandas compartían manager: Brian Lane. Siendo Downes teclista y Horn vocalista, alguien debió sumar 2 y 2 y sugerir que quizá ellos podrían cubrir el hueco de Anderson y Wakeman. La idea de que dos músicos que acababan de debutar con un disco de “new wave”, “synth-pop” o como se quiera denominar lo que hacían The Buggles, podrían entrar a formar parte de una de las bandas más legendarias del rock progresivo, sonaba disparatada pero, o bien en un alarde de audacia, o bien por pura desesperación ante los compromisos que se avecinaban, se decidió probar suerte.

Sorprendentemente, en el estudio hubo mucha química entre los cinco músicos lo que unido a la aportación de Downes y Horn en forma de composiciones propias, provocó que en apenas tres meses, el nuevo disco de Yes estuviera completado con parte del material de las sesiones de París, algún tema de The Buggles y varias canciones escritas ya por el nuevo quinteto. En “Drama”, Trevor Horn canta y toca el bajo en uno de los cortes, Steve Howe toca guitarras y hace coros, Chris Squire se encarga del bajo, el piano y los coros, Geoff Downes toca los teclados y es el encargado del vocoder y Alan White hace lo propio con la batería y las percusiones.

“Machine Messiah” - Un riff potente, cercano al “heavy metal” nos da la bienvenida al disco. Es la introducción del tema más largo del mismo en el que la guitarra de Howe, imperial, nos guía hacia la primera intervención vocal, escoltada por unos teclados brillantes. Escuchamos a Horn rodeado de los clásicos coros de Yes por lo que no hay espacio aún para añorar a Jon Anderson. La continua variación de ritmos y motivos melódicos (entre los que encontramos una variación de una tocata de Charles Maríe Widor), nos remite a la etapa clásica de la banda que parece mantener intacto el espíritu del rock progresivo pese a las nuevas incorporaciones. El interludio que aparece a mitad de la pieza, con guitarras acústicas y las voces entonando el título del tema es una joya que nos lleva a un rápido final en el que Horn se mete en los pantalones de Anderson con un resultado más que digno.

“White Car” - El segundo corte es apenas un interludio dedicado indirectamente a Gary Numan. Al parecer, una foto del autor de “Cars” en su coche inspiró a Geoff Downes para crear esta corta pieza, principalmente electrónica.

“Does it Really Happen?” - Continúa el disco con un vigoroso tema que apunta ya claramente hacia lo que se dio en llamar “AOR” en aquellos años. Aún había muchos elementos progresivos pero los teclados y una cierta simplificación en ritmos y armonías empezaban a acusar una búsqueda de una fórmula más acorde con los gustos de la época. El bajo de Chris Squire tiene un papel muy importante en todo el tema siendo uno de los grandes puntos de enganche con los Yes anteriores, junto con los coros “a cappella” de la segunda parte del tema y la brillante coda instrumental.

“Into the Lens” - La “cara b” del disco comenzaba con una pieza que Horn y Downes había escrito para el segundo disco de The Buggles pero que aparecería antes en “Drama”. Probablemente sea nuestra canción favorita del disco por muchas cosas, entre las que se encuentra el gran trabajo a la batería de Alan White y el atrevimiento a la hora de incorporar elementos como el vocoder a la música de una banda como Yes, algo que en grupos de estos estilos no era fácil de ver. Ese detalle y algún otro nos remiten a otras formaciones con raíz progresiva y orientación más pop de la época como The Alan Parsons Project.

“White Car” - El segundo corte es apenas un interludio dedicado indirectamente a Gary Numan. Al parecer, una foto del autor de “Cars” en su coche inspiró a Geoff Downes para crear esta corta pieza, principalmente electrónica.

“Does it Really Happen?” - Continúa el disco con un vigoroso tema que apunta ya claramente hacia lo que se dio en llamar “AOR” en aquellos años. Aún había muchos elementos progresivos pero los teclados y una cierta simplificación en ritmos y armonías empezaban a acusar una búsqueda de una fórmula más acorde con los gustos de la época. El bajo de Chris Squire tiene un papel muy importante en todo el tema siendo uno de los grandes puntos de enganche con los Yes anteriores, junto con los coros “a cappella” de la segunda parte del tema y la brillante coda instrumental.

“Into the Lens” - La “cara b” del disco comenzaba con una pieza que Horn y Downes había escrito para el segundo disco de The Buggles pero que aparecería antes en “Drama”. Probablemente sea nuestra canción favorita del disco por muchas cosas, entre las que se encuentra el gran trabajo a la batería de Alan White y el atrevimiento a la hora de incorporar elementos como el vocoder a la música de una banda como Yes, algo que en grupos de estos estilos no era fácil de ver. Ese detalle y algún otro nos remiten a otras formaciones con raíz progresiva y orientación más pop de la época como The Alan Parsons Project.

“Tempus Fugit” - Squire retoma el bajo y lo hace a lo grande dominando por completo una pieza que combina un gran dinamismo con guitarras próximas al “ska”, lo que vuelve a acercar a la banda a los mencionados The Police que triunfaban ampliamente por todo el mundo en la época (muchas veces hemos pensado que “Synchronicity”, el tema de Police de 1983 es un guiño a este “Tempus Fugit”. Un magnífico cierre en todo caso para un disco que fue muy difícil de llevar a cabo.

La acogida del trabajo fue moderadamente buena. De hecho, buena parte de las críticas recibidas por parte de los seguidores, tuvieron más que ver con la gira posterior que con el disco en sí. El motivo: que ni Horn ni Downes daban la talla en directo, en especial el cantante, incapaz de afrontar un repertorio como el de Yes, creado para un registro vocal tan peculiar como es el de Jon Anderson. En todo caso, ninguno de los miembros de The Buggles estaba acostumbrado a las exigencias de un grupo como Yes en directo y una vez finalizada la gira posterior, la banda se disolvió por completo siguiendo cada uno de sus integrantes con su carrera por su cuenta. Horn y Downes publicaron un segundo disco como The Buggles, el propio Downes junto con Steve Howe, John Wetton y Carl Palmer formarían el “supergrupo” Asia y, por su parte, Squire y White se unieron a Jimmy Page para formar XYZ antes de formar Cinema, una nueva banda que terminaría por convertirse en una nueva encarnación de Yes tiempo después.

Con todo, y obviando la influencia que la ausencia de Jon Anderson puede ejercer sobre un seguidor de Yes a la hora de evaluar el disco, tenemos que decir que “Drama” es un buen disco, tirando a muy bueno. No llega al nivel de excelencia de un “Close to the Edge” o un “Relayer” pero tampoco anda muy lejos de “Going for the One” por poner un par de ejemplos. Un trabajo que no suele mencionarse entre los grandes de la banda pero que merece la pena recuperar de cuando en cuando.
Mike Shooter



Y luego vendrían las giras, idas, venidas, vueltas, éxitos, fracasos, separaciones y vueltas a juntar, pero todo eso ya es otra historia.
Que lindos que son estos disquitos que hacen que la gente entre a romper esquemas y tengan posiciones encontradas!


Lista de Temas:
1. Machine Messiah
2. White Car
3. Does It Really Happen?
4. Into the Lens
5. Run Through the Light
6. Tempus Fugit
Bonus Tracks
7. Into The Lens (I am a camera) (Single version)
8. Run Through The Light (Single version)
9. Have We Really Got To Go Through This
10. Song No.4 (Satellite)
11. Tempus Fugit (Tracking session)
12. White Car (Tracking session)
13. Dancing Through The Light
14. Golden Age
15. In The Tower
16. Friend Of A Friend

Alineación:
- Trevor Horn / lead vocals, fretless bass (5)
- Steve Howe / electric & steel (4) guitars, mandolin (5), backing vocals
- Geoff Downes / keyboards, vocoder (4), Fairlight CMI synth (2)
- Chris Squire / bass, piano (5), backing vocals
- Alan White / drums, percussion, backing vocal
Line-up for tracks 13-16:
Jon Anderson / lead vocals
Steve Howe / guitars
Rick Wakeman / keyboards
Chris Squire / bass, vocals
Alan White / drums




Comentarios

  1. algo que olvidas es que vangelis queria ser parte de YES, pero problemas del sindicato de musicos en inglaterra no lo permitieron

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