Hace rato que vengo diciendo que gracias a la política económica del tan republicano, cheto y demócrata Felino Macri, vamos a terminar en una situación parecida a la que llevó a Venezuela el "abominable dictador" Maduro y compañía. Y ahora quien me confirma esta aseveración es la conocida revista Forbes quien casi los iguala en un ranking de miserabilidad: Venezuela ostenta el título sin gloria del país más miserable del mundo en 2018, como lo hizo en 2017, 2016 y 2015, mientras que la Argentina Amarilla pasó a ser (en tres años) de uno de los países más desendeudados al segundo país más miserable del mundo, debido a la vertiginosa gestión macrista en la presidencia. El "Hanke's Annual Misery Index 2018: The World's Saddest (And Happiest) Countries" (Índice de miseria anual de Hanke 2018: Los países más tristes (y más felices) del mundo). Dicen que los genios de Corporación Cambiemos ya están planificando un fraude electoral ¿le querran arrebatar, en un segundo mandato, el puesto a Maduro?
Ya Venezuela y Argentina habían sido los dos países latinoamericanos que se habían ubicado entre los primeros tres puestos del Índice de Miseria de Bloomberg que ha determinado las economías más miserables del mundo desde el punto de vista de inflación y desempleo.
"La condición humana habita en un vasto continuo entre "miserable" y "feliz". En la esfera de la economía, la miseria tiende a fluir desde una alta inflación, los elevados costos de los préstamos y el desempleo. La manera más segura de mitigar esa miseria es el crecimiento económico. Todo lo demás es igual, la felicidad tiende a florecer cuando el crecimiento es fuerte, la inflación y las tasas de interés son bajas y los empleos abundan.Steve Hanke - Licenciado en administración de empresas, economista dedicado a prensa financiera
Muchos países miden e informan estas métricas económicas de forma regular. Comparándolos, nación por nación, puede decirnos mucho acerca de dónde están tristes o felices las personas en el mundo."
"La situación nutricional de la población argentina se ha visto deteriorada por el aumento en el precio de los alimentos saludables que generan barreras de acceso a los alimentos de buena calidad nutricional. A la disminución en el consumo de frutas y verduras, se suma una baja considerable en el consumo de leche. En ese marco ha aumentado el precio de la leche, escasean los productos incluidos en el Programa Precios Cuidados o las marcas más económicas y en los últimos días comenzaron a venderse productos similares a la leche de peor calidad nutricional.
El consumo de estos productos, con precios significativamente más bajos, impacta en la salud de la población al privarla de la ingesta de ingredientes necesarios para la salud que, a diferencia de la leche, no están contenidos de manera suficiente en estos alimentos lácteos alternativos."
Hilal Elver - Relatora especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación. Septiembre de 2018
Viven diciendo que la economía y la política son dos dominios separados, compartimentos estancos sin comunicación entre sí. De esa idiotez derivan que gane quien gane las elecciones, o gobierne quien gobierne, hay una sola política económica posible de aplicarse, y cualquiera alternativa a esa política es lisa y llanamente irracional.
Y esa política económica es, en líneas generales, la que viene aplicando este gobierno desde su inicio: apertura total del comercio exterior, desregulación absoluta del mercado financiero y de los movimientos de capitales, libre acceso irrestricto a las divisas, “sinceramiento” de las tarifas de los servicios públicos, ajuste del gasto público, restricción de la emisión monetaria, techo a los aumentos de salarios en las paritarias, privatizaciones, rebaja de impuestos, otorgamiento de ventajas y privilegio al capital para "estimular las inversiones".
Cuando esas políticas fracasan estrepitosamente (como está ocurriendo ahora y cada vez que se ensayaron, en el país y en cualquier parte del mundo) se atajan diciendo que en realidad no fueron correctamente aplicadas, o fueron desvirtuadas: no es el modelo, sino sus circunstancias ejecutores; que además serían populistas, socialistas o aun bolcheviques, disfrazados de liberales.
Si ninguna de las premisas que sostienen funciona (como por ejemplo que la inflación es un fenómeno estrictamente monetario) entran a buscar culpas en otros lados, sin aceptar jamás que sus premisas son falsas: la que está equivocada es la realidad.
Y cuando todo falla, atribuyen el desastre a la "incertidumbre política, porque hay elecciones", o sea a la mayor certidumbre de todas, en una democracia: que cada tanto hay que elegir a quien nos gobierna, y puede ganar alguno que no comulgue con esas ideas.
Cuestión que suele darse porque esas ideas no son muy populares, tanto que para poder ganar una elección no se puede decir abiertamente que se las aplicaría, en caso de llegar al gobierno. Como hizo Macri en el 2015, ni más ni menos.
O que hace que, una vez en el gobierno, si se las aplica a rajatabla, el gobierno que lo haga se expone a perder popularidad y en consecuencia, elecciones. Que es lo que está pasando a Macri ahora, como a tantos otros antes que él, acá y en todos lados.
Quizás lo que no se animan a decirnos es que, para que esas ideas puedan funcionar, es necesario que no haya democracia. Aunque pensándolo bien, las aplicaron en dictadura, y tampoco funcionaron.
¿No son unos chantas hermosos?
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