El caso de Milagro Sala representa, entre tantas otras cosas, un buen test acerca de nuestra disposición a discutir de buena fe, en términos conscientemente críticos, antes que prejuiciados y burdamente partidarios. Desechar las aproximaciones unidimensionales, así como también los enfoques binarios, no implica pensar que la cuestión deba ser examinada tomando "el camino del medio". Entre la tortura y la no-tortura, entre la violación y el respeto de los derechos, no corresponde optar por una posición "intermedia", sino por una postura categórica: las violaciones de derechos no resultan aceptables, nunca. Cuando la violencia amarilla recrudece y en colegios y radios se ha impuesto el allanamiento e intimidaciones de Gendarmería (las actuales SS del régimen amarillo) como el nuevo sistema de represión del autorita, una actualidad con listas negras. Tras pasar más de un año detenida en condiciones ilegítimas y luego ser derivada a prisión domiciliaria en un espacio casi inhabitable, la dirigente jujeña Milagro Sala volvió a ser trasladada ayer al penal de mujeres de Alto Comedero, en pijama y contra las disposiciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que había recomendado la prisión domiciliaria, burlando los reclamos de los organismos internacionales como la ONU o Amnesty Internacional. Recordemos que no hay ninguna sentencia contra Milagro Sala, en ninguna causa. En la Argentina amarilla se es culpable sin juicio, sin pruebas y sin sentencias. Hasta ahora habíamos vivido en un sistema judicial que dictaba que nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario, pero con los amarillos todo cambió. Cambiemos.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) ofreció una conferencia ayer al mediodía, encabezada por el periodista y titular del organismo Horacio Verbitsky y Gómez Alcorta, donde precisaron la irregularidad en la que fue apresada Milagro Sala, y advirtieron que "quieren verla muerta" en una orden que desconoce la institucionalidad nacional e internacional que rodea el caso. El presidente del CELS precisó que Milagro fue golpeada y está lastimada y que también fue golpeado su esposo Raúl Noro. El circo de las causas, la custodia exagerada de gendarmes en la vivienda, las tobilleras, la saña ininterrumpida, el hostigamiento constante que no aplican ni al más peligroso criminal, la ilegalidad de su detención por su carácter de Diputada electa al Parlasur, toma otro giro ahora. "Es un secuestro", dice su abogada Elizabeth Rodriguez Alcorta.
Blaquier, el Señor del Norte, no admite insolencias y tiene que enviar un mensaje a los obreros del Ingenio La Esperanza que en las últimas semanas se vienen movilizando por reclamos salariales. Nada es casual, la ofensiva patronal, azuzada por el propio Gato Macri que les indicó claramente que tomen la iniciativa, que ejerzan su liderazgo... como diciendo, rompan acuerdos laborales molestos, extiendan jornadas de labor, despidan delegados insurrectos, suban sus precios, nadie les va a molestar, hagan lo que se les cante el culo.
Una falacia recorre la Argentina: el equívoco de que Corporación Cambiemos es una nueva derecha, la derecha moderna y democrática. Pero a poco que se escarba, se advierte fácilmente que el revestimiento es de cartón pintado y lo que cubre es viejo, hasta demasiado viejo para parecer real teniendo en cuenta las numerosas evidencias de que la igualdad ante la ley y la división de poderes ya no se respetan en el país.
Esta violación creciente de derechos no es practicada solo por el poder ejecutivo, sino que cuenta con el apoyode los bloque dominantes ("Los empresarios quieren que Macri vaya por todo" celebra con descaro La Nación, con una violenta ilustración que lo dice todo).
En estos días, el diario Clarín sorprendió con la revelación de la lista negra del Felino Macri, donde el empresidente considera que son "562 tipos que creen que tienen derecho a un pedazo del país" y que por eso merecen ser "enviados en un cohete a la luna". El mal llamado "populismo" está entre los factores que más justifica la inserción en ese grupo de los 562 porque, para el Gerente de La Rosada SA, debería recuperarse la cultura del esfuerzo, una de las tantas pavadas que le hemos escuchado balbucear muchas veces. ¿Qué significa para este hijo de rico la cultura del esfuerzo? ¿Qué esfuerzo hacen los que se enriquecen gracias a la timba financiera que el modelo PRO impulsa? Porque si vamos a hablar realmente de verdadera meritocracia, lo primero que hay que abolir es el concepto de "herencia" como conjunto de bienes y derechos que se heredan de una persona tras su muerte. Luego de abolir la herencia, y luego de que las condiciones sociales sean realmente iguales para todos, podremos hablar verdaderamente de "meritocracia".
Mientras tanto, la "maldita Gendarmería" no deja de provocar e intimidar: ya sea porque para y requisa omnibus que van al Encuentro Nacional de Mujeres en Chaco, provoca en la organización del Encuentro Nacional de Mujeres, o en un cruce cuando las Madres de Plaza de Mayo recorrían la Basílica en el marco de la conmemoración por los 40 años del uso del pañuelo blanco, símbolo distintivo en la búsqueda de los desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. La persecución judicial a la Procuradora Alejandra Gils Carbó es tan grosera y siniestra que la única vía institucional posible ante el atropello sistemático de derechos y garantías es acudir a organismos internacionales para denunciar la censura, represión y hasta el delito de desaparición forzada de personas por parte del gobierno macrista.
La mayoría de la dirigencia política, la iglesia y la mayoría de los medios mantienen un silencio cómplice sobre estos atropellos, con la excepción de los organismos de derechos humanos, Unidad Ciudadana, los partidos de izquierda, algunos sindicatos y pocos medios, en su mayoría independientes.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) ofreció una conferencia ayer al mediodía, encabezada por el periodista y titular del organismo Horacio Verbitsky y Gómez Alcorta, donde precisaron la irregularidad en la que fue apresada Milagro Sala, y advirtieron que "quieren verla muerta" en una orden que desconoce la institucionalidad nacional e internacional que rodea el caso. El presidente del CELS precisó que Milagro fue golpeada y está lastimada y que también fue golpeado su esposo Raúl Noro. El circo de las causas, la custodia exagerada de gendarmes en la vivienda, las tobilleras, la saña ininterrumpida, el hostigamiento constante que no aplican ni al más peligroso criminal, la ilegalidad de su detención por su carácter de Diputada electa al Parlasur, toma otro giro ahora. "Es un secuestro", dice su abogada Elizabeth Rodriguez Alcorta.
"Estás durmiendo. Te vienen a buscar. Te sacan a la fuerza. En pijama y descalza. En un auto sin patente. Te llevan a un penal. En ese penal corre riesgo tu vida. Eso pasó anoche. Le pasó a Milagro. Sin notificación legal. Sin abogado. Mientras comienza el Encuentro Nacional de mujeres en Chaco, se ofrece esa imagen disciplinadora y cruenta, la amenaza última, la movilización del terror. Nos hablan a nosotras, también".María Pía López - Escritora
Blaquier, el Señor del Norte, no admite insolencias y tiene que enviar un mensaje a los obreros del Ingenio La Esperanza que en las últimas semanas se vienen movilizando por reclamos salariales. Nada es casual, la ofensiva patronal, azuzada por el propio Gato Macri que les indicó claramente que tomen la iniciativa, que ejerzan su liderazgo... como diciendo, rompan acuerdos laborales molestos, extiendan jornadas de labor, despidan delegados insurrectos, suban sus precios, nadie les va a molestar, hagan lo que se les cante el culo.
Una falacia recorre la Argentina: el equívoco de que Corporación Cambiemos es una nueva derecha, la derecha moderna y democrática. Pero a poco que se escarba, se advierte fácilmente que el revestimiento es de cartón pintado y lo que cubre es viejo, hasta demasiado viejo para parecer real teniendo en cuenta las numerosas evidencias de que la igualdad ante la ley y la división de poderes ya no se respetan en el país.
Esta violación creciente de derechos no es practicada solo por el poder ejecutivo, sino que cuenta con el apoyode los bloque dominantes ("Los empresarios quieren que Macri vaya por todo" celebra con descaro La Nación, con una violenta ilustración que lo dice todo).
En estos días, el diario Clarín sorprendió con la revelación de la lista negra del Felino Macri, donde el empresidente considera que son "562 tipos que creen que tienen derecho a un pedazo del país" y que por eso merecen ser "enviados en un cohete a la luna". El mal llamado "populismo" está entre los factores que más justifica la inserción en ese grupo de los 562 porque, para el Gerente de La Rosada SA, debería recuperarse la cultura del esfuerzo, una de las tantas pavadas que le hemos escuchado balbucear muchas veces. ¿Qué significa para este hijo de rico la cultura del esfuerzo? ¿Qué esfuerzo hacen los que se enriquecen gracias a la timba financiera que el modelo PRO impulsa? Porque si vamos a hablar realmente de verdadera meritocracia, lo primero que hay que abolir es el concepto de "herencia" como conjunto de bienes y derechos que se heredan de una persona tras su muerte. Luego de abolir la herencia, y luego de que las condiciones sociales sean realmente iguales para todos, podremos hablar verdaderamente de "meritocracia".
Mientras tanto, la "maldita Gendarmería" no deja de provocar e intimidar: ya sea porque para y requisa omnibus que van al Encuentro Nacional de Mujeres en Chaco, provoca en la organización del Encuentro Nacional de Mujeres, o en un cruce cuando las Madres de Plaza de Mayo recorrían la Basílica en el marco de la conmemoración por los 40 años del uso del pañuelo blanco, símbolo distintivo en la búsqueda de los desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. La persecución judicial a la Procuradora Alejandra Gils Carbó es tan grosera y siniestra que la única vía institucional posible ante el atropello sistemático de derechos y garantías es acudir a organismos internacionales para denunciar la censura, represión y hasta el delito de desaparición forzada de personas por parte del gobierno macrista.
La mayoría de la dirigencia política, la iglesia y la mayoría de los medios mantienen un silencio cómplice sobre estos atropellos, con la excepción de los organismos de derechos humanos, Unidad Ciudadana, los partidos de izquierda, algunos sindicatos y pocos medios, en su mayoría independientes.
Las ideas e intereses de Corporación Cambiemos son tan peligrosas, violentas y repulsivas que es imposible mostrarlas como programa político. Están por tanto obligados a recurrir sistemáticamente a mentiras y engaños. Es cierto que en esta oportunidad esta derecha no necesitó de golpe de Estado o proscripción, aunque sí necesita del engaño y ocultamiento por parte de los medios, montado en campañas de tergiversación y engaño. Nuestras palabras no responden al cálculo de focus groups, ni a especulaciones electorales o a asesores de imagen.
Günther Grass hace 37 años anticipó (porque aprendió de otras experiencias históricas) que tras una desaparición no había un abuso y un error sino un sistema de dominación, y que, por lo tanto, las desapariciones no eran contingentes sino sistemáticas. ¿Serán acaso necesarios otros cuarenta años para decir lo mismo del secuestro y desaparición de Santiago Maldonado?
Esa estrategia de desmoralizar; atemorizar; desmovilizar, es una bajeza, y es prueba no sólo de la calaña de estos tipos sino también de su soberbia. Cierran la boca de quien se atreva a deslegitimidar su discurso: los medios no informan que el gobierno despidió a un especialista en estadísticas que trabajaba hace ocho años en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo haciendo mapas y cartografías, por criticar la modificación de las mediciones del Indec que hizo el oficialismo y por lo que no se publicaron los resultados de la Encuesta Anual de Hogares (EPH) por varios trimestres. Este "apagón estadístico" es inédito en la historia del Indec y supera con creces la criticada manipulación de las estadísticas públicas durante el kirchnerismo.
La creciente concentración del capital financiero, la instauración de un capitalismo demencial en el que la riqueza no surge de la producción y ni siquiera del capital, sino de la especulación, la omnipotente manipulación y uniformidad ideológica, cultural e informativa, la desigualdad social, la progresiva exclusión de las mayorías, la consolidación de la pobreza y la marginalidad estructural, dan como resultado una vorágine de violencia que llevan a un acto tan irracional, injustificado como el secuestro y desaparición -con su posterior encubrimiento- de Santiago Maldonado. Esta remake oligárquica no se priva de nada, ni siquiera de la reaparición de estilos de pensamiento y de prejuicios discriminatorios y violentos más propios de la Liga Patriótica y la Legión Cívica.
Hace pocos días un periodista del diario Clarín, vocero oficioso del régimen, relató una conversación en off con macri en la que éste afirmaba que el país empezaría a andar bien cuando se proscribiera a una lista de 562 personas. La lista de los que macri se propone reprimir no fue publicada y el número exacto no importa, pero sí es gravísima la intención manifiesta de suprimir los derechos civiles de un conjunto de ciudadanos por parte del jefe del ejecutivo, lo que viola la vigencia del estado de derecho, la división de poderes y la libertad de expresión. Esta intención hay que darla por confirmada dado que varios días después de publicada macri no la desmintió. La amenaza presidencial pone en peligro a personas concretas (dirigentes políticos, sindicales, sociales, periodistas, intelectuales, artistas, miembros del poder judicial, del ministerio público fiscal, abogados laboralistas, empresarios, docentes, estudiantes que se oponen a las políticas de este gobierno) y también afecta la vigencia del estado de derecho -si es que todavía puede considerarse que existe. Así, el gobierno macrista llegó al poder mediante elecciones libres pero se apresta a llevar a cabo nuevas elecciones en un clima de intimidación, censura y persecución política que hace que el acto eleccionario ya esté viciado. En las PASO de agosto el gobierno ensayó modos de fraude electoral que podrían agravarse en futuros fraudes en elecciones.
El Felino Macri nos amenaza con descaro. Solo le falta decir: "No jodan tanto con Maldonado, que puede ser apenas la puntita", pero lo hacen siguiendo pautas de marketing: Corporación Cambiemos eligió posicionarse como un gobierno que lucha contra algo y ese algo englobador es "la mafia". Esa supuesta lucha contra "la mafia" es enormemente funcional a sus intereses, luchando contra una palabra capaz de incluir allí colectivos, conductas y sujetos varios; en la batalla lingüística en donde el enemigo es un término incontrovertiblemente negativo en tanto nadie en su sano juicio es capaz de defender una "mafia". Pero aquí es donde surge el elemento peligroso para el debate democrático: el gobierno, al posicionarse como "aquel que lucha contra las mafias", ha ubicado a todo adversario político como "mafioso". Así, la diferencia entre Gobierno, Estado y Ley se borra y sus enemigos están fuera de la ley, y si son enemigos de la ley, todas las fuerzas del Estado deben estar al servicio de su persecución. Porque para el gobierno, no solo los narcotraficantes son mafiosos, sino que son mafiosos los políticos opositores, los sindicatos, los estudiantes que toman colegios, los mapuches, los que cortan la calle, los que hacen una movilización, los abogados laboralistas, los docentes, los científicos y todo aquel que, con mejores o peores razones, se oponen a alguna medida del gobierno.
No se animaron a hablar de la mafia de los que no pueden pagar el tarifazo o desean cobrar un sueldo digno pero cada vez que hay una protesta en ese sentido indican que se trata de una acción espuria en tanto "organizada", vean sino los infiltrados que arman quilombo en las marchas por la aparición de Santiago Maldonado. Y es por ello que muchos le firman un cheque en blanco, porque los que estuvieron antes se "afanaron todo" y "son mafiosos". Con los medios militando este discurso, es fácil que aparezcan quienes repiten palabras como estas, aún en un espacio como el mismo Facebook del blog cabezón. Si les da el estómago, lean los comentarios completos de esta entrada...
El macrismo "democratico y moderno" avanza hacia los felices años del Centenario donde el Partido Consevador en sus distintas variantes ejercía el poder aplastando cualquier oposición a como de lugar. Milagro Sala y Maldonado son la prueba palpable de lo que el pueblo puede esperar de estos señores: un gobierno constitucional en las formas, dictatorial en los hechos, sustentado en la pasividad ganada a costa de marketing y humo tóxico.
Cada uno sabrá de qué lado desea estar. De eso se trata todo.
Günther Grass hace 37 años anticipó (porque aprendió de otras experiencias históricas) que tras una desaparición no había un abuso y un error sino un sistema de dominación, y que, por lo tanto, las desapariciones no eran contingentes sino sistemáticas. ¿Serán acaso necesarios otros cuarenta años para decir lo mismo del secuestro y desaparición de Santiago Maldonado?
Esa estrategia de desmoralizar; atemorizar; desmovilizar, es una bajeza, y es prueba no sólo de la calaña de estos tipos sino también de su soberbia. Cierran la boca de quien se atreva a deslegitimidar su discurso: los medios no informan que el gobierno despidió a un especialista en estadísticas que trabajaba hace ocho años en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo haciendo mapas y cartografías, por criticar la modificación de las mediciones del Indec que hizo el oficialismo y por lo que no se publicaron los resultados de la Encuesta Anual de Hogares (EPH) por varios trimestres. Este "apagón estadístico" es inédito en la historia del Indec y supera con creces la criticada manipulación de las estadísticas públicas durante el kirchnerismo.
La creciente concentración del capital financiero, la instauración de un capitalismo demencial en el que la riqueza no surge de la producción y ni siquiera del capital, sino de la especulación, la omnipotente manipulación y uniformidad ideológica, cultural e informativa, la desigualdad social, la progresiva exclusión de las mayorías, la consolidación de la pobreza y la marginalidad estructural, dan como resultado una vorágine de violencia que llevan a un acto tan irracional, injustificado como el secuestro y desaparición -con su posterior encubrimiento- de Santiago Maldonado. Esta remake oligárquica no se priva de nada, ni siquiera de la reaparición de estilos de pensamiento y de prejuicios discriminatorios y violentos más propios de la Liga Patriótica y la Legión Cívica.
Hace pocos días un periodista del diario Clarín, vocero oficioso del régimen, relató una conversación en off con macri en la que éste afirmaba que el país empezaría a andar bien cuando se proscribiera a una lista de 562 personas. La lista de los que macri se propone reprimir no fue publicada y el número exacto no importa, pero sí es gravísima la intención manifiesta de suprimir los derechos civiles de un conjunto de ciudadanos por parte del jefe del ejecutivo, lo que viola la vigencia del estado de derecho, la división de poderes y la libertad de expresión. Esta intención hay que darla por confirmada dado que varios días después de publicada macri no la desmintió. La amenaza presidencial pone en peligro a personas concretas (dirigentes políticos, sindicales, sociales, periodistas, intelectuales, artistas, miembros del poder judicial, del ministerio público fiscal, abogados laboralistas, empresarios, docentes, estudiantes que se oponen a las políticas de este gobierno) y también afecta la vigencia del estado de derecho -si es que todavía puede considerarse que existe. Así, el gobierno macrista llegó al poder mediante elecciones libres pero se apresta a llevar a cabo nuevas elecciones en un clima de intimidación, censura y persecución política que hace que el acto eleccionario ya esté viciado. En las PASO de agosto el gobierno ensayó modos de fraude electoral que podrían agravarse en futuros fraudes en elecciones.
El Felino Macri nos amenaza con descaro. Solo le falta decir: "No jodan tanto con Maldonado, que puede ser apenas la puntita", pero lo hacen siguiendo pautas de marketing: Corporación Cambiemos eligió posicionarse como un gobierno que lucha contra algo y ese algo englobador es "la mafia". Esa supuesta lucha contra "la mafia" es enormemente funcional a sus intereses, luchando contra una palabra capaz de incluir allí colectivos, conductas y sujetos varios; en la batalla lingüística en donde el enemigo es un término incontrovertiblemente negativo en tanto nadie en su sano juicio es capaz de defender una "mafia". Pero aquí es donde surge el elemento peligroso para el debate democrático: el gobierno, al posicionarse como "aquel que lucha contra las mafias", ha ubicado a todo adversario político como "mafioso". Así, la diferencia entre Gobierno, Estado y Ley se borra y sus enemigos están fuera de la ley, y si son enemigos de la ley, todas las fuerzas del Estado deben estar al servicio de su persecución. Porque para el gobierno, no solo los narcotraficantes son mafiosos, sino que son mafiosos los políticos opositores, los sindicatos, los estudiantes que toman colegios, los mapuches, los que cortan la calle, los que hacen una movilización, los abogados laboralistas, los docentes, los científicos y todo aquel que, con mejores o peores razones, se oponen a alguna medida del gobierno.
No se animaron a hablar de la mafia de los que no pueden pagar el tarifazo o desean cobrar un sueldo digno pero cada vez que hay una protesta en ese sentido indican que se trata de una acción espuria en tanto "organizada", vean sino los infiltrados que arman quilombo en las marchas por la aparición de Santiago Maldonado. Y es por ello que muchos le firman un cheque en blanco, porque los que estuvieron antes se "afanaron todo" y "son mafiosos". Con los medios militando este discurso, es fácil que aparezcan quienes repiten palabras como estas, aún en un espacio como el mismo Facebook del blog cabezón. Si les da el estómago, lean los comentarios completos de esta entrada...
El macrismo "democratico y moderno" avanza hacia los felices años del Centenario donde el Partido Consevador en sus distintas variantes ejercía el poder aplastando cualquier oposición a como de lugar. Milagro Sala y Maldonado son la prueba palpable de lo que el pueblo puede esperar de estos señores: un gobierno constitucional en las formas, dictatorial en los hechos, sustentado en la pasividad ganada a costa de marketing y humo tóxico.
Cada uno sabrá de qué lado desea estar. De eso se trata todo.
Yo sigo desconcertado mirando alrededor, no puedo entender el mecanismo por el cual se puede repetir una acción que ya probaste que no te era favorable, y no digo por la acción mezquina de "no me conviene", sino porque ya paladeaste de que se trata, en pocas palabras, te sirvieron un plato de mierda diciendo que era la mejor comida del mundo, que al principio parece fea y cuesta un poco arrancar pero que es lo mejor que te podía pasar, probaste la primera cucharada y te diste cuenta lo que era. El porque de la segunda cucharada que va en camino a la boca de algo más del 30% del pueblo (espero no sea más) no lo puedo llegar a entender ni un cachito, nos están birlado la capacidad de razonar.
ResponderEliminarCreo que a varios nos pasa lo mismo... es difícil entenderlo. Creo, y lo explico en la nota, que granb parte de la población se come el relato de que los amarillos luchan contra "las mafias", entonces, si todo el resto son mafiosos y ellos los únicos santos (con la familia de delincuentes seriales más grande de la historia argentina a la cabeza: los Macri, eso sí que cuesta entender que la gente se crea!) que luchan contra todos los "malos", entonces no queda otra que votarlos a los amarillos. Si sos tan boludo de creerte el relato, el mecanismo es más o menos ese. El tema es que haya tanta cantidad de pelotudos creyendo sus mentiras, al fin y al cabo siempre ese es el problema.
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