En este espacio es una costumbre tratar de sorprender a nuestro selecto público con algunas joyitas que en algunos casos se convierten en toda una sorpresa para varios desprevenidos, y creo que ese es el caso con Discipline, una tremenda banda independiente yanky que tiene un sonido muy británico, y que a pesar de su nombre crimsoniano asocio su estilo a algo más vandergraftiano, pero con toda la teatralidad del Genesis de Peter Gabriel pero tenebroso y más parecido a un Ozzy demente (más de lo que era, y con buena voz). Para cerrar la semana vamos con su último registro en vivo que lanzaron, otro disco doble lleno de pasión, musicalidad, destreza técnica y compositiva, y dándole vida a canciones que suenan mucho mejores que su versión original. Más de 90 minutos del mejor rock progresivo, esta vez tomado de la gira de "To Shatter All Accord", donde demuestran que no han perdido ni un ápice de su calidad en directo. Presenta versiones más contundentes y agresivas del material en cuestión. Ideal para terminar otra semana en el blog cabeza, y para que puedan escuchan mucha buena música en este fin de semana.
Artista: Discipline
Álbum: This One's For England
Año: 2013
Género: Neo progresivo sinfónico
Duración: 91:47
Referencia: Discogs
Nacionalidad: EEUU
Un álbum en vivo grabado durante su actuación en el Rites Of Spring Music Festival, realizado en el Majestic Theater de Gettysburg (Pennsylvania), el 5 de mayo del 2012
Las canciones pertenecen a sus tres discos de estudio. Es un repertorio excelente con un buen orden en las canciones. Su musicalidad es fantástica, su actuación es a la vez vigorosa y emotiva. Me sorprendió el humor ácido de Parmenter durante la introducción de la banda, y si bien muy poco de lo que dijo sería humorístico en teoría, su interpretación hizo reír al público con ganas.
Si eres fan de alguno o de todos los álbumes de Discipline, este álbum es imprescindible. Si te gustó su álbum "To Shatter All Accord", esta experiencia te traerá más de lo mismo pero mejorado.
“This One’s For England” fue registrado durante la actuación de DISCIPLINE en la edición de 2012del Rites Of Spring Music Festival, el 5 de mayo en el Majestic Theater de Gettysburg (Pennsylvania). Siendo un grupo que estaba resucitando con actuaciones en vivo desde el año 2008 después de un largo periodo de hibernación que causó como efecto que el segundo disco de la banda “Unfolded Like Staircase” fuese elevado al status de clásico del prog 90ero en varias redes y sitios web, y además tenía un disco nuevo bajo el brazo (“To Shatter All Accord”), la expectativa ante su participación en dicho festival era muy grande. A juzgar por los comentarios de los asistentes, y por supuesto, por lo que escuchamos en este disco doble, el grupo brindó una actuación enérgica y precisa, plagada de intensidad electrizante pero sin perder nunca la perspectiva de la musicalidad de cada pieza del repertorio. El título del doble álbum proviene de la letra de la magnífica suite ‘Rogue’, la cual cierra tanto el repertorio de “To Shatter All Accord” como la actuación de la banda. Definitivamente, ‘Rogue’ funciona muy bien como conclusión debido a su vitamínico dramatismo expresado a través de la ilación de motivos que ocupa casi un cuarto de hora de duración. También estuvo muy bien elegido el tema para abrir la presentación: ‘Circuitry’, una composición muscular y dinámica que hace honor a la leyenda de DISCIPLINE de convertirse en el VAN DER GRAAF GENERATOR del revival prog. El primer volumen de “This One’s For England” también contiene un temazo como ‘Before The Storm’, el cual se engarza con un fragmento del grisáceamente temperamental instrumental ‘Blueprint’. También contiene ese irónico canto a la decadencia de las urbes modernas que es ‘Dead City’. Al presentar esta canción en particular, Matthew Parmenter asegura que no pensaba específicamente en Detroit – precisamente la ciudad natal de DISCIPLINE – al componer esta canción, en medio del ambiente de buen humor que invade al público asistente, pero sin duda que resulta una canción muy significativa teniendo en cuenta su reciente desgracia de convertirse en una ciudad con la mayor bancarrota de toda la historia de los EE.UU.
Si el segundo volumen termina con el esplendor dramáticamente neurótico de ‘Rogue’, el primero concluye con el envolvente olor a ensueño tanático que emana de ‘When She Dreams She Dreams In Color’. Esta pieza, una de las más intensas que han salido jamás de la inquieta mente musical de Matthew Parmenter, es la manifestación más pura de la desolación y la solitaria oscuridad de un alma torturada: aunque en el contexto del escenario nos privamos del solo de violín que aparece en el disco “To Shatter All Accord” durante la larga letanía instrumental final, la fuerza de carácter exhibida por las capas de teclado y el matiz hipnótico de la repetitiva base armónica de guitarra funcionan muy bien a la hora de plasmar la esencia de la canción. Temas clásicos de los dos primeros álbumes del grupo son ‘The Reasoning Wall’ y ‘Canto IV (Limbo)’, prácticamente infaltables… y como tales, aparecen en el repertorio del segundo volumen, ejecutados con maestría y vitalidad, e incluso rudeza frontal, como sucede en el climático intermedio rockero de ‘Rogue’.
Pasamos ahora a “Chaos Out Of Order”, el ítem que nos abre una perspectiva única hacia la etapa de autoaprendizaje de DISCIPLINE, cuando aún era una banda en busca de fermentar y reforzar su propia identidad progresiva, pero ya con las agallas para tomarse en serio el ideal del rock como arte. Siendo todavía un trío de Parmenter (al canto, los teclados, el bajo, el violín, algunas partes de guitarra y percusión electrónica), el guitarrista Preston y el baterista Woody Saunders, queda claro que el grupo se toma en serio la locura de empezar su carrera fonográfica con una ópera-rock. Bueno, yendo al grano sin más preámbulos, este disco empieza con las dos partes de ‘Man & The Locust’: un prólogo frenético que suena a un híbrido de SONIC YOUTH y ULTRAVOX abre pronto el paso a una ceremoniosa sección cantada formada como balada progresiva, la cual manifiesta una mezcla de contemplativa melancolía y serena tristeza, con un claro dominio de los teclados. La dupla de ‘Still Night’ y ‘Trying To Catch My Senses’ sigue a continuación para insuflar los primeros aires de alegre expresividad del álbum: un rock’n’roll sofisticado que tiende puentes entre la tradición de THE DOOBIE BROTHERS y la de CURVED AIR. El gancho de ambas canciones nos hace lamentar que terminen dejándonos con la miel en los labios: la primera dura 3 ½ minutos, mientras que la segunda ni siquiera alcanza la frontera de los 2 minutos. Con ‘Uphill Climb’, el trío elabora una mezcla de SUPERTRAMP y YES que fluye muy bien gracias a un piano que asume el rol protagónico en la fundamentación del desarrollo melódico y el armado del swing; acto seguido, ‘Man In Transition’ muestra confluencias con el estándar neo-progresivo a la par que refleja semejanzas con TOTO.
La segunda mitad del disco empieza con ‘The Conscious Slumber’, una breve balada donde se retoma la melancolía de ‘Man & The Locust’ para luego engarzarse con ‘Mickey Mouse Man’, que desarrolla un clima festivo al modo de un himno BEATLE-progresivo. El bloque de ‘Interlude’ y ‘Wrists’ se encarga de armar el clímax conclusivo del disco. ‘Interlude’ hila un crescendo psicodélico que se mantiene dentro de ciertas pautas de autoconstricción, terminando con sonidos de un teléfono y un cronómetro. Por su parte, ‘Wrists’ maneja varios discursos de sensibilidad introspectiva, transitando de lo etéreo a lo ceremonioso con una breve interrupción motivada por un breve intermedio a lo U.K. El bonus track de “Chaos Out Of Order” es ‘Peacemaker’, una composición que data de 1987 y dura casi 10 minutos. Con una fuerte presencia de las guitarras acústicas duales, la pieza se desarrolla con solvencia a través de varios cambios de motivos y ambientes: aires de GENESIS, YES y KANSAS se hacen notar ya en esta excursión multi-temática.
Tenemos con estos dos ítems un testimonio de lo que DISCIPLINE significa para la escena progresiva estadounidense de los últimos 20 años, así como una entrañable memoria de sus tiempos primigenios. Y ahora que sabemos, por vía de su página web (http://www.strungoutrecords.com/), que el grupo está preparando su próximo trabajo de estudio, podemos estar seguros de que esta disciplina nos tiene deparado un nuevo arsenal de sonidos progresivos maravillosos para el futuro próximo.
Y claro, a todo ese palabrerío hay que acompañarlo con algo de la música que intenta describir, por ello acompaña el siguiente video que aparece a continuación.
No me atrevería a decir que este es el álbum ideal para empezar si no conoces a la banda, pero es un buen resumen de su fuerza creativa.
Muy buen disco de este grupo que sigue con sus miembros originales y que vuelven a publicar con su sello, Strung Out Records.
Es para recalcar que han mantenido la misma formación durante casi 30 años, y ello les ha permitido perfeccionar su sonido distintivo, que abarca desde una dureza inquietante hasta una melodía relajante, si bien la voz dramática de Parmenter y sus letras torturadas brindan el principal foco de atención, son solo uno de los factores que hacen que la música de Discipline sea tan fascinante. De hecho, la voz de Parmenter a menudo funciona como un instrumento adicional, manejando hábilmente las frecuentes transiciones en el tejido de sus canciones con perfecta habilidad, y ello queda perfectamente expuesto en este tremendo disco doble en vivo con el que cerramos la semana y nuestra revisión de algunos de los disquitos de Discipline.
Lo podés comenzar a escuchar desde su espacio en Spotify:
https://open.spotify.com/intl-es/album/4XrLSg3jFFHUfdPDwfxcnk
https://disciplineband.bandcamp.com/album/this-ones-for-england
Lista de Temas:
CD 1 (44:52)
1. Circuitry (6:43)
2. Before the Storm (15:24)
3. Blueprint (4:58)
4. Dead City (5:36)
5. When She Dreams She Dreams in Color (12:11)
CD 2 (46:55)
6. Canto IV (Limbo) (15:17)
7. The Reasoning Wall (8:00)
8. Rogue (23:38)
Alineación:
- Matthew Parmenter / vocals, keyboards, etc.
- Jon Preston Bouda / guitars
- Mathew Kennedy / bass
- Paul Dzendzel / drums & percussion






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