Preparando el clima para el Prog Fest de La Plata, revivimos el último disco de Akenathón. No se pierdan esta versión de Red de Crimson pero en versión argenta y desde una nave infernal que cruza el infinito de las aguas, con el viejo lobo de mar y su encantada sirena. Tremenda travesía! Luego de 10 años de sacar su primer gran disco, con idas y vueltas en su formación, tenía mucha expectativa por escuchar a "garage místico del rock" en otra producción. En Enero de 2020 y luego de 10 años de la última edición discográfica, la banda platense Akenathon editó su segundo álbum, con toda su carga sonora, poética, fusionando estilos de una manera homogénea y fluida, y siendo consecuentes con su propuesta original. Liderados por mi amigo Aníbal Acuaro (con el que me disculpo públicamente por haberlo dejado plantado tantas veces en mis hipotéticos viajes a La Plata que nunca se daban). Bienvenidos a este viaje sonoro que va desde el hard rock (el disco empieza con un tema bien al estilo de los peruanos Flor de Loto pero sin flauta, con mucho aire a Iron Maiden), pero volcándose luego a otros estilos, en una paleta sonora muy amplia y al mismo tiempo desplegando un sonido fresco, descontracturado, donde todo fluye por sí solo y donde se nata que los músicos se divierten y la pasan bien. Aquí presentamos lo nuevo de una banda que ha dado que hablar en el rincón del planeta donde ha sido escuchado, siguiendo con su estilo tan propio, tan natural y tan disfrutable. Muy recomendable! Otro de los grandes discos de este pandémico 2020, todo un viaje en una fantasmagórica arca al lado del un viejo lobo de mar y su domesticada, pero no por ello menos encantadora, sirena aullante en su canto delicioso.
Artista: Akenathon
Álbum: Como Hormigas
Año: 2020
Género: Progresivo ecléctico
Duración: 54:39
Nacionalidad: Argentina
Un día, o una noche, en una herrante nave fantasmal que zurcaba los océanos perdidos del Sur, un viejo lobo de mar, junto con su tripulación (dos desquiciados navegantes de la eternidad, argonautas de lo insondable) pudieron domesticar a una sirena. Todas las noches la acariciaba para que cante sus lamentos para él y lo guíe por la vida y por las aguas. Y de allí salió este álbum, registrado desde los confines del mundo para que ustedes también se puedan hipnotizar y subyugar con los deliciosos aullidos del infinito.
Moe - Para Cabeza de Moog
La banda ha continuado con muchos cambios de formación, siendo el único constante el fundador y guitarrista Aníbal Acuaro, viejo lobo de mar y gran amigo de este espacio, a quien aprecio muchísimo. La última formación se ha reducido a un power trío, y si tuviera que describir con pocas palabras sy sonido diría que lo más cercano (aunque esté bastante lejano) sería el "Red" de King Crimson, aunque con un sonido más contemporáneo y argentino, con tangos, folckores y milongas escondidas entre sus sonidos.
Los sonidos atmosféricos abren el álbum, el bajo comienza a sonar desde lo bajo, la guitarra entra desplegando la melodía y la batería suena imponiendo su presencia, y permitiendo que la psicodélica guitarra omnipresente chille, gima, se lamente dulcemente, bata duelos contra sí misma, ame, sueñe, transite por su vida desde muchos estados de ánimo a veces contrapuestos, tal cual como sería una oda a la psicología humana pero llevada al canto de sirena de una muchacha de seis cuerdas acariciada con delicadeza o rudeza por las manos de un viejo lobo de mar que sabe cómo tratarla para exprimirle cada sonido, todo creando un pasaje majestuoso y... se larga entonces el segundo disco de estos veteranos rockeros de La Plata.
Digamos que uno escucha el disco. y a pesar de tener tantas variaciones, tantos estilos unidos, uno lo escucha y le suena como si eso tiene que ser así naturalmente, porque justamente suena de esa manera, aquí todo fluye, todo tiene movimiento, todo es honesto, no hay falsos esquemas ni poses, y hasta pareciera que no hay nada programado de antemano, suena así porque es lo más natural que estos muchachos suenen de esta manera...
Quizás el aspecto que más resalte sea la comunicación entre el trío, y el compañerismo musical que existe entre ellos, esa química dada por el hecho de que se están divirtiendo, la están pasando bien, pero con profesionalismo. Con tanta improvisación como la que hay en este disco, es necesario que haya una comunicación clara y constante, y desde la primera pista está claro que esta es una banda que se conoce de adentro hacia afuera, siempre se siguen unos a otros, no importa cuán compleja o desafiante sea la música, Akenathon hace que suene fácil y elegante. Ya sea que se trate de un pasaje tranquilo o de una furia escabrosa, sirmpre es un placer escuchar el canto de la sirena.
Y para darle una introducción al disco, buenas son las leyendas que acompañan su lapidaria exposición en Bandcamp, que reza así:
"Akenathon transita distintas sonoridades dentro de la esfera del rock progresivo, las influencias de otros géneros son múltiples y así notamos aires de jazz, tango, folclore, hard rock, y más".
La música es inquieta, cambiante, a veces discordante, desafiante. A veces los tiempos cambian, como todo, como la vida, la furia y la tempestad se calman para entrar en un estado de ánimo más tranquilo y pacífico. Pero como siempre, todo es transitorio, ya la sirena volverá a gritar y a chillar y a llorar, solamente para que podamos disfrutar cada tramo de nuestra vida... digo... cada tramo del disco.
Esa sirena aullante está acompañada de una buena sección rítmica que permite que todo sea limpio, homogéneo, con un bajo imprimiendo muchas variaciones, muchas aristas distintas que permiten que la sirena-guitarra pueda aullar y bailar a su placer, mientras la batería sólida les limpia el piso del salón para que puedan moverse con libertad... desplegando ese baile de canto de sirena que siempre nos lleva a territorios desconocidos.
Si bien en su primer disco la propuesta está orientada al formato canción, en esta segunda oportunidad, diez años más tarde, Akenathon transita un camino distinto aunque los lazos conectores con el primer disco son muchos y variados, principalmente su sonido algo sucio pero con mucha energía, dinamismo, melodía y pasión. Otro punto en común es gran carga emotiva, aquí hay sentimiento, desesperación, ira, esperanza, alegría, cada tramo de cada tema es representado inconfundiblemente con sensaciones bien reconocibles, y quizás eso es uno de los puntos fuertes del disco. Con seis temas instrumentales sobre un total de ocho, las atmósferas invocadas, los diferentes climas y los cambios permanentes de ritmo y estructura (manteniendo siempre un hilo conductor); este trío nos invita a recorrer con inquietante mirada los sentimientos humanos.
Angustia, soledad, traición, esperanza, son sensaciones entrelazadas en armonía y desarmonía constante que buscan mantener al oyente todo el tiempo expectante, alerta.
Como Hormigas es el segundo álbum en estudio de la banda argentina Akenathon, que se publica diez años después del primero.
Como Hormigas se configura con ocho canciones, siendo seis de ellas instrumentales, y que ofrecen una clara proyección sentimental. El refinado gusto por la música y la melancolía se entrelazan para formar melodías tan expresivas que no están únicamente en las partituras, y que se expanden hasta casi materializarse en lo tangible.
Este registro me recuerda en cierta forma al proyecto madrileño October Equus, por esa mezcla de música clásica contemporánea y la connotación angustiosa que se le imprime al compás. Dicho esto en el buen sentido, pues admiro a October Equus.
Como Hormigas se inicia con el tema que da nombre al álbum. ‘Como Hormigas’ da la bienvenida con unos teclados ambientales e incluso espaciales. Las cuerdas y percusión hacen acto de presencia, dejando cabida a un djent que dura segundos y que es la antesala de las labores vocales. Instrumentalmente se va dibujando una armonía que conjuga diversos estilos, como tango, jazz o hard rock. Esa miscelánea sonora presume de poderío y es capaz de emerger en primer plano.
La poética pieza ‘Vuelos’ es un torbellino de matices. Si bien la voz aparece poco tiempo después de unos minutos, podría decirse que se trata de un tema instrumental. El corte cambiante lo aproxima a un jazz de movimientos etéreos, y, aunque no comparte género con éste, sí que tiene su mismo espíritu improvisado.
Yo diría que en ‘Vanka’ el bajo luce un papel protagonista. Hay veces en las que el estilo se acerca a unos The Aristocrats, aunque hacia el final hay unos contrapuntos conducidos por la guitarra que me recuerdan a los italianos Progenesi.
‘Sopa de Hueso’ consigue esa codiciada sensación de fluidez, ese equilibrio en el que todo está estudiado y sin embargo fluye en un constante. Deja cabida también a unos minutos de elocuencia vertiginosa que lo convierten en uno de los mejores temas del álbum. El tema ‘Enigmas’ sigue la estela de la canción anterior.
El disco cierra con ‘Zumac’, que al principio es pausado y me recuerda a Mike Oldfield. Más tarde, una mayor psicodelia hace acto de presencia.
En resumen, Como Hormigas de Akenathon se convertirá en uno de los mejores trabajos de 2020. Escucha muy recomendada.
El disco se puede conseguir por el espacio de Viajero Inmóvil
Records, lo pueden escuchar o comprar en digital, pero también tienen la
opción de comprar el CD físico escribiendo a info@viajeroinmovil.com. Y los invito a revisar el catálogo completo de dicho sello porque tiene exquisiteces más que interesantes.
Aquí esta el link para poder disfrutar y comprar el último disco de Akenathón: https://viajeroinmovilrecords.bandcamp.com/album/akenathon-como-hormigas-2020
Espero les guste el disco, lo compren y apoyen a toda esta movida, que tenemos que apoyar.
Pero no podemos dejar de lado el comentario de nuestro eterno columnista involuntario de siempre, que también ha escuchado el disco y nos cuenta lo siguiente:
AKENATHON: labor de hormiga y garra de león
Es un álbum que realmente necesita ser escuchado atentamente, y definitivamente otro de los grandes discos de este 2020. Aquí uno nunca está seguro de lo que va a pasar a continuación, de que dirección tomará esa nave maldita en la que un veterano lobo de mar navega junto con su sirena esclavizada, ya que musicalmente construyen hilos de sonido y espacio y los entrelazan para crear algo bastante inusual.
Este un disco intenso, y si bien Acuaro (ese viejo lobo de mar) toma el liderazgo con una guitarra (esa direna aullante) extremadamente dinámica (y a veces muy pesada), la sección rítmica está más que a la altura y juntos han creado un álbum que ciertamente es intrigante.
Y este disco es otro ejemplo de toda la creatividad y energía que circula por tierras latinoamericanas, como para que no solo veamos lo que sucede en los confines más alejados del mundo y miremos alrededor, porque quizás a la vuelta de tu casa haya un navío fantasmal zurcando los mares con sonidos de sirenas encantadoras, y vos nunca te hayas dado cuenta.
El disco está bien hecho, y los músicos están bien ensamblados, tocan bien y se entienden como trío. A veces cierran algunas ideas y climas con teclados o armónicas, y siempre son útiles para establecer el estado de ánimo, muy cambiante por cierto, y completar el sonido. Este es un álbum de música compleja y desafiante. Pero ojo que no es compleja porque sí, se me hace compleja porque la sirena encarna nada más que las viscitudes del alma humana, a nosotros mismos que pasamos por tantas etapas cambiantes, riendo, gritando, llorando, enfureciéndonos, tranquilizándonos, todo ello está ahí, y más allá de que el disco te encante o no te guste, no puedes dejar de sentirte representado en esas plegarias lanzadas al mar desafiante de la vida por un viejo pirata que acaricia con destreza su sirena adiestrada en sus manos.
Trabajo era subirse décadas atrás al 202 o el 214 vendiendo guantes mágicos o cepillos de dientes. Por entonces Aníbal no era médico aún, pero seguramente ya había espantado a alguno profesor universitario con su cabellera hasta la cintura. Egresado del Industrial había agarrado recién a los 18 la criolla que su hermana dejó al igual que un consejo: “Pedile a ese compañero tuyo que te grabe la discografía de los Beatles”. Puede que haya pasado dos o tres años sin escuchar otra cosa. Sí había cambiado a una Mellow String y su profesor Sergio Videla lo acercaría a la distorsión de Deep Purple o Maiden.
Pero el gran giro del viaje se daría precisamente sobre aquellos bondis, a la par de dejar su banda heavy Entremuros acorde a su “tic irresistible”: dando un portazo. Pero otra puerta se abriría con Carlos Faloco, que además de ser un amistoso chofer tocaba la flauta y el teclado. Primero Spinetta y luego King Crimson ampliarían las posibilidades armónicas y melódicas su Pacific Strato. El resultado de esa sociedad edificaría una mezcla de sinfónico y progresivo que en el 2001 se concretaría como banda. La misma que sobreviviría a múltiples cambios de formación. Pero el género mismo, con sus narrativas instrumentales ajenas a las fórmulas y la síntesis del pop radial, enseña a ejercer la paciencia. Y entonces sí, con la llegada de Pablo se encontró un equilibrio que derivaría en “Como hormigas”. El postergado segundo disco conjuga con pericia ricos paisajes instrumentales, diversidad de patrones rítmicos y perfectos ensambles que no temen a incorporar casi inconscientemente elementos de la música de este lado del continente. Y con una premisa tácita que lleva el progresivo más a la expresión que al virtuosismo. Con casi veinte años de vida y la pasión intacta, Akenathon.
“Creo que la síntesis la tiró Matías González, que es el técnico de grabación de Argot -introduce Anibal Acuaro, guitarrista y compositor-. Le gusta el nombre porque dice: la vienen luchando como hormigas, haciendo un caminito. No lo había pensado por ahí y tiene otro sentido”. Y expresa: “Para mí en lo personal significa una meta que estaba esperando hacia muchísimo. Tardó pero considero que fue en un un momento en el que por suerte pude estar a la altura. No sé si en otro momento hubiera estado preparado. Por eso lo que significa es un crecimiento de la banda, de los músicos y del grupo humano”.
Respecto al audio, en el que básicamente dialogan los tres instrumentos, “tiene como premisa poder representarse en vivo. Porque yo tengo muchos chirimbolos y cachivaches para agregar. Me tienen que parar”.
“Punta del diablo” tiene una cadencia “uruguaya”, “Zamac” remite a una chacarera, “Irresistible tic” posee algo rioplatense. “Se filtra solo. Me decían de lo tanguero de ‘Sopa de huesos’. Hay cosas que soy más consciente, como cuando por ejemplo tomamos algo de Pink Floyd. Pero eso sale solo y la vedad que ayuda a la impronta de la banda”.
El género suele confundir a los menos entendidos. Para Acuaro la música dice cosas y no hace falta apelar a la letra necesariamente. “Son un encadenamiento de melodías. Pero el desprevenido lo toma como solos”. Y extiende respecto al lugar de la voz: “A veces a lo que dice la guitarra alcanza. Nosotros por supuesto tratamos de inventar una historia detrás, Nos alcanza para pensar las intensidades y la dinámica”.
Con planes de tocar bastante este año, Acuaro explica la constancia: “Hay que tener claro que esto no te va a dar guita. Esto es para nosotros, para pasarla bien. Y hacer lo que siempre quisimos hacer. La otra vez nos hicieron una crítica muy técnica. A mí me gusta. Pero los chicos decían: se olvidó de todo lo que sea corazón. El flaco es un académico y me gusta. Pero eso no lo pensamos cuando vamos a tocar”.
Diario Contexto - Feb 19, 2020
Lista de Temas:
1. Como Hormigas 08:58
2. Irresistible Tic 05:06
3. Punta del Diablo 05:12
4. Vuelos 06:53
5. Vanka 06:30
6. Sopa de Hueso 09:13
7. Enigmas 06:19
8. Zumac 06:28
Alineación:
- Aníbal Acuaro / Guitarra y voz
- Guillermo Rocca / Batería y voz
- Pablo Olio / Bajo y voz
Qué emocionante forma de contar nuestro trabajo!
ResponderEliminarEs cierto que disfrutamos, es cierto que nos divertimos, y es cierto que este es un viaje !
Que hermosa descripción artística de un hecho artístico!
Este viejo lobo de mar se siente súper complacido de haber despertado tantas emociones en el gran Moe!!
Ya nos encontraremos para reivindicar momentos cuando pase un poco la bruma que deja esta peste....
Mientras tanto te mando, amigo, un fuerte abrazo ! Un gran y caluroso abrazo ya que en este viaje siempre estuviste vos !!
Desde los inicios de los tiempos Akenathonianos!
Gracias !!
Gracias a vos, querido Viejo Lobo de Mar! Y la travesía aún nos debe la magia del encuentro con un par de birras de por medio. Me alegro de haber captado una buena metáfora que logre transmitir las emociones que en las palabras se impiden, y al escuchar el disco no puedo dejar de asociarme a la sirena cantándole a la luna o a la tormenta.
EliminarOtra gran abrazo y ya nos juntaremos después que pase la bruma, a contar historias, anécdotas y seguir fogoneando la magia.
Abrazo enorme!!!