Me estoy tomando el trabajo de releer un texto sobre un interesantísimo documental que debería ver todo el mundo, un trabajo del realizador británico Adam Curtis (también creador de "El Poder de las Pesadillas"), donde se explican los orígenes de nuestra idea actual y limitada de la libertad. "The Trap" fue emitido por la BBC en Marzo de 2007, y consta de tres capitulos: 1) "Jode a tu compañero", 2) "El robot solitario" y 3) "Te forzaremos a ser libre". En ellos se muestra cómo la creación de un modelo simplificado de los seres humanos como criaturas egoístas, casi robóticas, condujo a la idea actual de libertad. Este modelo derivaba de ideas y técnicas desarrolladas por los estrategas nucleares durante la Guerra Fría para controlar el comportamiento del enemigo soviético, y hoy por hoy está convertido en un formato de pensamiento único propio de este "Siglo del Individualismo", un modelo de esquema mental del que nadie escapa y que define políticas y definiciones concretas, no solamente de los gobiernos neoliberales, sino también hasta de quienes osan oponerse a este pensamiento único.
Obra: The Trap – What happened to our dreams of freedom
Director: Adam Curtis
Año: 2007
Género: Documental
Duración: 1:20
Nacionalidad: Inglaterra
¿Cuantas veces escuchamos fraces hechas y sin sentido como (más o menos) la siguiente: "Yo no necesito un gobierno que vele por mis intereses porque soy lo suficientemente capaz y competitivo como para sobrevivir"?, y lo dice mientras el gobierno y las corporaciones le va recortando los derechos de manera exponencial. O tonteras como "la política no me interesa". O miles y millones de ejemplos más, todos derivados de una visión errónea del mundo producto de un invidualismo irracional.
En los últimos días no enteramos que el gobierno está retirando recursos de la economía real. Por ejemplo recortando asignacionales familiares a los chicos de zonas vulnerables de nuestro país en el orden de un recorte de hasta 1850 pesos por chicos.
A este ajuste hay que sumarle el recorte en Ciencia y Tecnología (Invap, Inti, Inta, Conicet o incluso el recorte en transferencias reales a universidades nacionales). Se trata de una ingente masa de dinero, a la que se puede sumar el congelamiento (por no decir más ajuste) de AUH y jubilaciones. Los despidos en varias áreas del Estado, despidos, también lastiman los vasos comunicantes entre impuestos y redistribución del ingreso con equidad.
Una actitud individualista de la sociedad permite que estas quitas de derechos sin que se produzca demasiado conflicto, salvo aquel que, indivualmente, sufre el afectado. Miles, millones de afectados que sufren los mismos problemas individualmente cumplen el axioma que dice "divide y reinarás".
La serie "The Trap – What happened to our dreams of freedom" fue emitida en la BBC en marzo del 2007 y consta de 3 episodios en los que se muestra cómo la creación de un modelo simplificado de los seres humanos como criaturas egoístas, casi robóticas, condujo al concepto moderno de libertad. Este modelo derivaba de ideas y técnicas desarrolladas por los estrategas nucleares durante la Guerra Fría para controlar el comportamiento del enemigo soviético.
Matemáticos como John Nash (¿vieron la película "Una Mente Brillante"? está basada en su vida) desarrollaron la paranoica Teoría de juegos, cuyas ecuaciones solo funcionaban si los seres humanos se comportaban como criaturas egoístas y aisladas, constantemente sospechando y vigilándose entre sí, siempre tratando de sacar beneficio. Si uno de los jugadores no lo hiciera e intentará cooperar con los demás de una forma desinteresada, el equilibrio se rompería, produciendo resultados impredecibles.
Sin embargo, esta idea simplista contiene las semillas de nuevas formas de control. Y lo que las personas han olvidado es que hay otras ideas de libertad. Estamos, según Curtis, en una trampa de nuestra creación que nos controla, priva de significado y causa caos y muerte.
Este mismo modelo fue entonces desarrollado por biólogos genéticos, antropólogos, psiquiatras radicales y economistas del libre mercado, y ha llegado a dominar tanto el modo de pensar político desde los años setenta como el modo en que piensan las personas acerca de ellos mismos como seres humanos, y está en la base de las ideas liberales de una democracia regulada por las fuerzas del mercado y de la ciencia psiquiátrica moderna.
El resultado ha sido este paradójico y extraño mundo en que vivimos, que parece haber copiado al pie de la letra lo peor de las distopías imaginadas por Orwell y Huxley en "1984" y "Un mundo feliz", respectivamente: un mundo dominado por la cultura del miedo, desbordado por la burocracia, el mercantilismo desenfrenado, en el que se cercenan libertades individuales en nombre de la libertad y la felicidad puede ser alcanzada a través de medios artificiales, con una simple píldora. Un sistema que básicamente nos considera como una masa de individuos egoístas, motivados principalmente por intereses personales, que no son capaces ni merecedores de otra forma de Gobierno que la imperante en el Occidente "democrático". Somos etiquetados como seres de naturaleza egoísta, cuya única forma factible de convivencia se basa en la competición por bienes materiales. Al asumir que no somos más que predadores de nuestros propios congéneres, nos estamos forzando a adaptarnos a un Darwinismo social ficticio.
La colaboración, incluso la del tipo altruista, no es algo que sea ajeno a nuestra esencia como humanos.
En la segunda parte de su documental, Curtis muestra cómo al cuantificar conductas y someterlas "al poder de los números" surge una tipología robotistica de la conducta humana, con una serie de “síntomas"” cuantificables: crisis de ansiedad, ataque de pánico, conducta bi-polar, etc. Esto genera un “standard” de normalidad que va a regir a la psicología y promover el uso de fármacos para normalizar el comportamiento humano y hacer que la gente se conduzca más previsiblemente, como máquinas mejor adaptadas.
Por último, el tercer episodio de la serie se centra en los ideas de Isaiah Berlin acerca de libertad positiva y libertad negativa. Curtis muestra cómo este concepto de libertad fue empleado para defender una sociedad de libre mercado y cómo fue utilizado para justificar la defensa de regímenes dictatoriales, la manipulación de la información y la imposición de una libertad que cercena la posibilidad creativa de los seres humanos y los reduce a seres manejables y conformes con la gratificación de sus deseos egoístas.
La libertad queda entendida como una adaptación a valores simplistas y a nada más. Somos libres para seguir la moda, para elegir un equipo de fútbol, para comprarnos un auto (si nos da el cuero), etc. Pero todo el mundo está condicionado por la búsqueda de esos valores materiales, es lo "acordado" y lo que todo el mundo espera que hagamos.
Tampoco podemos hablar libremente. Nadie habla con libertad. Todo el mundo se calla lo que realmente piensa porque atentaría contra esa manera estúpida y limitada de ver el mundo y la vida. No sería socialmente correcto. La libertad que el sistema capitalista nos vende como la única posible, la libertad para satisfacer nuestros instintos primarios o hacer lo que queramos, es en realidad una visión muy limitada de la Libertad, que en realidad nos limita y nos encierra. De ahi la trampa.
Los tres capítulos de "The Trap" resultan imprescindibles para descifrar la retorcida realidad en la que vivimos inmersos, sin percatarnos de sus paradojas. Y de paso qué mejor bajarlo a uno de los gobiernos más representativos de este pensamiento (aunque, en el mundo de hoy, creo que casi cualquier gobierno de cualquier país lo podría representar cabalmente). Pero como ya conocemos las cagadas del Señor Tijeras, vamos a explicar porqué resultan tan predecibles las acciones que tomaran políticos de este pensamiento, y además también muchas de las raíces de los variopintos pensamientos racistas, individualistas, disciplinados, competitivos y que nos llevan a la actual dituación de crisis, al menos, en Argentina.
La serie gira, entre otras cosas, en nuestra idea de ser "libres" en torno a su concepción en el contexto político occidental, y el director estudia cómo se intenta controlar el comportamiento a través de drogas coma el Prozac y cómo la obsesión de los políticos por la consecución de objetivos nos ha llevado a olvidar los principios más fundamentales de los bienes públicos.
Las negritas son nuestras y son ejemplos concretos de lo que se dice en la nota original...
En la medida que el gobierno continúe fomentando un flujo en el ingreso de los sectores más humildes hacia los sectores transnacionalizados, el camino es de inevitable perjuicio social creciente. Y para eso hay que pensar en otro modelo, uno que apueste a la producción, a la creación de fuentes de trabajo, la ciencia, la tecnología, a la ganancias de empresas nacionales y al ingreso popular sustentable. No parece que el gobierno actual sea capaz de hacerlo.
Como puede verse (datos actuales del Ministerio de Trabajo en base a Sipa) entre 2003 y 2015 la herencia fue la creación de empresas privadas, mientras que actualmente, junto con el Estado que ajusta, se destruyen empresas netas.
Obra: The Trap – What happened to our dreams of freedom
Director: Adam Curtis
Año: 2007
Género: Documental
Duración: 1:20
Nacionalidad: Inglaterra
¿Cuantas veces escuchamos fraces hechas y sin sentido como (más o menos) la siguiente: "Yo no necesito un gobierno que vele por mis intereses porque soy lo suficientemente capaz y competitivo como para sobrevivir"?, y lo dice mientras el gobierno y las corporaciones le va recortando los derechos de manera exponencial. O tonteras como "la política no me interesa". O miles y millones de ejemplos más, todos derivados de una visión errónea del mundo producto de un invidualismo irracional.
En los últimos días no enteramos que el gobierno está retirando recursos de la economía real. Por ejemplo recortando asignacionales familiares a los chicos de zonas vulnerables de nuestro país en el orden de un recorte de hasta 1850 pesos por chicos.
"La libertad individual es el sueño de nuestra era y es lo que nuestros líderes prometen darnos. Los Gobiernos comprometidos por la libertad de elección han llevado a un aumento en la desigualdad."
A este ajuste hay que sumarle el recorte en Ciencia y Tecnología (Invap, Inti, Inta, Conicet o incluso el recorte en transferencias reales a universidades nacionales). Se trata de una ingente masa de dinero, a la que se puede sumar el congelamiento (por no decir más ajuste) de AUH y jubilaciones. Los despidos en varias áreas del Estado, despidos, también lastiman los vasos comunicantes entre impuestos y redistribución del ingreso con equidad.
Una actitud individualista de la sociedad permite que estas quitas de derechos sin que se produzca demasiado conflicto, salvo aquel que, indivualmente, sufre el afectado. Miles, millones de afectados que sufren los mismos problemas individualmente cumplen el axioma que dice "divide y reinarás".
La serie "The Trap – What happened to our dreams of freedom" fue emitida en la BBC en marzo del 2007 y consta de 3 episodios en los que se muestra cómo la creación de un modelo simplificado de los seres humanos como criaturas egoístas, casi robóticas, condujo al concepto moderno de libertad. Este modelo derivaba de ideas y técnicas desarrolladas por los estrategas nucleares durante la Guerra Fría para controlar el comportamiento del enemigo soviético.
Matemáticos como John Nash (¿vieron la película "Una Mente Brillante"? está basada en su vida) desarrollaron la paranoica Teoría de juegos, cuyas ecuaciones solo funcionaban si los seres humanos se comportaban como criaturas egoístas y aisladas, constantemente sospechando y vigilándose entre sí, siempre tratando de sacar beneficio. Si uno de los jugadores no lo hiciera e intentará cooperar con los demás de una forma desinteresada, el equilibrio se rompería, produciendo resultados impredecibles.
Sin embargo, esta idea simplista contiene las semillas de nuevas formas de control. Y lo que las personas han olvidado es que hay otras ideas de libertad. Estamos, según Curtis, en una trampa de nuestra creación que nos controla, priva de significado y causa caos y muerte.
Este mismo modelo fue entonces desarrollado por biólogos genéticos, antropólogos, psiquiatras radicales y economistas del libre mercado, y ha llegado a dominar tanto el modo de pensar político desde los años setenta como el modo en que piensan las personas acerca de ellos mismos como seres humanos, y está en la base de las ideas liberales de una democracia regulada por las fuerzas del mercado y de la ciencia psiquiátrica moderna.
El resultado ha sido este paradójico y extraño mundo en que vivimos, que parece haber copiado al pie de la letra lo peor de las distopías imaginadas por Orwell y Huxley en "1984" y "Un mundo feliz", respectivamente: un mundo dominado por la cultura del miedo, desbordado por la burocracia, el mercantilismo desenfrenado, en el que se cercenan libertades individuales en nombre de la libertad y la felicidad puede ser alcanzada a través de medios artificiales, con una simple píldora. Un sistema que básicamente nos considera como una masa de individuos egoístas, motivados principalmente por intereses personales, que no son capaces ni merecedores de otra forma de Gobierno que la imperante en el Occidente "democrático". Somos etiquetados como seres de naturaleza egoísta, cuya única forma factible de convivencia se basa en la competición por bienes materiales. Al asumir que no somos más que predadores de nuestros propios congéneres, nos estamos forzando a adaptarnos a un Darwinismo social ficticio.
La colaboración, incluso la del tipo altruista, no es algo que sea ajeno a nuestra esencia como humanos.
En la segunda parte de su documental, Curtis muestra cómo al cuantificar conductas y someterlas "al poder de los números" surge una tipología robotistica de la conducta humana, con una serie de “síntomas"” cuantificables: crisis de ansiedad, ataque de pánico, conducta bi-polar, etc. Esto genera un “standard” de normalidad que va a regir a la psicología y promover el uso de fármacos para normalizar el comportamiento humano y hacer que la gente se conduzca más previsiblemente, como máquinas mejor adaptadas.
Por último, el tercer episodio de la serie se centra en los ideas de Isaiah Berlin acerca de libertad positiva y libertad negativa. Curtis muestra cómo este concepto de libertad fue empleado para defender una sociedad de libre mercado y cómo fue utilizado para justificar la defensa de regímenes dictatoriales, la manipulación de la información y la imposición de una libertad que cercena la posibilidad creativa de los seres humanos y los reduce a seres manejables y conformes con la gratificación de sus deseos egoístas.
La libertad queda entendida como una adaptación a valores simplistas y a nada más. Somos libres para seguir la moda, para elegir un equipo de fútbol, para comprarnos un auto (si nos da el cuero), etc. Pero todo el mundo está condicionado por la búsqueda de esos valores materiales, es lo "acordado" y lo que todo el mundo espera que hagamos.
Tampoco podemos hablar libremente. Nadie habla con libertad. Todo el mundo se calla lo que realmente piensa porque atentaría contra esa manera estúpida y limitada de ver el mundo y la vida. No sería socialmente correcto. La libertad que el sistema capitalista nos vende como la única posible, la libertad para satisfacer nuestros instintos primarios o hacer lo que queramos, es en realidad una visión muy limitada de la Libertad, que en realidad nos limita y nos encierra. De ahi la trampa.
Los tres capítulos de "The Trap" resultan imprescindibles para descifrar la retorcida realidad en la que vivimos inmersos, sin percatarnos de sus paradojas. Y de paso qué mejor bajarlo a uno de los gobiernos más representativos de este pensamiento (aunque, en el mundo de hoy, creo que casi cualquier gobierno de cualquier país lo podría representar cabalmente). Pero como ya conocemos las cagadas del Señor Tijeras, vamos a explicar porqué resultan tan predecibles las acciones que tomaran políticos de este pensamiento, y además también muchas de las raíces de los variopintos pensamientos racistas, individualistas, disciplinados, competitivos y que nos llevan a la actual dituación de crisis, al menos, en Argentina.
La serie gira, entre otras cosas, en nuestra idea de ser "libres" en torno a su concepción en el contexto político occidental, y el director estudia cómo se intenta controlar el comportamiento a través de drogas coma el Prozac y cómo la obsesión de los políticos por la consecución de objetivos nos ha llevado a olvidar los principios más fundamentales de los bienes públicos.
Las negritas son nuestras y son ejemplos concretos de lo que se dice en la nota original...
En el segundo capítulo del documental de Adam Curtis "La Trampa - El Robot Solitario", veremos como comenzó el ataque de los gobiernos neoliberales al aparato del estado.Asmodeo Belial Uzza
Desde los años '70 a la actualidad, observamos que cada gobierno neoliberal entre sus primeras medidas aplica un fuerte achicamiento del estado en el contexto de la reducción de gastos. Desde los primeros experimentos en las dictaduras latinoamericanas a los gobiernos de Thatcher y Reagan durante los años '80, la prédica contra la burocracia estatal se ha vuelto común en este tipo de gobiernos que se ofrecen como garantes de la libertad individual como valor más relevante.
Esta prédica contra "la mochila" estatal es la que permite que, por ejemplo, se tome tan naturalmente acciones como la del Sr. Tijeras Macri que reduce la ayuda escolar a 570.000 niños, o que confirma el traspaso de Edenor y Edesur a los gobiernos de "la Hiena" Vidal y "el Payaso" Larreta en la búsqueda de la reducción el déficit fiscal, tal como se acordó con el FMI: "Le estamos traspasando Edenor y Edesur a la Ciudad y la provincia de Buenos Aires porque es más justo, porque es la manera de ir equilibrando el gasto estatal para que el Estado no se vuelva una mochila", dijo nuestro Felino Presidente.
Es por esto que hacia los años '80 se llevó a cabo en Gran Bretaña un experimento en el cual se alentaba a los empleados públicos a alcanzar ciertas metas siguiendo sus propios intereses y no el bien común propio de la actividad que desarrollaban. En EEUU también ganó terreno la idea de dejar al mercado su autoregulación y de a poco los ciudadanos empezaron a creer que eran las corporaciones las que mejor representaban sus intereses y no tanto los políticos, que eran vistos como un estorbo, a menos que velaran por el propósito de esta "libertad" de mercado.
Este individualismo tuvo defensores que se apoyaban en teorías presuntamente científicas. Para estos el cooperativismo era perjudicial a la especie, y que en nuestros mismos genes está la esencia de sobrevivir. Esto nos lleva a tratar de perjudicar a quien consideramos un competidor natural y a privilegiar a aquellos que se parecen a nosotros. Se pudo comprobar que estas teorías estaban repletas de fallas.
En el tercer Capítulo "La Trampa - Te forzaremos a ser libre", Curtis menciona la interesante teoría de las dos libertades de Sir Isaiah Berlin. Este pensador ruso exiliado en Gran Bretaña sostenía que había una libertad positiva y otra negativa y en cierta forma estaban interconectadas.
La libertad positiva era la que emprendían los pueblos que querían despojarse de un poder tiránico y como ejemplo pueden citarse la Revolución Francesa, la Revolución Bolchevique (a la que Berlin criticó y de la que su familia escapó) o las guerras por liberación en África. Este tipo de libertad se consigue con una fuerte acción de las masas mediante el uso de la violencia, de ser necesario. Muchos intelectuales adhirieron a esta forma de liberación, como el caso del escritor francés Jean Paul Sartre.
¿Es necesario que mencione las luchas de los pueblos originarios, hoy discriminados, perseguidos, estigmatizados, encarcelados y asesinados?
La libertad negativa es la libertad de cada individuo de hacer lo que quiera sin obstaculizar, se supone, la libertad de sus semejantes de hacer lo mismo. Una sociedad libre en el sentido negativo de Berlin carece de ideales comunes y el gobierno debe propiciar condiciones que permitan esta forma de libertad y promover leyes que la aseguren observando cualquier intervención extra del estado como un exceso, como un abuso contradictorio con la forma de democracia ligada a esta libertad, y que algunos nos quieren hacer creer que es la única.
Paradójicamente, en muchos países se impuso la libertad negativa a través de dictaduras (como el Plan Cóndor en Latinoamérica, por ejemplo, o su nueva versión modernizada) propiciando la libertad de mercado pero violando los derechos humanos. Justamente fue desde el último tercio del siglo XX que el concepto de democracia se conectó de manera inseparable al de libertad negativa (en palabras de Berlin, entiéndase, libre mercado) en gran parte por el aparato propagandístico de los EEUU, país que se adjudicó la tarea de expandir este tipo de libertad por aquellos países que se desviaban de este rumbo democrático, según la perspectiva de Washington.
Es por esto que abundan hasta estos días las intervenciones militares acusando la falta de libertad, como si esto fuera un riesgo para EEUU. Desde el ascenso de los neoconservadores al poder en EEUU, también se evidencia un crecimiento en la intervención de las grandes corporaciones en cuestiones políticas. A su vez, estas corporaciones han ido concentrado más y más poder en estos años, prestando funcionarios a varios gobiernos estadounidenses defensores del modelo de libre mercado (libertad negativa) y logrando las condiciones favorables para que muchas de ellas dominen su porción de mercado y hasta se transformaron en monopolio.
En la medida que el gobierno continúe fomentando un flujo en el ingreso de los sectores más humildes hacia los sectores transnacionalizados, el camino es de inevitable perjuicio social creciente. Y para eso hay que pensar en otro modelo, uno que apueste a la producción, a la creación de fuentes de trabajo, la ciencia, la tecnología, a la ganancias de empresas nacionales y al ingreso popular sustentable. No parece que el gobierno actual sea capaz de hacerlo.
Como puede verse (datos actuales del Ministerio de Trabajo en base a Sipa) entre 2003 y 2015 la herencia fue la creación de empresas privadas, mientras que actualmente, junto con el Estado que ajusta, se destruyen empresas netas.
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