Artista: Horeja
Álbum: Tuwún
Año: 2006
Género: Jazz rock / Fusión
Duración: 57:47
Nacionalidad: Chile
Lista de Temas:
1. Tuwún (lugar de origen)
2. Poder Popular
3. Yoroheu
4. Los Hombres de la Caña
5. El Guillatún
6. Piccolo Chiccolo Chiccolo Piccolo
7. Marren Marren (El Mito del Guanaco)
8. Queltehues Bailando
9. El Mito del Guanaco (Marren Marren)
10. Dungun Treile
11. El Baile del Queltehue
12. Los Hombres de la Caña (Radio Edit)
1. Tuwún (lugar de origen)
2. Poder Popular
3. Yoroheu
4. Los Hombres de la Caña
5. El Guillatún
6. Piccolo Chiccolo Chiccolo Piccolo
7. Marren Marren (El Mito del Guanaco)
8. Queltehues Bailando
9. El Mito del Guanaco (Marren Marren)
10. Dungun Treile
11. El Baile del Queltehue
12. Los Hombres de la Caña (Radio Edit)
Alineación:
- Matiuk (Matías García) / voz y teclados
- Rodrigo de la Prida / guitarras
- Luis Saavedra / guitarras
- Guido Fregonara / bajo
- Ramón Plaza / batería
Ahora pasaré a presentarles al grupo chileno Horeja, que se formó en el año 2000 con el objetivo (según ellos) de tender puentes entre géneros usualmente disociados, aprovechando las técnicas de composición de la música docta contemporánea para combinarlas con ritmos y melodías ancestrales de culturas como la selknam, aymara, kawéskar y mapuche; mezclando, asimismo, la sonoridad y el formato clásico del rock (dos guitarras, bajo, batería y voz) con trompes, pifilcas, didgeridoo, tarkas, flautas y la improvisación proveniente del jazz y el avant-garde; las bases rítmicas del funk con las de la cueca y de otros ritmos autóctonos.
¿Que tul? bueno, eso es lo que les presento ahora. Y he de aquí que he descubierto este disco (aunque mejor dicho, re-descubierto, porque en algún momento lo he escuchalo y luego olvidado) en uno de mis tantos DVDs de backups, no tengo idea, no recuerdo, no sé de dónde lo saqué ni como llegó a mí (imagino que a través de un antiguo foro de intercambio llamado "Prog-Jazz", donde han participado eminencias tales como el Conejo, Neck o Usul, entre otros amigos de la casa). Bueno, la cuestión es que revisando lo que tenían algunos de estos DVDs me encuentro este álbum que no recordaba, grata fue mi sorpresa al escucharlo, ¿de dónde habían salido esta gente? la cosa es que me encantó y no sabía que lo tenía! ¿cuantos otros secretos encerrarán mis pilas de DVDs que aún debo revisar?
Con músicos formados en el circuito profesional, la banda se forma en Abril del año 2000 cuando los guitarristas chilenos Rodrigo De la Prida y Luis Saavedra, profesores del Instituto Profesional Escuela Moderna de Música, se juntaron para dar vida a un nuevo proyecto.Marisol García
En un principio la música de Horeja era en su mayor parte instrumental y tomaba elementos del funk, hip-hop, jazz, rock, y de la música de raíces, principalmente de Chile.
Y bueno, el disco es un montón de cosas, enérgicas, musicales, rock muy tirando hacia la cadencia jazzera y con mucho entrevero autóctono y de las culturas ancestrales de estas tierras. Y no falta el cover del tema de Violeta Parra: "El Guillatún", en una versión muy propia y muy original.
Lean un poco, por favor, a gente que escribe mejor que yo...
Sin perder un gramo de la rebeldía lírica, la potencia rockera y la complejidad instrumental que ha caracterizado a la banda del guitarrista Rodrigo De La Prida, este año el quinteto santiaguino está de regreso con su segunda placa “Tuwún”. Sucesor de “Fffrr (Nhf)” de 2004, Horeja sigue profundizando su propuesta única y vital de vanguardia punk, con un disco que une de forma insuperable la más pura tradición musical del folklore chileno, con el espíritu rock de una banda contemporánea y las exploraciones instrumentales basadas en la música experimental y el jazz. El resultado, un disco de una fusión musical inédita con altas dosis de una original autenticidad y que además, es una lógica continuación de su debut.Héctor Aravena A.
Enfrentando con pasión temáticas sociales y de reivindicación indígena, Horeja viene a reafirmar que el rock and roll, sigue siendo la mejor forma de protestar y hablar de los temas que afectan al mundo de hoy. Todo esto con un discurso musical lleno de potencia y un trabajo instrumental notable por parte de los guitarristas Rodrigo De la Prida y Luis Saavedra, el bajista Guido Fregonara, el baterista Ramón Plaza, el vocalista Matiux y los invitados Karnem en accesorios y coros y Daniel Jeffs en ruidos sintéticos.
Por otra parte, la banda demuestra que las temáticas sociales no son de dominio exclusivo de los autores de la “Canción Chilena” o del folklore, sino que al contrario, quedan a la perfección en el contexto del rock iconoclasta que propone el quinteto. De este modo, en los sonidos latinoamericanos que abren el disco con “Tuwún” –lugar de origen-, inmediatamente se hace notar esa estética musical tan especial del grupo, con agresivas partes de guitarra, letras contestatarias, percusiones sincopadas e intensas conversaciones en las seis cuerdas.
“Poder Popular” sigue en la misma línea, pero esta vez, con un sonido más noise y actitud metalera, donde resaltan las letras burlescas en relación a algunas instituciones y en contra del poder del país del norte. Lo interesante es que las letras rapeadas son complementadas con fuertes secciones instrumentales, recíprocamente entregándole un sentido unidireccional al tema. Por ejemplo, si se protesta contra algo o alguien, esto va acompañado de una correlación musical que le entrega mayor convicción a uno u otra declaración.
En la instrumental “Yoroheu”, inspirada en los cánticos del pueblo Selk’nam de Tierra del Fuego –conocidos como Onas-, Horeja entra en territorios más experimentales, jugando con audaces armonías en las guitarras, una base sólida de bajo-batería y secciones que constantemente bajan y suben de intensidad. Destacan también de sobre manera el solo de bajo de Pregonara y algunas investigaciones en la guitarra tanto en acordes y punteos. Después de las exploraciones ruidísticas del invitado Daniel Jeffs en “Maukel II”, comienza la defensa de la libertad total de “Los Hombres de la Caña”. Un punto de partida temático que mientras avanza la canción, se amplia a tópicos de “desobediencia” social, específicamente fomentando la libertad sexual, el autocultivo –se entiende-, y en general, la “decisión personal” hasta en los casos más extremos. Obviamente, que todo esto matizado con partes instrumentales de gran jerarquía y en exacta relación con lo que se dice.
Si en el primer disco, la banda realizó el cover de “Corre que Te Pillo” de Los Jaivas, en esta ocasión, De La Prida y compañía van más atrás en nuestra cultura musical, reinterpretando el clásico de Violeta Parra, “El Guillatún”. Si la crudeza del tema original está dada por la voz y la guitarra desnuda de la misma Violeta, en esta versión, es la intensidad rockera lo que le da el peso de este clásico inmortal de nuestra tierra. Como si en algún momento imposible del tiempo espacio se hubiese encontrado Violeta Parra con los autores del rock de vanguardia del siglo XX, en la que es en definitiva, un interesante arreglo para este tema insigne de la cultura nacional.
En “Piccolo Chiccolo Chiccolo Piccolo”, la sensibilidad esquizoide-metalera se hace más patente que en ninguno de los temas, mientras que en “Maukel III”, nuevamente De la Prida se inspira en la ritualística del pueblo Selk’nam, logrando una gran pieza instrumental. El disco prosigue con los más de ocho minutos de “Trein A Tunji”, composición basada en la original “Tunji” del mito del jazz, el espiritual saxofonista y compositor estadounidense, John Coltrane. La herencia de Coltrane llevado al mundo eléctrico y al sonido de una banda de rock del siglo XXI. Además, cada uno de los integrantes destaca en sus respectivos instrumentos, sobre todo, Plaza con un intenso solo de batería.
Para finalizar, las cinco partes de “La Suite de Los Animales”, son el cierre conceptual para un álbum que aunque complejo, nunca se pierde en densidades, sino que es claro y directo en su discurso musical y lírico. Las cinco secciones de esta pieza están compuestas por “Marren-Marren (El Mito del Guanaco)”, con letra en el idioma original; tres temas de De la Prida que son “Queltehues Bailando”, “El Mito del Guanaco” (Marren-Marren) –esta vez en castellano recitado- y “Dungun Treile", para finalizar el disco y esta composición, con “El Baile del Queltehue”.
A mi parecer, lo más relevante de la música de Horeja es que logra su propio y específico sonido -por lo demás muy uniforme a lo largo del disco-, tomando para sí las más diversas tradiciones musicales como el rock, el jazz, el folklore, el avant-garde, el progresivo, el metal, el hip hop, el funk, la canción de raíz, etc, para crear una propuesta que es sin duda innovadora y sin igual, en las arenas del cada vez más rico e iluminado rock de nuestro continente. Un gran segundo disco, donde protesta y misticismo, encuentran un fértil terreno común.
No tengo mucho más para agreagarles, al menos por ahora, solamente decirles que por favor, conozcan a este excelente grupo, una sorpresa para mí, mejor dicho, una re-sorpresa ya que los había olvidado, o quizás nunca los había escuchado, o vaya a saber que diablos pasó, pero les aseguro que este disco no está para dejar de lado, una excelente representación de la fusión progresiva propia de América del Sur.
Y felicitaciones a los Horejones músicos por este pedazo de álbum. Muy recomendado!
myspace.com/horejachile
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Download: (Flac y MP3)
ResponderEliminarhttp://horeja.bandcamp.com/album/tuw-n