Debido a la buena acogida que tuvo mi primer post sobre Alan Stivell , me animé a comentar otro de sus discos, que es cronológicamente el siguiente a “Raok Dilestra”. Su impronunciable nombre bretón, “Un dewezh 'barzh 'gêr”, traducido al español suena así de reconfortante: “Una Jornada en Casa”.
Pasen y disfruten de la jornada musical que nos propone Alan Stivell. No se arrepentirán..
Artista: Alan Stivell
Álbum: Una Jornada en Casa
Año: 1978
Género: folk progresivo
Duración: 36:01
Nacionalidad: Francia
Año: 1978
Género: folk progresivo
Duración: 36:01
Nacionalidad: Francia
Lista de Temas:
- Trinquons Nos Verres
- Ar Wezenn Awalou
- Henchou Kuzh
- Tabud Kemper
- Warlec'h Koan
- An Try Marrak
- Tal An Tan
- An Nighean Dubh
- Slan Chearbhallain
- Inisi Hanternos
Alineación:
- Alan Stivell / harpe, bombarde, bagpipes
- Hervé Derrien / cello
- Yann-Jakez Hassold / vocals
- Jean-Claude Olivier / sitar
- Michel Delaporte / tambourine
- Mikael Ar Vali / bass
- Mark Perru / guitar
- Chris Hayward / flute
- Claude Nicault / accordion
- Hervé Derrien / cello
- Yann-Jakez Hassold / vocals
- Jean-Claude Olivier / sitar
- Michel Delaporte / tambourine
- Mikael Ar Vali / bass
- Mark Perru / guitar
- Chris Hayward / flute
- Claude Nicault / accordion
UNAS PALABRAS SOBRE EL DISCO
“Un dewezh 'barzh 'gêr”, “una jornada en Casa”, es el octavo álbum de estudio de Alan Stivell. Fué grabado entre su casa de Langonnet (Bretaña) y su casa en París, junto a un grupo de amigos. En este disco Stivell canta en puro dialecto de Langonnet, no en el Bretón oficial. La portada del disco ya habla por si misma: vemos al músico en actitud serena, sentado en el umbral de su casa de piedra, en jeans y zapatillas, tocando una zanfona. El día está soleado, y un hermoso rosal en flor asoma por el lado derecho. Un triskell cuelga de su cuello (Según la cultura celta, el triskell representa la evolución y el crecimiento, el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu. Manifiesta el principio y el fin, la eterna evolución y el aprendizaje perpetuo).
En la foto de portada del disco todo evoca la tranquilidad y el gozo de encontrarse al fin en casa después de una larga odisea. La alegría de estar anclado a un lugar específico, pero abierto a lo universal:
de hecho, mientras que en “Raok Dilestra” se podía sentir, casi respirar, una atmosfera bélica, en “Una Jornada en Casa” se nos presenta el lado hogareño, apacible, del país de Breizh (Bretaña). Los mitos y leyendas que residen en su memoria colectiva, impregnan inevitablemente las hermosas canciones de las que se compone el álbum. Títulos tan sugestivos como Los caminos invisibles (Henchou Kuzh) o, La dama del cabello negro (An Nighean Dubh), nos dan un primer esbozo del universo mítico en el que, poco a poco, nos iremos adentrando.
A diferencia del anterior trabajo de Stivell, “Una Jornada en Casa” es eminentemente acústico, la instrumentación eléctrica cede el puesto al arpa celta, la flauta, la gaita, a las tablas y el sitar indios, que generan sonidos más cercanos a los de la naturaleza. En “Raok Dilestra” todas las composiciones eran de Alan Stivell, en “Una Jornada en Casa” todos los temas son tradicionales, con arreglos e improvisaciones de Stivell y compañía. El álbum, según palabras del mismo músico, pretende ser un paréntesis, un día de relax, de melodías tradicionales y ambiente familiar, un tiempo de descanso y de fiesta antes de los grandes acontecimientos venideros (parece que se refería a su inminente gira internacional y a la grabación del grandioso disco “Sinfonia Celtica - Tir Na Nog”). Alan, en “Una Jornada en Casa”, quiere expresar la necesidad de compartir los placeres simples y verdaderos: el amor, la amistad, la risa, el vino. Así lo deja entrever el titulo del primer tema: “choquemos nuestros vasos”. Pero también se encuentran reflejados en este álbum los conflictos seculares y la lucha de un pueblo por la autodeterminación.
DESCRIPCIÓN DE LOS TEMAS
- Trinquons nos verres (choquemos nuestros vasos) es un aire tradicional de la Alta Bretaña que invita al buen humor y a la paz. El juego entre bombarda y flauta travesera le da un encanto especial a esta pieza totalmente instrumental.
- Ar Wezenn avalou (el manzano): en este tema cierto Jean le Sonneur se queja de la pérdida de un manzano que le daba una buena sidra. Es un tema tradicional del este de la región que comienza con la voz de Stivell “a capella” con la que después se entremezclan las exóticas sonoridades del sitar y la tampura.
- Henchou kuzh (caminos invisibles): improvisación en la que el arpa dialoga con los instrumentos de cuerda del extremo oriente ( sitar y tampura)
- Tabud Kemper (Manifestación en Quimper): canción de contenido político y social que alude a unas marchas populares que tuvieron lugar en los ’60 debido al gran empobrecimiento de la población.
- Warlec'h koan (después de la cena): otra improvisación de Stivell y Hayward (a la flauta).
- An Try Marrak (los tres caballeros): canción de Cornualles ( Gran Bretaña) que habla de tres caballeros enamorados de una dama asesina. La presencia de violoncelo y acordeón es inusual en la música de Stivell.
- Tal An Tan (cara al fogón): pieza instrumental basada en unos arpegios de Stivell secundados por flauta, percusión y cuerdas
- An Nighean Dubh (La dama de cabellos negros): tema tradicional escocés de las islas Hébridas, en el que un marinero relata su encuentro con una hermosa chica de cabellos oscuros al despuntar el alba. En este tema hay una gran presencia de la flauta travesera y la gaita, hasta la conclusión que corre a cargo del arpa.
- Slán Chearbhallain ( el adiós de O’ Carolan) Tema tradicional irlandés, al arpa.
- Inisi Hanternos (Las islas del norte, las islas de medianoche): de nuevo una improvisación al arpa, con la que el disco llega a su término.
Espero que esto les esté gustando. Me despido con un artículo publicado en la página de cultura del periódico español “El País” el 25 de enero de 1979 (cuyo autor no sale por ninguna parte), acerca de Alan Stivell:
“Alan Stivell es un bretón cuya principal importancia radica en haber sabido, como nadie antes, fusionar formas tan dispares como la música celta, el «rock» y el «jazz», reuniendo para ello instrumentos casi perdidos, como el arpa celta o la bombarda, a todo el sistema eléctrico del «rock» o a instrumentos indios como el sitar o la tambura. Lo que surge de esta mezcla es una música enormemente directa, excitante, salvaje o suave, bailable o melancólica. Sobre dicha música Alan Stivell superpone, de cuando en cuando, unos textos que no se limitan a reclamar y reivindicar su propia identidad como bretón, sino que también saben comprender la poesía, el poder evocador de una palabra unida a sentimientos y vivencias de la persona como individuo distinto.Stivell nació en 1944 en Bretaña, pero sus padres emigraron pronto a París (algo desgraciadamente tópico entre los bretones). Su padre, Jord Cochevelou (verdadero apellido de Alan, que más tarde cambiaría por el céltico, Stivell -«fuente»-), había reconstruido, en base a antiguos grabados, la verdadera arpa celta, hecho que, aparte de su intrínseco valor musical, posee un gran carácter simbólico de lo celta junto a todo un complejo de mitos, figuras, filosofías y sueños enormemente valiosos.Lo cierto es que Stivell aprende a tocar el arpa, la bombarda, la flauta y, cosa importante, la gaita. Formaría un conjunto con estos instrumentos -un Bagad- que tomaría el nombre de Bleimor, con el que consiguió, a los veintidós años (1966), varios premios de Música bretona, al tiempo que cursaba estudios de cultura inglesa y céltica. Como, además, Stivell posee una ideología que él llama socialista, pero que, en realidad, posee rasgos anarquistas, se convirtió, tal vez a su pesar, en un líder mítico que ya ha tenido comienzos de crítica. Y, a pesar de todo, parece increíblemente tímido y humilde.Su primer álbum es Reflets (1970), en el cual, y junto a los instrumentos tradicionales, incluye otros como un «banjo». Su segundo, La renaissance de harpe celtique (1971), es más una reivindicación de ese instrumento que una exposición actualizadora de la tradición bretona que surge en Chemins de Terre(1973). En este disco, basado casi por completo en aires tradicionales celtas, Stivell incluía guitarra eléctrica (el magnífico Dan Ar Bras) y la batería en un par de temas. Después aparece un disco grabado en vivo en el Olympia, y en 1974, E langonned elepé, que abriría su primer año de verdadero triunfo popular y la preparación de un disco que, por el momento, habría de resumir su trabajo hasta el momento: Alan Stivell in Dublin. A continuación aparecen Treman Inis (Hacia la Isla -el mito de la isla de felicidad- como aspiración a un mundo mejor), sin duda uno de sus trabajos más profundos y, por desgracia, menos comerciales. A éste le sucedería Raok dilestra (Antes de desembarcar), una historia musicada del pueblo bretón, al cual sigue el delicadísimo Un dwezh 'barzh'gér (Una jornada en casa), su último disco por el momento.A través de todo este trabajo, Alan Stivell ha demostrado no sólo la validez de una tradición musical, la celta, sino algo mucho más importante: la posibilidad cierta de llegar a las raíces estético-culturales de diferentes pueblos, tornar sus elementos más valiosos y a través de su fusión inteligente con otras formas, que ya nos son propias (rock, jazz), crear algo nuevo fuera de todo espíritu arqueológico, algo por ello mismo accesible y sentido por la gente de a pie que se debate en un mundo fuera de medida. En España se han realizado intentos de este tipo, algunos de cuyos ejemplos pueden ser Triana, Iceberg, Companyia Electrica Dharma, Guadalquivir, Imán, Veneno y otros cuantos que decidieron en su día, y a sus respectivas maneras, enrollarse buenamente por ese camino, un camino que, sin lugar a dudas, abrió y sigue recorriendo Alan Stivell.”
Y por si quieren investigar más, aquí está la página de facebook de Alan Stivell:
Hasta luego!!
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