"Hijos de puta, bajen las armas que aquí solo hay pibes comiendo", lo gritó Pocho Leprati hace 16 años antes de que la policía lo asesinara, hoy la historia se repite. No quedan dudas que la derecha facha está nerviosa ante el grado de masividad lograda en las manifestaciones antimacristas, y reacciona con su reconocida violencia. Hubo una escalada de grupos de tareas contra La Garganta Poderosa y contra un comedero del Movimiento de Trabajadores Excluidos en Lanús. La derecha neoliberal está cebada como perro rabioso y recuerda cada vez más la época de la dictadura militar, por ello el secretario de seguridad de Lanús, Diego Kravtz, distrito hoy administrado por Corporación Cambiemos S.A., justifica así la represión indiscriminada con balas, palos y gas pimienta a niños, niñas y mujeres que se encontraban cenando en un merendero.
La increíble Argentina neoliberal: la Policía de Lanús aplica una política de hostigamiento constante contra las cooperativas de cartoneros, haciendo sistemáticamente operativos en la puerta del comedor y parando a todos los pibes que van, pero esta vez no se contentó con eso. ¡Se metieron al comedor! Patearon la puerta de "Sueños bajitos", lanzaron gas pimienta, dispararon balas de goma, tiraron balas de plomo, pegaron bastonazos, rompieron todo y encima se llevaron a un menor detenido, mientras arrojaban a otros dos a la calle. Hay muchos chicos afectados por la intoxicación del gas pimienta. Y hubo que tirar un montón de comida que había para alrededor de 400 personas. Y todo este accionar, supervisado por Diego Kravetz, el secretario de Seguridad de la Municipalidad.
Sabemos que estamos frente a un año bisagra. Las políticas antipopulares en curso tienen objetivos que van mucho más allá de la supervivencia y consolidación del actual gobierno.
Por un lado pretenden disciplinar al conjunto del pueblo trabajador, avanzando sobre la legislación laboral, sobre los convenios colectivos, sobre la organización gremial y sobre la propia justicia laboral: en fin, apuesta a la pérdida de derechos y conquistas que tienen décadas de lucha detrás. La amenaza de responder a las crecientes movilizaciones populares con un agravamiento de la represión, fogoneada por los grandes medios de comunicación, es la consecuencia obvia para un gobierno que mantiene ilegalmente detenida a Milagro Sala hace ya 14 meses, con la complicidad del poder judicial jujeño.
Muy rara la Argentina Amarilla y Neoliberal: antes no teníamos diálogo y nadie nos cagaba a palos, y ahora en medio del consenso hay bastones, balas y gases todos los días. Según Marioneta Gato Macri, estamos en pleno diálogo. Sólo que no nos damos cuenta por el ruido de los balazos de goma que nos tapan el consenso...
La increíble Argentina neoliberal: la Policía de Lanús aplica una política de hostigamiento constante contra las cooperativas de cartoneros, haciendo sistemáticamente operativos en la puerta del comedor y parando a todos los pibes que van, pero esta vez no se contentó con eso. ¡Se metieron al comedor! Patearon la puerta de "Sueños bajitos", lanzaron gas pimienta, dispararon balas de goma, tiraron balas de plomo, pegaron bastonazos, rompieron todo y encima se llevaron a un menor detenido, mientras arrojaban a otros dos a la calle. Hay muchos chicos afectados por la intoxicación del gas pimienta. Y hubo que tirar un montón de comida que había para alrededor de 400 personas. Y todo este accionar, supervisado por Diego Kravetz, el secretario de Seguridad de la Municipalidad.
Sabemos que estamos frente a un año bisagra. Las políticas antipopulares en curso tienen objetivos que van mucho más allá de la supervivencia y consolidación del actual gobierno.
Por un lado pretenden disciplinar al conjunto del pueblo trabajador, avanzando sobre la legislación laboral, sobre los convenios colectivos, sobre la organización gremial y sobre la propia justicia laboral: en fin, apuesta a la pérdida de derechos y conquistas que tienen décadas de lucha detrás. La amenaza de responder a las crecientes movilizaciones populares con un agravamiento de la represión, fogoneada por los grandes medios de comunicación, es la consecuencia obvia para un gobierno que mantiene ilegalmente detenida a Milagro Sala hace ya 14 meses, con la complicidad del poder judicial jujeño.
Muy rara la Argentina Amarilla y Neoliberal: antes no teníamos diálogo y nadie nos cagaba a palos, y ahora en medio del consenso hay bastones, balas y gases todos los días. Según Marioneta Gato Macri, estamos en pleno diálogo. Sólo que no nos damos cuenta por el ruido de los balazos de goma que nos tapan el consenso...
Cada vez más seguido somos testigos de estos hechos, que no son para nada aislados, este viernes la policía agredió brutalmente a vendedor ambulante en el subte, y lo detuvo ilegalmente, fue en la línea A del subte, en la estación Lima (en la intersección con la línea C). Más postales de la Argentina de la Alegría de la Peste Amarilla.
La cana está enfurecida y rabiosa y sale a fustigar las calles. ¿será que el gobierno quiere muertos, para provocar una reacción que justifique una escalada represiva?
Luego de un marzo histórico que marcó una escalada de protestas sociales antimacristas de una intensidad, frecuencia y volumen que no encuentra comparación en la historia argentina reciente, a la que trataron de compensar con la marcha de ayer que solo fue un cacerolazo bajas calorías con poco público que los medios maximizaron, pero donde los pocos planos aéreos lo mostraban tal como fue (demasiado pocos para semejante choripaneada mediática, internetera y marketinera):
El nerviosismo que invade al gobierno se traduce en los Grupos de Tareas que en estas semanas salieron a cazar niños pobres. Ante la sexta movilización masiva, ¿el gobierno quiere muertos, para provocar una reacción que justifique una escalada represiva?
Sin embargo, aun en medio de una situación de gran movilización y resistencia popular, como la que estamos viviendo, sigue planteado el problema de qué alternativa política oponer a este gobierno. Triunfar en esta enorme pulseada va a depender de cómo afrontemos la batalla en las calles, pero también de la capacidad que tengamos de construir plataformas políticas que expresen nuestras luchas y reclamos. Se trata no sólo de derrotar al macrismo, sino de confrontar con el conjunto de las variantes políticas que condenan a nuestro pueblo al hambre y al saqueo. De lo contrario, corremos el riesgo de retroceder en las urnas los pasos que estamos avanzando en las calles.
Por grandes frentes políticos y sociales contra la ofensiva neoliberal
Se necesitan frentes políticos y sociales que trasciendan las estructuras partidarias e integren a los y las protagonistas de las principales luchas populares: a dirigentes sindicales combativos, a referentes del movimiento de mujeres y de la diversidad sexual, a líderes de las construcciones de la economía popular, a quienes encabezan las luchas del movimiento estudiantil, a quienes desde el arte, la ciencia y la cultura rechazan el ajuste, a integrantes de los organismos de derechos humanos que resisten, a los curas villeros que laburan en los barrios populares. Todas esas luchas populares anticipan demandas y propuestas que, articuladas, constituyen todo un programa político para las circunstancias actuales.Patria Grande - ¡Derrotemos la ofensiva neoliberal!
Un frente cuyo límite claro sea el apoyo o complicidad con las políticas antipopulares, que no son patrimonio exclusivo del oficialismo, sino también de la “oposición dialoguista”. Una nueva experiencia política que se plantee como alternativa frente a las propuestas que buscan articular la bronca y las aspiraciones del pueblo alrededor de los partidos tradicionales del sistema.
Un frente que debe ser capaz de integrar los mejores saldos y conquistas de la década de gobiernos kirchneristas, pero que al mismo tiempo se proponga superar sus limitaciones y avanzar con decisión en propuestas de transformación profundas de y para nuestro pueblo: una asamblea constituyente para democratizar verdaderamente el Estado y sus instituciones en base al protagonismo popular; el control público del comercio exterior y de las rentas extraordinarias que produce nuestro país, la recuperación de las servicios públicos privatizados y una reforma tributaria integral, al servicio de una transformación productiva que democratice la economía nacional; la profundización de la integración latinoamericana y la denuncia de los tratados internacionales que atan nuestra suerte al deseo de las grandes corporaciones y organismos financieros, son algunas de las que proponemos nosotros y nosotras.
Si algo tenemos para aprender de este nuevo tipo de derecha que llegó al gobierno argentino por la vía electoral por primera vez, es la necesidad de encontrar nuevas formas para la participación política, acordes con los cambios que existen en nuestra sociedad. Entendemos que una propuesta de este tipo, que no depende exclusivamente de Patria Grande, sino de un conjunto de sectores políticos y sociales, y sobre todo del protagonismo de nuestro pueblo, es la que está en mejores condiciones de derrotar al macrismo, también en el terreno electoral. Necesitamos derrotar a la derecha desde una propuesta emancipatoria del siglo XXI.
Lo que está en juego es demasiado grande para irresponsabilidades y ombliguismo, cada uno de los sectores del campo popular debe hacer su aporte. Solo se necesita coincir en lo esencial, un movimiento de izquierda popular amplio que se proponga aportar en la construcción de una herramienta útil para la lucha y la realización de los anhelos de nuestro pueblo: derrotar la ofensiva neoliberal y poner en pie una alternativa de emancipación política y transformación social, para cambiar todo lo que debe ser cambiado.
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