Ganando votos con la mano dura. La Ley y El Orden como argumento proselitista que compense el letargo profundo de la economía donde pocas cosas crecen más que los precios. Al día siguiente de la represión a los docentes Macrì anunció en su página oficial la adquisición de un blindado antipiquetes, además lanzó un proyecto de ley que pena los piquetes con hasta diez años de cárcel, mientras crece la represión a lo largo de todo el territorio nacional gracias a un gobierno que intenta modificar la legislación para convertir derechos constitucionales en delitos penados por la ley, gracias a proyectos de ley de reforma al Código Penal contra agresiones en piquetes e intimidación pública. Aquí está, esta es la tan cacareada Revolución de la Alegría Neoliberal ¿Alguno se imaginaba otra cosa?.
Si marzo fue el mes de avances de reclamos organizados, masivos y diversos en todo el territorio nacional, abril se perfila como el inicio de una nueva etapa por parte del gobierno macrista. Un gobierno que con represión y violencia insiste en sostener un modelo y una lógica económica que genera exclusión, profundiza la crisis y agita la conflictividad social, donde actos de represión, violencia, salvajismo y persecuciones son cosas cotidianas; hoy sabemos que violentaron un local de Nuevo Encuentro en Morón y al mismo tiempo aumenta la persecución y el hostigamiento desde las redes sociales ante cualquiera que demuestre su descontento ante el Régimen Neoliberal.
Las acciones represivas, su festejo y justificación de Cambiemos, van en escalada. En las últimas semanas el Gobierno agudizó su política represiva. Una represión testeada con encuestas que el gobierno encomienda a sus consultoras privadas para ir midiendo las adhesiones que les va reclutando el periodismo empresarial a través de sus cadenas nacionales. El macrismo sabe que no hay represión sin el consenso de importantes sectores sociales. Los hechos violentos se suceden cotidianamente y no son errores ni hechos aislados, son actuaciones que hay que leer una al lado de la otra, al lado del encarcelamiento de Milagro Sala y la proscripción política de la Tupac.
Estamos yendo a un enfrentamiento civil. Llamar "terroristas" a quienes se oponen a las ideas gobernantes es el inicio de la legitimación de la violencia institucional. Justificar la represión a los docentes y el ingreso a balazos en un merendero convirtiéndolos en piqueteros, gremialistas, politizados, (como si, además, esto estuviera mal o fuera antidemocrático) es correr la línea de respeto a la libertad de manifestación. Descalificar a cientos, miles, millones de argentinos que este año como durante las últimas décadas pero tal vez con más potencia que nunca macharon por la memoria, la verdad y la justicia es tratar de sacarlos de la democracia, la historia y la sociedad. Además de no ver el sujeto social en movimiento más allá de su propio círculo de interés.
Si marzo fue el mes de avances de reclamos organizados, masivos y diversos en todo el territorio nacional, abril se perfila como el inicio de una nueva etapa por parte del gobierno macrista. Un gobierno que con represión y violencia insiste en sostener un modelo y una lógica económica que genera exclusión, profundiza la crisis y agita la conflictividad social, donde actos de represión, violencia, salvajismo y persecuciones son cosas cotidianas; hoy sabemos que violentaron un local de Nuevo Encuentro en Morón y al mismo tiempo aumenta la persecución y el hostigamiento desde las redes sociales ante cualquiera que demuestre su descontento ante el Régimen Neoliberal.
Las acciones represivas, su festejo y justificación de Cambiemos, van en escalada. En las últimas semanas el Gobierno agudizó su política represiva. Una represión testeada con encuestas que el gobierno encomienda a sus consultoras privadas para ir midiendo las adhesiones que les va reclutando el periodismo empresarial a través de sus cadenas nacionales. El macrismo sabe que no hay represión sin el consenso de importantes sectores sociales. Los hechos violentos se suceden cotidianamente y no son errores ni hechos aislados, son actuaciones que hay que leer una al lado de la otra, al lado del encarcelamiento de Milagro Sala y la proscripción política de la Tupac.
Estamos yendo a un enfrentamiento civil. Llamar "terroristas" a quienes se oponen a las ideas gobernantes es el inicio de la legitimación de la violencia institucional. Justificar la represión a los docentes y el ingreso a balazos en un merendero convirtiéndolos en piqueteros, gremialistas, politizados, (como si, además, esto estuviera mal o fuera antidemocrático) es correr la línea de respeto a la libertad de manifestación. Descalificar a cientos, miles, millones de argentinos que este año como durante las últimas décadas pero tal vez con más potencia que nunca macharon por la memoria, la verdad y la justicia es tratar de sacarlos de la democracia, la historia y la sociedad. Además de no ver el sujeto social en movimiento más allá de su propio círculo de interés.
El discurso represivo entra en vigencia con más fuerza y el marketing de la "mano dura" se lleva a la práctica con más compra de equipamiento para las fuerzas de seguridad. Como señala Federico Trofelli en Tiempo Argentino: “La ciudad de Buenos Aires prevé utilizar casi 127 millones y medio de pesos de los vecinos para equipar a la flamante policía local y convertirla en una poderosa legión de 1600 uniformados alistados para combatir manifestantes”. Medidas semejantes se llevan adelante en la provincia de Buenos Aires, en las policías locales de cada municipio provincial que suman más efectivos, junto con la Policía Federal y la Bonaerense. Un incremento de presencia represiva con Gendarmes y Prefectos en cada rincón del territorio y registro de situaciones de grupos anónimos irrumpiendo en reuniones o locales sindicales, confecciones de “listas negras”, multas, denuncias penales, amenazas de quita de personerías gremiales y detenciones de activistas sociales, acciones todas que desconocen derechos constitucionales.
Pero decir que la sola respuesta del gobierno ante el conflicto social creciente es solo la represión puede ser un error. Por supuesto que el garrote está presente, bien al alcance de la mano y dispuesto a pegar con mayor fuerza; no en vano se prepara una legislación represiva que pena hasta las puteadas, pero aún así Corporación Cambiemos S.A. no deja de timbrear como si fueran Testigos de Jehová o Mormones. Como dato curioso digamos que ya están presionando a funcionarios provinciales de planta permanente para integrarse a la Orden del Timbre Fin Semanero, situación que si hubiese sido protagonizada por el FPV o cualquier otra organización de oposición levantaría la santa indignación de los puros repúblicos y serían enviados a la hoguera mediática.
Actuar como Testigos de Felino Jehová, prometiendo la felicidad futura del cielo para los pobres se les hace cada vez más dificil. Solo les queda el palo y esa es la muerte de la política.
La flexibilización laboral como meta
Según cifras del Indec, la última medición realizada con valores de febrero, indica que una familia tipo (dos adultos y dos menores), necesitó $13.673,50 para no ser considerada pobre y $5.626,95 para no ser indigente; hoy, 12 millones y medio de personas son pobres en el país.
En ese contexto, el gobierno habilitó el regreso de viejas recetas: ampliar jornadas laborales, congelar paritarias u obligarlas a la baja, limitar el derecho a la protesta, establecer nuevas formas de contratación en empresas que desconocen beneficios para las y los trabajadores o seguir postergando la implementación efectiva de la ley de Emergencia Social o la de violencia hacia las mujeres. Al detenernos en las medidas que llevan adelante grandes empresas en los últimos tiempos encontramos ejemplos como los de la metalúrgica del grupo Techint, Siderca Campana que intenta implementar jornadas laborales y francos de 6X1 en vez de 6X2 que, como señalan delegados de la fábrica, significa no solo el aumento de horas de trabajo (300 más al año y 45 días totales más) sino que reducen puestos porque lo que cubren 500 trabajadores lo pueden resolver con 250.
Se intentan actualizar políticas de flexibilización laboral de los años 90 convocando a "trabajar más y cobrar menos salarios", o insistir con el excesivo "ausentismo del personal". Se suspenden 600 trabajadores en Volkswagen Pacheco por un año o un año y medio (hasta el invierno 2018). En la fábrica de Alpargatas en Tucumán se suspenden 1100 trabajadores entre el 11 y 18 de abril y la totalidad de los mismos (1.330) para la segunda semana de mayo, además de suspensiones parciales que ya se llevan a cabo en las plantas que esa empresa tiene en Catamarca, Florencio Varela y La Pampa. Los trabajadores de la industria química no están en mejores condiciones, tampoco la lechera con disminuciones salariales y peligros de despidos o los siempre precarizados obreros de la construcción.
El mito del achicamiento de gastos
El viejo e histórico discurso de los liberales dice que su objetivo es desmontar la estructura de gastos superfluos que genera una serie de males, una especie de mito que llevado al día de hoy, uno se imagina a un Estado cada vez más chico. Pero los CEOs liberales nos demuestran que cuando llegan al poder en realidad no achican el Estado, sino que lo modifican al servicio de sus intereses.
Según el relevamiento de la Fundación Libertad y Progreso (LyP) y se puede constatar en la página web mapadelestado.modernizacion.gob.ar, existen además 122 institutos y organismos, sin contar universidades ni academias. El Felino Macri incrementó un 25% promedio la estructura del Estado, pese a haber prometido una reducción y a haber despedido 11.000 contratados.
- Hoy el gobierno neoliberal de Cambiemos cuenta con 21 ministerios, 87 secretarías de Estado, 207 subsecretarias de Estado y 687 direcciones nacionales y generales.
- Elevaron las direcciones nacionales y generales a 687 y los institutos y organismos, a 122.
- Hay 1124 unidades administrativas jerárquicas en el Poder Ejecutivo. Y aún faltan contar cientos de direcciones y coordinaciones generales.
En 15 meses Argentina se endeudó lo mismo que la dictadura del 1976-1983
La famosa lluvia de dólares se generó vía endeudamiento externo del Estado nacional. El arreglo con los fondos buitre le permitió al gobierno de Macri volver nuevamente al sistema financiero internacional. La baja deuda que poseía el Estado como resultado del proceso de desendeudamiento durante la etapa kirchnerista, le dió un gran potencial al gobierno para tomar deuda en el extranjero. De esta manera, comenzó un nuevo ciclo de endeudamiento externo con la colocación de un bono por 16.500 millones de dólares, de los cuales el 75 por ciento no ingresaron al país porque fueron para pagar la cuenta de los fondos buitre y a los pagos atrasados con de bonistas que habían participado de las reestructuraciones de la deuda en el 2005 y 2010. Ese contexto, llevó a que provincias y empresas del sector privado inicien una ola de endeudamiento externo para conseguir más dólares.
En los últimos tres meses la deuda en moneda extranjera superó los u$s 25 mil millones y elevó el total generado desde diciembre de 2015 por encima de los u$s 80 mil millones. Economistas analizaron el actual escenario y los peligros de utilizar frenéticamente esta herramienta en tiempos de un mercado volátil. El total de deuda en 14 meses asciende a u$s 80 mil millones y actualmente está superando los u$s 260 mil millones en total, por lo que representa más de la mitad del PBI, incluyendo lo emitido para el pago a los fondos buitres. Y no lo dicen economistas kirchneristas, lo dice el diario Ambito Financiero.
Fuga
Por otro lado, otro efecto generado por el macrismo se puede observar en la fuga de capitales. Es decir, no sólo que no hay una desesperación de los argentinos por traer sus dólares anteriormente fugados, sino que a partir de la eliminación de la regulación cambiaria ("cepo") hay un recrudecimiento de la fuga de capitales. Estos dólares que se fugan además no son conseguidos por un superávit comercial ni por la mayor inversión extranjera, sino que provienen de la especulación financiera de corto plazo y el endeudamiento externo. Además, si el Banco Central bajara las tasas de interés, la compra de dólares y la fuga de capitales serían aún mayor.
El "shock de confianza" de la administración Felina es deuda externa, especulación financiera de corto plazo, aumento de la remisión de utilidades de las empresas extranjeras, fuga de capitales y altas tasas de interés. Es la construcción de una burbuja financiera peligrosa para la estabilidad de la economía.
El Futuro
La incógnita sobre la eficacia del macrismo para llevar adelante las próximas medidas de gobierno de su plan se despejará en los próximos seis o doce meses, cuando los medios de comunicación hegemónicos ya no puedan ocultar eficazmente los resultados perniciosos de la economía, cuando los titulares sobre la corrupción o la herencia kirchnerista no sirvan para “entretener” a la sociedad frente a la herencia y la corrupción propias.
veremos qué métodos utiliza entonces para continuar con su programa de gobierno, si aminora la marcha o si acelera a pesar de todo y de todos. Porque la historia argentina muestra, lamentablemente, que la derecha nunca se detiene en su camino y apela a cualquier método, legal o no, pacífico o no, constitucional o no, pacífico o no para lograr sus fines. Y no tiene pruritos ni remordimiento al enfrentar a sus adversarios desde el poder, sean éstos minoritarios o mayoritarios. En tal caso, la derecha conservadora siempre fue y será necesariamente violenta en pos de mantener o recuperar sus privilegios.
Necesitan violencia porque sólo generando terror en la población pueden legitimar su permanencia en el gobierno para llevar adelante el proyecto político económico de saqueo de nuestros recursos naturales, de destrucción de la Patria Grande como entidad histórica, de hambre y pobreza para millones y millones mientras los grupos poderosos se enriquecen con una codicia y avaricia que subvierte los mínimos valores de solidaridad de la condición humana.
Cuanto antes manifestémonos en la calle, en internet, en el boca a boca, por todos los medios posibles contra la represión del gobierno Macrista de los CEOS. Si no lo hacemos ahora será demasiado tarde y otra vez nuestro hogar se verá envuelta un una espiral de violencia, de arriba y de abajo. Ese es el plan oligarquico, Libanizar Argentina para entregarla en pedazos al anarco-capitalismo del cual son parte.
Gran parte de los datos que aquí se mencionan fueron sacado de una nota de Santiago Fraschina titulada "Bicicleta..."
No me preocuparía tanto sobre cómo van a tapar los desastres que están llevando a cabo. El problema no es que mientan: el problema es que a muchos les gusta esa mentira. La incógnita es cómo vamos a revertir esta situación si tenemos las vanos vacías. La incógnita es en quiénes vamos confiar para enfrentarlos.
ResponderEliminarEstaría bueno que modifiquen el código penal, para dejar cesante y embocarles la pena máxima a funcionarios que defrauden al fisco y se enriquezcan ilícitamente. La clase media baja ( cada vez mas baja y cada vez mas desclasada) nunca pide pena de muerte para estos chorros, sin embargo se cansan de reclamar pena de muerte para los pibes chorros.
ResponderEliminarLas leyes que penan la evasión fiscal y el enriquecimiento ilícito parece que a los amos y señores no les afecta, y si les afecta Juan Domingo M&M Perdón, se las perdona, y si no se la perdonan los jueces que son mas corruptos que ellos.
Para revertir todo esto el pueblo debería tomar conciencia, unirse y revelarse contra el sistema establecido, pero no se si vamos a llegar a tiempo, por que en cualquier momento Trumpeta y el Koreano loco, revientan el mundo al carajo.