La locura discursiva que llevó a Corporación Cambiemos S.A. al poder fue el sumum del pensamiento mágico: abrir la economía masivamente a las importaciones haría que nuestra industria fuera más eficiente; endeudarse permitiendo la fuga de capitales nos haría competitivos; achicar el Estado agrandaría la Nación. Una locura discursiva que no tiene lógica, ni pies ni cabeza, pero en la que fueron engañados quienes se creen muy vivos porque (piensan) que no tienen ideología, pero que luego lo engaña y engatusa el primer Felino que pasa.
Muchos afirman que no están ni de un lado ni del otro de una grieta cada vez más abierta, pero siempre están aferrados a que los K se llevaron todo y Macri recibió un país fundido; que lloran hasta la deshidratación ante la foto de un hambriento africano pero babean su veneno por los planes a los negros vagos; los que incorporan emoticones con lagrimitas a las imágenes de migrantes en Europa pero piden la expulsión de los que vienen de Bolivia o Paraguay; los que todos los días alimentan con patrañas inverosímiles sus prejuicios añejos y no pierden la esperanza de que en medio de tanta oscuridad comience a asomar la luz al final del túnel. Esos que en Semana Santa se conmueven con la Pasión de Cristo pero no ven la hora de que entre en acción el arsenal anti piquetes de Patricia Bullrich. Esos que, de tanto confundir los lados, siempre estacionan en el peor.
A todos los hombres grises que instalaron el gobierno Amarillo, y sobretodo a aquellos que se dieron cuenta de su macana cuando ya era tarde, aquí les dejo esta chacarerita...
Muchos afirman que no están ni de un lado ni del otro de una grieta cada vez más abierta, pero siempre están aferrados a que los K se llevaron todo y Macri recibió un país fundido; que lloran hasta la deshidratación ante la foto de un hambriento africano pero babean su veneno por los planes a los negros vagos; los que incorporan emoticones con lagrimitas a las imágenes de migrantes en Europa pero piden la expulsión de los que vienen de Bolivia o Paraguay; los que todos los días alimentan con patrañas inverosímiles sus prejuicios añejos y no pierden la esperanza de que en medio de tanta oscuridad comience a asomar la luz al final del túnel. Esos que en Semana Santa se conmueven con la Pasión de Cristo pero no ven la hora de que entre en acción el arsenal anti piquetes de Patricia Bullrich. Esos que, de tanto confundir los lados, siempre estacionan en el peor.
A todos los hombres grises que instalaron el gobierno Amarillo, y sobretodo a aquellos que se dieron cuenta de su macana cuando ya era tarde, aquí les dejo esta chacarerita...
Decenas de informaciones pasan por las pantallas y se escriben en los periódicos, con prosas a veces elegantes, otras chabacanas, pero que sirven, en definitiva, al fin último programado: crear una verdad desde la falsedad, para engañar al ciudadano medio, aquel despolitizado, individualista e "independiente" portador del inconsciente de las masas de absortos televidentes y lectores ametrallados con análisis berretas realizados por figurones del pseudo-periodismo que domina ampliamente el espectro comunicacional. Como dice Litto Nebbia: "La historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia". Y esta es la que nos roban cada día, desde los machacados zócalos de los canales de noticias y los falsos comunicadores de las mentiras del Poder.
Aunque parezca muy claro, resulta necesario decirlo: esa mirada tan estrábica es producto del licuado mediático que consume la mayoría, aceptando "realidades" que se tragan sin pensar. Con falacias, titulares amañados y versiones malintencionadas es difícil construir un pensamiento razonable. El episodio de López surgió como la confirmación de la sospecha de la corrupción del gobierno anterior, pero ahora nadie se pregunta por el extraño silencio de la causa. Marijuán volvió con las manos vacías de sus excavaciones patagónicas pero muchos creen que con eso basta para sentenciar a todo K a la cárcel. Aunque Sandra Arroyo Salgado apunta a Diego Lagomarsino por la muerte de Nisman, los que no están ni de un lado ni del otro aseguran que lo mató Cristina y ni siquiera sueñan con la posibilidad de un suicidio, a pesar de las pericias, o de un asesinato realizado por los buenos muchachos de Inteligencia.
Un tema repetido y cada vez más frecuente en las reuniones sociales se refiere a la compra de dólares ¿quién pudo comprar dólares últimamente?. Es que Corporación Cambiemos para muchos representaba el fin del populismo, prometiendo crecimiento económico sustentable e indefinido, el fin de la incertidumbre. Y cuando el hombre gris que eligió Amarillo compara sus expectativas a la triste realidad no puede ocultar cierta desilusión, vaga, insulsa, pelotuda.
Aunque la investigación internacional sobre los Panamá Papers recibió el premio Pulitzer, las empresas off shore en las que encontraron al Felino Macri no obtuvo en nuestro país la repercusión esperada. Los fiscales mediáticos y políticos minimizaron el escándalo y, a diferencia de otros casos, susurraron prudentes generalidades a la espera de una resolución judicial. Después de casi un año de desorientada indagación, con organismos oficiales que bloquearon toda posibilidad de esclarecimiento y ante el temor a la reprimenda amarilla, el juez Sebastián Casanello se declaró incompetente. La tele suspira aliviada y le ordena al espectador que dé el caso por cerrado. Si tener empresas fantasmas en paraísos fiscales sin declarar sugiere la posibilidad de evasión impositiva, omisión maliciosa o lavado de dinero. Entonces sigue funcionando el "como si...", en este caso todo hacen como si el Felino fuese honesto y que aquí no ha pasado nada.
A aquel hombre gris que en su mediocridad votó al Amarillo, que se cansó de tanta política y creyó que ahora venía alguien que no era político, una administración que traería diálogo y con la que podía convivir. Ya sin la intensidad de los K, compró la estrategia que la derecha nos ensartó: volver a la normalidad (que nunca existió). Basta de movilización dijo, basta de Plaza de Mayo y militancia. Volvamos a ser normales (nunca lo fuimos, somo slo que somos y debemos reconocernos como tal).
"Te vamos a dejar todo lo que tenés", aunque le duela pasar por zonzo se lo creyó. Creyó que el Felino Macri lo iba a dejar vivir tranquilo, tanta lucha ya lo había cansado. Creyó que una vez disipado el humo de la Plaza, todo se iba a parecer a un atardecer en la terraza del Recoleta.
No es que sea malo (del todo), sino que es un hombre gris, sin pasión, descafeínado. No es que quiere represión, sino un tránsito descongestionado. No quiere una policía asesina, sino que prefierr pobres resignados.
Te llevará un tiempo todavía la brutal pedagogía de la historia. El tiempo pasará y el hombre gris se olvidará de cómo su vida se fue a la mierda. Iras aceptar lo inaceptable. Olvidarà cómo se sucedieron los hechos y los valores del neoliberalismo y del mercado están cada vez más aferrados en su interior, olvidará que empezó a ver a su par como competidor, aquel que puede sacarte el lugar. Mientras exista la exaltación del individuo, la primacía del mercado, la desigualdad como costumbre cualquier lucha estará perdida.
Y una vez que quedaste desplazado, lo aceptaste con la cabeza gacha sin decir ni mu, porque "seguro fue el destino", o porque creiste que no fuiste lo suficientemente capaz, o por la corrupción política pero nunca pensaste en que todo es culpa de la avaricia empresarial. O le hechaste la culpa al de al lado, o al paraguayo, el boliviano y el peruano, sin darte cuenta que vos elegiste tu propio verdugo.
Él se cree tan vivo y lo cagó un Felino.
Ya han dejado de pasar el Himno Nacional Argentino a las 0 horas del 2 de abril, Día de los Veteranos y Caídos en Malvinas, luego el Presidente hizo una puesta en escena para hacer creer que entregó una ofrenda floral en el monumento a los caídos ubicado en Retiro. Después borraron las Malvinas de los mapas del Ministerio de Desarrollo Social y ANSeS. Se empecinan en llamarlas Falklands y en hacer saber que para ellos no es importante "negociarlas" (si, dicen "negociarlas") ya que serían "deficitarias". Algún día la palabra "SOBERANÍA" será cosa del pasado. Ya le hicieron saber al "querido Rey" Juan Carlos que nuestros próceres habrían sentido "angustia" de independizarse de la Corona española. Y retomaron el discurso de la "guerra sucia" durante la dictadura cívico-militar, además del negacionismo y de ridiculizar el número de desaparecidos. Quisieron correr los feriados del 24 de marzo y del 2 de abril. El 24 de marzo de 2016 plagaron Buenos Aires de banderas norteamericanas, porque quitan sentido pero refuerzan a la vez sus símbolos.
Podría ser más detalladamente numerosa la lista de ejemplos por los cuales el gobierno ataca el sentido de nuestra Historia, de nuestra soberanía, de nuestra cultura. Un día el hombre gris, despolitizado, según èl independiente (falso, muy falso), amanerá y el mundo y su país habrá cambiado, y él se dará cuenta que le sacaron todo y ni enterado de cómo sucedió.
Como todo el discurso neoliberal oficial está asentado en fantasías de consumo masivo –siendo que la prosperidad no llega y las inversiones extranjeras tampoco–, el sostén mediático del actual experimento está llegando al extremos de poner en boca del ex presidente español Felipe González algo que el mismo Felipillo confirmó como mentira: las inversiones no vendrían porque aún no fue presa Cristina. Se siga jugando con las fantasías de una parte de la población, creyente en el discurso neoliberal y siempre dispuesta a esperar una resurrección "milagrosa" de la economía argentina.
Ahora se está viendo qué significa un gobierno de derecha dura en Argentina. Pero al espectador distraído le cuesta escapar de una lógica impuesta a fuerza de un enloquecedor zapping que busca instalar una normalidad perversa: los ricos tienen que ser más ricos para que los pobres sean menos pobres.
Aunque parezca muy claro, resulta necesario decirlo: esa mirada tan estrábica es producto del licuado mediático que consume la mayoría, aceptando "realidades" que se tragan sin pensar. Con falacias, titulares amañados y versiones malintencionadas es difícil construir un pensamiento razonable. El episodio de López surgió como la confirmación de la sospecha de la corrupción del gobierno anterior, pero ahora nadie se pregunta por el extraño silencio de la causa. Marijuán volvió con las manos vacías de sus excavaciones patagónicas pero muchos creen que con eso basta para sentenciar a todo K a la cárcel. Aunque Sandra Arroyo Salgado apunta a Diego Lagomarsino por la muerte de Nisman, los que no están ni de un lado ni del otro aseguran que lo mató Cristina y ni siquiera sueñan con la posibilidad de un suicidio, a pesar de las pericias, o de un asesinato realizado por los buenos muchachos de Inteligencia.
Un tema repetido y cada vez más frecuente en las reuniones sociales se refiere a la compra de dólares ¿quién pudo comprar dólares últimamente?. Es que Corporación Cambiemos para muchos representaba el fin del populismo, prometiendo crecimiento económico sustentable e indefinido, el fin de la incertidumbre. Y cuando el hombre gris que eligió Amarillo compara sus expectativas a la triste realidad no puede ocultar cierta desilusión, vaga, insulsa, pelotuda.
Aunque la investigación internacional sobre los Panamá Papers recibió el premio Pulitzer, las empresas off shore en las que encontraron al Felino Macri no obtuvo en nuestro país la repercusión esperada. Los fiscales mediáticos y políticos minimizaron el escándalo y, a diferencia de otros casos, susurraron prudentes generalidades a la espera de una resolución judicial. Después de casi un año de desorientada indagación, con organismos oficiales que bloquearon toda posibilidad de esclarecimiento y ante el temor a la reprimenda amarilla, el juez Sebastián Casanello se declaró incompetente. La tele suspira aliviada y le ordena al espectador que dé el caso por cerrado. Si tener empresas fantasmas en paraísos fiscales sin declarar sugiere la posibilidad de evasión impositiva, omisión maliciosa o lavado de dinero. Entonces sigue funcionando el "como si...", en este caso todo hacen como si el Felino fuese honesto y que aquí no ha pasado nada.
A aquel hombre gris que en su mediocridad votó al Amarillo, que se cansó de tanta política y creyó que ahora venía alguien que no era político, una administración que traería diálogo y con la que podía convivir. Ya sin la intensidad de los K, compró la estrategia que la derecha nos ensartó: volver a la normalidad (que nunca existió). Basta de movilización dijo, basta de Plaza de Mayo y militancia. Volvamos a ser normales (nunca lo fuimos, somo slo que somos y debemos reconocernos como tal).
"Te vamos a dejar todo lo que tenés", aunque le duela pasar por zonzo se lo creyó. Creyó que el Felino Macri lo iba a dejar vivir tranquilo, tanta lucha ya lo había cansado. Creyó que una vez disipado el humo de la Plaza, todo se iba a parecer a un atardecer en la terraza del Recoleta.
No es que sea malo (del todo), sino que es un hombre gris, sin pasión, descafeínado. No es que quiere represión, sino un tránsito descongestionado. No quiere una policía asesina, sino que prefierr pobres resignados.
Te llevará un tiempo todavía la brutal pedagogía de la historia. El tiempo pasará y el hombre gris se olvidará de cómo su vida se fue a la mierda. Iras aceptar lo inaceptable. Olvidarà cómo se sucedieron los hechos y los valores del neoliberalismo y del mercado están cada vez más aferrados en su interior, olvidará que empezó a ver a su par como competidor, aquel que puede sacarte el lugar. Mientras exista la exaltación del individuo, la primacía del mercado, la desigualdad como costumbre cualquier lucha estará perdida.
Y una vez que quedaste desplazado, lo aceptaste con la cabeza gacha sin decir ni mu, porque "seguro fue el destino", o porque creiste que no fuiste lo suficientemente capaz, o por la corrupción política pero nunca pensaste en que todo es culpa de la avaricia empresarial. O le hechaste la culpa al de al lado, o al paraguayo, el boliviano y el peruano, sin darte cuenta que vos elegiste tu propio verdugo.
Él se cree tan vivo y lo cagó un Felino.
Ya han dejado de pasar el Himno Nacional Argentino a las 0 horas del 2 de abril, Día de los Veteranos y Caídos en Malvinas, luego el Presidente hizo una puesta en escena para hacer creer que entregó una ofrenda floral en el monumento a los caídos ubicado en Retiro. Después borraron las Malvinas de los mapas del Ministerio de Desarrollo Social y ANSeS. Se empecinan en llamarlas Falklands y en hacer saber que para ellos no es importante "negociarlas" (si, dicen "negociarlas") ya que serían "deficitarias". Algún día la palabra "SOBERANÍA" será cosa del pasado. Ya le hicieron saber al "querido Rey" Juan Carlos que nuestros próceres habrían sentido "angustia" de independizarse de la Corona española. Y retomaron el discurso de la "guerra sucia" durante la dictadura cívico-militar, además del negacionismo y de ridiculizar el número de desaparecidos. Quisieron correr los feriados del 24 de marzo y del 2 de abril. El 24 de marzo de 2016 plagaron Buenos Aires de banderas norteamericanas, porque quitan sentido pero refuerzan a la vez sus símbolos.
Podría ser más detalladamente numerosa la lista de ejemplos por los cuales el gobierno ataca el sentido de nuestra Historia, de nuestra soberanía, de nuestra cultura. Un día el hombre gris, despolitizado, según èl independiente (falso, muy falso), amanerá y el mundo y su país habrá cambiado, y él se dará cuenta que le sacaron todo y ni enterado de cómo sucedió.
Como todo el discurso neoliberal oficial está asentado en fantasías de consumo masivo –siendo que la prosperidad no llega y las inversiones extranjeras tampoco–, el sostén mediático del actual experimento está llegando al extremos de poner en boca del ex presidente español Felipe González algo que el mismo Felipillo confirmó como mentira: las inversiones no vendrían porque aún no fue presa Cristina. Se siga jugando con las fantasías de una parte de la población, creyente en el discurso neoliberal y siempre dispuesta a esperar una resurrección "milagrosa" de la economía argentina.
Ahora se está viendo qué significa un gobierno de derecha dura en Argentina. Pero al espectador distraído le cuesta escapar de una lógica impuesta a fuerza de un enloquecedor zapping que busca instalar una normalidad perversa: los ricos tienen que ser más ricos para que los pobres sean menos pobres.
Y ya ha pasado antes, pero muchos no recordaron las nefastas consecuencias de la aplicación de esas ideas. Tal vez no sea casual que la historia sea algo mal visto, especialmente el revisionismo histórico. Hasta persiguiendo a un personaje de ficción didáctico, que hasta cometía la falta de comer chipá. Que obsesión en defenestrar El asombroso mundo de Zamba. Y que defensa de Sarmiento. Aunque no quieren a los proceres en los billetes.
ResponderEliminarY tanto defenestrar a un programa politico, que tal vez no era imparcial. Pero no cuestionamientos a programas "donde se escuchan todos las voces", siempre y cuando no cuestionen a un auspiciante.
Podría terminar que, como lector de comics, el amarillo me recuerda al Sinestro Corps, alimentado por la fuerza del miedo. Pero la ficción es otra cosa, en las historietas de DC, Lex Luthor fue presidente. Lo consideraría una mejora.
Saludos.
Ya lo decia Antonin Artaud,el AMARILLO es el color de la DECADENCIA.Pepelui
ResponderEliminarSobre los arrepentidos: dentro del primer mes de gobierno surgieron páginas en Facebook con ese tema. Una era "Arrepentidos de Votar a Macri". Un día un amigo me pasa la captura de pantalla que se puede ver aquí: http://i.imgur.com/14beY6n.jpg
ResponderEliminarEra que Facebook le avisaba que esa página había cambiado de nombre por "Sé como José" y en la nueva descripción decía que era una réplica de una página española. Para nada decía sobre por qué había hecho el cambio (bueno, los que quieren el cambio "cambian"). Pero el engaño le sirvió para tener una página con decenas de miles de Likes, cosa que ni logran todas juntas las otras páginas de Face que se llaman "Sé como José". Tal vez volvió a mutar por algo productivo económicamente, aprovechando los Likes, tal vez Facebook la bajó por denuncias por engaño. La cuestión es que hoy no la encuentro entre la hojarasca de páginas que se llaman así. Eso fue hace más de un año pero hoy tuve una satisfacción no virtual. Un remisero que votó al cambio me dijo que estaba arrepentido, y que le dolía que muchos no quisieran admitir que se equivocaron. Así que en vez de hacer lo que habitualmente hago con los gorilas con los que me cruzo, es decir tomarle el número de auto y pedirle que no vuelva a tomar mi pedido, opté por consolarlo. Me dijo que los viajes habían bajado mucho, que a veces apenas sacaba $300.- de ganacia después de pagarle a la base y al dueño del auto (que de 400 le bajó a 300 el alquiler). Y le dí el ejemplo más burdo pero que se asemeja más a esta situación: "Esa gente que no admite su error es como un tipo que se separa de su mujer porque ella le ceba el mate frío, no sabe coser o cocinar bien o alguna desinteligencia que en el momento de la separación le parece fundamental para disolver el matrimonio. Entonces se casa de nuevo, pero con la peor del barrio, y dice, 'a mi no me va a cornear como al resto, conmigo va a cambiar'. Pero ella no cambia, (algunas personas son como el alacrán). Ahora ella encima le dice que no lo cornea (aunque sale hasta en los diarios), y que 'es culpa de tu anterior mujer y tuya también, porque te creiste que te merecías algo mejor' y que es 'simplemente imaginación tuya que estás siendo engañado'. Cuando me cobró me hizo precio porque vio mi situación precaria y yo le pedí la tarjeta. Este remisero era un buen tipo que se equivocó pero se dio cuenta. Espero que no se deje engañar de nuevo. Por el bien de todos espero que no se vuelva a equivocar y que haya más como él. No pierdo la esperanza en mis compatriotas.