Vamos ahora, cerrando la semana, con una obra clásica dentro del rock progresivo italiano, que por alguna extraña razón aún no había caído dentro del laberinto del blog cabezón. En lo más típico del estilo del rock prog tano, esta obra se erige como uno de los puntos más conmovedores, complejos, bellos, eficaces, melodiosos, viscerales y hermosos de toda la epopeya musical tana, tan lleno de melancolía, dramatismo, fuerza, sensibilidad e intensidad en partes iguales que conmueve al mismo tiempo que hace mover la cabeza con sus potentes riffs, alucinantes solos de teclado y mutitud de detalles. Un disco que marcó un hito en la música pero que siempre tuvo la contra de haber tenido un sonido de mierda (literal), pero ahora subsanamos ese tremendo pecado que hemos padecido, y el Mago Alberto cierra la semana con el mejor sonido posible para esta joya, que será todo un redescubrimiento y una nueva forma de escucharlo para aquellos que ya lo conocían, y una maravilla para aquellos que lo