Y nos vamos para Alemania para presentar un grupo de Stoner rock pero de los mejores, algo muy imaginativo y muy melodioso, y ello sin perder un ápice de potencia. Un disco instrumental como lo marca su estilo, a la vez complejo y a la vez psicodélico, así se podría simplificar el tercer trabajo discográfico de esta banda que destaca por varias cosas, y una de ellas es la utilización del violín por parte de uno de sus guitarristas. Muy climático y atmosférico, muchas texturas dando vueltas, varias capas de melodías jugando entre sí, y una sinergia y un compañerismo musical evidente entre los miembros de esta tremenda propuesta germana. Y otra de las buenas sorpresas que les dimos en este comienzo de año, por lo que les sugiero que preparen sus cabecitas, su corazoncito, sus oídos y sistema nervioso para ser bombardeados a lo largo de este año por maravillas sonoras como esta... ¿están preparados querubines?
Artista: Buddha Sentenza
Álbum: High Tech, Low Life
Año: 2023
Género: Stoner Rock / Rock Psicodélico
Duración: 47:44
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Alemania
Imagino que demás está decirte que yo disfruto al bombardearte con estas cosas tan desconocidas y tan buenas, a ver si de una vez por todas puedo hacer volarte la cabeza y ponerte un Moog como cerebro. Como no tengo nada mejor que hacer lo seguiré intentando, y con tu permiso, por supuesto.
Pero vamos con el disco, y para ello traemos y copiamos un par de buenos comentarios, que para eso sus autores se han esmerado tanto al hacerlo.
Listos y dispuestos, y con detalles a repartir a mansalva, “High Tech Low Life” supone la tercera entrega de este quinteto oriundo de la localidad alemana de Heidelberg. Con la base puesta en su anterior “Semaphora”, el instinto innovador de los alemanes alcanza un nuevo nivel en este tercer recurso. Un redondo que viene a partir de una discográfica amiga de esta casa y que desde hace algún tiempo, no reseñábamos ningún producto de su factoría; Pink Tank Records.
Ni que decir tiene que desde su último trabajo en 2016 a este, han pasado 7 años y todo tipo de infortunios para que los alemanes hayan usado todo ese tiempo y mimar todos los matices de este “High Tech Low Life”, hasta el último detalle. Desde una sesión abortada en 2019, pasando por la posterior pandemia y los diferentes problemas que suponían las dificultades en las casas de prensados de vinilo, han llevado hasta la factura de 7 años de espera. Eso sí, ahora podemos decir que todo este tiempo de vacío, ha valido la pena...
Es verdad que la psicodelia, como base general, tiene sus muchos puntos de conexión. Muchos de ellos se deslizan sobre el contorno de “High Tech Low Life”, desde el atmosférico, pasando por el mencionado progresivo, y todo a través de un deleite en el que no faltan esas cabalgadas en sus crujientes riffs y la exposición de los propios músicos a la hora de desplegar su mejor virtuosismo.
Los desarrollos nos llevan a una complejidad única para paladares exigentes, y a partir de aquí se expresa ese sentir de los músicos en un disco derrochante de personalidad y una marca original que van de la mano. Largos pasajes abarcando un deleite extra sensorial que no está exento ni de la intromisión de instrumentos como los violines en “Ricochet”, acumulando esos puntos llenos de originalidad a los que hacíamos mención y llevando esa expresión dinámica a un universo versátil sumamente atractivo.
Un tema como “Shapeshifter”, no solo es un disco del mismo título sacado por la propia discográfica de unos vecinos de estos músicos hace algunos años, también son minutos dónde presentar ese cúmulo armonioso que nos guía a través de la elegancia más melodiosa de los alemanes, dentro de las tendencias más tradicionales y setenteras. “Anabranch” tiene en su baza la exposición de los mejores riffs del álbum y esa incansable búsqueda en la diversificación de estilos, que hacen de cada excursión de los alemanes un planeta inhóspito por explorar. De igual manera, esta lisergia no se agarra a ningún tipo de patrón a seguir como buenos improvisadores metidos hasta el tuétano en el firmamento del progresivo. Con esto, entra de lleno un estupendo entrante como es “Oars”, en dónde esa psicodelia progresiva toma velocidad de crucero, con elementos sinfónicos en su haber y el impulso de una banda que se agarra a esos largos segmentos instrumentales para expresar su mejor marca.
En uno de esos trabajos al que se exige su escucha detenida y plácida para involucrarnos hasta el fondo de su cometido, “High Tech Low Life” es toda una montaña rusa de lo más expresiva como entrega más ambiciosa de la banda hasta la fecha. Producción y ese citado virtuosismo son sin duda dos de las mejores prestaciones para el avance de estos alemanes, en esta primera toma de contacto con Buddha Sentenza, como gran revelación para llevar a las masas en este 2023.
Mucho bla bla pero acá lo que vale es la música, así que andá empezando a escuchar a estos germanos desde este primer video...
Y si lo dicho, expuesto y presentado hasta aquí no te han convencido de la valía de esto, entonces te dejo otro comentario que paso a copiar...
La tercera exploración sonora de la banda alemana BUDDHA SENTENZA, contiene cinco canciones de larga duración que no se ciñen a un estilo concreto, de ahí su valía y potencial. Capaces de coquetear con momentos heavy-rock y aportando un tono progresivo, la banda no renuncia a los dictados de la psicodelia pesada, base de su propuesta sonora. Bien podríamos decir que cada canción contiene en si misma varias canciones diferentes, ya que los alemanes no indagan una sola ruta, sino que exploran constantemente diferentes caminos, con cambios cada una de sus canciones, algo que a la postre, se convierte en el principal aval de un álbum complejo y fascinante. Si buscas canciones lineales, en este nuevo álbum no las encontrarás, ya que si por algo se puede identificar a estos chicos, es por la capacidad para hacer mutar cada una de sus canciones. ‘HIGH TECH LOW LIFE‘ es un álbum difícilmente clasificable, que sabe cómo sorprender al oyente haciendo que su escucha resulte emocionante. Composiciones bien trabajadas en la que los detalles son cuidados con esmero hacen que las canciones se muestren esplendorosas. Siguiendo el camino trazado por su aclamado lanzamiento de 2016 ‘SEMAPHORA’, el quinteto de Heidelberg continúa tejiendo paisajes musicales de «realidades» aparentemente divergentes. El resultado es una composición que vive en las grietas entre espacios en conflicto; una entidad que constantemente nos provoca con su apertura lúdica, pero también nos libera a momentos de claridad enfocada y asombro. Una vez más, la banda nos invita a la escucha profunda; para dejar que la miríada de melodías y texturas se hunda mientras fluimos a lo largo de la costa de 45 minutos de las 5 canciones intrincadamente elaboradas del álbum. Y, como ocurre con una gran película, es un registro que te pedirá que vuelvas a él una y otra vez.
Es seguro decir que el nacimiento de ‘HIGH TECH, LOW LIFE’ fue extremadamente largo y difícil. Después de una sesión de grabación inicial abortada en el verano de 2019, la banda tuvo que enfrentar la terminación de su largo tiempo de ensayo y espacio de grabación a principios de 2020, justo cuando el mundo entraba en un bloqueo prolongado que silenciaba el escenario. A lo largo de este difícil período, el quinteto logró continuar y finalmente completar la producción del álbum a principios de 2021. Sin embargo, el lanzamiento se retrasó un año y medio completo debido a las dificultades con el prensado en vinilo y la precaria situación general de los sellos independientes de escena musical a raíz de la pandemia. ‘HIGH TECH, LOW LIFE’ está disponible vía Pink Tank Records
‘Oars’ golpea con fuerza desde sus primeros acordes. Una sucesión de riffs stoner cohabita con pasajes progresivos en un cóctel denso y variado de vibraciones pesadas y psicodélicas. La incorporación del órgano hace que el corte adquiera un cierto tono vintage en esa exploración rica en matices y elementos sonoros. Pinceladas de heavy-rock dando color a unos desarrollos elaborados y de gran riqueza compositiva aparecen antes de que la canción cambie su presencia y se introduzca en un entorno de oscuro sinfonismo de tintes clásicos. Misterioso por momentos, el corte resucita con un carácter hipnótico, para dejarse llevar por pasajes psico-progresivos. Una especie de génesis redentor que acaba por situarnos en un mundo en el que la monumentalidad aparece entre golpes de riffs pesados antes de morir con las botas puestas en una espiral psicotrópica.
Abriendo con pasajes de heavy-rock el turbio ‘Anabranch’ se nutre de efectos y de riffs crujientes mostrándose como un corte rudo y contundente. Aparentemente inconexo, su grueso sonido golpea una y otra vez modulando los pasajes más lisérgicos. Estos chicos no ciñen a ningún estereotipo y eso queda patente con la incorporación de acordes acústicos. Una tupida maraña sónica en constante evolución nos va llevando hacia un escenario psico-progresivo. Presidido por la oscuridad la canción se frena y acelera constante haciendo que cambie completamente a lo largo de su desarrollo. Pero BUDDHA SENTENZA siempre encuentra la salida, y esta no es otra que llevarnos a un mundo mágico en el que todo sucede sin avisar. Riffs de vocación doom, pasajes de psicodelia aromatizada y un sinfonismo intrínseco son los elementos clave de un corte tupido y rico en matices.
‘Ricochet’ se construye con un ritmo fuerte y un sonido pesado que la banda amortigua con los desarrollos de los teclados. En esta ocasión explorando pasajes post-rock o incluso post-metal, su psicodelia fragante surfea entre una nube de vibraciones pesadas bajo un manto de reconfortante psicodelia. Fuertemente ornamentado el corte mantiene el dinamismo sin que eso impida que sus ornamentos nos conquisten. Una canción intensa no exenta de belleza que nuevamente da un giro inesperado para pasear por un espacio más reconfortante y hermoso. Aquí los violines hacen acto de presencia modulando nuevamente el carácter del corte.
Si la canción anterior solo tenía 5 minutos, los largos desarrollos son el espacio en el que mejor se maneja la banda. Así, los teclados y sintetizadores de ‘Afterglow’ la convierten en una canción monumental en la que lo progresivo se une a una fiesta multicolor en la que caben diferentes resonancias. Con pasajes recitados la intensidad desciende a un espacio presidido por una cierta oscuridad. Sucumbiendo a la experimentación algunos tópicos heavy-psych se perciben en una canción con un fuerte carácter progresivo aportado principalmente por esos teclados incisivos y penetrantes. ¿‘Hard-progresivo’?, Pudiera ser, pero también podría ser otras muchas cosas, lo cierto es que es sorprendente y muy bueno.
‘Shapeshifters’ nos sugiere un espacio vintage desde su apertura. Con golpes de stoner al uso BUDDHA SENTENZA mantiene su particular exploración pro un escenario de psicodelia pesada. Sólido y con un ritmo contagioso en su apertura, la intensidad no dura demasiado. Tras dos minutos estruendosos las delicadezas de sus suaves pasajes nos invitan a disfrutar de un entorno de belleza melódica a la que atacan con sus habituales empujones de contundencia. Siempre equilibrados en su propuesta el balanceo de su armonía nos lleva a disfrutar de la hermosura de una composición bien trabajada y en la que los detalles son cuidados con esmero. Arrancadas y parones y en cada uno de estos parecen escribir un nuevo capítulo de esta travesía sensorial a través de crudos entornos sonoros en los que nuevamente nacen los desarrollos progresivos de cierta complejidad. Una forma de hacer difícil lo fácil y que tiene sus resultados en otra canción llena de argumentos para conquistar a su público.
Y yo no tengo nada más para decir, si no te convencí hasta ahora, me doy por vencido. El que se jode sos vos...
Lo podés escuchar y disfrutar desde Bandcamp. Y no se olviden poner el volumen a full:
https://buddhasentenza.bandcamp.com/album/high-tech-low-life
Lista de Temas:
1. Oars
2. Anabranch
3. Ricochet
4. Afterglow
5. Shapeshifters
Alineación:
- Jesus Malverde / batería y percusión
- B. B. Blacksheep / guitarra y violín
- Pontifex Maximus / teclados y sintetizadores
- Amnesio Bodega / bajo
- Major Mayhem / guitarra.
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