Hace mucho tiempo, desde su recital en el Colón para ser preciso, no pude volver a ver a Charly en vivo. Su actual método de venta de entradas me resulta inaccesible. Así que de esta última etapa solo tengo referencias vía youtube, que me parecen más fidedignas que las reseñas como la última que publicó Página 12, por ejemplo, sobre su reciente show en el Gran Rex -tan estúpido el cronista en su contaduría de minutos en escena, que da la sensación de que nunca entendió de qué se trata-.
En general, los registros de youtube son precarios, lejanos e imprecisos en audio. Así que me guío por aproximaciones. Lo que puedo escuchar es que Charly sigue siendo el que llegó a ser para la música argentina, más que una leyenda viviente, un artista verdadero, el menos careta, el más inspirado y tenaz. ¿Hay otro ejemplo equiparable al del autor de todos esos prodigios de la emoción colectiva, un abridor de conciencias y corazones, que atraviese medio siglo en los escenarios, creciendo, madurando, muriéndose y reviviendo a la vista de todos? No se trata de una proeza atlética. Charly hace vibrar desde principios de los 70 el espíritu de esta maldita ciudad. Los que compartimos su época y su lugar tenemos un cierto privilegio que otros no podrán entender. Ya no quedan dudas: el futuro está asegurado, su música va a seguir sonando cuando ya no estemos. Y lo hemos visto.Oscar Cuervo
Mi vínculo con él ahora es mediado entonces por youtube, que no es lo mejor que se puede pedir. Pero de todos los registros que vi en los últimos años, este de acá abajo es el que más me acercó a la integridad del presente de Charly. Frágil e inmortal, o casi frágil. Los detalles de cámara de este testigo desconocido son muy elocuentes. Pocas veces se lo vio tan cerca, al menos en la última larga década. Lástima que por ahora solo aparecieron 4 canciones, dan ganas de verlo entero.
La otra noche tocó Charly. ¿Cuántos tomos tendrá que escribir Roque Di Pietro?
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