Artista: Riki Riki Tave y La Banda Misteriosa
Álbum: Llorando en Corea
Año: 2011
Género: Rock psicodélico experimental
Duración: 45:11
Nacionalidad: Argentina
Año: 2011
Género: Rock psicodélico experimental
Duración: 45:11
Nacionalidad: Argentina
Lista de Temas:
1. 95 Problemas
2. Casi
3. La rosa y el vicio
4. carrusel
5. Psico deus
6. Pajaros negros
7. Estorninos
8. El sueño no me dejaba terminar de divertirme
9. Patos de ricota
10. La luna en china
11. Todo en mi cabeza
12. Chica de luz
13. Llorando en Corea
1. 95 Problemas
2. Casi
3. La rosa y el vicio
4. carrusel
5. Psico deus
6. Pajaros negros
7. Estorninos
8. El sueño no me dejaba terminar de divertirme
9. Patos de ricota
10. La luna en china
11. Todo en mi cabeza
12. Chica de luz
13. Llorando en Corea
Alineación:
- Juanjo Harervack / voz
- Waldemar Garín / guitarra, violin, teclado y coros
- Juan Fernandez / bajo, guitarra y coros
- Coronel Pali / bateria, guitarra y coros
- Emiliano "Chapi" Juarez / guitarra y coros
musicos invitados:
Carolina Rizzi / piano
Eduardo Herrera / acordeón
Hernan Balbuena / armonica
- Juanjo Harervack / voz
- Waldemar Garín / guitarra, violin, teclado y coros
- Juan Fernandez / bajo, guitarra y coros
- Coronel Pali / bateria, guitarra y coros
- Emiliano "Chapi" Juarez / guitarra y coros
musicos invitados:
Carolina Rizzi / piano
Eduardo Herrera / acordeón
Hernan Balbuena / armonica
Canciones enredadas con un enérgico contenido poético es lo que nos trae esta banda de nombre raro. Vamos, en primera medida, a presentar a la banda... una banda básicamente arriesgada que va en sintonía completa con el espiritu de nuestro blog cabezón, en un disco que está disponible en Bandcamp para la descarga directa. Una banda muy a full con su estilo particular, con muchas ganas de apostar a sonidos propios, como música psicoelica y progresiva made in Isidro Casanova. Con ustedes, la banda de nombre rara que suena como si fueran los propios Riki Riki Tave y La Banda Misteriosa:
¿Qué decir de esta banda oriunda de Atalaya, provincia de Buenos Aires? Es un misterio cómo se juntaron estas personas de tan recónditos gustos musicales como Captain Beefheart and his Magic Band, Frank Zappa, Tomorrow, The Soft Machine, The Mars Volta y The Doors, entre otros de la escena internacional; y de la local, Miguel Abuelo, Sumo, Manal, Crucis y todo lo de Spinetta. Y con todo eso, hacer una banda de gran altitud musical, de frontalidad y presencia, que hace que uno dude de su lugar de origen: ¿de dónde vinieron?Juan Ignacio Videla
Sus shows en vivo suelen ser fiestas de alto contenido psicodélico, generando cimbronazos de movimiento entre el tumulto de gente ante cada uno de sus ataques sonoros que, por suerte, no es la única arma melódica de su repertorio. También poseen paisajes calmos de contenido volátil, retazos psicodélicos que invitan a imaginar lugares nunca vistos y situaciones que, con la excelente narración onírica de Juanjo Harervack, transportan al oyente a momentos únicos que -sospecho- están perfectamente planificados por esta banda tan singular.
Recientemente la Riki Riki Tave ha presentado su tercer disco de estudio, “Llorando en Corea”, el más logrado de su trilogía. Fue publicado por Noseso Records, sello que fue fundado por Zelmar Garín y es uno de los pocos referidos a la musica experimental de la Argentina, teniendo como referencias en sus filas tanto a la Riki Riki Tave y La Banda Misteriosa, como a Ácido Canario y Eduardo Herrera entre sus exponentes.
Volviendo al disco, su comienzo es avasallante con “95 problemas”, un ritmo danzante y agresivo que se completa con la fiereza del grito de Juanjo Harervack. Continúa con “Casi”, un psicoblues de lo más conciso que sobrelleva cualquier expectativa de intentar familiarizar su sonido con algo anteriormente escuchado.
Su intento por vincular sonidos del jazz más experimental con melodías circenses se hace realidad en “Carrusel”, que emula el contexto de un carnaval, descripto logradamente -lírica mediante- como una galería de personajes de todo tipo y forma.
Otro punto alto del disco es “Pájaros negros”, una dulce melodía que expresa una melancolía inclasificable, pero no por eso inusual y agradable.
Sin embargo, no todo queda ahí. “La luna en China” llega al punto más alto del disco, que -según los propios músicos de la Riki Riki Tave- comenzó siendo un reggae y terminó siendo “su” versión distorsionada de ese género, como no podía ser de otra manera. Éste, junto con el tema siguiente “Todo en mi cabeza”, es la mejor muestra de esta gran pieza musical que es “Llorando en Corea”.
Actualmente, se encuentran tocando y presentando su nuevo disco por Buenos Aires y alrededores, y siempre podrán encontrarlos presentes en las particulares fiestas del sello Noseso Records.
Sentirse en Corea es tener una sensación concreta de lejanía. Más de quince mil kilómetros de distancia efectivamente es sentirse lejos. Pero estar llorando en Corea suena al desamparo más brutal. Eso imaginó Riki Riki Tave una noche mientras viajaba desde su Atalaya natal a Barracas en colectivo con un equipo de guitarra. Iban a tocar en Sitio Plasma, cada vez más acostumbrados a la camaradería del rock de Capital, donde plantaron bandera, y cada vez más apartados del sonido del Conurbano. Y tan lejos se sintieron de sus casas que al pasar por un barrio coreano tuvieron alivio de –realmente– no estar en Corea y tener que volver con el armatoste de sonido. Ahí sí se hubieran quedado llorando: Llorando en Corea, tal es el nombre del último tema que designa al tercer disco. “Lo positivo de tener una banda en el oeste es apostar a que la poca gente que está haciendo algo, se junte, que no sean islitas como en algunas partes de Capital, sino que haya una atracción natural de hacer cosas”, dice Emiliano Suárez (guitarra).Julia González
Pero claro, este Atalaya corresponde al partido de Isidro Casanova, y no a la localidad de las mejores medialunas al paso camino a Mar del Plata. Parafraseando a Charly García, se puede resistir el karma de vivir en el oeste, lo cual no significa un drama para ellos, “pero es como que no tenés nada servido, lo tenés que armar y a lo mejor lo que se genera es más auténtico que cuando hay demasiada facilidad. Quizás es discutible, no es que tenemos un problema con Capital ni mucho menos, pero hay gente en el Conurbano que hace cosas realmente muy zarpadas y no trasciende porque no está puesto el ojo ahí”, agrega Emiliano.
“Soy un marinero de los siete mares, tiki tiki tiki, riki riki tave”, le cantó en sueños a su hijo recién nacido Cornonel Pali (batería) y al despertarse tuvo la certeza de que la fantasía onírica se haría realidad en forma de banda de rock con matices bluseros bien potentes. Así comenzaron la historia hace nueve años tocando en Celos, el bar que atendía Pali en Atalaya, donde también grabaron el primer disco, Tuky Sessions (2006), y donde también armaban fechas para pagar el alquiler. Y que se llamen La Banda Misteriosa fue una mera consecuencia de sus actos. Acostumbrados a moverse por la lógica sigilosa del enigma, crearon un código entre ellos. Distancia y evolución es lo que separa entonces al baño de Celos de Ion, ya que Llorando en Corea fue grabado en dos sesiones intensas dentro de uno de los mejores estudios del país. Dicen que la experiencia Ion los enriqueció y ese salto significó un crecimiento, a nivel banda y también grupo humano. El disco estará listo físicamente a fin de año y lo mezclará ese especie de trovador platense que es Shaman Herrera. Con el álbum anterior, 95 problemas, los Riki Riki Tave se quedaron a medias con la intención de grabarlo en formato doble. Por eso, la introducción de Llorando en Corea corresponde al final del último tema de 95 problemas. Así, si seguimos jugando con la imaginación, tenemos un álbum doble separado tan sólo por la finitud temporal. “El segundo disco se llama 95 problemas, porque veníamos ya quemados de tener problemas con cables y habíamos grabado un tema que había quedado rebién y la computadora se cuelga y tira un informe que dice ‘su computadora ha detectado noventa y cinco problemas’, y nos pareció que el disco se tenía que llamar así”, cuenta Emiliano.
Es inevitable escuchar referencias a La Pesada del Rock and Roll, a Pappo, a Color Humano, aunque con cierta estampa de la crudeza del sonido actual. Para Riki Riki Tave no hay una etiqueta, sino que pueden mezclar una melodía circense con riffs de guitarras enérgicas o hacer de un vals un rock bien setentoso y sofisticar el sonido con un piano sutil. “El sonido de guitarras, el formato, me parece que pasan otras cosas. Con los elementos que tenemos generamos una música que sale de todos”, detalla Juanjo, y Emiliano aclara: “Yo creo que en cada disco que aparece se van despojando las referencias, se va puliendo y encontrando un sonido más Riki Tave. A mí principalmente me molesta un poquito tener muchas referencias”.
Tercer disco de la banda, el primero como quinteto luego de sus dos producciones anteriores en formato cuarteto. Puliendo cada vez mejor su sonido, la Riki nos deleita con 13 canciones hermosa de rock and roll y blues psicodélico.noseso Records
Riki Riki Tave y la banda misteriosa se establece allá por los primeros meses del 2006, tras haber cambiado varias veces su formación.
Oriundos de Atalaya, un pequeño barrio-pueblo de la provincia de Buenos Aires.
La banda está formada por Juanjo Harervack (Voz), Coronel Pali (bateria), Juan Manuel Fernández (Bajo) Waldemar Garín (guitarra) y Emiliano Juárez (guitarra).
Lleva editados tres discos:"Tuky Sessions"(2006) "95 Problemas" (2009) y "Llorando en Corea" (2011). Estos dos últimos a traves de Noseso Records.
De la experiencia con la música que cada integrante trajo consigo surgió una sonoridad que en un principio (y como suele pasar) respondía a las influencias personales, pero que con el tiempo devino en un estilo mas acabado y distintivo del grupo, en el cual el tratamiento formal y lírico de la canción no queda sujeto a ninguna regla establecida a priori.
El devenir de la estética sonora de la banda está fielmente plasmado en sus tres discos, cada cual con una lógica interna que responde a una búsqueda de unidad de la obra.
Quien ama la vida, ama la música. De ahí el milagro cotidiano que es poder combinar la creación musical con el ejercicio de la amistad.
Ese es el hilo invisible que cruza todos los procesos de la banda, trascendiendo egos personales, para dar lugar a una entidad artística auténtica.
Sentirse en Corea es tener una sensación concreta de lejanía. Más de quince mil kilómetros de distancia efectivamente es sentirse lejos. Pero estar llorando en Corea suena al desamparo más brutal. Eso imaginó Riki Riki Tave una noche mientras viajaba desde su Atalaya natal a Barracas en colectivo con un equipo de guitarra. Iban a tocar en Sitio Plasma, cada vez más acostumbrados a la camaradería del rock de Capital, donde plantaron bandera, y cada vez más apartados del sonido del Conurbano. Y tan lejos se sintieron de sus casas que al pasar por un barrio coreano tuvieron alivio de –realmente– no estar en Corea y tener que volver con el armatoste de sonido. Ahí sí se hubieran quedado llorando: Llorando en Corea, tal es el nombre del último tema que designa al tercer disco. “Lo positivo de tener una banda en el oeste es apostar a que la poca gente que está haciendo algo, se junte, que no sean islitas como en algunas partes de Capital, sino que haya una atracción natural de hacer cosas”, dice Emiliano Suárez (guitarra).Riki Riki Tave
El año 2009 encontraría a los Riki Tave más maduros, quizá habiendo dejando de lado un poco (al menos un poco) los excesos del primer disco. Esa madurez se haría tangible en la búsqueda de un sonido más definido, personal y original. Con el mismo Bar Celos como base de operaciones graban su segundo disco "95 problemas". "Mezclas más avanzadas y experimentales", sonidos de una hermosa oscuridad y una poesía que enfrenta a la vida desde un lugar más espiritual forman un mosaico de experiencias personales hechas música. No hay una canto lastimero y retórico hacia las desgracias y obscenidades de la vida, es un disco con un interlocutor bien definido, y ese interlocutor es quien lo escuche. Raro sería que al adentrarte en cada una de sus canciones no sientas que están contando alguna vivencia tuya. Sea cual fuere la ciudad en la que estés, Buenos Aires, Lima, Bogotá, México DF, Santiago; la urbanidad que el mundo moderno propone genera experiencias comunes a todos los seres que en ellas vagabundeamos. Y esas experiencias son la materia prima que le da forma a "95 problemas", los exhorto amiguitos míos a que lo escuchen.
Riki Riki Tave y La Banda Misteriosa es un grupo de rock psicodélico – progresivo, blues y molestias sonoras varias que se formó en el año 2006 en la órbita del Bar Celos de Atalaya, un reducto de la resistencia psicodélica del Gran Buenosayres. Es en ese mismo año en el que grabarían su primer disco “Tuky Sessions” usando el bar como improvisado estudio de grabación “logrando un sonido crudo y low-fi/garage” (en palabras de sus integrantes). Es un disco grabado “de una”, espontáneamente y en él se refleja esa frescura con la crudeza que el sonido vivo del bar le imprime. La temática que subyace en esta obra es la noche, la oscuridad que envuelve a las almas suburbanas errantes, el alcohol y las drogas, las prostitutas y el delirio… la angustia de saberse vivo entre muertos o muerto entre muertos, o al fin vivo en la Atalaya misteriosa.
Plagado de referencias musicales y poéticas que se advierten en sus letras y melodías: Jerry García de Grateful Dead (en Atalaya’s Mambo), The Doors (en Camino VI), Charles Bukowsky (en Chinaski Blues, La Casa y el Misterio). Tuky Sessions es un disco que sugiere un onírico encuentro entre la cruda desesperación de la poesía bukowskiana, el grito desgarrador de la Generación Beat y la irreverente urbanidad del tango compadrito y orillero.
Propone un mundo irreal en el que Jim Morrison de la mano de Edmundo Rivero y Luca Prodan se toman una ginebra en algún bodegón lúgubre quebrando estrepitosamente, para despertar con la peor de las resacas en el medio de la plaza de Atalaya.
Para hablar de “Riki Riki Tave y La Banda Misteriosa” es necesario hablar de Atalaya, el barrio desde donde surgieron una gran variedad de artistas de invalorable genialidad. En su gran mayoría músicos, aunque hay también poetas, cineastas, artistas plásticos, performers o actores, en fin, Atalaya es una extraña usina de misterio y eclecticismo. Ubicada geográficamente en la zona oeste de la periferia bonaerense, a poco más de una hora de viaje desde la Capital argentina, hoy Atalaya devino en un concepto etéreo más que en el mero nombre de un barrio.
El disco me parece más que interesante, hace rato que lo tenía en el listado de discos a reseñar pero con tanto material que anda dando vueltas últimamente, quedaba relegado, y ahora tengo ganas de presentar también sus otros trabajos. Mientras tanto, aquí tienen a la banda psicodélica de Atalaya, Isidro Casanova, un disco que tiene mucho para ofrecer, veremos que pasa con el resto de sus trabajos.
Download: (Flac + Mp3)
ResponderEliminarhttp://rikirikitave.bandcamp.com/album/llorando-en-corea-2011