Ir al contenido principal

Pobre Clientela

Cada cierto tiempo se renuevan las quejas contra los limpiavidrios, los cuidachoches, y todos los "invasores" de los espacios públicos de una "ciudadanía" cuya definición, por lo visto, los excluye. De las tantísimas maneras de hablar de lo que somos y del mundo que deseamos, de los montones de nociones complejísimas del ser social, tal vez una de las más secillas formas de amoldar nuestra personalidad y nuestros pensamientos sea aceptar sin más la sensibilidad que se desprende de la "normalidad aceptada", sin siquiera interpelar ni un poquito el estúpido e inhumano sentido común imperante. Y cuidado con descartar las imaginaciones subversivas, los sentimientos ajenos a la lógica mercadotécnica comunmente aceptada, tengan cuidado de descartarlo pensando que como están ahora están bien, no sea cosa que terminen llorando por su imaginación de patas cortas. Aquí, una nota de nuestra amiga Mon Álvarez poniendo un poco todo patas para arriba, y no por la fuerza de las ideas, sino guiada más por la sabiduría de los latidos del corazón.

Por Montserrat Álvarez

Hoy me llamó al interno de mi oficina del diario una persona para criticar la «extorsión» de los cuidacoches. «Es una mafia», dijo. Pero no se enriquecen –objeté–. Siguen pobres. «Son los dueños de la calle», añadió. ¿Los «dueños de la calle»? –respondí–. Pero si viven en la miseria… «¡Tenés que rendirles cuentas de hasta qué hora vas a dejar tu vehículo!», estalló. Poca cosa –repuse–, al lado de lo mal que ellos viven. «¿Y acaso son los únicos? ¿Por qué solidarizarse solo con ellos?», disparó. No lo hago –observé–. «¿Por qué hay gente que pide empatizar con los limpiavidrios y los cuidacoches?», exclamó. ¿Por humanidad? –sugerí–. «Porque simpatizan con los abusadores», me refutó. Encuentro esa interpretación un poco forzada –confesé–. «El problema no es económico sino cultural –prosiguió–. Una cultura de psicópatas, de personalidades psicopáticas y de cómplices inconscientes». ¿Cree usted que los cuidacoches actúan del modo que usted dice porque son psicópatas? –pregunté–. Podría estar generalizando usted un diagnóstico (en sí mismo dudoso o al menos controvertido, pero ese es otro tema) al precio de omitir factores tan decisivos como la desesperación y la miseria. «Ser abusivo no tiene nada que ver con ser pobre o no», me contestó esta persona, y agregó: «No hay ni un solo cuidacoches que viva en la miseria, todos tienen casa sí o sí y sacan doscientos o trescientos mil guaraníes al día como mínimo». Me interesa la fuente de su afirmación de que no hay un solo cuidacoches en la miseria –sondeé–. ¿Por qué lo dice? «Porque se nota», respondió. Disculpe –objeté–, pero no me parece un argumento sólido (se le podría replicar que sí están en la miseria «porque se nota», y no llegaríamos a conclusión alguna). 

La conversación terminó ahí.

No sé si la persona que llamó hoy a mi interno leerá este artículo; si lo hace, me temo que no será lo que deseaba (y aun así, lo crea o no, espero, sea quien sea, que no lo tome a mal). En el 2017, la Municipalidad de Asunción hizo un censo de cuidacoches para incluirlos en un (fallido) proyecto de estacionamiento tarifado: en promedio, ganaban 78 mil guaraníes al día y gastaban 43 mil en comida; dos tercios querrían aprender un oficio y un tercio no podía o lo descartaba por su edad –en promedio, tenían 44 años y llevaban 17 trabajando (es un trabajo, y un trabajo física y psicológicamente duro) de cuidacoches–; y seis de cada diez tenían además otro trabajo (pintores de obra, vendedores ambulantes, albañiles…).

Estadísticas aparte, aunque yo no tengo coche sí conozco cuidacoches. A la mayoría solo de saludo. A dos, un poco más. Mento’s y Forifo no son íntimos amigos míos, pero hace años que nos conocemos, como se dice, «de la noche». Son gente que se mata trabajando, que vive muy mal y que se desloma por llevar pan a la mesa de su familia. Mento’s desapareció del barrio y hace un lustro que no lo veo. Tenía entonces once o doce años de edad, cuando batallaba en las calles de madrugada en vez de estar, como todo niño de su edad debería poder estar, durmiendo a salvo en su cama, para ir al día siguiente a la escuela. Mento’s juntaba muchas monedas, que en la caja de la bodega donde los noctámbulos del barrio nos solíamos reunir (hasta que, por desgracia, cerró) le cambiaban por billetes, y Mento’s se los llevaba todos a su mamá por la mañana. Bueno, todos menos uno, de dos mil, que invertía en caramelos Mento’s (de ahí su apodo) para tener más «pilas» y no dormirse de cansancio a la puerta de los bares mientras, con frío, calor o lluvia, esperaba que salieran los dueños de los coches que le dejaban cuidar. Mento’s era bueno en la cancha de su barrio y soñaba con llegar a ser futbolista profesional para vivir mejor algún día y que su mamá estuviera orgullosa de él. Forifo, en cambio, sigue trabajando en la misma zona, donde me saluda a gritos, se me acerca cuando no está ocupado, me pide un cigarrillo o me invita uno y, sobre todo, aunque yo no soy un coche, me cuida gratis, sin decírmelo, de los peligros de las altas horas. Forifo tuvo un hijo hace poco, y su señora y el bebé andan cerca mientras trabaja, acomodándose como pueden en los escalones de alguna tienda u oficina cerrada, mientras la elegante clientela cuyos coches Forifo cuida o (si tiene suerte) lava los mira mal (si los mira) al salir de divertirse –y despilfarrar mucho más dinero del que a los cuidacoches les mezquina– en los pubs aledaños. No tengo la autoridad de los especialistas para hablar en rigor del tema, pero me juego a que ni Mento’s ni Forifo son «psicópatas» (no puedo decir lo mismo de quienes «diagnostican» a otros ese trastorno). Tampoco los consideraría, por descontado, «mafiosos». Y por lo menos en el caso de Mento’s puedo, como testigo de sus cambios de monedas a billetes en la antigua bodega del barrio, dar fe de que no reunía esos cientos de miles de guaraníes que, a juzgar por mi conversación telefónica de hoy, se les atribuyen a estos trabajadores como mínimo ingreso diario.

Claro que no puedo inferir pautas generales a partir de dos casos particulares, pero sí puedo decir que la prensa llena con casos particulares contrarios a los expuestos, cada vez que se puede, sus páginas de crónicas policiales, que no todos los ciudadanos de un país consiguen trabajar formalmente y que, a diferencia de las quejas de sus «víctimas» (hay asociaciones y foros de internet de «víctimas de los cuidacoches»), los problemas de los que no lo logran sí son graves e importantes, aunque no sea sino (omitiendo muchas otras circunstancias no menos relevantes) porque a estos trabajadores se les niega su dignidad de tales e incluso se les niega la condición de iguales.

En todas las tristes ciudades del tercer planeta, en los márgenes del trabajo considerado «decente», sobreviven multitudes que el Estado tolera a regañadientes, a las que persigue y desaloja periódicamente y a veces, como en el citado proyecto del 2017, intenta formalizar y someter al sistema tributario, multitudes que pregonan y ofrecen, en las más precarias condiciones, todo tipo de servicios y bienes, multitudes que suben a los colectivos a cantar, tambaleándose, sin recompensa ni aplauso, multitudes con bandejas de chicles colgando del cuello, multitudes con canastos de chipa a cuestas, multitudes con folletos de homeopatía y relojes de contrabando en telas extendidas en el suelo, multitudes tratando de vender lo que sea, de hacer lo que sea, multitudes a pie, en triciclos, en carros, en camionetas, a pleno sol y en medio de las tinieblas. Y entre esas multitudes hay ejércitos enteros que no tienen nada que vender más que su cuerpo y su fuerza de trabajo, y que claman desesperadamente por venderla, en muchos casos con un trapo de limpiavidrios en la mano, pidiendo que les dejen cuidar o lavar coches. Y cuando hasta eso es rechazado –y al rechazo, en brutal paradoja, se le suma el agravio–, ¿de qué hablaremos sino de empujar a la muerte? Hay infinitas formas de matar, aunque a pocas se las llame asesinatos. Y sin embargo siguen de pie, luchando, cientos, miles y millones, multitudes en todas las esquinas y plazas y semáforos. 

Son los sobrevivientes. Los trabajadores de la calle. No sus dueños, como se los presenta. Sus dueños son los dueños de los bares que cierran las arterias para recaudar mejor en sus eventos y fiestas al amparo de las autoridades que reparten los permisos y las condenas, los dueños de los restaurantes que invaden con sus mesas las veredas apoyados por sus amigos del gobierno con medidas municipales, los dueños de los coches estacionados frente a esos bares y esos restaurantes, aunque los cuidacoches «extorsionen» a toda esta pobre clientela.

Montserrat Álvarez



Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

Mauricio Ibáñez - Shades of Light & Darkness (2016)

Vamos con otro disco del guitarrista chileno Mauricio Ibáñez, que ya habíamos presentado en el blog cabeza, mayormente instrumental, atmosférico, plagado de climas y de buen gusto, "Shades of Light & Darkness" es un álbum que muestra diferentes géneros musicales y estados de ánimo. Se relaciona con diferentes aspectos de la vida humana, como la sensación de asombro, crecer, lidiar con una relación problemática, el éxito y el fracaso, luchar por nuestros propios sueños y más. Cada una de las canciones habita un mundo sonoro único, algunas canciones tienen un tono más claro y otras más oscuras, de ahí el título, con temas muy agradables, melancólicos, soñadoros, algunos más oscuros y tensos, donde priman las melodías cristalinas y los aires ensoñadores. Un lindo trabajo que les entrego en el día del trabajador, regalito del blog cabezón!. Artista: Mauricio Ibáñez Álbum: Shades of Light & Darkness Año: 2016 Género: Progresivo atmosférico Duración: 62:34 Refe

Soft Machine - Facelift (France & Holland) (2022)

Cerrando otra semana a pura música en el blog cabeza, volvemos a traer un registro histórico de Soft Machine en vivo, o mejor dicho, dos registros pero este disco dobre muestra a los muchachos en el 2 de marzo de 1970 en el Théâtre de la Musique, París, Francia, mientras que en el segundo álbum se los puede escuchar en el 17de enero del mismo año en Concertgebouw, Amsterdam, Países Bajos. Y como esto no tiene ni necesita mucha presentación, paso a despedirme hasta el miércoles de la semana próxima, y espero que no me extrañen porque les dejé bastante música y reflecciones como para que estén entretenidos en sus momentos de ocio. Artista: Soft Machine Álbum: Facelift (France & Holland) Año: 2022 Género: Escena Canterbury Duración: 1:55:59 Referencia: Discogs Nacionalidad: Inglaterra Acá podrán disfrutar a los Soft Machine en vivo y tocando en la cima de su mejor momento. Rutledge, Hopper, Wyatt y Dean parecen juntos una fuerza de la naturaleza a la que nada se

Bosón de Higgs - Los Cuentos Espaciales (2023)

Para terminar la semana presentamos un disco doble muy especial, desde Ecuador presentamos a una banda que ya tiene un nombre particular que los define: Boson de Higgs, que como ópera prima se manda con un concepto inspirado en el cosmos, la astronomía en un viaje interestelar de 15 temas que tienen además su versión audiovisual, en un esfuerzo enorme que propone la divulgación científica y cultural de un modo nuevo, donde se aúnan la lírica en castellano, el rock alternativo, la psicodelia, el space rock, el hard rock y el rock progresivo. Un álbum doble sumamente ambicioso, con muy buenas letras y musicalmente muy bien logrado y entretenido en todos sus temas (algo muy difícil de conseguir, más pensando si es su primera producción) y donde puede verse en todo su esplendor en su versión audiovisual que obviamente no está presentado aquí salvo en algunos videos, pero que pueden ver en la red. En definitiva, dos discos muy buenos y realmente asombrosos para que tengan para entretenerse

Skraeckoedlan - Vermillion Sky (2024)

Entre el stoner rock, el doom y el heavy progresivo, con muchos riffs estupendos para todos y por todos lados, mucha adrenalina y potencia para un disco que en su conjunto resulta sorprendente. El segundo disco de una banda sueca que en todo momento despliega su propio sonido, a 4 años desde su anterior álbum, "Earth". Saltarás planetas, verás colisionar cuerpos celestes, atravesarás galaxias y te verás arrastrado hacia la nada que lo abarca todo, conocerás el vacío y el fuego abrasador de los soles, y también encontrarás algunos arcoíris desplegándose bajo el cielo bermellón. He aquí un viaje interestelar por el universo de los sonidos, en una búsqueda tremenda y desgarradora, un disco muy bien logrado, que muestra una de las facetas de los sonidos de hoy, donde bandas deambulan por el under de todos lados del mundo en pos de su propio sonido y su propia identidad, y también (al igual que muchos de nosotros) su lugar en el mundo terrenal, tan real y doloroso. Los invito

Guranfoe - Gumbo Gumbo (2022)

Como corresponde al comienzo de semana, empezamos un lunes con un gran disco, y ahora de una de esas nuevas bandas que no tienen nada que envidiarle a los grandes monstruos de antaño. ahora con su segundo y último disco. En una entrega totalmente instrumental y a lo largo de todo el disco estos músicos ingleses nos brindan una exposición de como un disco puede ser melódico, apasionado, imaginativo, complejo, temerario, dinámico, adrenalítico y muchos adjetivos más que no alcanzan para describir toda la música de estos chicos, ahora arremetiendo con temas que fueron creados en sus inicios, incluso que fueron interpretados en vivo pero nunca grabados, y razones tienen ya que este material no da para que se pierda en el olvido, ya que este álbum suena tan hermoso como se ve su portada. Cinco temas que son técnicamente brillantes y que recuerdan a una colisión entre Zappa y Camel. Una fusión de folk, jazz y Canterbury que es tan psicodélica como progresiva, intensamente melódica y fá

Video de Los Viernes - Nostalgia del Hogar "Feel Like Going Home" 2003

The Blues es una serie documental producida por Martin Scorsese en 2003, declarado "Año del Blues" en Estados Unidos, genero que influyo al jazz y al rock. Cada una de las siete películas que componen la serie ha sido dirigida por un cineasta entusiasta del género y en ellas se hace un repaso su origen y desarrollo a lo largo del siglo xx Hoy toca el turno de Nostalgia del Hogar " Feel Like Going Home 2003" Dirigida por el propio Scorsese, este primer film de la serie rinde homenaje al Delta blues, a los orígenes del género, recorriendo el Estado de Misisipi de la mano del músico Corey Harris, para continuar después viajando por el continente africano en busca de las raíces del Blues. Feel like going home habla de músicos que se criaron alrededor de los algodonales, sin dinero ni comida, allí surgieron unos músicos que aliviaban las vidas de la gente como John Lee Hooker, Willie King, Son House o Robert Johnson. Músicos que se adaptaban a los tiempos, como O

Los Dos - Caminos (1974)

En nuestra recorrida por el rock mexicano hoy revisamos un disco humilde pero bien logrado, sin esperar demasiado tampoco, y copio un comentario que hace referencia justamente a ello: "Es refrescante escuchar a músicos que se limitaban a hacer lo que les venía en gana, sin preocuparse de ser considerados autores geniales y con ideas nuevas. Los Dos eran Allan y Salvador, un dúo muy limitado musicalmente; no obstante, esas carencias la suplen con honestidad: mucha honestidad. Su mezcla, algo burda, de rock-folk, música tradicional latina y canto nuevo chileno, tiene momentos por demás emotivos y conmovedores. Sus letras eran muy sencillas y poco rebuscadas, en su mayoría acerca del amor". Disco raro, muy poca información se encuentra en la red, a mi parecer uno de los pocos discos hechos en México en los 70’s con un sonido muy jipi y folk. Eso lo describe bien, bien jipi y folk... Artista: Los Dos Álbum: Caminos Año: 1974 Género: Rock psicodélico / Folk rock Dura

Rick Miller - One of the Many (2024)

Para empezar el día y la semana nos vamos a Canadá de la mano del veterano multi-instrumentalista Rick Miller que presenta su último y mejor trabajo. Desplegando un rock progresivo atmosférico muy emocional, con muchas texturas sonoras y lleno de buen gusto, inspirado en artistas como Pink Floyd, The Pineapple Thief y Steve Hackett (ojo, solo inspirado), siempre con temáticas líricas ambiciosas, sombrías y bellas como su música y la tapa de sus discos. Este es un viaje a través de paisajes sonoros ricos, cinematográficos, etéreos melancólicos, nostálgicos y oscuros, con mucha sensibilidad melódica, ofreciendo capas, sofisticados arreglos que brindan una experiencia inmersiva que nunca deja de sorprender e impresionar, pero al mismo tiempo accesible y atractivo. Te invito a un mundo sonoro intrigante, con cautivadoras melodías de música atractiva, estimulante y gratificante, ideal para comenzar la semana en el blog cabeza. Artista: Rick Miller Álbum: One of the Many Año: 2002

David Lebón - Nayla (1980)

Artista: David Lebón Álbum: Nayla Año: 1980 Género: Rock / Rock progresivo Nacionalidad: Argentina Duración: 40:53 Lista de Temas: 1. María Navidad 2. Tema de Seleste 3. Tu amor borró el pasado 4. Está muy bien 5. Poder 6. Estoy en Tropicalia 7. Bolemigrero 8. Super pesado (instrumental) Alineación: - David Lebón / Guitarras, batería, teclados, piano acústico y voz - Rinaldo Rafanelli / Bajo - Oscar Moro / Batería - Diego Rapoport / Piano - Pedro Aznar / bajo fretless, teclados Y seguimos con las resubidas, ahora con un disco de David que habían pedido que publiquemos, luego habían pedido que lo resubamos, y viene Luis de Catamarca a satisfacerlos como corresponde.

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.