Ayer hubo una movilización muy importante (¿alrededor de 50.000 docentes?) convocada por los gremios de la educación, censurada en los medios de comunicación de una Argentina donde, en lo que va del año, Vidal cerró 47 establecimientos educativos solo en el Gran Buenos Aires. La justificación formal para el cierre de tantas escuelas es la falta de inscripción de nuevos alumnos. Los docentes de las zonas afectadas advierten sobre la falsedad de esas afirmaciones, asegurando que no en todas las escuelas que preveen cerrar falta matrícula, siendo otra ayudita al doloroso proceso de desaparición de pueblos rurales, provocado por las políticas económicas y los sistemas de producción agraria que ya casi no necesitan trabajadores. Tal como en los noventa produjo el cierre de ramales ferroviarios, ahora se le agrega el fin de decenas de escuelas que sustentaban la posibilidad de una mínima inclusión social para esos ciudadanos de segunda que siempre fueron los habitantes rurales. Mientras seguimos esperando el inicio de la construcción de los tres mil jardines de infantes prometidos, mientras la lluvia de inversiones sigue siendo una utopía y el derrame de los vasos llenos solo va las arcas de los especuladores financieros y las guaridas fiscales, cuando los despidos masivos son la regla y el cuento de la herencia recibida ya no alcanza, el futuro se presenta con su peor cara para advertirnos que lo peor, todavía no llegó.
Entendemos por Estado ausente cuando éste se retira de sus prerrogativas básicas y deja en manos del llamado mercado la regulación de la producción de bienes y servicios a la espera de que la simple fórmula del libre juego entre la oferta y la demanda cubra lo que en esencia el Estado no puede generar. Por otro lado el Estado presente es aquel que por desiciones políticas interviene fuertemente en todo el andamiaje económico del país y que por ende entorpece la creación de la riqueza necesaria para el progreso de la sociedad.
Hay quienes postulan que el Estado es "visible o invisible" porque éste siempre actúa por acción directa o por omisión consciente y aplica políticas públicas en mayor o menor medida que deben generar oportunidades de desarrollo a todos los sectores y actores de la sociedad en su conjunto.
Otras voces indican que lo verdaderamente importante, mas allá de la dicotomia entre Estado ausente/presente o visible/invisible, es la eficacia en las políticas públicas que aplica un gobierno para lograr los objetivos que en última instancia siempre deben mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y que le son impuestas por la Constitución Nacional: educación, salud, justicia, vivienda digna, jubilaciones y un muy largo etcétera.
Pero lo llamativo es que el Estado Argentino que preside Mauricio Macri se dice presente y es ausente, es visible pero también invisible y el resultado de dos años de gobierno indican que es inevitablemente ineficaz.
Los argentinos nos enfrentamos a un nuevo paradigma: "El Estado desertor" propio de un país "invisible".
El discurso que Macri destinó a los argentinos y al mundo por el inicio de las sesiones del Congreso todavía sigue inspirando a los analistas. No por su brillantez, precisamente, sino por sus datos errados y sus incongruentes conceptos. Lo más desconcertante fue eso del "crecimiento invisible", que algunos interpretan como una marketinera forma de alimentar esperanzas y otros, como una resignada referencia a las distintas versiones del hit del verano. Sin embargo, la imagen que más sintetiza este 1° de marzo es la del Gato Sr. Tijeras Macri saludando a la nada, a una plaza vacía, a esa multitud tan invisible como el crecimiento que anunció en el Parlamento. A la alocución de Macri le suceden dos preguntas, una obvia y la otra subyacente: ¿de qué país habla? y ¿a quién le habla?
Casi todo es invisible en el país del Sr. Tijeras Macri: la inflación en baja, la mejora del empleo y el poder adquisitivo que derrota a los precios. Pero lo que más desató el aplauso de los adeptos fue la patraña de que los salarios le ganaron a la inflación. Además de falacias numéricas, agregó una conceptual, como la de las inversiones. Gran parte de los capitales que ingresaron al país es especulativo, para alimentar la bicicleta financiera y desnutrir nuestro futuro con la fuga de capitales que supera los 80000 millones de dólares.
Las palabras del Sr. Tijeras Macri requieren la desmemoria de sus oyentes para ser aceptadas, requieren del doblepensar ya conjeturado por Orwell en su "1984". Vivimos, entonces, en el reino de las ambiguedades y la desmemoria, en un constante esfuerzo semántico por transformar la verdad y el pasado. Por eso puede afirmar, sin rubor, que "las cosas llevan tiempo y no hay soluciones mágicas". Justo él dice esto, que declaró que podía "bajar la inflación en dos minutos", que el "shock de confianza" atraería inversiones, que empieza "la Revolución de la Alegría" y nos regaló como conjuro un "sí, se puede" coreado por sus acólitos. Justo él dice que no hay soluciones mágicas cuando insiste en bajar la pobreza enriqueciendo más a los más ricos.
Marcos Peña le agrega una nueva justificación a sus fracasos: la meta de inflación ya deja de ser un pronóstico para ser una orientación a la baja.
No hay lugar para que la gente le efectúe el natural reclamo de promesas de campaña o de la misma gestión porque todo es un "camino" que puede llevar los objetivos a lustros o décadas en concretase. Por lo tanto siempre tendrán razón porque en la realidad diaria no hay exigencias válidas. Están construyendo cimientos que nuestros ojos no pueden ver ni apreciar para una Argentina de eterno crecimiento, algún lejano día.
El ángel exterminador de escuelas
La gobernadora "Heidi" de la "angelical" sonrisa maternal, la más que probable candidata a presidenta para el 2019, manejando un presupuesto exuberante sustraído a las otras provincias, prometente serial de felicidades incoherentes con sus políticas económicas, feroz especuladora en sus disputas con los gremios de trabajadores de la Provincia de Buenos Aires, nuestra versión criolla de Margareth Thatcher pero con sonrisa hipócrita, la mirada almibarada y el mismo corazón de piedra, es ahora quien ha decidido eliminar ¡treinta y nueve! escuelas rurales, además de otras en las islas del Delta.
Para que la población aprenda (a conocer su triste destino), "Heidi" Vidal realiza un acto reñido con el más elemental raciocinio. Habla, como todos los integrantes de esta parodia de gobierno, de "racionalizar", de considerar la "eficiencia" presupuestaria antes que la necesidad obvia del desarrollo social. La educación es solo un número, tal como son los habitantes. Si esos números no dan beneficio, se sacrifican a quienes "sobran", los futuros ciudadanos, que nacen perseguidos por la perversión de este grupo de invasores de conciencias y asesinos de esperanzas.
Macri gastó 60 millones para contarle a los alumnos su propia versión de la historia argentina
Hace unos días se conoció que el Ministerio de Educación hizo llegar a varias escuelas unos manuales con una interpretación Cambiemita de la historia argentina donde se enaltece el "Si se puede" y se menciona "la fuerza del cambio". Ahora copio una nota de El Disenso donde se habla de este manual propagandístico al más puro estilo del fanatismo extremo por el Partido que en el "1984" de Orwell educaba a los niños inculcándoseles su doctrina desde la más temprana edad.
Entendemos por Estado ausente cuando éste se retira de sus prerrogativas básicas y deja en manos del llamado mercado la regulación de la producción de bienes y servicios a la espera de que la simple fórmula del libre juego entre la oferta y la demanda cubra lo que en esencia el Estado no puede generar. Por otro lado el Estado presente es aquel que por desiciones políticas interviene fuertemente en todo el andamiaje económico del país y que por ende entorpece la creación de la riqueza necesaria para el progreso de la sociedad.
Hay quienes postulan que el Estado es "visible o invisible" porque éste siempre actúa por acción directa o por omisión consciente y aplica políticas públicas en mayor o menor medida que deben generar oportunidades de desarrollo a todos los sectores y actores de la sociedad en su conjunto.
Otras voces indican que lo verdaderamente importante, mas allá de la dicotomia entre Estado ausente/presente o visible/invisible, es la eficacia en las políticas públicas que aplica un gobierno para lograr los objetivos que en última instancia siempre deben mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y que le son impuestas por la Constitución Nacional: educación, salud, justicia, vivienda digna, jubilaciones y un muy largo etcétera.
Pero lo llamativo es que el Estado Argentino que preside Mauricio Macri se dice presente y es ausente, es visible pero también invisible y el resultado de dos años de gobierno indican que es inevitablemente ineficaz.
Los argentinos nos enfrentamos a un nuevo paradigma: "El Estado desertor" propio de un país "invisible".
Casi todo es invisible en el país del Sr. Tijeras Macri: la inflación en baja, la mejora del empleo y el poder adquisitivo que derrota a los precios. Pero lo que más desató el aplauso de los adeptos fue la patraña de que los salarios le ganaron a la inflación. Además de falacias numéricas, agregó una conceptual, como la de las inversiones. Gran parte de los capitales que ingresaron al país es especulativo, para alimentar la bicicleta financiera y desnutrir nuestro futuro con la fuga de capitales que supera los 80000 millones de dólares.
Las palabras del Sr. Tijeras Macri requieren la desmemoria de sus oyentes para ser aceptadas, requieren del doblepensar ya conjeturado por Orwell en su "1984". Vivimos, entonces, en el reino de las ambiguedades y la desmemoria, en un constante esfuerzo semántico por transformar la verdad y el pasado. Por eso puede afirmar, sin rubor, que "las cosas llevan tiempo y no hay soluciones mágicas". Justo él dice esto, que declaró que podía "bajar la inflación en dos minutos", que el "shock de confianza" atraería inversiones, que empieza "la Revolución de la Alegría" y nos regaló como conjuro un "sí, se puede" coreado por sus acólitos. Justo él dice que no hay soluciones mágicas cuando insiste en bajar la pobreza enriqueciendo más a los más ricos.
Marcos Peña le agrega una nueva justificación a sus fracasos: la meta de inflación ya deja de ser un pronóstico para ser una orientación a la baja.
No hay lugar para que la gente le efectúe el natural reclamo de promesas de campaña o de la misma gestión porque todo es un "camino" que puede llevar los objetivos a lustros o décadas en concretase. Por lo tanto siempre tendrán razón porque en la realidad diaria no hay exigencias válidas. Están construyendo cimientos que nuestros ojos no pueden ver ni apreciar para una Argentina de eterno crecimiento, algún lejano día.
El ángel exterminador de escuelas
La gobernadora "Heidi" de la "angelical" sonrisa maternal, la más que probable candidata a presidenta para el 2019, manejando un presupuesto exuberante sustraído a las otras provincias, prometente serial de felicidades incoherentes con sus políticas económicas, feroz especuladora en sus disputas con los gremios de trabajadores de la Provincia de Buenos Aires, nuestra versión criolla de Margareth Thatcher pero con sonrisa hipócrita, la mirada almibarada y el mismo corazón de piedra, es ahora quien ha decidido eliminar ¡treinta y nueve! escuelas rurales, además de otras en las islas del Delta.
Para que la población aprenda (a conocer su triste destino), "Heidi" Vidal realiza un acto reñido con el más elemental raciocinio. Habla, como todos los integrantes de esta parodia de gobierno, de "racionalizar", de considerar la "eficiencia" presupuestaria antes que la necesidad obvia del desarrollo social. La educación es solo un número, tal como son los habitantes. Si esos números no dan beneficio, se sacrifican a quienes "sobran", los futuros ciudadanos, que nacen perseguidos por la perversión de este grupo de invasores de conciencias y asesinos de esperanzas.
Macri gastó 60 millones para contarle a los alumnos su propia versión de la historia argentina
Hace unos días se conoció que el Ministerio de Educación hizo llegar a varias escuelas unos manuales con una interpretación Cambiemita de la historia argentina donde se enaltece el "Si se puede" y se menciona "la fuerza del cambio". Ahora copio una nota de El Disenso donde se habla de este manual propagandístico al más puro estilo del fanatismo extremo por el Partido que en el "1984" de Orwell educaba a los niños inculcándoseles su doctrina desde la más temprana edad.
A través de la orden de compra “82-0015-CDI18” iniciada por la Dirección General de Administración y Gestión Financiera bajo el título “Adquisición de Libros de Textos Escolares por exclusividad con AIQUE GRUPO EDITOR SA” el gobierno pagó $59.701.380,35 por un lote de libros de la editorial entre los que se encuentra el “Manual de Ciencias Sociales para alumnos de sexto grado” en el que se publicó una versión parcializada del gobierno macrista que fue denunciado en los medios como un “adoctrinamiento oficialista“. Según la editorial, el contenido educativo responde directamente a lo solicitado a través de los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (N.A.P.) y al Diseño Curricular de la Provincia de Buenos Aires.
De acuerdo al manual macrista, Cambiemos ganó luego de la muerte del fiscal Alberto Nisman, cuyo deceso “generó masivas protestas y los sectores opositores al Gobierno ganaron la calle”. El texto asegura que Macri “Tomó medidas de fuerte impacto como la eliminación de las restricciones a la compra de moneda extranjera y, además redujo considerablemente las retenciones a varios productos agrícolas” y que “impulsó medidas orientadas a combatir la inflación, como el freno a la emisión de moneda y la suba de las tasas de interés, y otras orientadas a la obtención de créditos e inversiones extranjeras” para cerrar asegurando que durante 2016 “El gobierno pudo alcanzar algunos de los objetivos que se había propuesto, como la reducción de la inflación y el incremento de las inversiones extranjeras“.
Otra de las paginas que levantaron polémica es aquella que indica que “Uno de los eslóganes que se convirtieron en una fuerza para el cambio fue el ‘si, se puede’, que repetían los miembros del frente Cambiemos y sus simpatizantes” junto a una inmensa foto de Macri sonriendo en el sillón de Balcarce.
Esta no es la primera vez que el macrismo inserta propaganda política en libros de texto. El año pasado el Ministerio de Educación de la Nación distribuyó en las escuelas un manual de la editorial AZ para sexto grado en el que se señalaba que una manifestación de trabajadores “entorpece la democracia” y que un trabajador que hace valer su derecho a huelga está “fuera de la ley”.
En 2011 el gobierno de Macri en el GCBA fue acusado de realizar propaganda política en manuales escolares luego de que se repartieran en las instituciones educativas los manuales Santillana de 7º grado que mostraban un cartel del PRO como “hito” dentro de los 25 hechos que determinaron la Historia Argentina desde el año 1880. En ese momento, el Ministerio de Educación del GCBA aseguró que no tuvo nada que ver con la decisión de la editorial.
Mariana Escalada & Agustin RonconiQuienes acusaban al kirchnerismo de realizar un “adoctrinamiento” en las escuelas a través de la llegada de textos clásicos de autores “de izquierda” como Julio Cortázar y Eduardo Galeano hoy pagan 60 millones a una editorial que les provee de libros con una versión “a medida” de la historia argentina, que el gobierno distribuye alegremente en los establecimientos educativos oficiales, demostrando mas que nunca que la historia la escriben los que ganan.
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