Mañana 21F tendrá lugar la primera marcha multitudinaria del año en contra de las políticas del gobierno de Cambiemos. Es también la primera movilización de fuste después de las jornadas de diciembre, que conmovieron las bases de sustentación del macrismo.
Dos años de restauración neoliberal llevados adelante por el Gobierno de Mauricio Macri aparecen como intolerables para la mayoría, de los trabajadores. Generalmente no se habla es de cómo piensan los laburantes la conflictividad que viene. De los miles y miles de personas que pueblan las organizaciones gremiales, las más tradicionales y las que acaban de surgir. Las que trabajan en la base y sienten el pulso de una bronca que crece.
Hace pocos días Macri volvió a mentir descaradamente al señalar que "el país ha vuelto a crecer dos años consecutivos". Lo cierto es que junto al endeudamiento externo, la desocupación, los índices de pobreza, el cierre de fábricas y los balances de los grupos económicos, lo único que crece en la Argentina es la imagen negativa del Gobierno y la ausencia de expectativas favorables sobre le futuro cercano.
Estan matando de hambre a nuestros pibes, los están dejando morir otra vez, sin vacunas, sin alimento, vuelven a sufrir de "necesidades básicas insatisfechas", una frase que creímos nunca mas volver a decir en este país.
Por otro lado, el modelo económico hace agua por donde se lo mire. La fantasía financiera de multiplicar la riqueza con intereses abultados en Lebac, Letes y comisión de deuda, necesita del endeudamiento externo como método para pagar la timba. Cuando el endeudamiento se contrae o se encarece, sólo queda echar mano a la riqueza real de nuestro suelo y subsuelo, de nuestros mares y espacio aéreo, haciendo desaparecer al Estado de los ámbitos de regulación, inspección, control y, fundamentalmente, apropiación de la renta, para garantizar la capacidad extractiva de los principales grupos económicos.
Por ello, no les alcanzó con entregar las Malvinas, ya quieren instalar fuerzas extranjeras oficialmente en territorio continental argentino.
Retrocedimos 200 años de nuevo a la lucha primigenia por la democracía y la independencia.
Encima, resulta que aparecen los fondos buitres otra vez, para seguir garroneándonos... ¿No estaba todo arreglado eso ya? ¿Cómo es que ahora hay acreedores que quedaron sin arreglar, y no les pueden pagar más porque se los prohíbe una "ley cerrojo" que hicieron votar por el Congreso?
Por todo ello, es que se acaba de presentar un pedido de juicio político al Presidente Maurico "Sr. Tijeras" Macri, con la firma del ex juez Carlos Alberto Rozanski.
Macri necesita profundizar salvajemente el ajuste sobre la enorme mayoría de la población para poder garantizar los niveles de consenso en la clase dominante que le otorga su fortaleza. Y lo va a hacer, porque está en su genética, pero también porque está apretado en el cuello de botella del fatídico modelo económico que implementa.
El problema es que lo tiene que llevar adelante cuando empezamos a encontrar en las lecciones de un Diciembre caliente, las respuestas necesarias para ésta etapa.
El 21 de Febrero una porción enorme de nuestro pueblo habrá de protagonizar un nuevo testimonio de unidad para enfrentar el ajuste. Ni la unidad perfecta, ni la unidad necesaria aún, pero un importante paso hacia el objetivo de resolver nuestra principal debilidad. Si el 21 de Febrero no fuera importante, o fuera un capricho de los dirigentes que lo convocan, no estaría siendo el centro de operaciones económicas, políticas, judiciales y mediáticas montadas desde los sectores gobernantes.
Dos años de restauración neoliberal llevados adelante por el Gobierno de Mauricio Macri aparecen como intolerables para la mayoría, de los trabajadores. Generalmente no se habla es de cómo piensan los laburantes la conflictividad que viene. De los miles y miles de personas que pueblan las organizaciones gremiales, las más tradicionales y las que acaban de surgir. Las que trabajan en la base y sienten el pulso de una bronca que crece.
Hace pocos días Macri volvió a mentir descaradamente al señalar que "el país ha vuelto a crecer dos años consecutivos". Lo cierto es que junto al endeudamiento externo, la desocupación, los índices de pobreza, el cierre de fábricas y los balances de los grupos económicos, lo único que crece en la Argentina es la imagen negativa del Gobierno y la ausencia de expectativas favorables sobre le futuro cercano.
Estan matando de hambre a nuestros pibes, los están dejando morir otra vez, sin vacunas, sin alimento, vuelven a sufrir de "necesidades básicas insatisfechas", una frase que creímos nunca mas volver a decir en este país.
Por otro lado, el modelo económico hace agua por donde se lo mire. La fantasía financiera de multiplicar la riqueza con intereses abultados en Lebac, Letes y comisión de deuda, necesita del endeudamiento externo como método para pagar la timba. Cuando el endeudamiento se contrae o se encarece, sólo queda echar mano a la riqueza real de nuestro suelo y subsuelo, de nuestros mares y espacio aéreo, haciendo desaparecer al Estado de los ámbitos de regulación, inspección, control y, fundamentalmente, apropiación de la renta, para garantizar la capacidad extractiva de los principales grupos económicos.
Por ello, no les alcanzó con entregar las Malvinas, ya quieren instalar fuerzas extranjeras oficialmente en territorio continental argentino.
Retrocedimos 200 años de nuevo a la lucha primigenia por la democracía y la independencia.
Encima, resulta que aparecen los fondos buitres otra vez, para seguir garroneándonos... ¿No estaba todo arreglado eso ya? ¿Cómo es que ahora hay acreedores que quedaron sin arreglar, y no les pueden pagar más porque se los prohíbe una "ley cerrojo" que hicieron votar por el Congreso?
Por todo ello, es que se acaba de presentar un pedido de juicio político al Presidente Maurico "Sr. Tijeras" Macri, con la firma del ex juez Carlos Alberto Rozanski.
Macri necesita profundizar salvajemente el ajuste sobre la enorme mayoría de la población para poder garantizar los niveles de consenso en la clase dominante que le otorga su fortaleza. Y lo va a hacer, porque está en su genética, pero también porque está apretado en el cuello de botella del fatídico modelo económico que implementa.
El problema es que lo tiene que llevar adelante cuando empezamos a encontrar en las lecciones de un Diciembre caliente, las respuestas necesarias para ésta etapa.
El 21 de Febrero una porción enorme de nuestro pueblo habrá de protagonizar un nuevo testimonio de unidad para enfrentar el ajuste. Ni la unidad perfecta, ni la unidad necesaria aún, pero un importante paso hacia el objetivo de resolver nuestra principal debilidad. Si el 21 de Febrero no fuera importante, o fuera un capricho de los dirigentes que lo convocan, no estaría siendo el centro de operaciones económicas, políticas, judiciales y mediáticas montadas desde los sectores gobernantes.
Quieren que el gobierno fracase en su propósito de ponerle un cepo a las paritarias, limitando los aumentos salariales a la “meta de inflación recalibrada” del 15 % en la que ya ni los funcionarios del propio gobierno creen, para usar al salario de los trabajadores como el único ancla contra una inflación desbocada, y consolidar la distribución regresiva del ingreso a la que venimos asistiendo desde diciembre del 2015.Quieren que el gobierno fracase en su idea de imponer la flexibilización laboral recortándoles derechos a los trabajadores, sea reactivando el proyecto de reforma laboral que enviara al Congreso y que fue frizzado -justamente- por las masivas movilizaciones en contra de la reforma previsional, o tratando de imponerla en cada uno de lo convenios colectivos sectoriales, en el marco de las paritarias.Quieren que el gobierno fracase en su ofensiva para seguir despidiendo a mansalva en el Estado, y haciendo la vista gorda ante los despidos del sector privado que se valen del ejemplo del propio gobierno como empleador; y conseguir así moderar los reclamos salariales de los trabajadores y sus organizaciones, con la amenaza latente del temor a perder sus puestos de trabajo.Quieren que el gobierno fracase en su cronograma de tarifazos salvajes que saquean los ingresos de las familias, y asfixian a las pequeñas y medianas empresas subiendo sus costo de producción hasta niveles insostenibles.Quieren que el gobierno fracase en la profundización de la “reforma previsional” que ya estrenó su nueva fórmula de ajuste de los haberes de los jubilados propinándoles una poda comparada con la ley anterior; y que desista de impulsar la vuelta de las AFJP y la jubilación privada con la excusa de la insustentabilidad del sistema previsional que ellos mismos están contribuyendo a vaciar, rebajando y eliminando aportes patronales.Quieren que el gobierno fracase en su plan de desguazar el fondo de ANSES, vendiendo por monedas las acciones que tiene en empresas privadas, o embarcándolo en la timba de los negocios finacieros para beneficio de unos pocos vivos.Quieren que el gobierno fracase en su política de endeudamiento desbocado, que condiciona el futuro económico del país por décadas, simplemente para financiar la bicicleta financiera y la fuga de capitales.Quieren que el gobierno fracase en su obstinado propósito de firmar -a como de lugar- un acuerdo de libre comercio entre el MERCOSUR y la Unión Europea, que pondrá en serio riesgo de desaparecer a nuestra industria, con la secuela inevitable de la pérdida de miles de puestos de trabajo.Quieren que el gobierno fracase en su escalada de autoritarismo político, persecución a políticos y sindicalistas opositores, validación pública de las ejecuciones policiales y criminalización de la protesta social.Quieren que el gobierno fracase en su política de vaciamiento del país y asalto del Estado para los negocios de los CEO’s del gabinete y de sus aportantes de campaña; y en su intento de hacernos retroceder en todo intento de desarrollo nacional autónomo e integrado, desmantelando YPF, Aerolíneas, ARSAT y el Conicet.Quieren también que el gobierno fracase en su intento de profundizar la política de relaciones carnales, involucrando crecientemente al país en conflictos ajenos; y planteando la injerencia de las Fuerzas Armadas en la seguridad interior, como en los tiempos de la doctrina de la seguridad nacional.Objetivos todos que claramente exceden a Moyano, a la CGT y al sindicalismo en su conjunto; aunque sean ellos los que en esta coyuntura obren como catalizadores de la oposición política y social al gobierno de Macri.
Porque si -por el contrario- “al gobierno le va bien”, ni al país ni a la mayoría de sus habitantes les irá bien; como se pudo comprobar sobradamente en estos 26 meses de mandato de Mauricio Macri.
Pero si vamos barbaro!!!!
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