El informe Nielsen de 2017 arrojó datos que destronan al rock como género más escuchado. Quizás por el aburguesamiento del rock, quizás por simple mutación, quizás por recambio generacional, lo cierto es que el rock se ha quedado sin alma y sin contenido: la capas de distorsión no pueden reemplazar a la rebeldía, esa necesidad de romper con lo establecido, se llamen padres, sistema económico, con la violencia, con la sociedad, etc., conviertiéndolo en otro producto, otra encarnación de la moda, ese sentido comercial ha destrozado el espíritu libre, rebelde y romántico que emanó el rock desde sus inicios, el rock pasó de la rebeldía a ser un evento social, se despojó de cualquier ideología siguiendo los signos de estos tiempos descafeinados y carentes de contenido. El rock perdió su rebeldía, llevando a una posible crisis de la música popular mainstream: en la década que viene es probable que todo caiga y el caos se apoderará de la escena. Y desde este punto, quisiera volver a lo que d