Otro paso que hacia el abismo que tiene por delante. Hay variables de las que gobierno prefiere no hablar y son los datos económicos que muestran la peor gestión desde la vuelta de la democracia. Para ellos nos domestican para que se aceptemos el mundo tal como es, embrutecernos, llenarnos de miedo, naturalizar la barbarie y darle un falso sentido a los sacrificios exigidos que ocultan las enormes enormes transferencias de ingresos y sus ganadores. He aquí una triste crónica que ya adelantáramos incluso antes de las elecciones del 2015, toda una crónica de un desastre anunciado.
El Gobierno porteño oficializó el proceso de cierre de 14 escuelas comerciales nocturnas. Ya no es posible inscribirse en ellas para cursar el primer año en el próximo ciclo lectivo. "Lo que hacen no tiene antecedentes en democracia" dicen desde la CTERA. Pero desde los medios, apenas hay algún comentario (casi al pasar) de lo que debería ser un verdadero escándalo.
No hay sector que pueda hacer frente a la crisis que instaló el gobierno amarillo en el país.
Lo dice nada menos que Bloomberg desde afuera de nuestras fronteras, desde el núcleo supuestamente más cercano a Cambiemos. Según los pronósticos de la importante agencia de noticias internacional especializada en finanzas, el peso caerá más de un 20%, el dólar llegará a $50 y la inflación se mantendrá entre “30 y 40%”.
La caída de Argentina, llamativamente por donde viene la definición, la describen desde el primer día de gestión del macrismo que "todo ha ido cuesta abajo desde allí". Para Bloomberg, claramente, según "los mercados de dividisas globales" Mauricio Macri es “el perdedor más grande del mundo”. Pero estos de Bloomberg solo ven el árbol. Los mayores perdedores del mundo somos el 95% de los argentinos. Y la mano no viene nada bien para este año.
La manipulación de las poblaciones no tiene límites éticos para los sectores dominantes, que son capaces de cualquier bajeza en aras de conseguir, mantenerse y acrecentar su poder. Maquiavelo las denominaba razones de Estado, en realidad, razones del poder. Todo aquello que amenace de alguna forma su poder se convierte en un blanco que debe ser destruido de cualquier forma.
Las redes están llenas de noticias falsas (fake news) que, en épocas de elecciones, ayudan a que personajes nefastos como el Felino Macri y el nazi Bolsonaro se conviertan en presidentes. Los discursos y relatos de los políticos del establishment neoliberal están llenos de datos falsos que nadie se preocupa de verificar, ya que es más fácil y económico incorporarlos y repetirlos como loros en cuanta ocasión se presente.
Consumir estos medios de comunicación sin un alerta crítico puede ser fatal. Por eso, aquí es fundamental buscar otras fuentes de información, aunque la tarea no sea fácil y nos obligue a invertir bastante energía y tiempo.
Esta sobre información tendenciosa es la contracara complementaria del silenciamiento. Esta sobre información es completamente tendenciosa. Esta información está relacionada con los opositores del modelo neoliberal y los gobiernos que lo encarnan. Sobre todo está dirigida a erosionar, debilitar, denostar y destruir a las figuras políticas de los sectores claramente críticos del neoliberalismo. El objetivo es claro y simple de entender en el marco de la lógica de las oligarquías: las figuras y líderes anti neoliberales deben desaparecer de las escena pública y del poder político.
En la lectura ingenua de los hechos, fenómenos y discursos es imposible distinguir la ficción de la realidad. Tanto es así que en las operaciones mediático-judiciales, basadas en mentiras, extorsiones y fraudes, montadas para erosionar y destruir la imagen de los funcionarios indeseables para el sistema no importan los resultados finales, esto es, la culpabilidad o inocencia, sino la instalación mediática de las acusaciones. Frente a una población acrítica y apolítica no es necesario demostrar judicialmente culpabilidades, sino que basta con la difusión mediática de las acusaciones.
Cuanta más inseguridad, mejor. El miedo es una excelente arma contra el razonamiento crítico, y los medios y el gobierno del marketing lo utilizan para controlar la opinión pública. Por otro lado, ya hablamos del nuevo ejército de trolls y los bots entrando en el campo de batalla, y podemos agregar que el gobierno amarillo gastó mas de 10 millones en tecnología propagandística.
El otro objetivo de la información tendenciosa es tapar y ocultar el desastre socio-económico que causan las políticas de ajuste. Al gobierno no le importan los impactantes números de la pobreza y de la desocupación, la destrucción de eslabones de la cadena productiva, la desaparición de 9.500 pymes registradas, etc. Lo único que pretende es llegar a las elecciones sin incurrir en el default, es decir no poder pagarle a los acreedores.
El advenimiento de las posverdades y las fake news nos llevó a una situación en la que las diferencias entre la ficción y la realidad cada vez son más imperceptibles (lo que hablamos en este espacio de la realidad de Philip K. Dick). Ya no hacen falta pruebas para acusar y condenar a las personas. Da lo mismo que sean cuadernos o fotocopias, que el arrepentido buchón sea un delincuente o un asesino. Basta que jueces, como Sergio Moro, tengan la convicción de que el acusado es culpable para condenarlo, porque las pruebas ya no importan. Los medios hegemónicos corporativizados condenan y los jueces obedecen.
En épocas de Lawfare no hacen falta pruebas, sino medios de comunicación monopólicos, buchones arrepentidos, testigos falsos, poder y capacidad para extorsionar, jueces corruptibles y una población ingenua y despolitizada que compre la estafa.
A pesar de todos los esfuerzos del gobierno amarillo y sus medios de comunicación de instalar una agenda más vinculada a la problemática de la inseguridad, los pesares económicos siguen azotando a los argentinos en medio de la crisis económica provocada por las medidas adoptadas por el FMI (Fondo Monetario Internacional) y Corporación Cambiemos. Una de las expresiones más dolorosas de esa recesión es el continuo cierre de negocios a lo largo y ancho del país. En La Plata: entre noviembre y diciembre los locales vacíos aumentaron un 40%, mientras que a nivel nacional, creció un 122% la tasa de locales vacíos en un año.
Pero no es ni mucho menos el único sector con serios problemas. La construcción cayó 31,8% en diciembre de 2018. La industria textil está al 43% y las pymes advierten: “No hay plafón para caer más” mientras cierran fábricas y quedan cientos de familias en la calle... y podríamos seguir mencionando desastres, pero creo que todos los conocemos y vivimos en carne propia, así que no vale la pena seguir amargándonos. Sólo debemos saber la dirección que toman los acontecimientos, una simple extrapolación matemática nos dice que el incumplimiento de los compromisos de deuda, por más ajuste que hagan, es inevitable. Así que vendrá más ajuste y además se hundirá del todo este Titanic ya en picada.
A raíz de lo que está pasando en Francia y en Europa con los chalecos amarillos ¿hasta dónde este movimiento ciudadano puede ser el freno de la aplanadora ultraderechista y liberal que barre el mundo?
El Gobierno porteño oficializó el proceso de cierre de 14 escuelas comerciales nocturnas. Ya no es posible inscribirse en ellas para cursar el primer año en el próximo ciclo lectivo. "Lo que hacen no tiene antecedentes en democracia" dicen desde la CTERA. Pero desde los medios, apenas hay algún comentario (casi al pasar) de lo que debería ser un verdadero escándalo.
No hay sector que pueda hacer frente a la crisis que instaló el gobierno amarillo en el país.
Lo dice nada menos que Bloomberg desde afuera de nuestras fronteras, desde el núcleo supuestamente más cercano a Cambiemos. Según los pronósticos de la importante agencia de noticias internacional especializada en finanzas, el peso caerá más de un 20%, el dólar llegará a $50 y la inflación se mantendrá entre “30 y 40%”.
La caída de Argentina, llamativamente por donde viene la definición, la describen desde el primer día de gestión del macrismo que "todo ha ido cuesta abajo desde allí". Para Bloomberg, claramente, según "los mercados de dividisas globales" Mauricio Macri es “el perdedor más grande del mundo”. Pero estos de Bloomberg solo ven el árbol. Los mayores perdedores del mundo somos el 95% de los argentinos. Y la mano no viene nada bien para este año.
La manipulación de las poblaciones no tiene límites éticos para los sectores dominantes, que son capaces de cualquier bajeza en aras de conseguir, mantenerse y acrecentar su poder. Maquiavelo las denominaba razones de Estado, en realidad, razones del poder. Todo aquello que amenace de alguna forma su poder se convierte en un blanco que debe ser destruido de cualquier forma.
Las redes están llenas de noticias falsas (fake news) que, en épocas de elecciones, ayudan a que personajes nefastos como el Felino Macri y el nazi Bolsonaro se conviertan en presidentes. Los discursos y relatos de los políticos del establishment neoliberal están llenos de datos falsos que nadie se preocupa de verificar, ya que es más fácil y económico incorporarlos y repetirlos como loros en cuanta ocasión se presente.
Consumir estos medios de comunicación sin un alerta crítico puede ser fatal. Por eso, aquí es fundamental buscar otras fuentes de información, aunque la tarea no sea fácil y nos obligue a invertir bastante energía y tiempo.
Esta sobre información tendenciosa es la contracara complementaria del silenciamiento. Esta sobre información es completamente tendenciosa. Esta información está relacionada con los opositores del modelo neoliberal y los gobiernos que lo encarnan. Sobre todo está dirigida a erosionar, debilitar, denostar y destruir a las figuras políticas de los sectores claramente críticos del neoliberalismo. El objetivo es claro y simple de entender en el marco de la lógica de las oligarquías: las figuras y líderes anti neoliberales deben desaparecer de las escena pública y del poder político.
En la lectura ingenua de los hechos, fenómenos y discursos es imposible distinguir la ficción de la realidad. Tanto es así que en las operaciones mediático-judiciales, basadas en mentiras, extorsiones y fraudes, montadas para erosionar y destruir la imagen de los funcionarios indeseables para el sistema no importan los resultados finales, esto es, la culpabilidad o inocencia, sino la instalación mediática de las acusaciones. Frente a una población acrítica y apolítica no es necesario demostrar judicialmente culpabilidades, sino que basta con la difusión mediática de las acusaciones.
Cuanta más inseguridad, mejor. El miedo es una excelente arma contra el razonamiento crítico, y los medios y el gobierno del marketing lo utilizan para controlar la opinión pública. Por otro lado, ya hablamos del nuevo ejército de trolls y los bots entrando en el campo de batalla, y podemos agregar que el gobierno amarillo gastó mas de 10 millones en tecnología propagandística.
El otro objetivo de la información tendenciosa es tapar y ocultar el desastre socio-económico que causan las políticas de ajuste. Al gobierno no le importan los impactantes números de la pobreza y de la desocupación, la destrucción de eslabones de la cadena productiva, la desaparición de 9.500 pymes registradas, etc. Lo único que pretende es llegar a las elecciones sin incurrir en el default, es decir no poder pagarle a los acreedores.
El advenimiento de las posverdades y las fake news nos llevó a una situación en la que las diferencias entre la ficción y la realidad cada vez son más imperceptibles (lo que hablamos en este espacio de la realidad de Philip K. Dick). Ya no hacen falta pruebas para acusar y condenar a las personas. Da lo mismo que sean cuadernos o fotocopias, que el arrepentido buchón sea un delincuente o un asesino. Basta que jueces, como Sergio Moro, tengan la convicción de que el acusado es culpable para condenarlo, porque las pruebas ya no importan. Los medios hegemónicos corporativizados condenan y los jueces obedecen.
En épocas de Lawfare no hacen falta pruebas, sino medios de comunicación monopólicos, buchones arrepentidos, testigos falsos, poder y capacidad para extorsionar, jueces corruptibles y una población ingenua y despolitizada que compre la estafa.
A pesar de todos los esfuerzos del gobierno amarillo y sus medios de comunicación de instalar una agenda más vinculada a la problemática de la inseguridad, los pesares económicos siguen azotando a los argentinos en medio de la crisis económica provocada por las medidas adoptadas por el FMI (Fondo Monetario Internacional) y Corporación Cambiemos. Una de las expresiones más dolorosas de esa recesión es el continuo cierre de negocios a lo largo y ancho del país. En La Plata: entre noviembre y diciembre los locales vacíos aumentaron un 40%, mientras que a nivel nacional, creció un 122% la tasa de locales vacíos en un año.
Pero no es ni mucho menos el único sector con serios problemas. La construcción cayó 31,8% en diciembre de 2018. La industria textil está al 43% y las pymes advierten: “No hay plafón para caer más” mientras cierran fábricas y quedan cientos de familias en la calle... y podríamos seguir mencionando desastres, pero creo que todos los conocemos y vivimos en carne propia, así que no vale la pena seguir amargándonos. Sólo debemos saber la dirección que toman los acontecimientos, una simple extrapolación matemática nos dice que el incumplimiento de los compromisos de deuda, por más ajuste que hagan, es inevitable. Así que vendrá más ajuste y además se hundirá del todo este Titanic ya en picada.
A raíz de lo que está pasando en Francia y en Europa con los chalecos amarillos ¿hasta dónde este movimiento ciudadano puede ser el freno de la aplanadora ultraderechista y liberal que barre el mundo?
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