Sólo los grandes espíritus son capaces de preservar por siempre el don de la dádiva. Menos aún son aquellos que lo despliegan incondicionalmente. Místicos en estado salvaje, diría el poeta Paul Claudel de individuos así. A éstos perteneció Keith Emerson, un hombre y nombre entregado a mundos de atmósferas y panoramas fabulosos, de fantasías tan predilectas y maravillosas como la música que destiló a lo largo de su vida. Sin embargo, con las alas deterioradas por tanto volar (acto que literalmente le causó la minusvalía en ambas manos y la secuela depresiva), el callejón que es la vida se le hizo entonces demasiado doloroso y decidió ponerle punto final. Emerson fue un artista al que a los 71 años de edad se le quebraron las vastas latitudes de la imaginación para seguir explorando. Murió el 10 de marzo de 2016 en Santa Mónica, California. El rock progresivo surgió en la segunda mitad de los sesenta, cuando los grupos trataron de integrar temas de la música académica a sus