No hay espacio, no hay lugar para la controversia y sería un arrebato errático atender a las prédicas negacionistas de nuevo cuño que llegaron de la mano de la narrativa inmoral de las nuevas derechas. El lenguaje y las retóricas de la barbarie han sido sepultadas rotundamente por la historia y por la propia justicia ordinaria argentina. Fueron crímenes contra la humanidad los perpetrados por la última dictadura cívico militar y esa decisión generó un respeto unánime en todo el mundo. Saldada así la cuestión, el reclamo de Memoria, Verdad y Justicia mantienen su entera vigencia cuando el país se encuentra amenazado por las tentativas regresivas más explícitas y deben ser leídas como parte de la historia reciente, pero también del presente y de lo que puede ocurrir por imperio de un nuevo estilo, salvaje y colonial que nos acecha. Por Eduardo Luis Aguirre La dictadura se montó en lo que por entonces se designaba como un nuevo orden mundial. Las derechas del anarcocapitalismo apar