Buenos Aires está sitiada: 22 mil policías locales, cinco expertos en seguridad mil extranjeros, 23 embarcaciones de guerra, tanques de guerra en las calles y más de 50 aeronaves de uso militar. En pleno siglo veintiuno hemos asistido a una especie de sepultura de lo que otrora fue una "nueva y orgullosa nación", devenida ahora en un renovado, vulgar y muy servil Nuevo Virreinato del Río de la Plata. Nuestro Felino Virrey no disimuló su corta inteligencia. En pleno G20 se terminaron de entregar las Islas Malvinas, y casualidad, al otro día ya en la TV Pública Argentina se refirieron a nuestras Malvinas como "Falklands". Además y siguiendo con la aplicación de la doctrina Chocobar, el macrismo ya legalizó (en el Boletín Oficial de hoy) el fusilamiento por la espalda, y por si fuera poco autorizó el trabajo esclavo de niños en las empresas tabaqueras. Una síntesis perfecta de la degradación nacional. Un momento que condensa una época de retrocesos inconcebibles desde la razón.
Los amarillos intentarán utilizar la ficción de la Cumbre para relanzar su agonizante gestión. Después de los días de feriado por la cumbre del G20, reapareció el Boletín Oficial de la Nación, y vino con novedades, como por ejemplo la Resolución 956/2018 de Patricia Bullrich sobre el uso de fuerza letal por las fuerzas de seguridad federales bajo su mando. En uno de sus artículos directamente permite que se dispare contra la persona que huye, lo cual configura un hecho gravísimo que tiende a la criminalización de la protesta social, a la persecución, a la represión, al gatillo fácil, etc. Esta nueva normativa le da sustentos legales a la policía, justificando que puedan disparar contra las personas en casos hoy prohibidos.
Relacionado con ello, Hermann Hesse, en su libro "El lobo estepario", plasma el sentimiento de angustia, desesperanza y desconcierto que se apoderó de la sociedad europea en el período entre-guerras y es un lúcido análisis sobre la locura de una época en la que agoniza lo viejo sin que haya nacido lo nuevo. En dicha obra critica mordazmente la sociedad burguesa ("la decadencia de la civilización"), dictadura invisible que anula los ideales del individuo primigenio y le transforma en un ser acrítico, miedoso y conformista que sedado por el consumismo compulsivo de bienes materiales pasa a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable.
Dichas reflexiones siguen vigentes casi un siglo más tarde, ya no solamente en territorio europeo. Hoy en nuestro país, se pueden escuchar mucho de que "El mundo volvió a la Argentina”, pero sin decir que volvieron sólo para llevársela en pala, dejando tierra y subsuelo arrasados y a millones de compatriotas en la miseria, sin trabajo ni educación ni salud pública, sin sistema jubilatorio y sin industrias ni esperanzas. Típico de los despreciables virreinatos que en el Siglo 18 expoliaban a los pueblos desde el puerto de Buenos Aires.
Es evidente que, más allá de que nos quieran vender que la cumbre del G20 revitalizó la imagen del Felino Macri y su gobierno de cara al año electoral, están buscando refuerzos para la pretemporada: fortalecer el blindaje mediático (Papel Prensa), sobreabundar en gestos de sumisión a papá Donald (embajada), garantizarse el financiamiento de campaña y darle cobertura legal de inmunidad al gatillo fácil, por si la cosa se complica por el lado de la protesta social.
En medio del G20, y luego de él, los medios de comunicación demuestran, otra vez, su alineación con el gobierno amarillo y su poder de periodismo autoritario que los enfrenta a los intereses de esta república. Ese autoritarismo, consecuente con la violencia policial en las calles, se concentró en mostrar y comentar todo lo intrascendente, todo lo frívolo, todo lo estúpido y todo lo negador de la durísima situación de vulnerabilidad en que están hoy millones de habitantes de este país. El muestrario de sonrisas serviles, vestidos fastuosos, menúes inalcanzables y escenarios desfigurados como el del Teatro Colón, estuvo al servicio de una esmeradísima labor de desinformación y frivolidad estúpida, que contrasta con la cruel realidad: la falta de recursos es la excusa para no darle la compensación a los jubilados que tuvieron una caída real de sus ingresos de al menos 18 por ciento. Por otro lado, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Naciones Unidades manifestó su preocupación por el "impacto negativo" de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que este año llevará a una pérdida de 20 puntos en los haberes previsionales.
En el punto 37 de las "Observaciones finales sobre el cuarto informe periódico de la Argentina", el informe dice textualmente:
De acuerdo a los datos oficiales, con el aumento del 7,78% que entra en vigencia este mes, las jubilaciones y pensiones y demás prestaciones de la Seguridad Social acumularán un incremento del 28,45% desde septiembre de 2017, último aumento con la anterior fórmula, que contrasta con el 47/48% de inflación prevista para este año.
Si esta comparación se extiende a septiembre de 2017, la pérdida se eleva a 26 puntos porque, además, el ajuste semestral pasó a ser trimestral, pero salteando el aumento de un trimestre, el de diciembre de 2017.
por eso, lejos, muy lejos de todas la estúpida tiliguería del G20 y del culebrón del Superclásico, el pueblo empobrecido tiene ante sí un solo camino: atravesar los muros de tantas indignidades para mejorar y construir otra sociedad, libre del peor recaudador del Imperio, del obsecuente contador del Fondo miserable, el lacrimoso traidor de la Patria derrumbada que llora en el Colón.
El daño ya está hecho. Lo realizado en estos tres años se constituye como la piedra basal de un no retorno advertido, más de un vez avisado y poco escuchado, tragedia que tristemente durará décadas; las noches neoliberales son extremadamente largas y siempre dejan huellas y muertos.
Los amarillos intentarán utilizar la ficción de la Cumbre para relanzar su agonizante gestión. Después de los días de feriado por la cumbre del G20, reapareció el Boletín Oficial de la Nación, y vino con novedades, como por ejemplo la Resolución 956/2018 de Patricia Bullrich sobre el uso de fuerza letal por las fuerzas de seguridad federales bajo su mando. En uno de sus artículos directamente permite que se dispare contra la persona que huye, lo cual configura un hecho gravísimo que tiende a la criminalización de la protesta social, a la persecución, a la represión, al gatillo fácil, etc. Esta nueva normativa le da sustentos legales a la policía, justificando que puedan disparar contra las personas en casos hoy prohibidos.
Relacionado con ello, Hermann Hesse, en su libro "El lobo estepario", plasma el sentimiento de angustia, desesperanza y desconcierto que se apoderó de la sociedad europea en el período entre-guerras y es un lúcido análisis sobre la locura de una época en la que agoniza lo viejo sin que haya nacido lo nuevo. En dicha obra critica mordazmente la sociedad burguesa ("la decadencia de la civilización"), dictadura invisible que anula los ideales del individuo primigenio y le transforma en un ser acrítico, miedoso y conformista que sedado por el consumismo compulsivo de bienes materiales pasa a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable.
"una persona que trata siempre de colocarse en el centro, entre los extremos, en una zona templada y agradable, sin violentas tempestades ni tormentas. Consiguientemente , es por naturaleza una criatura de débil impulso vital, miedoso, temiendo la entrega de sí mismo, fácil de gobernar. Por eso ha sustituido el poder por el régimen de mayorías, la fuerza por la ley y la responsabilidad por el sistema de votación. Es evidente que este ser débil y asustadizo, aun existiendo en cantidad tan considerable no puede sostenerse solo y en función de sus cualidades no podría representar en el mundo otro papel que el de rebaño de corderos entre lobos errantes..."Hermann Hesse - El lobo estepario
Dichas reflexiones siguen vigentes casi un siglo más tarde, ya no solamente en territorio europeo. Hoy en nuestro país, se pueden escuchar mucho de que "El mundo volvió a la Argentina”, pero sin decir que volvieron sólo para llevársela en pala, dejando tierra y subsuelo arrasados y a millones de compatriotas en la miseria, sin trabajo ni educación ni salud pública, sin sistema jubilatorio y sin industrias ni esperanzas. Típico de los despreciables virreinatos que en el Siglo 18 expoliaban a los pueblos desde el puerto de Buenos Aires.
Es evidente que, más allá de que nos quieran vender que la cumbre del G20 revitalizó la imagen del Felino Macri y su gobierno de cara al año electoral, están buscando refuerzos para la pretemporada: fortalecer el blindaje mediático (Papel Prensa), sobreabundar en gestos de sumisión a papá Donald (embajada), garantizarse el financiamiento de campaña y darle cobertura legal de inmunidad al gatillo fácil, por si la cosa se complica por el lado de la protesta social.
En medio del G20, y luego de él, los medios de comunicación demuestran, otra vez, su alineación con el gobierno amarillo y su poder de periodismo autoritario que los enfrenta a los intereses de esta república. Ese autoritarismo, consecuente con la violencia policial en las calles, se concentró en mostrar y comentar todo lo intrascendente, todo lo frívolo, todo lo estúpido y todo lo negador de la durísima situación de vulnerabilidad en que están hoy millones de habitantes de este país. El muestrario de sonrisas serviles, vestidos fastuosos, menúes inalcanzables y escenarios desfigurados como el del Teatro Colón, estuvo al servicio de una esmeradísima labor de desinformación y frivolidad estúpida, que contrasta con la cruel realidad: la falta de recursos es la excusa para no darle la compensación a los jubilados que tuvieron una caída real de sus ingresos de al menos 18 por ciento. Por otro lado, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Naciones Unidades manifestó su preocupación por el "impacto negativo" de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que este año llevará a una pérdida de 20 puntos en los haberes previsionales.
En el punto 37 de las "Observaciones finales sobre el cuarto informe periódico de la Argentina", el informe dice textualmente:
"El Comité está particularmente preocupado por el impacto negativo que la Ley 27.426 de reforma previsional, de 2017, tiene en la actualización de las jubilaciones y asignaciones familiares del Estado parte".Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Naciones Unidades
De acuerdo a los datos oficiales, con el aumento del 7,78% que entra en vigencia este mes, las jubilaciones y pensiones y demás prestaciones de la Seguridad Social acumularán un incremento del 28,45% desde septiembre de 2017, último aumento con la anterior fórmula, que contrasta con el 47/48% de inflación prevista para este año.
Si esta comparación se extiende a septiembre de 2017, la pérdida se eleva a 26 puntos porque, además, el ajuste semestral pasó a ser trimestral, pero salteando el aumento de un trimestre, el de diciembre de 2017.
por eso, lejos, muy lejos de todas la estúpida tiliguería del G20 y del culebrón del Superclásico, el pueblo empobrecido tiene ante sí un solo camino: atravesar los muros de tantas indignidades para mejorar y construir otra sociedad, libre del peor recaudador del Imperio, del obsecuente contador del Fondo miserable, el lacrimoso traidor de la Patria derrumbada que llora en el Colón.
El daño ya está hecho. Lo realizado en estos tres años se constituye como la piedra basal de un no retorno advertido, más de un vez avisado y poco escuchado, tragedia que tristemente durará décadas; las noches neoliberales son extremadamente largas y siempre dejan huellas y muertos.
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