Artista: Captain Beefheart & His Magic Band
Álbum: Safe as Milk
Año: 1967
Género: Rock psicodélico, RIO, experimental, poesía
Duración: 1:11:05
Nacionalidad: EUA
Cuando Don Van Vliet pasó a ser Captain Beefheart en el 65, ya amaba el blues y era amigo y rival de Frank Zappa. Realizó el par de cabriolas necesarias para lograr un contrato de grabación y después hizo lo que se le dio la gana.
Moe en el post “Captain Beefheart, el Lobo que Aúlla en la Noche”
Safe as Milk parece ser un disco totalmente hippy; Van Vliet no ha dejado aún los parámetros de la música de la época. Pero ya apunta hacia el estilo personalísimo que lo caracterizará después, constreñido aquí por la lógica de la producción comercial de la que se librará después, gracias a Frank Zappa, quien le daría auténtica —quizá excesiva— libertad creativa. Las influencias del blues y el folk son mucho más claras aquí pues parecen tratar a la tradición con delicadeza, sin romper demasiado con ella. Las rupturas que serán después su sello apenas se insinúan en la voz rasposa e histriónica y en algunos elementos de la instrumentación (como las chillonas guitarras de Ry Cooder), que definitivamente exceden lo que se producía entonces: ¡estamos en 1967! y ya Captain Beefheart suena diferente a los Beatles o a los Doors, por mencionar solo dos de las bandas más representativas de esos años a ambos lados del Atlántico. (Para recordar o saber más sobre este artista extraordinario, recomendamos visitar los posts anteriores sobre él).
La guitarra de Ry Cooder le puso elegancia al debut, Safe As Milk. Fue una ironía genial llamar ‘inofensivo como la leche’ a un disco que desestructuraba el andamio rockero con su blues díscolo y deforme.
Alfredo Rosso
La actitud iconoclasta ya está ahí; aparece en el “Dropout Boogie”, un boogie duro dedicado a la deserción, empezando por la escolar: “Ve a la escuela / simplemente no puedo”; continuando con la inserción laboral: “No puedo conseguir un empleo”, y terminando con la institución matrimonial: “Le dijiste que la amabas / llévala con tu mamá […] / adáptala / mantenla / adáptala adaptador / ¿y luego qué?”. Y luego la actitud antiinstitucional vuelve, entre otras, en “Plastic Factory”: “La fábrica no es lugar para mí / señor jefe, déjame ser”.
Como hará más adelante, Van Vliet incluye aquí también hermosas baladas: la triste, “I’m Glad” (“Estoy contento”) en la que juega con los sentidos y la rima de “contento” (glad) y “triste” (sad) para narrar la separación amorosa irremediable: estoy contento por los buenos tiempos que pasamos, estoy tan triste. Y la poderosamente poética “Where There’s Woman”: “Donde hay paz, una nubecita de música brilla hermandad / Donde hay amor, sería un niño si pudiera […] / Donde hay maldad, resplandece el blanco colmillo de un perro / Donde hay amor, se enciende una luz eterna”.
“Electricity” está más cerca de lo que Captain Beefheart logrará más adelante: experimental en forma e instrumentación, cuenta también con las alocadas modulaciones de la voz de Van Vliet. Como poema bien podría haber sido escrito por Marinetti en los tiempos de la vanguardia futurista: la electricidad es aquí el símbolo de lo que se necesita buscar para vencer a la oscuridad a través de una serie de metáforas de luz y sombra. También encontramos experimentación en el tema que cerraba el vinilo original: “Autumn’s Child”; una loca historia de desamor con la poética de Van Vliet que ha sido calificada de “surrealista” (aunque creemos que este término se utiliza sin ton ni son para cualquier cosa que parece carecer de sentido cuando casi siempre es el lector el incapaz de dárselo).
Un homenaje a la tradición del blues está en el cover de Robert Pete Williams —tremendo músico de Louisiana que trastocó las formas tradicionales del blues y usó afinaciones alternativas en la guitarra— “Grown So Ugly”, en la que se alude a la experiencia penitenciaria del autor, condenado a cadena perpetua por un asesinato en 1956 del que siempre argumentó que fue en defensa propia. “Descubierto” por etnomusicólogos en prisión, estos académicos consiguieron que la sentencia fuera reducida a 12 años y luego a libertad bajo palabra en 1958. Paradójica y trágicamente, la libertad bajo palabra, con obligación de trabajar 80 horas a la semana, le impidió seguir dedicándose a la música y no sería sino hasta mediados de los 60, cuando ya contaba más de 50 años de edad, que volvería a tocar y conocería cierto éxito. Van Vliet personifica vívidamente al autor en versos como “Salí de Angola / 1964 / Caminé hasta mi calle / Toqué la puerta de mi chica / Mi chica sale / Me pregunta quién soy / Y le digo, baby / Baby, ¿no reconoces a tu hombre? / Ella dijo mi hombre se fue desde 1942 / Y, déjame decirte Sr. Horrible / No se parecía a ti” (no ha faltado quien encuentre una referencia a la independencia de Angola en 1964, pero el tema habla de la prisión del estado de Louisiana, conocida como Angola, donde el autor estuvo preso).
“Yellow Brick Road” es folk casi puro y permite que destaque Cooder en la guitarra slide. Como siguiendo los pasos de Dylan en Highway 61 Revisited, el folk se electrifica en esta entrega sobre la vagancia, esa práctica idealizada en los tiempos hippies a partir de la novela On the Road de Jack Kerouac, y que aparece también, con gran ironía, en el sencillo del álbum, “Zig Zag Wanderer”.
La reedición digital de Safe as Milk de 1999 (la que estamos reseñando aquí) incluye una serie de bonus entre los que destaca el primero: “Safe as Milk [Take 5]”. Resulta interesante que el tema que da nombre al álbum no hubiera sido incluido originalmente, pero parece tener sentido pues se trata de un tema mucho más próximo al Van Vliet de Trout Mask Replica: experimental musical y poéticamente hablando, debe haber resultado demasiado peligroso para los productores de aquel disco inicial. Oírlo hoy, con toda la obra de Van Vliet en nuestro bagaje cultural, tiene mucho sentido, pero probablemente en 1967 habría ahuyentado a los posibles compradores del disco. Hay noise, versos realmente crípticos (nuevamente, surrealistas), ruptura del ritmo y la armonía y todo lo que caracterizará al Captain Beefheart que estaba fraguándose en ese momento. Entre los siete bonus hay dos instrumentales que prueban, además, que Van Vliet podía no tener formación musical alguna pero era un músico hecho (esa capacidad suya de mostrar a sus músicos cómo dar forma a lo que sonaba en su cabeza).
Los músicos aparecen en las fotos de carátula serios y de terno; una ironía gráfica si pensamos en las locuras que interpretan. “Seguro como la leche” es un título también irónico —quizá el valor fundamental del legado beefhartiano es su potente ironía— que recuerda toda la simbología psicoanalítica relacionada con el pecho, la leche, la nutrición, la provisión… y sus peligros.
Un artista polifacético, versátil, avezado e independiente que estaba al borde de transformar la música en 1967. Aquí tenemos el disco debut de una leyenda: ¡más Capitán Corazón de Bife para el blog cabezón!
Lista de Temas:
1. Sure 'Nuff 'n Yes I Do
2. Zig Zag Wanderer
3. Call On Me
4. Dropout Boogie
5. I'm Glad
6. Electricity
7. Yellow Brick Road
8. Abba Zaba
9. Plastic Factory
10. Where There's Woman
11. Grown So Ugly
12. Autumn's Child
13. Safe as Milk - Take 5 [bonus 99]
14. On Tomorrow [bonus 99]
15. Big Black Baby Shoes [bonus 99]
16. Flower Pot [bonus 99]
17. Dirty Blue Gene [bonus 99]
18. Trust Us - Take 9 [bonus 99]
19. Korn Ring Finger [bonus 99]
Alineación:
- Captain Beefheart / voz, harmónica, marimba, shinei
- Alex St. Clair Snouffer / guitarra
- Ry Cooder / guitarra en 1-12, bajo en 8 y 11
- Jeff Cotton / guitarra en 13-19
- Jerry Handley / bajo
- John French / batería
Músicos adicionales:
- Russ Titelman / guitarra en 12
- Milt Holland / log drum en 2 y 4, percusiones en 8
- Taj Mahal / percusiones en 7
- Sam Hoffman / theremin en 6 y (probablemente) 12
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