Artista: Egberto Gismonti
Álbum: Sol Do Meio Dia
Año: 1977
Género: Jazz Fusión / Latin Jazz
Duración: 50:39
Nacionalidad: Brasil
Año: 1977
Género: Jazz Fusión / Latin Jazz
Duración: 50:39
Nacionalidad: Brasil
Lista de Temas:
1. Palácio de Pinturas
2. Raga
3. Kalimba
4. Coração
5. Café / Sapain / Dança Solitária No. 2 / Baião Malandro
1. Palácio de Pinturas
2. Raga
3. Kalimba
4. Coração
5. Café / Sapain / Dança Solitária No. 2 / Baião Malandro
Alineación:
- Egberto Gismonti / 8-string guitar, kalimba, piano, wood flutes, voice, bottle
- Naná Vasconcelos / percussion, berimbau, tama, corpo[disambiguation needed], voice, bottle (tracks 2, 3 & 5)
- Ralph Towner / 12 string guitar (tracks 1 & 5)
- Collin Walcott / tabla, bottle (track 2)
- Jan Garbarek / soprano saxophone (track 5)
- Egberto Gismonti / 8-string guitar, kalimba, piano, wood flutes, voice, bottle
- Naná Vasconcelos / percussion, berimbau, tama, corpo[disambiguation needed], voice, bottle (tracks 2, 3 & 5)
- Ralph Towner / 12 string guitar (tracks 1 & 5)
- Collin Walcott / tabla, bottle (track 2)
- Jan Garbarek / soprano saxophone (track 5)
Y vuelve Gilgamesh y otra vez nos trae sorpresas!
Uno de los mas amplios compositores e intérpretes de Brasil, tanto en lo folklórico, lo académico y la fusión o la mixtura entre ambos. Este disco lo grabó luego de su primera experiencia conviviendo con la tribu Yawaiapiti, en el alto do Xingú, del Amazonas. La guitarra de Gismonti suena como un animal salvaje corriendo por la selva (o en su defecto, por la sabana). O su pinao suena suave, con toda la ternura de la naturaleza...
After his 1976 debut on ECM, the stunning Danca Das Cabecas with percussionist Naná Vasconcelos, Gismonti returned the following year with this impressive combo outing. Actually, the album consists of a mix of solo pieces and cuts with various partners, in both duo and trio formats. He penned all the material and shines throughout. The guest do the same, with special mention going to guitarist Ralph Towner, percussionist Colin Walcott, tenor saxophonist Jan Garbarek, and Vasconcelos. Highly recommended.
Gismonti captura la complejidad del alma brasileña, a veces de forma primitiva, a veces sofisticada, y la proyecta con una visión muy personal dónde están presentes sus muchos años de formación clásica, y dónde el papel del jazz juega un rol fundamental.
En 1974 acepta una invitación para dar un concierto en Berlin para el que invita a Hermeto Pascoal y Naná Vasconcelos. Durante este viaje conoce al presidente de ECM, Manfred Eicher, quien le invitaría en el 75 para grabar con ellos.19 trastes
Desconociendo la importancia que a la larga íba a tener este sello, va posponiendo el proyecto hasta finales del 76, cuando acepta pensando que va a grabar con su grupo "all-stars" compuesto por Robertinho Silva en la percusión, Luis Alves en el bajo y Nivaldo Ornelas en el saxo y la flauta.
Pero la altísima tasa de salida de Brasil que el gobierno de la dictadura militar había impuesto de 7.000 dólares, hace que se decida a emprender el proyecto él sólo.
La casualidad quiso que encontrara al genial percusionista Naná Vasconcelos durante un viaje por Noruega, al que contó el proyecto y quien aceptó sin demasiado entusiasmo. El resultado fue su aún hoy muy repurado disco Dança das Cabeças, aunque inicialmente provocó todo tipo de controversias y desubicaciones, debido a lo inclasificable de su música.
En Inglaterra fue galardonado como mejor disco pop. En Estados Unidos como mejor disco de música de folklore extranjero. En Alemania, como gran obra de música clásica.
Dança das Cabeças cambió la vida de ambos. A partir de entonces Naná era requerido desde cualquier lugar del mundo para grabaciones y conciertos. Egberto, sin embargo, volvió a Brasil y se dedicó a investigar en la música de la Amazonia, cosa que ya había hecho en profundidad Vasconcelos con anterioridad a él. Su interés por la música de los indios le llevó a pasar periodos en la selva viviendo en tribus.
Dos años después grabaría también en ECM Sol do Meio-Dia junto al saxofonista Jan Garbarek, al percusionista Colin Walcott, y al guitarrista Ralph Towner, con amplia aceptación internacional. De su siguiente disco, Solo, grabado al año siguiente, sólo en EE.UU. se venderían más de 100.000 copias.
Un disco hermoso, yo es la primera vez que lo escucho, y se los recomiendo. Entre otros músicos, tocan Ralph Towner, y el saxofonista noruego Ian Garbarek, gran exponente del jazz europeo.
Nuestro queridísimo Gilgamesh trabajó en el finde rescatando los reportajes de "Expreso Imaginario" con Egberto y Hermeto en Noviembre del '78. Muy cómico los palos que les tiran a Corea y McLaughlin. Acá presentamos el reportaje y, por supuesto, los discos ripeados por el propio Gilgamesh!
LA DANZA DE LAS CABEZAS
En este momento, Egberto Gismonti está pasando al primer plano mundial dentro de las nuevas corrientes musicales. La crítica europea agoto los sinónimos de sus diccionarios tratando de describir la música que presento, acompañado por el percusionista Nana Vaconcelos, durante su gira por el viejo continente, junto a Keith Jarret y el grupo Oregón. Aparentemente, obligo a los redactores a despertar de su habitual letargo con exclamaciones como: "Esto sí que es nuevo!”. Y no es que se trate de un show portentoso ni de un sorprendente alarde de virtuosismo. Tampoco es aquel "exótico sudamericano" que recuerda a una tarjeta postal. Es un hombre simple, que toca el piano, la flauta y la guitarra acústica con un sentimiento Incomparable, presentando una música riquísima armónicamente, pero también llena de vida y gracia. Sus discos tienen ese mismo calor, ese impresionante fuego interno. Y también se ganan a la crítica mundial. "Danza das cabezas" fue calificado como el mejor disco del año por la prestigiosa revista Down Beat, su “Sol do Meio Día", basado en sus experiencias con los Indios Xingú, fue aplaudido en Europa.
Lo más notable del asunto es que Gismonti (como sus colegas Hermeto Pascoal, Airto Moreira, los hermanos Fatorusso), está siendo escuchado en todos lados menos en su propio continente, porque los sudamericanos siguen esperando las últimas noticias llegadas de afuera.
Hablar con Egberto es un placer. Para un hombre que está en lo mejor de su carrera, es Increíblemente abierto, directo, sincero. No tiene vueltas para decir lo que piensa, y lo que piensa es tan saludable y real que te queda girando mucho tiempo en la cabeza, refrescándola.
He aquí, pues, Egberto Gismonti. He aquí la danza de las cabezas.
Quisiera que empezáramos hablando de Academia de Danzas, tu grupo.
Este grupo existe hace ya cuatro años. La formación ha cambiado bastante, sin embargo, El nombre "Academia" se refiere un poco a esa posibilidad de variaci6n. Comenz6 con Robertinho, batería, Luis Alves, contrabajo, y Nivaldo Ornellas» saxo. Despu6s sali6 Nivaldo y entr6 Mauro Senise. También salió Luis y entro Waldecir. Finalmente salieron Waldecir y Eobertinho y entraron Ze Eduardo en batería y Zeca Azumpcao en bajo. Una de las cosas curiosas de Academia de Danzas es que todas las veces que hubo cambios en la formación tuve la gran suerte de encontrar músicos totalmente preparados para este tipo de música.
Robertinho Luis y Nivaldo antes tocaban con Milton Nascimento, formando el grupo
Som Imaginario. Ze y Zeca antes tocaban con Hermeto Pascoal. Entonces ya estaban muy entrenados y acostumbrados a tocar juntos.
En los temas esta todo escrito de antemano?
Mira: como primera medida, no es la música lo que nos interesa tanto, sino la historia que va a ser contada a través de esa música. Yo no tengo a la música como objetivo. Es nada más que un lenguaje. Escalas, acordes, melodías, todas esas cosas están allí para ser usadas. Como las palabras. A nadie le interesa demostrar su capacidad de hablar. Lo que importa es lo que se dice.
Hay mucha gente que se queda en la técnica y el lenguaje, tanto en el periodismo como en la música.
Claro! (risas). El objetivo principal que tengo es estimular a las personas al acto creativo. Me parece mucho más importante que hacer música hacer pinturas, hacer poesías, poder vivir creativamente. La vida es más importante que el arte. Y nuestra música pretende estimular eso. Tengo la certeza de que lo que hacemos no tiene, para el que está oyendo, ninguna dificultad técnica. No es una música de malabarismos técnicos. Es una música que
se puede hacer con botellas, peines, y golpeando mesas.
Cada uno de nosotros tiene sus propios límites. Puede ser un límite creativo, técnico, de inteligencia, de conocimientos, lo que sea. Y yo creo que lo que cuenta es estar siempre en nuestro límite. Esto es algo que yo aprendí con los indios Xingu. En la medida que uno
consigue eliminar todo sentimiento de rivalidad, uno puede ser lo que realmente es. Mi gran interés es que mi música sea tan actual como el día que estoy viviendo. Yo no quiero estar adelante del día de hoy, 17 de septiembre. Yo estoy en el 17 de septiembre. No quiero estar en el año 80, ni en el 61. Ese es el propósito del grupo. Y allí viene la respuesta a tu pregunta, Por todo esto que te estoy explicando, la música no está escrita. Porque al estar escrita imposibilita esa permanente actualidad. Sobre todo para nosotros, los latinoamericanos que no tenemos una tradición, una historia musical.
Pero vos manejas todos los elementos de la escritura y la composición...
Si! Claro que los manejo!. Pero por mis conocimientos teórico-musicales que yo tenga, por más que los practique, en un sudamericano la intuición es mucho mayor que el potencial teórico. Por supuesto, la escritura musical organiza los elementos que deben ser utilizados. En lugar de tardar cuatro horas en sacar un tema, el grupo, leyendo lo puede aprender en diez minutos. Todo el mundo lee música muy bien. Yo paso tres o cuatro meses sin tocar con este grupo, porque estuve viajando por E.E.U.U. y Europa. Ensayamos apenas un día para presentarnos en el Festival. Pero toaos nosotros tocamos todo el tiempo, aunque sea separados. Y cuando nos reunimos venimos enriquecidos por todas esas experiencias, Y, sabiendo leer, los temas se aprenden enseguida.
Como ves el ambiente musical en los Estados Unidos?
Pésimo. Como consecuencia de la gran industrialización del mercado del disco vino una industrialización existencial. Como el norteamericano medio no tiene cultura propia, no tiene raíces, la masa de información que lo rodea lo arrastra. Y la relación entre las personas es mínima.
A mí no me gustaría vivir allí. Tenía un contrato con una compañía americana, pero lo anule. Ahora gravo en una compañía alemana, la S.M., y la Warner los (distribuye en Estados Unidos, Canadá y Japón). Rescindí ese contrato porque no soy suficientemente fuerte para aguantar la presión americana y continuar con mi música. Cuando me quedo allí seis meses pierdo mi naturalidad. Hay mucho dinero de más dando vueltas. Yo no creo en las cosas que vayan más allá de lo natural. Si cinco años atrás me ofrecían seis dólares por un show, lo hubiera aceptado porque era natural. Si hoy en día me ofrecen seis, yo no aceptaría porque sería mucho menos, comprendes? Pero si me ofrecen seiscientos me parecería demasiado. Es un ejemplo, pero quiere decir que procuro mantenerme dentro de mi limite, no quiero ni de mas ni de menos. Claro que este criterio es muy loco, porque soy yo el que determino mis límites, pero yo tengo absoluta certeza de estar haciendo un trabajo
gradual, progresivo, en estos diez años que llevo como profesional No pretendo disputar la posición de nadie, estoy construyendo mi posición. No quiera ser el "mejor pianista", ni nada de eso.
Que tal la gira europea que hiciste con Jarrett y Oregón?. Los criticos europeos se deshicieron en alabanzas a tu trabajo.
Fue muy importante esa gira. EI hecho de tener a Keith Jairett nos posibilito tener público para tocar en salas muy grandes las mejores salas de Europa. Y era un público dispuesto a escuchar.
A pesar de la industrialización?
Es que esta música. la progresiva, o el jazz-rock-latino, o no sé qué rotulo ponerle, es parte de esta época. Lo que sucedió en los últimos diez años, histórica y socialmente hablando, fue un cambio radical. Nosotros somos hijos de una sociedad muy industrializada, pero esta generación precisa volverse a la naturaleza. En general, esa necesidad es inconsciente, pero en muchos de nosotros es consciente. A mí me parece que lo más importante para el
hombre es encontrar el equilibrio entre naturaleza y cultura. Ahora estamos muy desequilibrados. Tenemos mucha cultura y poca naturaleza. Cuando digo naturaleza no me refiero a plantas y árboles, me refiero a la naturaleza del hombre. Felizmente eso está reapareciendo poco a poco, sea por los hippies. sea por el rock, sea por Miles Davis o Salvador Dalí. Ese público que hoy existe no está interesado en entender la música como cosa técnica. El público no necesita "entender" las melodías si nosotros, que estamos tocando, apenas las entendemos seis meses después. El público percibe la emoción que esa música trae, y a partir de eso, hace otras cosas. Hay un intercambio muy grande. El músico
toca y el público responde con otra cosa que estimula al músico a tocar otra vez. Se esta
produciendo eso, y los músicos reflejan la necesidad que tiene la gente de estar junta.
Ahora estamos mucho más juntos –como personas, músicos, todo-, de lo que estábamos hace diez años.
En tu concierto del Festival, había un clima muy especial, la gente estaba muy atenta y concentrada...
Lo mismo me sucedió en Estados Unidos y Europa. Es un tipo de música que propone atención, pero no atención para entender...
Es como un viaje... Yo sentía que es como una caminata por un bosque, el ir y venir de los ruidos de los árboles y el canto de los pájaros...
Si, exacto! Sentís muy bien! Esa es la historia que estamos contando. Es como la historia de una caminata por un bosque. Hay momentos que hay sol, hay momentos oscuros, hay momentos que hay pájaros, hay momentos en que aparecen las fieras. A mí me emociona mucho que las personas puedan percibirlo. Nosotros estamos muy apurados normalmente, y sacamos conclusiones demasiado rápidas. Hay mucha información y las emociones están industrializadas. Y es muy emocionante para mi entrar a una sala para tocar 45 minutos, y
que nosotros toquemos una hora cuarenta y el público este relajado y quiera seguir escuchando.
Yo tengo la impresión de que la gente de este grupo, "Academia de Danzas", y también los del grupo de Hermeto Pascoal, gozan cuando tocan. Eso es algo que no pasa normalmente con los músicos brasileros, que se ponen tensos y serios ara hacer música. Los argentinos también se ponen muy serios. Yo tengo como objetivo de mi vida lograr una total libertad como músico y como hombre -sea políticamente, socialmente, o económicamente-. Como hombre no gozo de mucha libertad en esta sociedad, y a todos nos pasa lo mismo. Pero creo que una de las soluciones es buscar la libertad a partir de ano mismo. Trabajar por nuestra propia libertad, y entonces la libertad conjunta será mucho mayor, me parece. Yo procuro tener esa libertad hasta cuando toco; y cada músico tiene la misma libertad que yo dentro del grupo. Nosotros estamos tocando juntos porque queremos la misma cosa, no ponque
yo esté pagando bien o tenga un buen contrato. En este momento, lo que hago produce beneficios económicos, pero cuando todavía no los producía. hace tres o cuatro años, también estábamos juntos.
El Flautista toco también con la Rio Jazz Orquesta, pero se notaba que en tu grupo se sentía más libre
Claro! Porque esta música que estamos tocando tiene un poco de cada uno de nosotros. Los arreglos se hacen a partir los músicos, no de la música. Si yo escribo algo bonito, pero uno de los músicos no lo siente, ya no me interesa. Porque la música tiene que salir de los músicos, o si no, yo dejaría de tocar y me dedicaría a escribir música, sin importarme quien la toca. O uno compone pensando en el grupo, junto con el grupo. A mi entender, no funciona dejar un espacio para que el músico haga un solo que lo satisfaga y nada más.
El músico tiene que gozar con todo lo que hace, tiene que sentirse libre todo el tiempo. El público percibe que cada cosa que tocamos la tocamos con ganas. Y no tenemos límites para nada de lo que hacemos. Entonces, sobre el escenario no existe ninguna preocupación. Los músicos tenemos convenciones establecidas. Siempre hay un esquema que determina que de tal instrumento pases a tal otro. Ustedes vieron nuestra actuación de la tarde en el
Festival? Allí me olvide de tocar ese instrumento hecho con cañas, y agarre la guitarra. Y los otros músicos me siguieron, y nos metimos en otra música. Todo bien porque lo que pasa es que la sociedad forma patrones de conducta enseguida. Uno se acostumbra a repetir su conducta. Los medios de comunicación meten patrones en la cabeza de la gente. La belleza femenina tiene que ser de tal manera, la música tiene que ser así y así, las artes plásticas también tienen su patrón, su medida fija.
Y la industria fonográfica?
Llego a tal punto de industrialización que todo está permitido. Voy a darles un ejemplo de mi experiencia personal. Hace algunos meses pase por Nueva York para hacer una gira, y me entere de que, entre otros premios, mi disco "Danza das Cabezas" habla ganado una encuesta de música pop. Lo que demuestra que todo es una locura, porque mi música no tiene nada de pop. Pero es óptimo, porque llegue a un punto de mi carrera profesional en que puedo hacer lo que quiero. En las entrevistas puedo hablar de los Xingu o de la vida
Misma, puedo hacer cualquier cosa Si quiero cantar una hora y media, lo podría hacer. Si quisiera contar chistes en el escenario, también lo podría hacer (risas).
Que es ese instrumento de cañas?
Es una flauta que viene de Tailandia, No sé cómo se llama ni como es la manera tailandesa de tocarlo. Yo lo llamo "bambuzar” porque son varios bambúes agrupados. El primero que conseguí fue en Nueva York. Salen unos acordes muy raros. Ahora uso muchos instrumentos extraños para reemplazar al sintetizador.
Estas abandonando los teclados electrónicos?
Yo estaba tocando muy parecido a otra gente. No lo sentía como una cosa mía. Sigo tocando y buscando cosas, pero no los uso ni en shows ni en grabaciones. No los voy a usar hasta que los sienta más cómodos y propios como el piano, la flauta, o la guitarra. No quiero imitar a Herbie Hancock (hace una imitación de Hancock con la boca), ni a George Duke (imita a Duke) ni al mismo Chick Corea, que me parece pésimo. Corea es uno de mis pianistas preferidos, y desgraciadamente ahora está haciendo esa porquería de música. Digo
desgraciadamente porque yo necesito música para vivir, y ahora tengo uno menos para escuchar, la última vez que lo vi era una cosa muy eléctrica. No me gusta, mucho chillido (chilla como un sintetizador). El tipo que sabe usar ese instrumento con gusto y calidad es Joe Zawinul, de Weather Report. Ese si me gusta. Ojo, que yo no estoy calificando ni criticando la música de ellos. Estoy diciendo que no me gusta, no me produce ninguna emoción. A mí no me gusta analizar las cosas técnicas ni teóricamente. Me gusta escuchar y sentir.
Hijo de padre libanés y madre italiana, y crecido en un pequeño pueblo del estado de Río llamado Carmo –nombre al que homenajeó con el de uno de sus discos y con el de su propio sello, que distribuye ECM–, funda su historia en esas herencias. "En Líbano se hablaba francés y se aspiraba la cultura francesa de Italia. El instrumento musical por antonomasia era el piano. Y mi padre quería que tocara piano. De Italia llegaban las serenatas y éstas, ya se sabe, se acompañan con guitarras, por lo que mi madre quería que tocara ese instrumento. Y lo que llegaba de la calle era el frevo y el choro. Creo que terminé juntando todo eso". Gismonti, en todo caso, no sólo juntó el piano y la guitarra sino tradiciones musicales populares y académicas. Pero ese anhelo tan caro al siglo XX –un arte popular con el nivel de complejidad de las formas altas– en el caso de Gismonti se corporizó de una manera inusualmente feliz. Porque el brasileño permite un libre tránsito entre materiales y procedimientos de distintas fuentes, pero parte de una regla de hierro que la mayoría ignora. Cuando desarrolla un material, se ciñe a lo que ese material tiene y propone. No hace injertos, ni coloca solos de jazz en un choro. Si su tema es una melodía de dos notas recopilada en el pueblo Xingú del Amazonas, los solos partirán de esa pequeña escala y no de otra. "Nada de eso es consciente, por supuesto, un tema siempre dicta cómo deberá seguir".
Inspired by his time spent with the Xingu Indians of the Amazon, to whom the album is also dedicated, Sol Do Meio Dia (Midday Sun) is a consistently intriguing transitional album from multi-instrumentalist Egberto Gismonti. With him are percussionists Nana Vasconcelos and Collin Walcott and guitarist Ralph Towner, as well as Jan Garbarek on soprano saxophone for a brief spell. At this point in his career, Gismonti was beginning to fill in the porous sound of his 8-string guitar. To this end, Vasconcelos and Walcott flesh out much of the dizzying rhythmic space that defines his sound, while Towner’s 12-string laces the background with more explicit chording. Walcott traces magical circles in “Raga,” for which Gismonti engages us with nimble fingerwork on the guitar’s highest harmonics. Thus begins a chain of sporadic bursts acting in dialogue. With modest virtuosity, the musicians run hand-in-hand down this ecstatic path of music-making to an even more specific sound, this time marked by kalimba and thumb piano. Gismonti’s shrill flute and wordless chanting here recall the work of CODONA. “Coração” is a rich solo and, along with the album’s closer, is a perfect exposition of Gismonti’s notecraft. The disc finishes with a 25-minute suite. Garbarek makes his only appearance in the opening section, which glows with his mournful ululations. An inviting solo from Towner opens the ears to another fluted passage anchored by percussion and handclaps. One can feel the forest at such moments as if it were living and breathing all around us.ECM Reviews
The combination of musicians is pure ECM and reflects the brilliant casting of producer Manfred Eicher. As airy as Sol Do Meio Dia sounds, it is also weighted with a certain nostalgia that is difficult to quantify. Like a memory, its actors are always out of focus even when their intentions ring clear. And in the end the intentions are what it’s all about.
Y sí, esto nos faltaba en el blog, acá lo tenemos. Gracias a Gilgamesh y todos ustedes...
Prometido y cumplido...
ResponderEliminarEs un privilegio escuchar a Egberto y a otros gigantes presentes en este disco como Naná o Jan Garbarek en lossless...
No saben lo agradecido que estoy de este blog...
Gracias Andrés! y a disfrutar carajo!!
EliminarAviso que estoy por mandar el que para mi es "EL DISCO" fundamental de Gismonti, No Caipira---------------------------------------------Gilgamesh61----------------------------
Eliminar¿y en vuestra sublime generosidad quedará el "Academia de Danças" de 1974?
EliminarAndrás, si, lo puedo publicar, haceme acordar al final de la semana que viene, espero ya tener internet para ese entonces, y lo publico.
EliminarTe pregunto: ¿te animás con el review de ese disco?
Saludos!!!!
Sería un honor... ¿cual es el mail del blog -o tuyo- para enviar el review?
Eliminarmo.381.u5.8 arroba gmail punto com
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