La ley CISPA, considerada por algunos como la sucesora de las leyes SOPA y PIPA recibe su primera y casi definitiva aprobación sin casi tiempo para conocer su contenido. Seguramente todos nos veremos afectados por esta queridísima ley, y no solo en el funcionamiento de este blog, sino en todo orden relacionado con el uso que le damos a Internet, aunque esté en yankilandia, aunque aparentemente no nos veamos involucrados, aunque digan que sus motivos sólo sea en referencia al terrorismo, seguramente ahí estarán las grandes corporaciones metiendo sus narices ahora que lo podrán hacer. O sea, muy malas noticias para todos.
La propuesta permitiría el espionajes de las empresas en los usuarios compartiendo luego la información privada con el gobierno federal y otras compañías no tipificadas con casi total inmunidad de responsabilidad civil y penal. Se crea una especie de “ciberseguridad” única a todas las leyes vigentes. Con la propuesta y su vaguedad en el lenguaje utilizado, una empresa como Google, Intel, Facebook, Microsoft, Oracle, Twitter o AT&T podría interceptar sus correos electrónicos y mensajes en la red o la misma información guardada en las PCs, y enviar copias al gobierno o terceros e incluso a modificar las comunicaciones de los usuarios o impedir que lleguen a su destino si se ajustan al plan tipificado para detener las amenazas sobre "ciberseguridad".
Acá va un texto esclarecedor publicado en varios sitios, hay más información si quieren buscar, y ninguna es alentadora.
A continuación el texto completo...
CISPA, Cyber Intelligence Sharing and Protection Act (HR 3523) o Ley de Intercambio y Protección de Información de Inteligencia Cibernética, es una norma ya aprobada por el Congreso de los Estados Unidos con la que se crean medidas extraordinarias de protección de los intereses de este país, dirigidas a contrarrestar todo tipo de amenazas on-line.
Entre los objetivos fundamentales de CISPA encontramos la posibilidad de garantizar la protección de los sistemas informáticos; investigar y perseguir delitos cibernéticos; evitar ataques contra la seguridad personal y física de los ciudadanos de Estados Unidos; prevenir la comisión de actividades relacionados con la explotación sexual, la pornografía infantil o el secuestro de menores a través de la red, y proteger la seguridad nacional del país y la de sus intereses.
Aprobada recientemente por el Congreso norteamericano gracias a 248 votos a favor (206 representantes republicanos y 42 demócratas) y 168 votos en contra, la Ley CISPA otorga facultades (que no obligaciones) a todas aquellas empresas que operen en Internet, para compartir, cuando así lo decidan, con el Gobierno norteamericano datos sospechosos de menoscabar los objetivos señalados por la ley (ver párrafo anterior). De aprobarse definitivamente la ley, cualquier compañía podrá "chivar" todo tipo de comunicación que considere atente o pueda atentar contra la seguridad online sin los requerimientos legales y/o judiciales que actualmente se exigen para este tipo de prácticas y con una total impunidad por dicho "chivatazo".
Pese a que el fin perseguido por la norma pudiera parecer razonable en determinados casos, lo cierto es que su ambigüedad, plasmado en una falta de concreción sobre qué constituye una amenaza informática, así como la creación por la misma norma de un desequilibrio entre la libertad y la seguridad de los usuarios, hacen que CISPA pueda ser una merma definitiva de la privacidad del usuario en la red, que acabe con Internet como el espacio de libertad que hemos conocido desde su popularización hace cerca de 20 años.
Además de lo anterior, la norma también cabe ser usada para prevenir el robo online de propiedad intelectual (también llamado piratería) en la medida en que la falta de concreción señalada hace que, según quien la interprete cualquier interés nacional en riesgo de sufrir un ataque online pueda justificar la adopción de las medidas aprobadas por la ley.
CISPA establece que se pueda transmitir información relacionada con posibles amenazas informáticas o que pueda suponer un riesgo para la seguridad nacional, como datos personales incluidos en correos electrónicos, mensajes de texto, publicaciones en redes sociales o cualquier otra forma de comunicación o intercambio electrónico.
La legislación, todavía pendiente de ratificación durante los próximos días por el senado, ha reabierto el debate sobre el difícil equilibrio entre la seguridad y los derechos y libertades, así como cuál de estos valores debe primar frente al otro. Pese a que el senado es actualmente una cámara de mayoría demócrata, no se espera que esto suponga una barrera contra su definitiva aprobación. Como una última instancia, cabría el posible veto del presidente Obama que, aunque no se cree que vaya a usarlo, ya ha mostrado parcialmente su disconformidad con los términos de la citada norma.
A diferencia de lo que sucedía con SOPA y PIPA que recibieron el rechazo de Google, Wikipedia, Mozilla, Twitter, Yahoo, Foursquare o Amazon, esta nueva norma ya tiene el apoyo de compañías como Facebook, Oracle y Microsoft bajo el argumento de que CISPA supone una mejora sustancial del acceso a la información sobre las amenazas cibernéticas que no obliga, sino permite a las compañías ponerla en práctica.
Por su parte los detractores de la norma califican a CISPA como una auténtica ley de ciberespionaje al suponer de facto una serie de nuevos mecanismos de control y represión para actividades "non gratas" llevadas a cabo en la Red, y que supondría una definitiva vulneración de la libertad en Internet y de la privacidad de los internautas.
Todos aquellos que quieran profundizar en los aspectos y detalles que trae la nueva ley CISPA pueden encontrar a su texto desde http://www.docstoc.com/docs/118456990/CISPA-Full-Text donde encontrar de primera mano toda la información acerca del poder concedido para el control de las comunicaciones en Internet.
Alvaro Martínez Guaita
La propuesta permitiría el espionajes de las empresas en los usuarios compartiendo luego la información privada con el gobierno federal y otras compañías no tipificadas con casi total inmunidad de responsabilidad civil y penal. Se crea una especie de “ciberseguridad” única a todas las leyes vigentes. Con la propuesta y su vaguedad en el lenguaje utilizado, una empresa como Google, Intel, Facebook, Microsoft, Oracle, Twitter o AT&T podría interceptar sus correos electrónicos y mensajes en la red o la misma información guardada en las PCs, y enviar copias al gobierno o terceros e incluso a modificar las comunicaciones de los usuarios o impedir que lleguen a su destino si se ajustan al plan tipificado para detener las amenazas sobre "ciberseguridad".
Acá va un texto esclarecedor publicado en varios sitios, hay más información si quieren buscar, y ninguna es alentadora.
A continuación el texto completo...
CISPA, Cyber Intelligence Sharing and Protection Act (HR 3523) o Ley de Intercambio y Protección de Información de Inteligencia Cibernética, es una norma ya aprobada por el Congreso de los Estados Unidos con la que se crean medidas extraordinarias de protección de los intereses de este país, dirigidas a contrarrestar todo tipo de amenazas on-line.
Entre los objetivos fundamentales de CISPA encontramos la posibilidad de garantizar la protección de los sistemas informáticos; investigar y perseguir delitos cibernéticos; evitar ataques contra la seguridad personal y física de los ciudadanos de Estados Unidos; prevenir la comisión de actividades relacionados con la explotación sexual, la pornografía infantil o el secuestro de menores a través de la red, y proteger la seguridad nacional del país y la de sus intereses.
Aprobada recientemente por el Congreso norteamericano gracias a 248 votos a favor (206 representantes republicanos y 42 demócratas) y 168 votos en contra, la Ley CISPA otorga facultades (que no obligaciones) a todas aquellas empresas que operen en Internet, para compartir, cuando así lo decidan, con el Gobierno norteamericano datos sospechosos de menoscabar los objetivos señalados por la ley (ver párrafo anterior). De aprobarse definitivamente la ley, cualquier compañía podrá "chivar" todo tipo de comunicación que considere atente o pueda atentar contra la seguridad online sin los requerimientos legales y/o judiciales que actualmente se exigen para este tipo de prácticas y con una total impunidad por dicho "chivatazo".
Pese a que el fin perseguido por la norma pudiera parecer razonable en determinados casos, lo cierto es que su ambigüedad, plasmado en una falta de concreción sobre qué constituye una amenaza informática, así como la creación por la misma norma de un desequilibrio entre la libertad y la seguridad de los usuarios, hacen que CISPA pueda ser una merma definitiva de la privacidad del usuario en la red, que acabe con Internet como el espacio de libertad que hemos conocido desde su popularización hace cerca de 20 años.
Además de lo anterior, la norma también cabe ser usada para prevenir el robo online de propiedad intelectual (también llamado piratería) en la medida en que la falta de concreción señalada hace que, según quien la interprete cualquier interés nacional en riesgo de sufrir un ataque online pueda justificar la adopción de las medidas aprobadas por la ley.
CISPA establece que se pueda transmitir información relacionada con posibles amenazas informáticas o que pueda suponer un riesgo para la seguridad nacional, como datos personales incluidos en correos electrónicos, mensajes de texto, publicaciones en redes sociales o cualquier otra forma de comunicación o intercambio electrónico.
La legislación, todavía pendiente de ratificación durante los próximos días por el senado, ha reabierto el debate sobre el difícil equilibrio entre la seguridad y los derechos y libertades, así como cuál de estos valores debe primar frente al otro. Pese a que el senado es actualmente una cámara de mayoría demócrata, no se espera que esto suponga una barrera contra su definitiva aprobación. Como una última instancia, cabría el posible veto del presidente Obama que, aunque no se cree que vaya a usarlo, ya ha mostrado parcialmente su disconformidad con los términos de la citada norma.
A diferencia de lo que sucedía con SOPA y PIPA que recibieron el rechazo de Google, Wikipedia, Mozilla, Twitter, Yahoo, Foursquare o Amazon, esta nueva norma ya tiene el apoyo de compañías como Facebook, Oracle y Microsoft bajo el argumento de que CISPA supone una mejora sustancial del acceso a la información sobre las amenazas cibernéticas que no obliga, sino permite a las compañías ponerla en práctica.
Por su parte los detractores de la norma califican a CISPA como una auténtica ley de ciberespionaje al suponer de facto una serie de nuevos mecanismos de control y represión para actividades "non gratas" llevadas a cabo en la Red, y que supondría una definitiva vulneración de la libertad en Internet y de la privacidad de los internautas.
Todos aquellos que quieran profundizar en los aspectos y detalles que trae la nueva ley CISPA pueden encontrar a su texto desde http://www.docstoc.com/docs/118456990/CISPA-Full-Text donde encontrar de primera mano toda la información acerca del poder concedido para el control de las comunicaciones en Internet.
Alvaro Martínez Guaita
a la pucha...
ResponderEliminarFFFFFFUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU
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