Artista: Sales de Baño
Álbum: Estrangulado el Mundo
Año: 2014
Género: Chamber rock, Avant Prog, Jazz fusion
Duración: 54:14
Nacionalidad: Argentina / Colombia
Año: 2014
Género: Chamber rock, Avant Prog, Jazz fusion
Duración: 54:14
Nacionalidad: Argentina / Colombia
Lista de Temas:
1. Zoro Astro
2. 30
3. Wildeinsamkeit (Parte I)
4. Los mayores ríos se deslizan bajo tierra
5. Lo verde, lo apacible
6. Wildeinsamkeit (Parte II)
7. Ascesis
8. 20
1. Zoro Astro
2. 30
3. Wildeinsamkeit (Parte I)
4. Los mayores ríos se deslizan bajo tierra
5. Lo verde, lo apacible
6. Wildeinsamkeit (Parte II)
7. Ascesis
8. 20
Alineación:
- Camilo Ángeles / flute
- Agustín Zuanigh / trumpet, flügel
- Andrés Marino / piano, rhodes, electronics
- Mariano Cepeda / guitar
- Federico Isasti / drums
- Carlos Quebrada / bass
- Camilo Ángeles / flute
- Agustín Zuanigh / trumpet, flügel
- Andrés Marino / piano, rhodes, electronics
- Mariano Cepeda / guitar
- Federico Isasti / drums
- Carlos Quebrada / bass
Antes que nada, aviso que al menos todavía no compartiremos este disco, es del 2014 y al menos dejaremos pasar un año, luego lo compartimos si así lo desean los músicos.
Great debut recording by this sextet which plays an almost impossible to classify mixture of Jazz Fusion, R.I.O. and Louis Andriessen's minimalism. Sales de Baño is led by Colombian Carlos Quebrada, and formed by a group of students coursing their Jazz career at the Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla (Buenos Aires, Argentina).
Ya hemos hablado anteriormente de los múltiples proyectos que giran como satélites alrededor de ese ideario musical del señor Abel Gilbert que es Factor Burzaco (que aviso que está por sacar su próximo disco, mientras que ya está trazando las ideas de lo que será su quinta producción de estudio), a saber: Catukuá y los Cyborgs Yaguaretés, EPN Trío, El Último Boabdil, etc. Y justamente en nuestra publicación del disco de El Último Boabdil hablamos del señor Carlos Quebrada. colombiano radicado en Buenos Aires, con muchos proyectos en su biografía y además está metido en tantos otros en la actualidad, y en todos los casos impera la calidad musical cercana al jazz de experimentación. Él lidera este grupo y les mostramos cómo suena esto...
Grandes dosis de dominio musical y buen gusto, elegancia y su compromiso con la música de calidad, en canciones construidas, desmembradas y reconstruidas que se fusionan con texturas experimentales del más variado índole. Todo un estímulo para agudizar el oído y buscar todas las posibilidades sonoras escondidas entre las notas de cada track...
Hoy es la ocasión de presentar a SALES DE BAÑO, que es un joven grupo argentino dedicado a cultivar un híbrido de jazz-rock y rock-in-opposition dentro de un esquema genuinamente progresivo sensible a la inclusión de elementos fusionescos en el camino. Formado este grupo por el talentoso bajista Carlos Quebrada (integrante también de otra banda heroica de la vanguardia argentina, FACTOR BURZACO, nada más y nada menos), el personal de SALES DE BAÑO se completa con Camilo Ángeles [flauta], Agustín Zuanigh [trompeta y fiscorno], Andrés Marino [pianos y sintetizadores], Mariano Cepeda [guitarra y efectos] y Federico Isasti [batería]: ahora nuestra atención se enfoca en su estupendo disco debut “Estrangulando El Mundo”. Todo el material contenido en este disco, compuesto íntegramente por Quebrada, fue grabado en noviembre del año pasado en los Fort Studios de Buenos Aires, para luego ser mezclado en el estudio neoyorquino Bacqué Recording Engineering. Vayamos ahora a los detalles del repertorio.César Inca
Durando 9 minutos y pico, ‘Zoroastro’ pone en marcha la maquinaria grupal con un colorido tan bizarro como misterioso. La estructura rítmica del motivo inicial es sólida pero no muy trepidante, lo cual permite a los instrumentos asociarse con oportuna delicadeza, y así, permitir que el tránsito al posterior interludio abiertamente melancólico sea muy fluido. Una sección siguiente está marcada por unos aires a lo MAHAVISHNU ORCHESTRA, siendo así que la guitarra se explaya noblemente en sus fraseos mientras que el piano engalana el paisaje general con fraseos a lo free-jazz. El segundo tema del disco, titulado ‘30’, es más largo aún que el primero: dura 10 minutos y segundos. Su esquema de trabajo tiene una aureola un poco más extrovertida que la del tema inicial, incluso aproximándose a la mágica delicadeza de las expresiones más excelsas del jazz-prog de tradición Canterbury (GILGAMESH, HATFIELD AND THE NORTH). Se nota el empleo de trucos Crimsonianos emanados de algunas partes de guitarra, y por qué no, también algunos elementos avant-jazz a lo ZAPPA en ciertos pasajes donde el grupo se pone en plan juguetón. Los solos de flauta y trompeta son esplendorosos, bien lucidos, sin romper con el clima general de la instrumentación. Con estos poco menos de 20 minutos iniciales, el grupo revela su gusto por esquemas sonoros señoriales y desafiantes, así como su talento para concretizarlas con nervio e inteligencia artística. ‘Wildeinsamkeit, Acto I’ es lo que sigue a continuación, estando a cargo de ahondar en el factor Canterbury para darle un enfoque centrado en las excursiones del piano eléctrico. El segundo acto del concepto de ‘Wildeinsamkeit’ se halla un poco más adelante, y aquí el asunto se deriva mayormente hacia un delirio abstracto basado principalmente en retazos deconstructivistas de guitarra, aterrizando finalmente en una juguetona y tensa coda.
Entre esas dos partes distanciadas de‘Wildeinsamkeit’ se ubican ‘Los Mayores Ríos Se Deslizan Bajo Tierra’ y ‘Lo Verde, Lo Apacible’, sucesivamente. El primero de estos temas empieza con pulsiones aleatorias de batería, el bloque grupal se asocia en un dinamismo ágil y complejo que mencionados nos lleva hacia el paradigma de HENRY COW (sus dos primeros álbumes), para desembocar en un largo explayamiento de matices relajados y etéreos; para la coda, el grupo vuelve a la cálida exaltación precedente. Por su parte, el segundo se enmarca claramente dentro del aura apacible al cual hace alusión el título: yendo más allá que otras piezas anteriores que también incluían momentos calmados, la personalidad contemplativa de ‘Lo Verde, Lo Apacible’ se orienta hacia el acto de mirar detrás de una niebla metafísica y descubrir algo permanentemente oculto, afrontar su misterio, dejarse llevar por lo inesperado mientras se conserva la actitud contemplativa de manera incólume. El piano no solo dispone de un buen espacio para armar una sección solista, sino que también sostiene todo este viaje de forma integral. ‘Ascesis’ ostenta un aire místico en su desarrollo temático, prominentemente articulado bajo la guía del piano, una vez más. Hay una atmósfera criolla inundando la etérea atmósfera que envuelve al cuerpo central cual niebla de introspectiva serenidad, lo cual hace que el ensamble se conecte – aunque sea parcialmente – con otras entidades compatriotas que saben añadir elementos fusionescos a sus respectivas propuestas de vanguardia (LAS OREJAS Y LA LENGUA, ORQUESTA METAFÍSICA, LES MINOTS, etc.).
En fin, el disco se completa con ‘20’, la pieza más abiertamente neurótica del álbum, y es justamente la actitud particularmente extrovertida de la armazón instrumental lo que permite que esta nueva y definitiva exploración de la faceta más dadaísta de la banda se explaye con una dosis de tensión más intensa que nunca. Con alusiones a MATCHING MOLE y NUCLEUS, el factor Cantebury regresa en pleno, así como el paradigma del rock-in-opposition (otra vez, bajo el encanto del HENRY COW temprano). Termina así “Estrangulando El Mundo”, un excelso catálogo de composiciones que honran hasta altísimos niveles la perspectiva actual de las vanguardias del rock y del jazz: ojalá sigamos teniendo a SALES DE BAÑO como una entidad viviente por mucho tiempo, pues sin duda, se trata de un tesoro dentro de la escena progresiva hispanoamericana.
Y aquí, algunas palabras sobre este disco del mismo Abel Gilbert:
La escena musical de la ciudad de Buenos Aires es un profuso delta cuyos protagonistas suelen desconocerse y sólo están unidos por la constatación de que la carrera de obstáculos nunca se termina. Siempre surge una nueva dificultad y hay que tener mucha cintura y mayores convicciones para el ejercicio de la elusión constante. Eludir el pozo y avanzar, avanzar y tratar de incidir, incidir y avizorar, siempre, un futuro incierto y amenazador, pero también excitante. Se editan, aquí, muchos discos que el escuálido mercado desconoce y la prensa escrita, por lo general perezosa, ignora. Discos que reclaman algo más que una reseña documental, un ejercicio de piedad gráfica. Sales de Baño, el grupo que lidera el bajista y compositor colombiano Carlos Quebrada, debería, por su propio y fantástico peso, abandonar el sitio de la excentricidad, dejar de ser una nota al pie o, en el menor de los casos, un comentario entre músicos conocidos (“¡wow!”). Su flamante trabajo, Estrangulado el mundo, puede considerarse, sin exageraciones, de lo mejor que se ha editado en 2014 en esta ciudad.Abel Gilbert
Quebrada y sus compañeros ―el flautista Camilo Ángeles, el trompetista Agustín Zuanigh, el pianista Andrés Marino, el guitarrista Mariano Cepeda y el baterista Federico Isasti― estudian o estudiaron en la Tecnicatura en Jazz del Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla. Ninguno es mayor de treinta años. El jazz de avanzada, en muchas de sus acepciones más recientes, y la música improvisada, de tradición europea y norteamericana, reverberan a lo largo del disco. También son claras las marcas y los reciclajes de dos compositores, Louis Andriessen y Steve Reich, que en los años setenta trabajaron en los márgenes de la academia y, hasta el momento de su consagración, elaboraron un repertorio heterodoxo, salvaje, que sigue, a la distancia, siendo iluminador. “Zoro Astro” y “2.30” dan cuenta de esas lecturas y traducciones desde una ciudad remota y, a su modo, multicultural, donde argentinos, un peruano (Ángeles) y un colombiano logran una amalgama en la que también se interseca (tal vez con conocimiento, quizá por simple empatía o azar) algo del linaje más refinado y camarístico del rock: Univers Zéro y Art Zoyd (escuchar, por ejemplo, “Wildeinsamkeit”).
A pesar de la larga serie de pesares (un “a pesar de” al cubo que cuantifica las adversidades), Sales de Baño nunca se rinde: el grupo se presenta con bastante frecuencia. Esa es la oportunidad de adquirir su disco. Pero no vayan sin haberlos escuchado online porque, finalmente, allí está el documento sonoro que convierte estas palabras en una pudorosa aunque entusiasta invitación. El magnífico Quebrada, que reside en Buenos Aires desde 2009 y toca el bajo de seis cuerdas, no puede parar de componer e intervenir. Además de Sales de Baño, tiene en esta ciudad otro grupo, Bosnnia (con la chelista Violeta García, el bandoneonista Bruno Ferreccio y el baterista Fernando Caraballo) y participa en Bogotá de otro combo sorprendente, El Último Boabdil. La alteridad musical, señoras y señores, está acá, en estas calles, o un poquito más allá, y no hay que disfrazarse de curador cosmopolita o de amante de las osadías de otras latitudes para sentir su fuerza resistente en el crepúsculo de la escucha.
El comienzo es pura nouvelle musique, de Univers Zero a Louise Avenue, aunque de una levedad menos siniestra que la de sus pares belgas. O, si se quiere, urgencia minimalista a la Louis Andriessen de la época de Hoketus y Workers Union. Pero no. El tema es “Zoroastro” y la banda, un sexteto reciente conformado por cuatro argentinos con un flautista peruano y un bajista colombiano que oficia, a su vez, de líder y compositor de los ocho tracks que componen Estrangulado el mundo, álbum debut de Sales de baño: una extraordinaria proposición sonora salida de las aulas de la carrera de Jazz del Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla. Basta seguir las evoluciones de esa declaración inaugural -Carlos Quebrada ensayando con el bajo eléctrico una técnica extendida que recuerda a las del guitarrista de AMM Keith Rowe, Agustín Zuanigh introduciendo una líneas melódicas en el fliscornio con reminiscencias del Ian Carr del quinteto con Don Rendell, o el notable solo de guitarra de Mariano Cepeda que parece irse desperezando a medida que avanza el tema- para comprender que estamos en presencia de algo diferente.Norberto
Otra vez el minimalismo al inicio de “30”, dos partes donde la segunda parece retomar a la primera con variaciones, conducida por la extrovertida flauta de Camilo Ángeles hasta que la sustituye el solo de trompeta de Zuanigh. ¿Los gestos del jazz bajo las apariencias engañosas del jazz-rock, el prog o la contemporánea? Algo de eso hay en “Wildeinsamkeit”, con esa explosión repentina de electricidad mientras la base rítmica de Quebrada y Federico Isasti sostiene todo el asunto para que se explaye el piano eléctrico de Andrés Marino, en una asociación ilícita que definitivamente supo habilitar la fusión de Mahavishnu o el Tony Williams Lifetime. O la irrupción electrónica al principio de “Los mayores ríos se deslizan bajo tierra”, en una tensión rítmica repetitiva que contrasta con la suavidad de flautas y trompetas.
Se trata en definitiva de piezas orgánicas de metamorfosis múltiples, en donde los sonidos discurren sin prisa y no renuncian ni a las mesetas ni a los riscos escarpados. El motor que las impulsa es el de la reiteración minimalista pero su complicidad con el jazz y, horror de los horrores, cierto gusto por la fusión setentista, les concede una coloración abundante, hecha de marchas y contramarchas, de combinatorias tímbricas y espacios para que los solistas se explayen sin amenazar el discurrir del discurso musical. Un disco que puede escucharse como una única e imponente declaración, un statement en favor de las posibilidades ilimitadas de la buena música, sin caer jamás en las tentaciones posmodernas de la parodia o el pastiche. ¿Debo aclarar todavía que Sales de baño es de lo mejor que ha aparecido en los últimos años desde este olvidado lugar del mundo? Por las dudas, dejo aquí el link de otro escriba despierto que opina algo similar.
Un gran disco que en estos días me dispongo a comprar, si les interesa pueden hacer lo mismo o aguantarse de disfrutar de estos nobles sonidos de experimentación acústica tan bien matizados con el caos emocional de la época.
Escúcheno, para mi entra dentro del terreno de los grandes trabajos, pero como siempre depende del gusto de cada uno, que es como el culo, cada uno tiene el propio.
El disco se puede conseguir por el espacio de Viajero Inmóvil Records, lo pueden escuchar o comprar en digital, pero también tienen la opción de comprar el CD físico escribiendo a info@viajeroinmovil.com. Y los invito a revisar el catálogo completo de dicho sello porque tiene exquisiteces más que interesantes.
Gracias por el álbum! Tenés por casualidad el segundo CD, Horror Vacui? Te agradecería si lo subieras. Gracias de vuelta y saludos!
ResponderEliminarNo lo tenemos aún, y si lo tuviesemos, hace muy poquito que lo publicaron, esperamos un año para publicar algo luego de que saliò al mercado, para no joderlo al artista y que recupere al menos algo de lo que invirtió en publicarlo.
EliminarSaludos!